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I N T R O D U C C I Ó N 21 DÍAS DANIEL 2024 a 2030 - GUÍAS Y VIGÍAS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS: DÍAS DE ARREPENTIMIENTO, DÍAS DE JUICIO DIVINO, MILENIO DEL REINADO DEL
MESÍAS EN LA TIERRA - Apocalipsis y los tiempos finales.
Las tres Fiestas bíblicas de otoño: Trompetas, Expiación y Tabernáculos. Los Diez días de arrepentimiento. El fin de todas las cosas se
acerca; sed sobrios, y velad en oración. Trompetas
que anuncian los juicios de Dios y la segunda venida del Mesías. Principios
de dolores de parto. ¿Qué dice el Espíritu a mi iglesia? Cristo viene, ¿estás preparado? Llamado
a los vigías, profetas de hoy: ¿Quiénes son los guías y vigías que han de
introducir a la Generación Josué en la Tierra Prometida en estos días
finales? Llamado a la iglesia del Remanente fiel a restaurar los cinco ministerios de Efesios 4:11. Reedificaré el
tabernáculo caído de David. Las corrientes salutíferas de Ezequiel 47. El
Señor sacude todas las naciones; la remoción de cielos, tierra y mar. Satanás
pide zarandear a los siervos escogidos. Despiértate, tú que duermes. Prepárate para los tiempos de tribulación. ¿Conoces los propósitos de
Dios para el Israel actual? Mateo 24:3-14: Nuestro marco profético
a seguir. Los tres planos: el juicio divino, la guerra
con Satanás, la resistencia a la maldad de este mundo. La gran cosecha de Apocalipsis 7, la plenitud de
los gentiles, y la salvación de todo Israel: Romanos 9 al 11. Apocalipsis 12: La guerra contra Israel y contra los santos. Cómo librar
la guerra espiritual de manera segura y eficaz. Las bodas del Cordero. Los catorce coros del Apocalipsis. Eventos posteriores a la venida del Señor. He aquí que viene con las
nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. El Espíritu y
la novia dicen: ¡Ven! Y será predicado este evangelio del reino
en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el
fin. Amado Pastor e intercesor,
¿nos acompañas en estos 21 DÍAS? Ayuna una comida al día o haz un
tipo de ayuno Daniel. Aparta una hora para orar y reflexionar sobre el
tema diario. Sigue el estudio completo, leyendo los pasajes de las
Escrituras que te presentamos; haz la aplicación práctica diaria. Hazlo tú
solo o con tu grupo de oración. Padre, hazlo con tu casa. Pastor, hazlo con
tu iglesia. Imprime esta guía, léela y compártela. Convoca a las iglesias de
tu ciudad o región para hacer juntos los 21 Días, y una convocatoria de
vigilia unida. Nuestro marco
de tiempo son los años de 2024 a 2030. Prepara estos 21 Días haciendo una
lectura rápida de esta Guía, de principio a fin. Mira con especial atención
las fechas y las actividades a seguir. ¿Amén?
Fiestas bíblicas de primavera: Encontrarás una explicación en la
introducción y primera semana de la Guía 40 Días 2024. Mira esos videos o
léela en la Guía, en los links que damos al final de esta introducción. En la
presente Guía 21 Días Daniel 2024 - 2030, tomamos como referencia las fechas
de las fiestas bíblicas de otoño de este año 2024; pero te animamos a que
sigas usando esta misma guía y los videos en años sucesivos, adaptando para
cada año las fechas al año correspondiente. Esta guía escrita acompaña a una
serie de grabaciones en video para cada uno de los 21 Días. Si no los
encuentras en los links, haz una búsqueda en YouTube escribiendo el título
del tema que quieres encontrar. Daniel, nuestro
modelo profético de vigía y atalaya: Daniel, profeta y gobernante judío en el exilio de Babilonia, buscó con
diligencia revelación y entendimiento sobre sus tiempos, velando que se
cumpliese la profecía de Jeremías: En el año primero del reinado de Darío,
yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló
Yahveh al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de
Jerusalén en setenta años (Daniel 9:2). En aquellos días yo Daniel estuve afligido por
espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca
carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres
semanas (Daniel 10). En estos 21 Días buscaremos revelación sobre los
tiempos que nos toca vivir a nosotros, los tiempos finales. Daniel enfrentó lucha espiritual, y prevaleció: Entonces,
el ángel me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste
tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas
tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del
reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí
Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé
allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de
venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
Un llamado a ti, querido
compañero vigía y atalaya: Los vigías de hoy poseen el espíritu y la unción profética de Daniel;
son el movimiento profético del presente que se mueve en la corriente del
Espíritu, bajo la autoridad de la iglesia y sus cinco ministerios. No
apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías (1
Tesalonicenses 5). Parte importante de nuestro llamado a ser vigías y
atalayas es entender los tiempos que vivimos; por eso, estamos dispuestos a
hacer el esfuerzo y pagar el precio de velar, orar y ayunar, para recibir
discernimiento; de esta manera no seremos presa fácil del espíritu de engaño
y manipulación tan prevaleciente en este tiempo, y del cual es víctima la
mayor parte del Pueblo de Dios y el mundo en su conjunto. Jesús reprendió
severamente a los líderes religiosos de su día, que pedían les mostrase una
señal del cielo para creer en él; les dijo: ¡Hipócritas! Sabéis distinguir
el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis (Mateo
16). No tenga que reprendernos a nosotros el Señor, porque no sabemos
discernir nuestros tiempos. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias (Apocalipsis 2 y 3). Perspectiva
profética de las Fiestas
de otoño 2024 a 2030 – vigías que guían al pueblo a la toma de la Tierra
Prometida – En
Deuteronomio 1, Moisés recuerda al pueblo de Israel sobre su reciente
historia, resumiendo los acontecimientos relatados en Números 13 y 14: Y
salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis
visto, por el camino del monte del amorreo; y llegamos hasta
Cades-barnea. Entonces os dije: Yahveh tu Dios te ha entregado la
tierra; sube y toma posesión de ella; no temas ni desmayes. Y vinisteis a mí,
y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la
tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir,
y de las ciudades adonde hemos de llegar. Y tomé doce varones de entre
vosotros, un varón príncipe de cada tribu. Es así como Moisés los envió a
reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al desierto del
Neguev, y subid al monte, y observad la tierra cómo es, y el pueblo que
la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso; cómo es la tierra
habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son
campamentos o plazas fortificadas; y cómo es el terreno, si es fértil o
estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país.
Y era el tiempo de las primeras uvas (Números 13).
En un segundo incidente, que
recuerda a este primero, a punto de entrar a Canaán, las dos tribus y media
piden a Moisés tomar su posesión antes de cruzar el Jordán. Moisés les
reprende severamente y les recuerda el momento de Cades-barnea, el asunto de
los diez espías que desanimaron al pueblo: Y la ira de Yahveh se encendió
entonces, y juró diciendo: No verán los varones que subieron de Egipto
de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y
Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; excepto Caleb hijo
de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de
Yahveh. Y la ira de Yahveh se encendió contra Israel, y los hizo andar
errantes cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella
generación que había hecho mal delante de Yahveh (Números 32).
¿Quiénes son estos espías y
vigías para el tiempo presente que podrán guiarnos a tomar en heredad nuestra Tierra Prometida?
Los dos espías fieles a Dios del tiempo de Moisés, como los dos que Josué
envió a espiar Jericó, para nuestros días son el movimiento profético del
Remanente fiel que ha logrado desalojar al enemigo ocupante, y ahora desde
esa posición de autoridad pueden mostrar a otros el camino a la victoria. El
Remanente fiel de la Iglesia, que se ha mantenido despierto y luchando en
oración en los primeros cinco años de la crisis global, 2020 a 2024, son los
guías y vigías que Dios ha preparado para que, en los siguientes cinco años,
el resto de la década, 2025 a 2030, reconozcan la Tierra Prometida e
introduzcan al pueblo a tomar posesión de ella.
¿Cuál es esa tierra que ha
sido prometida a nuestras generaciones en este tiempo? ¿Cuáles son esos enemigos que abatir? Para el Israel
natural actual, la tierra que Dios le llama a tomar es la misma de
siempre, la prometida a Abraham y sus descendientes con los mismos límites y
fronteras. Israel ha sabido responder al desafío y ha entrado a las cuevas y
trincheras de sus enemigos y los está enfrentando, determinado a no dejarlos
hasta conquistarlos definitivamente. Dios nos llama, al Israel espiritual,
que es su Remanente fiel, a hacer exactamente lo mismo. Pero nosotros no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6). Por
lo tanto; aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10).
Nuestra tierra es el Reino de los cielos, encarnado en nosotros y proclamado
por nosotros con poder y gran gloria.
¿Cómo puedes y debes tú ser
guía y vigía para introducir a las nuevas generaciones a la Tierra Prometida? Si tú has conquistado el terreno en aquellas áreas
de tu vida o familia donde el enemigo logró establecer su dominio y lo has
desalojado, y has logrado establecer el Reino de Dios en esa área y vivir
conforme a sus principios y valores, podrás guiar a otros a tomar su Tierra
Prometida en esa misma área de su vida y familia. Por ejemplo, si has
fortalecido los cuatro círculos concéntricos de oración: tu devoción personal
diaria con Dios, la oración con tu esposo/a, el altar familiar con tus hijos,
como atalaya y vigía con tu iglesia orando y ayunando de manera combativa
para establecer el Reino de Dios en tu ciudad; si estás ganando la batalla en
estos cuatro círculos concéntricos de oración, guía a otros a hacer lo mismo.
Si has tomado responsabilidad por tu propia salud y la de tu familia, en vez
de dejarla a ciegas en manos de los expertos; si llevas un estilo de vida
saludable y disciplinado de alimentación, ejercicio físico, descanso; si eres
uno que ha ganado la batalla a la enfermedad, por la fe, la oración y la
obediencia a la Palabra de Dios; entonces, estás capacitado para ayudar a
otros a luchar contra estos enemigos que los quieren destruir, y ayudarles a
tomar su Tierra Prometida que fluye leche y miel. Si has mostrado compasión por
los pobres y necesitados; si has probado tu fe en la provisión del Padre;
puedes guiar a otros a vencer su temor de pasar necesidad, y puedes
enseñarles la Tierra Prometida de la provisión de Dios en medio de la crisis
económica. Si eres un padre responsable que no ha abdicado de su
responsabilidad como principal educador de su hijo, sino que estás dando la
batalla en la crianza y educación en valores de tus hijos, podrás unirte a
otros padres para apoyaros mutuamente y dar la batalla en este campo tan
disputado por el enemigo. ¿En qué área de tu vida y familia has adquirido una
posición de victoria y autoridad? ¿Hasta dónde llega tu llamado? Si estás
usando tus dones espirituales de fe para sanar a los enfermos y liberar a los
endemoniados, imparte tu don a otros. Si estás predicando el evangelio con
celo y valentía en tu entorno y país, rodéate de diez más para hacerlo
contigo. Si oras por las naciones y estás dispuesto a ir hasta lo último de
la tierra, lleva a otros contigo (Apocalipsis 2:26,27; Salmo 2). Desde ese
terreno conquistado, podrás conquistar con otros e ir tomando cada vez más
territorio al enemigo. ¿Amén?
Ezequiel 47 –Sumérgeme,
en el río de tu Espíritu… Recibe
hoy sanidad para tu cuerpo y para tus seres queridos. Pastor, activa
el don de sanidades en tu congregación. Apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros formarán movimientos potentes de sanidad y
restauración de naciones enteras. Habrá una gran explosión de Grupos de
vida en el hogar por toda la Península Ibérica (España y sus 17
Autonomías, Portugal, también Andorra y Gibraltar). Padre de familia,
¿está tu casa dispuesta a ser uno de estos pequeños graneros donde se recoge
una gran cosecha? Veremos una revolución de santidad entre nuestros jóvenes,
en las universidades y los colegios. Nos quedaremos asombrados de los nuevos
modelos y expresiones de iglesia. El poder del Espíritu será imparable a
través de los niños, adolescentes y jóvenes. España vivirá su llamado
celestial de ser una nación de música y creatividad; una madre de naciones;
nuevos movimientos misioneros que llegarán a muchas partes del mundo. Veremos
un movimiento misionero desde las naciones hermanas de Hispanoamérica.
Videos y enlaces: ¿Cómo conquistar la Tierra Prometida en tu propia vida? Mira la serie de videos Oración del Padrenuestro (videos 1 a 10).
¿Cómo conquistar la Tierra
Prometida en tu matrimonio y con tus hijos? Mira la serie de videos de Diez
mandamientos para mi familia (videos 11 a 20). ¿Cómo conquistar la Tierra
Prometida en tu comunidad, desde tu iglesia? Mira la serie de videos de Nehemías
(videos 21 a 30). ¿Cómo conquistar la Tierra Prometida desde tu vida y
familia, con tu iglesia y hasta lo último de la tierra? Mira la serie de
videos del curso, Id y haced discípulos (videos 31 a 63). ¿Cómo
conquistar la Tierra Prometida y establecer el Reino de los Cielos en la
tierra? Mira la serie de videos de los 40 Días 2024 (Introducción y
videos 1 a 40).
Todos los vídeos 40 Días:
https://t.me/RadioSolidariaOficial (Motivos oración) Serie tres videos estudio
inductivo https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z5lzORenpQIhmdfFiCdW5FE&si=0bu3dJkX6VLkgJmv Guía 40 Días https://vidaenaccionicc.org/ora/40dias/ Guía 21 Días Daniel 2024-2030. colombiaderodillas.blogspot.com Video series formación www.escuelanehemias.wordpress.com https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z416iUTUaUmYLTXMBpko2uA
GUÍA DE ORACIÓN Y
ARREPENTIMIENTO CON ISRAEL - DIEZ DÍAS DE ARREPENTIMIENTO - 3 a
12 de octubre 2024
Presentación: Las tres
fiestas bíblicas del otoño representan momentos en la historia y en la
tradición del pueblo de Israel cuando se solía tocar el shofar, o
trompeta. La Fiesta de Yom Teruah, Día de las Trompetas,
representa el día cuando el Mesías con voz de mando, con voz de arcángel,
y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo
resucitarán (1 Tesalonicenses 4:16). Cuando el Señor venga esta vez, no será
para morir por nosotros, sino para juzgar al mundo. Dios, en su gran
misericordia, nos concede estos Diez días de arrepentimiento para
arreglar cuentas con él, a través de un arrepentimiento sincero y de corazón.
Porque, luego viene el Día del Juicio Final, que es Yom Kippur,
cuando serán juzgadas, y condenadas, todas las almas no arrepentidas. En el
capítulo 2 del libro de Joel, hay un llamado a tocar trompeta, proclamar
ayuno y convocar asamblea, con el propósito de llorar por nuestros pecados y
pedir perdón a Dios. Cinco días después de Yom Kippur empieza la Fiesta
de Succot, o Tabernáculos, que anuncia y celebra el futuro
reinado del Rey Mesías sobre la Tierra. Los trompeteros tenían un lugar
importante en la coronación y proclamación de un nuevo rey (2 Crónicas
23:13). Cuatro propósitos al tocar el
Shofar: 1- Majestad:
Proclamar el reino y señorío del Mesías en nuestras naciones. 2-
Misericordia: Clamar al Dios del pacto con Israel y con su Ungido, que
recuerde su misericordia en medio del juicio. 3- Alarma: Sonamos el
Shofar como una advertencia y alarma por el juicio de Dios. 4- Arrepentimiento:
Es un llamado al pueblo de Dios para que se arrepienta en estos 10 Días, y
revierta de esta manera el justo juicio de Dios. Jueves 3/10 – Día 1 de arrepentimiento – TROMPETAS QUE ANUNCIAN
LA SEGUNDA VENIDA DEL MESÍAS: Este jueves 3 de octubre 2024,
hacemos conmemoración al son de trompetas: En el mes séptimo, al
primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de
trompetas, y una santa convocación (Lev.23:23-25 y Nm.29:1). Celebramos
la Fiesta de las Trompetas (Yom Teruah)
y el inicio del año 5.785 del calendario civil hebreo. Algunos conmemoran
este día, como Rosh Hashaná, Año Nuevo, cabeza o principio del
año. En este día se tocan las trompetas que anuncian la segunda venida del
Mesías. Compañero Pastor, te invitamos a que celebres un culto al son de
trompetas con tu congregación: Oremos por un profundo arrepentimiento.
Puedes llamar a un culto de vigilia el viernes, un culto de trompetas el
sábado, o apartar un tiempo en el culto dominical para recordar este día y
para hacer confesión de arrepentimiento congregacional. Podemos invitar a la
congregación a que ayune una comida diaria durante los Diez
días de arrepentimiento, o que haga un ayuno tipo Daniel durante estos 21
Días. ¿Amén? Orad por el tema diario de esta guía. Buscad juntos, como
iglesia, la santidad y la presencia de Dios. Consagra este nuevo curso al
Señor, y pide su protección para tus hijos. Oremos con nuestros niños y jóvenes, para que reciban la llenura
del Espíritu Santo. Oremos que el Espíritu Santo prometido traiga sobre España una fuerte convicción de pecado, de
justicia y de juicio, como prometió el Señor en el Evangelio de Juan 16:8-11. ORAMOS, Señor, que el Remanente fiel toque la trompeta en este tiempo, para que
el pueblo de Dios se prepare en arrepentimiento, para los juicios de Dios que
estas fiestas de otoño nos anuncian. Muéstranos, Señor, qué dice el Espíritu a nuestra iglesia y a la Iglesia en nuestro
país. Como vigías y atalayas,
prepáranos para tocar la trompeta con sonido claro, para hacerles despertar y
prepararse para actuar en la batalla espiritual (1 Cor.14:8). El sonido del shofar https://www.youtube.com/watch?v=KslG3nOCVPQ
¿Con qué
propósito se tocan las trompetas? 1- Para convocar a
la congregación y a sus líderes, para darles instrucciones de marcha y
para advertir de la presencia del enemigo. 2- Advertir y preparar al
pueblo para la guerra. 3- En las celebraciones de las
fiestas y de la adoración regular al Señor (Nm.10:1-10). 4- En fe y
obediencia tocamos las trompetas; caen los muros y avanzamos a
la conquista de la Tierra Prometida (Josué 6:20). 5-
Nuestros enemigos son confundidos y Dios concede una gran
victoria a su pueblo (Jueces 7:20-22). 6- Anunciar juicio al pueblo:
Al profeta se le ordena poner la trompeta en sus labios para anunciar al
pueblo el juicio por su desobediencia a Dios (Oseas 8:1-3). 7-
Llamado al Israel de la Diáspora a que retorne a su Tierra (Isaías
27:13). 8- Los ángeles tocan las siete trompetas y se desatan los
juicios de Dios sobre cielos, tierra y mar (Ap.8:6 - 9:21; 11:15-19). 9-
La Segunda Venida del Mesías se anunciará con voz de arcángel y
trompeta de Dios (1Tes.4:16; 1 Cor.15:52).
LA SEGUNDA VENIDA DEL MESÍAS – Cristo viene pronto,
¿estás preparado?
En este primer día de los Diez días de
arrepentimiento, comenzamos a ver algunos aspectos importantes de la
segunda venida del Señor, que nos sitúan en el presente momento de los
últimos tiempos, nos indican en qué debemos estar ocupados entre tanto que él
viene, y nos instruyen sobre cómo prepararnos para que ese momento culminante
de nuestro encuentro con el Señor no nos sorprenda desprevenidos. El
precursor del Mesías, Juan el Bautista, preparó el camino para la primera
venida del Mesías con un llamado al arrepentimiento sincero y real del
pueblo: En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en
el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el Reino de los
Cielos se ha acercado (Mateo 3). Nosotros, vigías y atalayas,
debemos preparar la segunda venida del Señor de la misma manera, viviendo y
enseñando una vida de continuo arrepentimiento. Cristo viene pronto, ¿estás preparado? ¿Estás
arrepentido de todo pecado del que eres consciente y estás permitiendo el
proceso de santificación del Espíritu Santo en tu vida? ¿Estás buscando el
Reino de Dios y su justicia como primera prioridad en tu vida y hogar? ¿Estás
haciendo las obras de justicia que te revisten de lino fino para las Bodas
del Cordero? ¿Estás predicando el evangelio, acelerando así la venida del
Señor?
En Marcos 13:24-37, Jesús habla a sus
discípulos acerca de su segunda venida: Pero en aquellos días, después de aquella
tribulación, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las
estrellas caerán del cielo, y las potencias que están en los cielos serán
conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con
gran poder y gloria. Y entonces enviará sus ángeles, y juntará a sus
escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la tierra hasta el
extremo del cielo.
En 1 Tesalonicenses 4: 13-18, Pablo dice a
la Iglesia: Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que
duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del
Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del
Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de
mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y
los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos,
los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las
nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
¿QUÉ PASARÁ EN LA SEGUNDA VENIDA?
1. Se oirá el sonido de la voz de mando del Señor
Jesucristo (Juan 5:28-29), la voz de un arcángel
y la trompeta de Dios.
2. Todos los verdaderos creyentes que han muerto en
la fe resucitarán con un nuevo cuerpo
incorruptible, incapaz de morir, hermoso, glorioso y libre de las presentes
limitaciones (1 Corintios 15:35-53).
3. Experimentarán un cambio instantáneo y
sobrenatural en sus cuerpos todos
los verdaderos cristianos que estén vivos en la tierra en el momento de la
venida de Cristo (1 Corintios 15:51-52).
4. Serán arrebatados por el poder de Dios los dos
grupos de creyentes – los
que resucitaron y los que fueron transformados en su cuerpo sin haber muerto
– y se unirán a Cristo en el aire. En Zacarías 14:5 dice: …y vendrá Yahveh
mi Dios, y con él todos los santos. Y en Judas 14 dice: …vino el Señor
con sus santas decenas de millares.
Para más información ver: Derek Prince, El
Manual del Cristiano Lleno del Espíritu: Fundamentos Bíblicos para la Vida
Cristiana, Carisma 1995.
Querido hermano, ayuna una comida al día los Diez
días de arrepentimiento, o haz un ayuno tipo Daniel durante estos 21 Días. Ora
por media hora o una hora con tu familia o grupo de oración. Ora con ellos
por el tema diario de esta guía. En
estos días de ayuno y oración, hazte estas preguntas, y lleva un diario de lo
que entiendes que Dios te habla: ¿De qué faltas o pecados me está
convenciendo el Espíritu Santo que debo arrepentirme y cambiar? ¿Estoy obedeciendo a su voz; qué cambios debo hacer
para obedecer? ¿Qué advertencia o alarma estoy recibiendo de Dios para mi
vida y familia? ¿Qué
está impidiendo que vivamos una vida cristiana victoriosa en nuestro hogar? ¿Me está llamando Dios a ser vigía, trompeta de
Dios y atalaya? ¿Qué mensaje me da y a quién debo anunciarlo?
Viernes 4/10 – Día 2 de arrepentimiento – CÓMO
ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS Y PREPARARTE PARA LA VENIDA DEL MESÍAS. Es tiempo de buscar a Dios; buscarlo con ayuno y
oración; convocando asambleas santas, llamando a los de tu casa. Tocad trompeta en Sion y
dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra,
porque viene el día de Yahveh, porque está cercano (Lee Joel 2). El toque del shofar (cuerno
del carnero, moderna trompeta o corneta) encierra varios misterios. Según la
tradición hebrea, al tocar los cuernos y trompetas en el Templo de Jerusalén
y en toda la tierra de Israel, se cumplía con tres propósitos: 1- Llamar al
pueblo al arrepentimiento. 2- Elevar un clamor a Yahveh, Dios del pacto con
Israel, pidiendo su misericordia. 3- Confundir las huestes de maldad y al acusador
de los hermanos.
OREMOS hoy con Israel
por el primero de los tres propósitos: Un llamado al arrepentimiento: Padre santo en estas
fiestas de otoño, y especialmente en estos Diez días de arrepentimiento,
pedimos que trates con nuestros enemigos; no solo los externos, que nos
amenazan con el total exterminio, sino con los enemigos internos. Hoy oramos
por nuestro principal enemigo: nuestro propio pecado. ¡Perdona, oh, Dios!
Hemos pecado como las naciones gentiles: perversiones sexuales, aborto, el
amor al dinero; las prácticas satanistas de la cábala, la masonería y el
misticismo religioso; adoración a dioses extraños de religiones orientales;
y, sobre todo, el rechazo al Mesías. En estas fiestas de otoño, sálvanos de
nuestros pecados y líbranos de nuestros enemigos internos.
Cristo viene pronto, ¿estás preparado para tu
encuentro con él? En este segundo día de los diez de arrepentimiento,
continuamos viendo algunos aspectos importantes de la segunda venida del
Señor. Cristo viene pronto, ¿estás preparado para tu encuentro con él? ¿Estás
arrepentido de todo pecado del que eres consciente y estás permitiendo el
proceso de santificación del Espíritu Santo en tu vida? ¿Estás buscando el
Reino de Dios y su justicia como primera prioridad en tu vida y hogar? ¿Estás
haciendo las obras de justicia que te revisten de lino fino para las Bodas
del Cordero? ¿Estás predicando el evangelio, acelerando así la venida del
Señor? Los principios espirituales que vemos a continuación te ayudarán a
discernir tu condición espiritual presente y te ayudarán a prepararte antes
de que sea demasiado tarde.
ESTAD QUIETOS Y ESCUCHADME
- CÓMO USAR LOS PRINCIPIOS DE INTERCESIÓN PARA ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS - … y David consultó a Yahveh (1 Samuel 30:8). Los guías y vigías de los
últimos días debemos familiarizarnos con estos principios espirituales para
escuchar a Dios, ser guiados por él, y saber por qué cosas debemos interceder
y cómo hacerlo. Asimila bien estos pasos, practícalos en tus cuatro círculos
concéntricos de oración: tu devocional personal diario, la oración con tu
esposo/a, en el altar familiar con tus hijos y en tu grupo de hogar o reunión
de oración de tu iglesia. Te ayudarán a discernir los tiempos y discernir la
voluntad de Dios para tu vida. Solo de esta manera podrás ser un siervo fiel
a quien Cristo en su regreso aprueba y recompensa, porque lo encuentra
haciendo la voluntad del Padre (Lucas 12:35-40).
El primer principio: 1. Alabanza y acción de gracias (Salmo 100:4): Preparad vuestro corazón con un tiempo de alabanza y acción de
gracias, especialmente enfocado en la pregunta que le vas a hacer a Dios.
2. Confesión y arrepentimiento (Salmo 139:23,24): Esperad un momento en silencio para que el Espíritu Santo os traiga a
la mente cualquier pecado en vuestro corazón que pueda impedir que escuchéis
su voz.
3. Entregar al Señor todo deseo propio en cuanto al asunto en cuestión
(Proverbios 3:5-6; Isaías 55:8):
En este paso, es importante poder decir al Señor: Yo seré obediente y haré lo
que tú me digas, sea lo que sea. ¡No me apoyo en mi propia opinión, me vuelvo
a ti!
4. Silenciar la voz del enemigo (Santiago 4:7; Efesios 6:17): Tomamos nuestra autoridad contra el enemigo, enfrentándonos a él en
el poderoso nombre de Jesús y con la espada del Espíritu, que es la Palabra
de Dios. Debemos estar alerta para rechazar los pensamientos que el enemigo
quiera poner en nuestra mente. Cortamos todo intento suyo de distraernos,
interrumpirnos, confundirnos o desanimarnos. ¡Te resistimos, en el nombre de
Jesús!
5. Abrir nuestros oídos y nuestro corazón a la voz del Espíritu Santo
(Juan 14:26; 16:13,14): Esta es
la voz que queremos escuchar, la voz y guía del Espíritu Santo. De antemano,
podéis dar gracias al Señor, confiando que él os va a hablar, porque si sois
ovejas suyas, oiréis su voz (Juan 10:27). Como ovejas nos disponemos a oír tu
voz y a seguirte. Háblanos, Santo Espíritu, solo queremos oír tu voz y
obedecerla.
6. Esperar en silencio en la presencia del Señor (Salmo 62:5): Primero hay que hacerle al Señor una pregunta muy específica que nos
ayude a poder entender su respuesta. Después de orar, haciéndole esta
pregunta, debéis esperar en silencio delante de él, permitiendo que el
Espíritu Santo guíe vuestros pensamientos. Él os hablará a través de un
pasaje de la Biblia, una imagen, una visión, o una voz interior que os ayude
a entender su guía. Aquí estamos delante de ti, Señor, esperando en silencio
para que tú nos hables a cada uno sobre este asunto.
7. Cada uno comparte lo que Dios ha traído a su mente, tomando nota de lo que cada uno ha entendido.
8. Alabar a Dios y darle gracias por lo que él ha hecho, porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea
la gloria por los siglos. Amén (Romanos 11:36). ¡Gracias Señor, por
habernos hablado! Ahora nos disponemos a obedecer lo que nos has dicho.
CINCO PROPÓSITOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO: Derek Prince, en su libro El Manual del
Cristiano Lleno del Espíritu: Fundamentos Bíblicos para la Vida Cristiana
(Carisma, 1993, págs. 432-434), habla
de cinco propósitos de la segunda venida de Cristo. Son los siguientes:
1. Cristo vendrá por la Iglesia. Vendrá como el Novio para recibir a todos los
verdaderos creyentes como su novia. Ellos se unirán con Cristo, por
resurrección o por cambio instantáneo de sus cuerpos todavía vivos. Jesús
prometió a sus discípulos: Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra
vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:3).
2. Cristo vendrá para la salvación nacional de
Israel. El remanente nacional de Israel, que ha
sobrevivido los fuegos de la gran tribulación, reconocerá a Jesús como el
Mesías y así se reconciliará con Dios y será restaurado a su favor y
bendición. Esto se predice en la promesa de Dios a través de Isaías, citada
por Pablo: Y luego, todo Israel será salvo, como está escrito:
Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. Y este será
mi pacto con ellos, cuando yo quite sus pecados (Romanos 11:26-27).
3. Cristo volverá para destronar al Anticristo y al
mismo Satanás: Y entonces se manifestará aquel inicuo [el Anticristo], a quien el Señor matará con el
espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida (2
Tesalonicenses 2:8).
4. Cristo vendrá para juzgar a las naciones
gentiles. Él mismo hizo esta predicción: Cuando
el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él
todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor
las ovejas de los cabritos (Mateo 25:31-32).
5. Cristo vendrá para el establecimiento de su
reino milenial sobre la tierra.
Esto está incluido en el pasaje en Mateo 25 y predicho en Isaías: Entonces la luna se abochornará, y el sol se
avergonzará, porque el Señor de los ejércitos reinará en el monte Sion y en
Jerusalén, y delante de sus ancianos estará su gloria (Isaías 24:23 BLA). También es profetizado en
Zacarías: Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día
el Señor será uno, y uno Su nombre
(Zacarías 14:9 BLA). El tiempo en que Cristo reinará de esta manera, aparece
en Apocalipsis 20:4, donde se habla de los mártires del periodo de la
tribulación: Y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Jesucristo dijo: He aquí, yo vengo como ladrón
(Apocalipsis 16:15). Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir
vuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora
el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa (Mateo
24:42-43). Y el mismo Dios
de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y
cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará (1 Tesalonicenses
5).
Cuando Cristo venga por su Iglesia, no vendrá para
tomar a los cristianos nominales, que llevan una vida negligente, carnal y
egoísta, sino para tomar a los que son verdaderamente suyos; o sea, los que
se han apartado de la iniquidad, y los que han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos (2 Timoteo 2:19; Gálatas 5:24). Por tanto, como creyente
que eres, debes examinar tu vida para asegurarte de que estás viviendo
totalmente para el Señor, y no para ti mismo. De esta manera serás como las
cinco vírgenes prudentes, que estaban preparadas para entrar a las bodas con
el esposo cuando vino (Mateo 25:1-13). Sábado 5/10 – Día 3 de
arrepentimiento – ¿HA DESECHADO DIOS A SU PUEBLO ISRAEL? ¿Qué
significa ser vigía para los últimos días?
Así también aun en este
tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia (El apóstol Pablo, refiriéndose a Israel en Romanos
11:5). He aquí vienen días, dice el Señor, en que
estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto…” (Jeremías
31:31-37; Hebreos 8:8-12). ORAMOS, Señor, y nos identificamos con
tu Pueblo Escogido, el Pueblo del Pacto, de la nueva alianza en Jesús su
Mesías, para que en estos días les
recuerdes de este segundo propósito al tocar el shofar: Que tú eres el Dios
de pacto; que siempre serás fiel a las promesas que diste a los patriarcas
Abraham, Isaac y Jacob; que no los dejarás ni abandonarás como nación. Quita
esos pensamientos y calla esas voces secularistas en Israel, que piden ser
igual a cualquier otra nación y rechazan su llamado a ser el pueblo
escogido. Muéstrales que su salvación, preservación y restauración están
en descubrir su identidad en ti. Derrama un espíritu de gracia y de súplica
sobre tu pueblo, para que vean al que traspasaron y lloren por su pecado
contra él (Zac. 12:10).
Señor, gracias porque tú no
has desechado a Israel, como no nos has desechado a nosotros, la Iglesia gentil, a pesar de
nosotros haber cometido tantas iniquidades delante de ti a lo largo de
nuestra historia. Revélate en estos días a Israel como el Dios del Nuevo
Pacto, a través de la sangre del Mesías (Col.1:20). Mas si desde allí
buscares a Yahveh tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y
de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te
alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Yahveh
tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Yahveh tu Dios;
no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus
padres (Deuteronomio 4).
VIGÍAS PARA LOS ÚLTIMOS DÍAS
Estos 21 Días Daniel preparan a aquellos que son
como los hijos de Isacar para este tiempo: De los hijos de Isacar,
doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel
debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos (1 Crónicas 12:32). Ungidos
con la revelación y el discernimiento del Espíritu de verdad, seremos vigías
y atalayas a favor del Remanente fiel que está despierto y que necesita
escuchar el sonido claro de la trompeta para prepararse para la batalla. Y
si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
(1 Corintios 14:8). Jesús dice a sus discípulos que en estos días deben
velar y orar (Marcos 13:33).
Cada creyente debe ser un vigía.
Pero ¿cuál es la esfera de influencia de cada vigía? El creyente debe velar
por su propia alma. Los padres deben ser vigías de su propia
familia. Los ancianos deben ser vigías de su ciudad. Y, los
profetas como Isaías o Jeremías han sido llamados a ser atalayas sobre naciones
(Ezequiel 33:7; Jeremías 1:10).
Los vigías (atalayas, centinelas)
pueden tomar su posición en el tiempo, cubriendo 24 horas en oración.
Pero, tomar nuestra posición como atalayas, también tiene que ver con el lugar
que Dios nos asigna; nuestra parte del muro puede ser una ciudad, un país, o
una región del mundo. La posición del vigía también puede ser una esfera
de la sociedad (la educación, la política, la economía, etc.), o un ministerio
que él quiere restaurar (el ministerio de la mujer, el ministerio en familia,
el de la nueva generación, o los equipos apostólicos: apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros).
Vive
esta verdad: ¿Cuál es mi ámbito de
influencia, mi alma, familia, ciudad o nación? ¿Dónde
está mi lugar como vigía? ¿Qué me dice Dios acerca del
sitio donde me ha puesto en el muro para velar y restaurar? ¿Me está llamando
Dios a tomar mi posición como vigía en el tiempo (oración y adoración continuas), o en un lugar del muro de protección
alrededor de esta sociedad?
¿QUÉ SIGNIFICA SER VIGÍA?
“Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas;
todo el día y toda la noche no callarán jamás. ¡Los que os acordáis de
Yahveh, no reposéis ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén y la
ponga por alabanza en la tierra!” (Isaías 62:6,7).
1. Ser vigía es ser adorador e intercesor: El vigía es un profeta, un
intercesor, un adorador, uno que espera vigilantemente.
2. La primera función del vigía es contemplar el
rostro de Dios: En Apocalipsis 1, Juan dice: Vi a uno semejante al Hijo del hombre…su cabeza era como…sus ojos
como…sus pies como…su voz como…y su rostro era como… Nuestra primera y
principal tarea como vigías es estar atentos, no sólo a lo que está pasando,
o a lo que Dios pueda decir; sino atentos a recibir la revelación de Dios
mismo. Una forma de estar vigilando y buscando esta revelación es la
meditación de la Palabra viva. Jesús es el Verbo vivo.
Vivimos en días difíciles, días
en que la Iglesia será perseguida de una forma cruenta, aun en los países
donde hasta ahora hemos conocido libertad. El adorador y guerrero, el rey
David, en medio de asedio y de mucho peligro decía: Una cosa pido a Yahveh, esto es lo que busco: habitar todos los días
en la casa de Yahveh, admirar su hermosura, contemplándole en su templo
(Sal.27). Si contemplamos la hermosura del Señor, seremos trasformados de
gloria en gloria. Debemos estar atentos, porque se avecina una gran
persecución, pero también viene una gran cosecha.
Debemos contemplar al Señor y
estar atentos a sus movimientos para aprender de él, porque él es el
principal de los vigías. El Salmo 121 es el Salmo del vigía: Yahveh es tu guardián, Yahveh es tu sombra
a tu derecha…No se adormece ni dormita el que guarda a Israel…Yahveh te
guarda de todo mal. El Señor es el principal de los guardianes, y nos
llama a ser guardianes con él. La
única manera de seguir a Jesús es estar observándole, vigilando sus pisadas.
3. El vigía medita en la Palabra y espera la voz de
su Señor. El Salmo 1,
dice: Sino que en la ley del Señor está
su delicia, y en su ley medita de día y de noche. El vigía tiene oídos
para oír, ojos para ver, y un corazón para entender lo que el Espíritu está
diciendo a la Iglesia. El atalaya vigila los acontecimientos presentes y los
ve desde la perspectiva divina.
4. Vigilar no es sólo orar, también es adorar. Alabanza, adoración, acción de
gracias, proclamación de los atributos y las promesas de Dios; todo esto es
parte de vigilar día y noche. En los últimos tiempos ha habido un énfasis en
la guerra espiritual, más que nunca; parte de esta lucha espiritual es la
alabanza y la proclamación. Como Moisés decía: Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan delante de él
todos los que aborrecen su presencia.
5. El vigía derrama su corazón ante la presencia del
Señor a favor de otros. ¡Levántate, da voces en la noche al comenzar las
vigilias! Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza a él
tus manos implorando la vida de tus niñitos, que desfallecen de hambre en las
entradas de todas las calles (Lamentaciones 2:19). Vigilar es
una relación entre Dios y el intercesor; éste siente el dolor de su prójimo y
también el dolor del corazón de su Dios, y lo expresa derramando su corazón
ante Dios a favor de los que sufren.
6. Esperar en Dios, cosa difícil para los
instantáneos: Nunca nadie
oyó, nunca oídos percibieron ni ojo vio a un Dios, sino a ti, que tal hiciese
para el que espera en él (Is.64:4). Isaías 64 es una oración para que Dios
desgarre los cielos y descienda; nuestro esperar y vigilar debe ser no detrás
o delante de Dios, sino justo debajo de ese lugar donde los cielos se abren.
Uno de los mayores beneficios del ministerio de vigía es la intimidad con
Dios. El vigía espera en Dios, depende de Dios, y está disponible para Dios.
7. El vigía sabe estar en
silencio y escuchar. El Salmo 46, dice: Estad quietos, y conoced que yo soy Dios.
En el ministerio de vigía es importante dar mucho tiempo a estar quietos y
escuchar. Es más importante escuchar de Dios, que hablarle. ¡Cuántas cosas
perdemos por no ser sensibles a los movimientos del Espíritu!
8. Ser vigía es inquirir de Dios
en todos nuestros pasos: David,
hombre conforme al corazón de Dios, inquiría de él a cada paso, pedía su
consejo en cada batalla. Entonces
consultó David a Yahveh, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás
en mis manos? Respondió Yahveh a David: Ve, porque ciertamente entregaré a
los filisteos en tus manos. David lo hizo así, como Yahveh se lo había
mandado (2 Sam.5). El éxito de las victorias de David
era consultar a Dios en cada paso.
9. El mandato de Jesús es: Velad y orad.
Hablando de su venida, Jesús dijo a sus discípulos: Velad, pues, orando en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de
escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo
del hombre (Luc.21). El enemigo intentará ponernos a dormir en momentos
estratégicos; es necesario que resistamos el espíritu de adormecimiento. Uno
de estos momentos críticos para Jesús y para los discípulos, fue la agonía
del huerto de Getsemaní: Jesús vino
luego y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido
velar una hora? Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a
la verdad está dispuesto, pero la carne es débil (Mc.14).
10. Como vigías, debemos
permanecer firmes para ver la salvación de Dios. En uno
de los momentos más críticos para el pueblo de Israel, Dios les dijo a través
de Moisés: No temáis, estad firmes y
ved la salvación que Yahveh os dará hoy (Ex.14). Y, el apóstol Pablo nos
dice que nos revistamos de toda la armadura de Dios, para que habiendo
acabado la lucha en el día malo permanezcamos firmes. A veces, con el solo
hecho de permanecer en nuestro sitio, sin retroceder, ya estamos prevaleciendo.
Una de las maneras de permanecer y de prevalecer es el ayuno.
(Reconocimiento: Esta lección ha sido adaptada de
una enseñanza sobre el ministerio de vigía de Tom Hess, director de Casa de
Oración para Todas las Naciones en Jerusalén.)
Domingo 6/10 – Día 4 de
arrepentimiento – GUERRA CONTRA ISRAEL Y CONTRA LOS SANTOS ¿Quién
está detrás del antisemitismo? Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes (Efesios 6). La irracionalidad revolucionaria y el fanatismo
religioso antisemita en la actualidad solo pueden ser explicados como un odio
a muerte de Satanás contra el pueblo elegido de Dios. Odio antisemita
sembrado en corazones que se han convertido en tierra fértil de aquel que
solo ha venido para matar, robar y destruir (Juan 10). Israel siempre
ha sido el blanco de este odio a lo largo de su extensa historia.
La tradición rabínica cree
que Satanás tiene especial predilección por acusar a Israel en el primer día
del año, trayendo delante de Dios todos sus pecados y faltas (Job 1:6-12;
Zac.3). LA GUERRA CONTRA LOS SANTOS: Apocalipsis 12
describe la guerra en los cielos del gran dragón escarlata contra el hijo
(Jesús) recién alumbrado de la mujer (Israel), y a continuación su ataque a
muerte contra la mujer, y finalmente contra todos nosotros el remanente fiel
de los santos: Entonces el dragón se
llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la
descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo.
ORAMOS en este día,
Señor Yahveh de los ejércitos, que según tu pueblo se vuelve a ti en
arrepentimiento y renueva su pacto contigo, sus enemigos sean confundidos y
huyan (Salmos 81 y 83). Sea esta la hora cuando invocan al único que puede
librarles del Acusador… Ahora ha venido la salvación, el poder, y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron
sus vidas hasta la muerte (Ap.12:10-11).
Lo contrario al antisemitismo, por nuestra parte
como creyentes, es cultivar una gran compasión por Israel, mostrar nuestro
consuelo en toda manera posible, trabajar por la restauración del pueblo y la
tierra de Israel, y ayudar al regreso de los judíos esparcidos por las
naciones. En los días del calendario
hebreo en que Israel recuerda la destrucción del Templo, se leen las Lamentaciones
del Profeta Jeremías por Jerusalén: Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento
de la hija de mi pueblo (Lee Lamentaciones y llora por los pecados de Israel y por los
pecados de tu ciudad y país). Jesús también lamentó sobre Jerusalén: ¡Jerusalén,
Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos
debajo de las alas, y no quisiste! (Mateo 23:37-39), y el apóstol Pablo
usó una expresión solemne desde su interior para mostrar su angustia por la
salvación de su pueblo: Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de
Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne (Romanos
9). Oremos
que se cumpla todo el plan y propósito eterno de Dios para su pueblo: Que
regresen a la Tierra de Israel todos los que tienen que regresar desde las
naciones. Que la Tierra de Israel sea redimida y restaurada, y el pueblo
sanado y santificado (Isaías 35). Que entre en el Reino de Dios la plenitud
de los gentiles y que todo Israel sea salvo.
Compañero
Pastor, enseña a tu congregación a amar y a orar por Israel, el Israel de
Dios, el Israel de la Biblia, el remanente del Israel de hoy (Isaías 40:1,2).
Pidamos perdón de parte de nuestra nación, por el antisemitismo que
todavía pervive entre nosotros, especialmente entre algunos colectivos y
gobiernos. Padres, enseñad a vuestros hijos a conocer y a orar por Israel. En
vuestra celebración del reposo del sábado, leed Salmos 127 y 128 con vuestros
hijos y proclamadlo como una bendición sobre las familias de Israel. ¿Amén? CÓMO LIBRAR LA BATALLA ESPIRITUAL DE MANERA
SEGURA Y EFICAZ Porque con ingenio harás la guerra, y en la
multitud de consejeros está la victoria
(Proverbios 24:6). Por lo demás, hermanos
míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la
armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del
diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios
6). Dios nos llama a luchar en el poder del Espíritu y a atar al Hombre
Fuerte. En toda guerra hay víctimas, dolor y sufrimiento, pero no deberíamos
sufrir solo por nuestra ignorancia o imprudencia. Si sufrimos, debería ser
porque estamos dispuestos a pelear la buena batalla de la fe y pagar el
precio por recuperar el terreno que Satanás nos ha quitado. ¿Cómo luchar de
manera segura?
1- Primeramente, asegúrate de que eres un hijo
de Dios; que estás viviendo en santidad y
fortaleciéndote cada día siendo disciplinado y constante en tu devocional
personal diario. Asegúrate de que estás tratando con toda área de tu vida que
el Espíritu esté exponiendo a la luz, y que estás buscando continuamente ser
lleno, ungido y guiado por el Espíritu Santo.
2- Asegúrate de vivir y guerrear en el
"espíritu opuesto" a lo que estás combatiendo,
porque Satanás te atacará con intimidaciones y con acusaciones por tus
debilidades. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Asegúrate de fortalecerte en el Señor y en el poder de su fuerza, fortalecido
con toda la armadura de Dios de Efesios 6:10-20. Memorízalo y óralo cada día
en tu devocional personal o tu Altar familiar. Enseña a tus discípulos a
memorizarlo y orarlo cada día:
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para
que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la
coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la
paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada
del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda
oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y
súplica por todos los santos.
3- Asegúrate de que tu hogar está en orden y
que mantienes una regularidad en la práctica del Altar familiar.
4- Asegúrate de que estás sujeto a autoridad
espiritual y cobertura pastoral. No actúes por tu cuenta o
de manera independiente, porque te expondrás a mucho daño innecesario.
Asegúrate de que eres parte de un cuerpo local de creyentes y de que sabes
trabajar en equipo con otros en lo que vas a enfrentar en la guerra
espiritual. Debes ayunar como una práctica habitual, pero en los tiempos de
batalla, debes intensificar los ayunos, la oración y la vigilia.
5- Asegúrate de que conoces y de que actúas
dentro de tu ámbito de autoridad espiritual.
Siempre, y sobre todo, tienes autoridad y debes velar sobre tu propia vida:
espíritu, alma y cuerpo. Nadie tiene mayor autoridad sobre esta área que tú
mismo. Debes mantener libre de la influencia del enemigo este terreno (Juan
14:30). Si estás casado, tu ámbito de autoridad espiritual es tu esposa/o y
tus hijos, tu hogar. Si eres pastor, sobre tu propia iglesia; así serás
anciano con los demás pastores de tu ciudad, y juntos sobre tu país. Si
tienes un llamado en orden y confirmado de profeta, tendrás autoridad sobre
regiones enteras del mundo. No sobrepases los límites de tu autoridad
espiritual, porque te expones a sufrir daño innecesario o a luchar en vano.
Trabaja con el equipo adecuado de compañeros, según el ámbito de autoridad en
el que estés actuando en cada momento o situación. Ellos deberán llenar los
mismos requisitos que tú para hacer la guerra con eficacia y seguridad.
6- Sigue los Principios de Intercesión.
Todo lo anterior debe ser una garantía para que ahora, siguiendo los
Principios de Intercesión, busques a Dios con los tuyos para saber cómo hacer
guerra contra Satanás y arrebatarle su poder donde Dios te mande o donde él
te esté atacando o impidiendo (Mateo 12:28,29). Familiarízate con los
Principios para una Intercesión eficaz; úsalos regularmente para ser guiado
tú y tus compañeros en estos momentos de especial intensidad en la batalla,
para estar quietos delante de Dios y escuchar juntos su voz y guía. Las
batallas espirituales se ganan siguiendo la revelación que el Espíritu Santo
nos da al buscarle a consciencia. Si escuchamos a Dios y le obedecemos, él
nos revelará la estrategia a seguir y nos conducirá a una victoria segura.
Debemos prepararnos, porque podríamos sufrir
algún contraataque del Enemigo, antes, durante o después de cualquier
iniciativa que hagamos de guerra espiritual. Cubramos a los de nuestra casa y
los más allegados a nosotros, porque, si Satanás no puede dañarnos a
nosotros, lo intentará con ellos. Será muy importante cuidar las relaciones
con nuestros compañeros de batalla y de ministerio, porque después de una
gran victoria juntos, podría venir una gran derrota en nuestras relaciones,
si no son sólidas, maduras y leales.
7- Después de esta
preparación puedes seguir los pasos de cómo derribar altares espirituales: ¿Cómo derribar estos Altares u organizaciones
de poder? 1- Los intercesores disciernen qué pecados y
pactos contaminan la tierra y dan autoridad a estas fortalezas espirituales:
el derramamiento de sangre inocente y el espíritu de violencia y muerte; la
idolatría, la santería y prácticas ocultistas; la inmoralidad y perversión;
los pactos antiguos con Satanás; las heridas y traumas históricos, todavía no
sanados. 2- ¿Cómo anular las maldiciones y planes de estos altares o
estructuras de maldad? Los intercesores, guiados por el Espíritu Santo, harán
confesión y arrepentimiento en identificación con los pecados del pueblo;
pecados colectivos, que nos han acarreado el justo juicio divino y que han
dado autoridad a estas fortalezas espirituales. 3- Sobre este fundamento de
arrepentimiento y perdón, podemos usar nuestra autoridad, anulando en oración
estas maldiciones, desautorizando estos pactos o planes para dañar a las
personas y a toda la Humanidad. Por la oración de fe y la declaración de la Palabra Rema
de Dios estas estructuras se tambalean y caen, y sus planes son desbaratados
(Isaías 8:9-10); se derriban en fe esos altares. 4- Entonces, los
intercesores edificarán en adoración los altares de Dios y declararán los
propósitos redentores de Dios para ese lugar, asunto o estructura. 5- Y,
reclamaremos las naciones como herencia para nuestro Mesías, Hijo amado del
Altísimo (Salmo 2).
Cómo deben los vigías enfrentar las tentaciones y librar la batalla
espiritual: Mira
los videos de la www.escuelanehemías.wordpress.com No nos metas en
tentación y Conoce a tu adversario el diablo. Lecturas
recomendadas: La Reconquista de tu
Ciudad, estrategias para derribar las fortalezas espirituales del diablo,
John Dawson, Editorial Betania. Guerra Espiritual, cómo
vivir en victoria y reconquistar la tierra,
Dean Sherman, Editorial JuCUM. Enseñanzas de Gerda Leithgöb (Herald Ministry).
Lunes 7/10 – Día 5 de
arrepentimiento – ¿HA REEMPLAZADO DIOS A ISRAEL POR LA IGLESIA? La
teología del reemplazo
Terrible ignorancia y pecado
de la Iglesia es la actitud hostil o indiferente de creer y practicar pasiva
o activamente el error teológico de que Dios ha desechado a Israel y lo ha
reemplazado por la Iglesia universal. Compañero
Pastor, proponte delante de Dios entender el plan de Dios para y a través de
Israel en el tiempo presente, según la enseñanza apostólica de Romanos 9 al
11 y Efesios 2. Pregunta al Señor
cuál es tu parte en su cumplimiento.
ORAMOS, Señor, en
identificación con la Iglesia gentil; te pedimos que perdones nuestra
soberbia y engreimiento; perdona nuestra ignorancia y negligencia a la hora
de inquirir en tu Palabra para conocer tus propósitos para Israel: A
vosotros hablo, gentiles: no te jactes
contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la
raíz a ti. No te ensoberbezcas, sino
teme. Porque, si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te
perdonará (Romanos 11). Por tanto,
oramos, Señor, desde una posición de humildad, para que en estos días cuando
tu pueblo procura ponerse a cuentas con su Dios y con su prójimo, tú derrames
sobre ellos un espíritu de gracia y de súplica, para que vean al que
traspasaron y lloren por su pecado contra él (Zac.12:10). Oramos,
no solo por la protección de Israel, sino por su preservación, porque están
bajo amenaza de exterminio. También oramos por su propiciación, su salvación
espiritual por el arrepentimiento y la fe en Jesús el Mesías como único y
suficiente Salvador. Señor, también nos unimos a la confesión en identificación que nuestros
compañeros intercesores en Israel hicieron a favor de tu pueblo. Ellos oraron
en el lugar donde unos jóvenes abrieron la puerta espiritualmente al terrible
ataque terrorista que sufrió Israel dentro de su propio territorio el 7 de octubre de 2023. El festival de idolatría y desenfreno que se
celebraba en este lugar abrió la puerta espiritual a este ataque. Perdona,
Señor, sana y cierra esta puerta. Traemos a memoria el relato bíblico de
Balaam, que no logró maldecir al pueblo, pero que logró que Dios los
castigara con mortandad por fornicar con las hijas de Moab y sacrificar a sus
dioses (Números 22 al 25; 31:15-16; Apocalipsis 2:14). Así nosotros hemos
sido expuestos al odio y violencia sin límites de nuestros enemigos por haber
pecado en gran manera contra ti. Amén.
¡Atención,
guerreros de oración! Los siguientes principios bíblicos nos ayudarán a
entender mejor cuán importante es el arrepentimiento en identificación y
nuestra función como intercesores, como lo estamos haciendo hoy en
identificación con el pecado de la Iglesia gentil respecto del pueblo de
Israel.
FUNDAMENTO BÍBLICO DEL ARREPENTIMIENTO EN IDENTIFICACIÓN
1- Nehemías
es un ejemplo de arrepentimiento en identificación con su pueblo: Nehemías 1:5-10 Te ruego, oh,
Yahveh, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y
la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora
atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago
ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y
confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí,
yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra
ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a
Moisés tu siervo. Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo,
diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; pero si os
volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra,
aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os
recogeré, y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.
En esta oración a principios del libro de Nehemías, este hombre justo
pide perdón por los pecados del pueblo de Israel; pecado que fue la causa de
que Dios les dispersara entre las naciones. En el versículo 6 dice: confieso los pecados de los hijos de
Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos
pecado. No sabemos si Nehemías, personalmente, había cometido los pecados
que menciona en esta oración o no. Existen razones para pensar que no.
Entonces, ¿por qué confesó pecados que él no había cometido?
2- Esdras y
Daniel también confesaron los pecados de su pueblo: Esdras, en Esdras capítulo 9; y Daniel, en Daniel capítulo 9, hicieron
confesiones similares. Al igual que Nehemías, las confesiones de estos
hombres justos, no fueron por pecados personales, sino por los pecados del
pueblo. Nehemías, Esdras y Daniel pidieron perdón a Dios en identificación
con los pecados del pueblo de Israel. 3- El rey
David pidió perdón a los gabaonitas,
e hizo actos de restitución, por los pecados que su antecesor, el rey Saúl,
había cometido contra ellos, cuando les dio muerte e intentó exterminarlos
como pueblo. David, habiendo consultado a Dios, entendió que esta era la
causa de que todo el pueblo de Israel estuviera sufriendo hambre por tres
años consecutivos, y de que la tierra estuviera pasando por una sequía. En 2
Samuel 21, vemos esta historia.
4- Las dos
cosmovisiones contrapuestas del mundo: A lo largo de la historia bíblica descubrimos que la concepción hebrea
del mundo es de cuerpo y comunidad; no está centrada en el individuo, como sí
lo está la perspectiva griega del mundo. Según la cosmovisión hebrea, el
pueblo se relaciona con Dios como cuerpo, además de hacerlo individualmente,
mientras la cosmovisión griega enfatiza la relación vertical que cada
creyente tiene con Dios. Según la cosmovisión hebrea, un representante del
pueblo, el sacerdote de Dios debía ofrecer sacrificios, hacer expiación, por
el pecado de todo el pueblo una vez al año, el día de Yom Kipur, para que
Dios les perdonara. Esto lo vemos en Levítico 16.
5- Dios
busca a uno que se ponga en la brecha por su pueblo: En Ezequiel 22:30-31, Dios busca a una sola persona que se ponga en la
brecha a favor de todo el pueblo de Israel, para que él no tenga que
mandarles juicio, por causa de su pecado. En este caso, no encuentra a nadie,
y tiene que derramar su ira sobre ellos.
6- La
ciudad de Nínive se arrepintió y Dios detuvo el juicio anunciado por Jonás: En Jonás 3:4-10, vemos que Dios decidió no mandar juicio a la ciudad de
Nínive, porque algunos hombres, y luego el rey, proclamaron ayuno y se
convirtieron de sus malos caminos.
7- Juicio
sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra por su impenitencia: Al mismo tiempo hay muchas palabras proféticas contra ciudades y
naciones enteras, porque no se arrepintieron de sus pecados: En el caso de
Sodoma y Gomorra (Génesis, capítulos 18 y 19), porque el pecado de estas
ciudades se había agravado en extremo, y porque no se encontró en ellos ni
siquiera diez hombres justos, Dios tuvo que mandar juicio, y fueron
destruidas totalmente.
8- Jesús
anuncia juicio sobre las ciudades impenitentes y las que no reciban a sus
enviados: Jesús dice a sus discípulos, en Mateo 10:14,15: Y si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de
aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo
que en el día del juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de
Sodoma y de Gomorra, que para aquella ciudad.
Veamos, también, el caso de Corazín y Betsaida, en Mateo 11:21, donde
Jesús dice: ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de
ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que
han sido hechos en vosotras, tiempo ha que se hubieran arrepentido en cilicio
y en ceniza. Jesús, en este versículo, no está hablando a personas, sino
a ciudades. También lamenta sobre la ciudad de Jerusalén, como si fuera una
persona, diciendo: ¡Jerusalén,
Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos
debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa os es dejada
desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis:
Bendito el que viene en el nombre del Señor (Mateo 23:37-39).
9- Habrá un
juicio final para ciudades y naciones: Entonces, habrá un juicio final, el castigo eterno, no solo para
individuos, sino para ciudades, pueblos y naciones, por causa de su pecado
corporativo, el pecado cometido como cuerpo. Estos juicios corporativos,
tienen un carácter distinto al juicio al individuo que no se haya arrepentido
por sus pecados personales. Jesús habla del juicio final a nivel corporativo
en Mateo 25:31,32, donde dice: Cuando
el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas
las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las
ovejas de los cabritos.
Conclusiones: 1.
Dios se
relaciona, no solo con individuos, sino con entidades corporativas, como
ciudades, pueblos y naciones. 2.
Habrá un
juicio final para todas las ciudades, los pueblos y las naciones que no se
hayan arrepentido de sus pecados corporativos. Por lo tanto, debe existir una
manera de que estas entidades se puedan arrepentir corporativamente; de lo
contrario, Dios sería injusto por juzgarlas corporativamente. 3.
Las
Escrituras muestran que Dios acepta el arrepentimiento de uno o más
representantes de entidades corporativas, aunque estos representantes no
hayan cometido personalmente los pecados que confiesan.
Martes 8/10 - Día 6 de
arrepentimiento – ISRAEL Y JUDÁ, UN SOLO PALO EN MI MANO – Cómo
resolver conflictos
Así ha dicho
Yahveh el Señor: Yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a
las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los
haré un solo palo, y serán uno en mi mano (Ezequiel 37). ORAMOS, Señor, como mandaste al profeta
Ezequiel, que tu Santo Espíritu sople en nuestros días, desde los cuatro
vientos, y dé vida a los huesos secos de Israel. Espíritu de Dios ven sobre
los esparcidos por todas las naciones, y tráelos a su Tierra. Haz de estos
huesos secos de Israel un gran ejército. Toma al Israel secular y únelo al
Judá ortodoxo; y hazlos uno en tu mano, como vio el profeta. Reprende al
acusador que quiere dividirlos, para conquistarlos. Espíritu, ven revolotea y
establece tu orden en medio de tu pueblo, por encima de los intereses
humanos, políticos, económicos o religiosos, que dividen al pueblo y se
convierten en otro enemigo interno peligroso. Defiéndelos, Señor, de la
división entre hermanos. Únelos por tu Espíritu. Concédeles las bendiciones
fruto de la unidad entre hermanos (Salmo 133).
La tradición rabínica enseña
que, en los dos días del Año Nuevo, el Señor abre tres libros. En el primer
libro se registra a los justos, en el segundo a los que no son ni totalmente
justos ni totalmente malvados, y en el tercero se registra a los malos. A los
justos se les juzga el día de Año Nuevo, y son recompensados con vida,
bienestar material, protección de todo mal, y paz. El segundo libro lleva un
registro de las acciones buenas y malas del grupo intermedio, los que no son
ni totalmente justos ni malos. A estos se les concede los diez días de
arrepentimiento, llamados “días temibles o terribles”. Dependiendo de
la sinceridad de su arrepentimiento durante estos días, así el Señor les
juzgará el Día del Perdón (Yom Kippur), que en este año cae el
sábado 12 de octubre. Su arrepentimiento determinará si reciben vida o
destrucción, riquezas o pobreza, salud o enfermedad. Los malvados y los que
no se arrepienten sinceramente, son registrados en el tercer libro, y solo
pueden esperar condenación y muerte. Siendo que la creencia popular judía es
que la mayoría de la Humanidad no es totalmente buena ni mala, estos diez
días se convierten en un momento de suma importancia en la práctica religiosa
judía. Los antiguos enemigos intentan reconciliarse, se hacen caridades con
los pobres, y se rezan largas confesiones de pecado durante las oraciones en
las sinagogas. Nosotros, quienes ya hemos recibido el perdón de
nuestros pecados a través de la fe en la obra perfecta de Jesús en la cruz, y
a quienes nuestros nombres se nos han escrito en el libro de la vida,
aprovecharemos estos días para hacer una limpieza espiritual, y ponernos a
cuentas con Dios y con los demás. Para hacerlo, debemos tener un mejor
entendimiento de lo que es el verdadero arrepentimiento.
VIVE EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO, que significa la renovación de mente y la pureza de alma y corazón.
Sigue estos pasos de convicción, confesión, perdón, reparación y
santificación; para arrepentirte de cualquier pecado que todavía no has
confesado:
1-
La convicción de pecado viene del Espíritu Santo: Búscala, recíbela, no la resistas. Rechaza la condenación de Satanás,
exponiéndote a la convicción del Espíritu Santo; pídele que te muestre de qué
pecado específicamente debes arrepentirte y cómo hacerlo -- Juan 16:8; Hechos
5:3; Salmo 139:23, 24.
2-
Confiesa en oración a Dios tu pecado, según lo has entendido del Espíritu. Muestra tu dolor y tristeza por
haberle ofendido, por violar su Ley, hacer daño a otros y a ti mismo --
Salmos 51 y 32.
3-
Corre al regazo de tu Padre y recibe su perdón, como un niño herido por su propia rebeldía. Recibe la gracia que Cristo
compró con el precio de su misma sangre por ti. Recibe el gozo del perdón y
la paz de un genuino arrepentimiento – Apocalipsis 1:5,6; 1 Juan 1:9; Miqueas
7:18,19; Salmo 131.
4-
Haz restitución y reparación: Disponte a pedir perdón al
que hayas hecho daño con este pecado. Si le has mentido, dile en qué y por
qué le mentiste. Si le robaste algo, devuélveselo. Recibe su perdón y busca
la reconciliación -- Lucas 19:8.
5-
Sanidad y santidad: No trates solo con tu acto de pecado, trata con la
vieja naturaleza de carne de pecado en ti; con esa actitud o desorden que te
lleva a pecar. Dios se propone formar en ti una nueva naturaleza, a semejanza
de su Hijo. Sométete a un proceso de sanidad y santificación del Espíritu
Santo y de la Palabra. Limpia tu vida y tu casa; pon orden en tu hogar, tus
relaciones, hábitos y estilo de vida. Busca la ayuda de un pastor o consejero
cristiano maduro. Busca la llenura del Espíritu Santo. Y, vive en continuo arrepentimiento
y renovación de mente y de corazón, especialmente en esta área que Dios está
tratando en tu vida -- Hechos 19:18,19; Efesios 5:18; Romanos 8 y 12; 1
Tesalonicenses 5:23.
Querido hermano y compañero
de oración: ¡Aviva tu amor! Y, por haberse multiplicado la maldad, el amor
de muchos se enfriará (Jesús, en Mateo 24). Estos Diez días de
arrepentimiento nos ayudan a perfeccionar nuestro amor, para poder llevar
relaciones sanas en el Reino. Si no sabemos resolver nuestros conflictos con
otros, nuestras relaciones no soportarán los ataques del enemigo ni el fuego
de la prueba de los juicios de Dios en los días finales.
Sexto mandamiento: “No matarás”. En la serie de los Diez
mandamientos para mi familia, de la www.escuelanehemias.wordpress.com decimos que para obedecer este
mandamiento, seguiremos las directrices de Mateo 5:21-26. Nuestra oración y
compromiso es: Guardaré mi corazón de enojo, desprecio, amargura, odio,
venganza, crítica, falta de perdón. No usaré palabras groseras; sí usaré un
lenguaje constructivo y apropiado, para dignificar y honrar a quien estoy
hablando, como dice Efesios 4:29: Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Todo esto,
sabiendo que: La muerte y la vida están
en poder de la lengua (Proverbios 18:21). Nos abstendremos de alimentar
nuestra mente con la violencia de la televisión o los videojuegos. No
usaremos de fuerza bruta en nuestro trato con los demás.
En Mateo
5:21-22, Jesús dice: Oísteis que fue
dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de
juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será
culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable
ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al
infierno de fuego. El enojo y el odio alejan la presencia de Dios de
nuestro hogar. Más
adelante, en Mateo 5:23-24, dice: Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano
tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Para saber
cómo resolver nuestros conflictos, es importante entender que, si hemos
ofendido o avergonzado a alguien con nuestro enojo, debemos buscar la
reconciliación con esa persona lo antes posible, porque Dios no recibirá
nuestra adoración hasta que lo hagamos. Ahora, ¿cómo hacerlo? Hay que pedir
perdón de una manera que busque la restauración de la relación con la persona
ofendida. Por ejemplo,
al pedir perdón a la persona, debemos ser específicos. No debemos decir
simplemente: “Perdóname si te he ofendido en algo.” Al ser tan general en
nuestra petición de perdón, nos podemos librar de la humillación y de la
vergüenza, pero no servirá para restaurar el daño hecho. Al mismo tiempo, no
debemos aprovechar para intentar justificar nuestra ira, o para hacer ver que
la otra persona se siente ofendida porque es inmadura o porque no tiene
sentido de humor. No añadamos insulto a la ofensa. Al final de este encuentro
buscando la reconciliación, y habiendo confesado la ofensa específica,
podemos terminar diciendo algo así como: “¿Me perdonas?” Es bueno que la otra
persona exprese su perdón, reconociendo, al mismo tiempo, que se ha sentido
agraviada. Luego, si la persona está dispuesta, podemos orar juntos, para
comprometernos el uno con el otro, y seguir trabajando en la relación.
LOS VIGÍAS COMO MUJER EN DOLORES
DE PARTO
La intercesión es una manera de
amar a otros como Jesús nos amó a nosotros (Isaías 53:12). Es más que hacer
peticiones a favor de alguien; Es poner nuestra vida por los que oramos, es
hacer algo a su favor, es ponernos en la brecha por ellos. Jesús es nuestro
ejemplo de vigía, de intercesor; primero en lo natural dio su vida, para que
ahora en el cielo viva para interceder por nosotros. Como una madre pasa por
un periodo de gestación hasta que da a luz, el intercesor vela y espera con
paciencia y perseverancia hasta que da a luz aquello de lo que está
“embarazado”.
El Espíritu Santo está
engendrando su vida en las naciones a favor de las nuevas generaciones, una
gran cosecha, y un avivamiento (Isaías 66:8). Si hemos nacido de nuevo y
hemos madurado, estamos listos para reproducirnos. Hemos dejado de ser niños,
y ahora Dios nos llama a ser padres y madres espirituales.
En lo natural, ser padres
conlleva una gran responsabilidad y un precio que pagar, también en lo
espiritual. Sólo aquellos que están dispuestos a pagar un precio, tendrán el
gozo de dar a luz y de ver madurar hijos e hijas en el espíritu. No queremos
ser como el profeta que decía: Como la
mujer en cinta cuando se acerca el alumbramiento gime y da gritos en sus
dolores, así hemos sido delante de ti, Yahveh. Concebimos, tuvimos dolores de
parto, pero dimos a luz solo viento; ninguna liberación logramos en la tierra (Isaías 26:17,18). Que el Señor
conceda fuerza a su pueblo, para que no nos sintamos nosotros como se sentía
el rey Ezequías y el pueblo de Israel en un momento de gran angustia: Esto ha dicho Ezequías: Día de angustia,
de castigo y de deshonra es este día, porque los hijos han llegado hasta el
punto de nacer, pero la que da a luz no tiene fuerzas (Is.37:3).
(Reconocimiento:
Esta lección
ha sido adaptada de una enseñanza sobre el ministerio de vigía de Tom Hess,
director de Casa de Oración para Todas las Naciones en Jerusalén.)
OREMOS: Señor, haznos madurar para reproducirnos, danos fuerza para alumbrar. Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir
dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros (Pablo a los
Gálatas, 4:29). ¡Regocíjate,
estéril, tú que no das a luz, grita de júbilo y clama, tú que no tienes
dolores de parto!, porque más son los hijos de la abandonada que los de la
casada (Gálatas 4:27). La mujer cuando da a luz tiene dolor, porque ha
llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de
la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo (Juan 16:21).
Miércoles 9/10 - Día 7 de
arrepentimiento – SE OYEN TROMPETAS DE JUICIO -- ¿Qué dice el Espíritu a mi iglesia? Tocad trompeta
en Sion y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la
tierra, porque viene el día de Yahveh, porque está cercano (Joel 2:1-3). El profeta Joel anuncia lo inminente y terrible del Día
de Yahveh. El pueblo de Israel creía que este tiempo de la visitación de
Dios de forma poderosa significaba solamente el castigo para sus enemigos,
las naciones gentiles que los oprimían. Pero el profeta corrige esta falsa idea
anunciando castigo para el pueblo de Israel. Sus enemigos eran moralmente
peores que ellos, pero Dios se valdrá de ellos para infligir un severo
castigo sobre Israel, si no se arrepiente de sus propios pecados. Joel llama
al ayuno, al arrepentimiento y la conversión de todos, desde el más grande
hasta el más pequeño. Estas son las promesas y la recompensa del
arrepentimiento: El perdón para el pueblo, una restauración física de la
tierra por lo que la plaga ha dañado; y, la más grande de las promesas: un
gran derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne, también sobre
nuestros hijos y nuestras hijas. En este día
oramos por Israel, para que se restaure el camino de vuelta a Dios. Que el
pueblo de Dios vuelva a su Dios, como dice en el libro de Isaías; Que se
prepare el camino de retorno a Dios y el camino hacia su Mesías. Señor, que se quite todo
obstáculo de la idolatría; de idolatrar el Estado de Israel; de idolatrar la
tierra de Israel, o un futuro templo en Jerusalén. Que Israel se vuelva a su
Dios, que vuelva a poner toda su confianza solo en él. Que se quite todo
obstáculo de pecado para que puedan andar en santidad. Que no haya ningún
obstáculo en ese camino – Allanad, allanad; barred el
camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo (Isaías 57:14); ver
también Isaías 35. Y Juan el Bautista fue por toda la región contigua al
Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de
pecados, como está escrito en el libro de las palabras del profeta
Isaías (40), que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el
camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, y se bajará
todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos
ásperos allanados; y verá toda carne la salvación de Dios (Lucas 3).
Ya se escucha el sonido de las trompetas del juicio
de Dios sobre la tierra: Y
los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas
(Lee Apocalipsis 8:6 hasta 9:21 y 11:15-19). En Apocalipsis se desvelan los juicios de Dios sobre la tierra en los
tiempos finales. OREMOS: Sabemos,
Señor, que las trompetas anuncian tu salvación para Israel y para los
gentiles, pero también tu juicio para unos y otros. Ayúdanos a escuchar tu
llamado al arrepentimiento sincero, y también a tocar tu trompeta de
advertencia. Trompeta 1: Granizo, fuego y sangre sobre la tierra
– se quema toda la hierba verde. 2- Montaña de fuego sobre el mar – tercera
parte del mar se convierte en sangre. 3- Una estrella sobre los ríos amarga
la tercera parte de las aguas. Muchos mueren. 4- Tercera parte del sol / día,
la luna / noche y las estrellas se quedan sin luz. 5- Se abre el pozo del
abismo. Primer ¡Ay! Los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán. 6-
Segundo ¡Ay! Fuego, humo y azufre de la boca de los caballos; muere la tercera
parte de la Humanidad. El profeta toma el librito y lo come; es dulce en su
boca y amargo en su estómago. Aparecen los Dos testigos. Trompeta
7: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su
Cristo. Somos testigos del cumplimiento de estos juicios en nuestros
días. ¡Los tiempos se están acelerando, para lo bueno, y para lo malo!
Ayúdanos a anunciar sin temor ni vergüenza la Buena Nueva de salvación, al
judío, primeramente. Señor, en tu juicio acuérdate de tu
misericordia para tu pueblo de Israel y para todos nosotros. Compañero Pastor, llama a una vigilia o retiro
espiritual a tu iglesia en este inicio de curso escolar, y con esta guía de
Apocalipsis 2 y 3 escuchemos lo que el Espíritu dice a nuestra iglesia para
el nuevo año. Puedes usar esta presentación como un devocional para que los
creyentes de tu congregación mediten en un tema cada día de la semana. Y,
después juntos lo compartan en una vigilia.
¿QUÉ DICE EL ESPÍRITU A MI
IGLESIA? El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Apocalipsis
1 al 3)
DOM. Oración por:
“el ángel” de mi iglesia. Escribe al ángel de la iglesia de…
(Pon aquí el nombre de tu congregación.) Lee detenidamente los primeros tres
capítulos de Apocalipsis y todo el libro. OREMOS: --Amado Señor Jesucristo, tú edificas tu Iglesia y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Gracias por el ángel que has
puesto para velar por mi iglesia: mis pastores y líderes___ (Menciona sus
nombres). Sé tú su Buen Pastor (Sal.23; Jn. 10). Nosotros nos sujetamos a
ellos (He.13:17). Líbralos del Maligno. Ellos son las estrellas que sostienes
con tu diestra. Abre sus oídos para que oigan lo que tu Espíritu dice a
nuestra iglesia. Oramos en el nombre del que tiene las llaves de la muerte y
del Hades, de Jesús el Señor.
LUN. La
revelación de Jesucristo a mi iglesia. El que tiene las siete estrellas
en su diestra, el que camina en medio de los siete candelabros de oro, dice…
–Señor Jesús, tú caminas en medio de tus iglesias. Conoces nuestra condición;
necesitamos conocerte íntima y profundamente, como____ (Mira 2:1; 2:8; 2:12;
2:18; 3:1; 3:7; 3:14, ¿qué revelación de Jesucristo necesita tu iglesia con
más urgencia?). ¡Gracias por responder a nuestro clamor y revelarte a
nosotros; así temeremos tu nombre y obedeceremos tu amonestación! MAR. Su aprobación para con nosotros. Yo conozco tus obras, tu arduo
trabajo y tu perseverancia, y que no puedes soportar a los malos… (Medita
en la aprobación que el Señor hace de cada una de las siete iglesias. ¿Con
cuál de ellas aprobaría el Señor a tu iglesia?) --Señor Jesús, entiendo que
tú estás complacido con estas áreas de nuestra iglesia: ____. Recibimos tu
aprobación; nos reafirmamos en ella, y nos alentamos para seguir perseverando
hasta cumplir tus metas para nuestra iglesia. (Anota aquí las metas de Dios
para el nuevo curso: En la oración, la evangelización y los ministerios de
misericordia a la comunidad.) MIÉ. Nuestra conducta que Él reprueba. Pero tengo contra ti que has
dejado tu primer amor. --Señor, la condición de nuestra iglesia es
similar a la iglesia de ____. Rogamos tu perdón. ¡Límpianos, Señor!
¡Purifícanos con hisopo, y seremos limpios! (Sal.51). (¿Qué impide el
avivamiento en tu iglesia?) Enséñanos a orar y colaborar contigo para quitar
estos obstáculos de nuestro medio y ver el tan anhelado avivamiento. JUE. Su
llamamiento al arrepentimiento. Por tanto, recuerda, de dónde has caído,
arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no te arrepientes, pronto
vendré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar. --Señor Jesús, no quites
tu vida de mi iglesia; no quites el candelabro de tu presencia. (¿De qué
manera demanda el Señor arrepentimiento, y cuál es el juicio si no hay
arrepentimiento?). Estemos dispuestos, así a confesar, como a arrepentirnos y
cambiar. Oremos para que la Iglesia en nuestra nación sea santa, sin mancha y
sin arruga. Una Iglesia unida y unánime a la hora de actuar, que tenga un
plan de evangelización y establecimiento de nuevas iglesias.
VIE. Sus
advertencias de lo que viene. No temas lo que vas a padecer. El diablo
echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis
tribulación por diez días. ¡Sé fiel hasta la muerte! --Señor Jesucristo,
ayúdanos a ser tus fieles testigos, aun ante la muerte. (¿Anuncia el Espíritu
tiempos difíciles para tu iglesia y la Iglesia en tu país?) Oremos que sea
expuesta la maldad detrás de las nuevas leyes restrictivas para la salud, la
libertad, el derecho de los padres para criar y educar a sus hijos en sus
valores. Pidamos que Dios levante ministerios cristianos que den respuesta a
estos retos y necesidades de la sociedad.
SÁB. Sus promesas
para los vencedores. Al vencedor le daré a comer del árbol de
la vida, que está en medio del paraíso de Dios. (Mira los versículos:
2:7; 2:11; 2:17; 2:26-28; 3:5; 3:12; 3:21. ¿Qué galardón promete el Señor a
la fidelidad de tu iglesia, y qué frutos veréis en el nuevo año?). Oremos que
la Iglesia en España, en Colombia y en todas las naciones, en vez de ser una Iglesia
derrotada, sea una Iglesia victoriosa, celosa de buenas obras y con un nuevo
celo evangelizador. Y a ella se le ha concedido que se vista
de lino fino, limpio y resplandeciente; porque
el lino fino es las acciones justas de los santos (Apocalipsis
19). Gracia y paz a vosotros de
parte del que es y que era y que ha de venir. Al que nos ama, nos ha lavado
de nuestros pecados con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su
Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén
(Apocalipsis 1:5,6).
Jueves 10/10 – Día 8 de
arrepentimiento – ¿TOMARÁ TU GENERACIÓN LA TIERRA PROMETIDA O MORIRÁ EN EL
DESIERTO?
Estos Diez días de
arrepentimiento, significan, sobre todo, una obediencia decidida a lo que
entendemos que el Espíritu nos manda a hacer el resto de esta década. La
presente generación de creyentes evangélicos que hemos sobrevivido a la
pandemia y la crisis global que empezó en el año 2020, somos llamados a
pelear las batallas del Señor para terminar la carrera, poseer la Tierra e
introducir a la nueva generación de creyentes a la Tierra Prometida. Si nos
negamos a hacer esto, moriremos en el desierto. Si la presente generación de
creyentes no pelea y desocupa la tierra de los usurpadores, será la
generación joven que conozca el evangelio en esta década la que entre a
poseer la Tierra.
¿Qué significará morir en el
desierto? Morir en el desierto es
negarse voluntariamente a reconocer el valor de una tierra que fluye leche y
miel, y morir en total escasez, hambre y sed. Es despreciar las eternas
promesas de Dios y negarse a pelear por alcanzarlas. Es terminar nuestros
días en la total irrelevancia, mediocridad, derrota, y haber sumido a los
nuestros a similar desgracia. Es haber sido vencido por la enfermedad, el
pecado, la depresión y la perversión del mundo de las tinieblas. Morir en el
desierto, tú y tu generación, es ser reconocido por futuras generaciones como
la generación rebelde, incrédula, dura de cerviz, que se negó a entrar en la
Tierra que Dios les prometió y que pereció por el justo juicio de Dios sin
haber completado su peregrinaje, por haberse quedado a medio camino. Si
oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como
en el día de Masah en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, me
probaron, y vieron mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la
nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis
caminos. Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo (Salmo
95:7-11).
ORAMOS que el Remanente
fiel mesiánico en la Tierra de Israel proclame con denuedo tu evangelio,
que es el poder de Dios para la salvación de todo aquel que lo cree, del
judío primeramente (Ro.1:16). Oramos por la salvación de los
enemigos de Israel, los yihadistas iraníes
en Gaza y en los pueblos que rodean Israel. Gracias, Señor, porque estamos
sabiendo de muchas conversiones al Mesías, entre los iraníes, hombres de
Gaza, afganos y otros. Pedimos que unjas con tu Santo Espíritu a los obreros
y creyentes de los países vecinos a Israel, para predicar el evangelio con
poder. Que tu Espíritu se derrame con poder y haya un gran avivamiento en el
Líbano, Siria, Egipto, Jordania, Yemen y los países musulmanes del Magreb. De manera especial
pedimos, Señor, por la salvación para el pueblo musulmán entre nosotros.
Oramos que el Enemigo no use el engaño espiritual, la violencia y el odio a
Israel, para esclavizar a estos musulmanes que viven en nuestros países y
para contaminar con su odio a los occidentales incautos, sino que reciban el
evangelio y se vuelvan al Mesías Isa. Señor, acuérdate de tus promesas
en Isaías 19:18-25, y sea este el tiempo en que tú les das
cumplimiento: En aquel tiempo Israel será tercero
con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; porque
Yahveh de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto,
y el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Oremos también para que
Israel tenga completa victoria sobre sus enemigos; que logre entrar a la
tierra que Dios prometió a sus padres, que venza a los gigantes ocupantes,
que levante bandera de Yahveh - Nissi, y que tome plena posesión de la Tierra
de su heredad, como, efectivamente, es la voluntad de Dios. Regocíjate, oh
estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que
nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de
la casada, ha dicho Yahveh. Ensancha el sitio de tu tienda, y las
cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus
cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha
y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las
ciudades asoladas (Isaías 54).
¿Quiénes son los guías y
vigías que han de introducir a la Generación Josué a la Tierra Prometida en
estos días finales? ¿Heredará tu generación la Tierra Prometida, o pereceréis en el desierto?
Los vigías y guías tenemos ante nosotros la ineludible responsabilidad de
explorar la Tierra, como los dos espías que Josué envió a Jericó. Lee Josué 1
al 5, para ver qué preparativos hizo Josué con sus oficiales y el pueblo
antes de cruzar el Jordán y tomar Jericó, primera ciudad conquistada de la
Tierra Prometida. Nuestra tarea, como guías y vigías, es ir por delante del
pueblo; mostrarles que sí es posible tomar toda heredad que Dios nos ha dado.
No hay matices grises; es blanco o negro. Es vencer a los enemigos que ocupan
nuestro territorio, o morir en el desierto. ¿Qué escogerás tú y tu
generación? Si no escoges nada, estás escogiendo morir en este temible
desierto. Grandes y eternas promesas esperan a los que son más que
vencedores, y escogen vencer, antes que perecer (Apocalipsis 2 y 3; Romanos
8).
Nuestros enemigos son de
naturaleza espiritual, nuestra lucha es espiritual; nuestro reino no es de este mundo, es el
Reino de Dios y su justicia lo que debemos buscar como nuestra Tierra
Prometida (Mateo 6:33). La tierra a conquistar es todo aquello que el enemigo
ha logrado ocupar y que legalmente, según las leyes del Reino de los cielos,
pertenece a los hijos de Dios; esto es, por ejemplo, la vida de los no
nacidos. El enemigo por abatir en este caso es el genocidio del aborto en
nuestras naciones. Desde que se despenalizó el aborto se ha cobrado la vida
de millones de seres inocentes; Dios reclama esta sangre que clama a él desde
la tierra y que reclama su justo juicio. No hay una sola nación que no tenga
las manos manchadas de esta sangre inocente. Nuestro enemigo es todo aquello
que quiere robarnos la salvación y santidad de nuestra propia alma; todo
aquello que está pervirtiendo y destruyendo a nuestros hijos; su santidad e
identidad, su destino y propósito. La manera de arrebatar a nuestros hijos de
las garras de los supuestos expertos es tomar responsabilidad por su salud y
la de toda nuestra familia. Y, la manera de librarlos de la perversión a la
que están sometidos en la escuela pública; no es otra que la de no seguir
eludiendo nuestra responsabilidad de padres y pastores, como primeros
educadores de nuestros hijos e hijas. Esta no será tarea fácil, ni a corto
plazo; no será sin una lucha encarnizada contra enemigos que nos han tomado
ventaja desde hace ya varias generaciones. Otra frontera a conquistar: El
avance del fanatismo religioso y la amenaza cada vez más próxima del
terrorismo en nuestras calles y ciudades. Nuestra arma más potente contra los
musulmanes radicales es ir a ellos en amor y predicarles el evangelio
completo con sanidades y señales y prodigios. Nuestra herencia y Tierra
Prometida son todas las naciones del mundo para el evangelio (Mateo 24:14;
Salmo 2).
¿En cuál de estos campos te
llama Dios a luchar? ¿Sabes quién más está ya luchando en este campo y qué victorias está
logrando? ¿Quieres unirte a su lucha? Puedes empezar por mirar a tu alrededor
y buscar en tu entorno de familia, iglesia o vecindario y unirte en maneras
pequeñas pero comprometidas para juntos pelear en esta parte del muro. La
obra es grande, cada uno debemos edificar frente a nuestra casa, pero acudir
en ayuda de otros cuando haga falta. Y dije a los nobles, y a los
oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y nosotros
estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. En
el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros;
nuestro Dios peleará por nosotros (Nehemías 4).
Viernes 11/10 – Día 9 de
arrepentimiento - HOY COMIENZA EL “DÍA DEL PERDÓN / EXPIACIÓN / JUICIO”
– Yom Kippur: En este día se hará expiación por vosotros, y seréis
limpios de todos vuestros pecados delante de Yahveh. Afligiréis vuestras
almas (con ayuno). El sacerdote hará la expiación por el santuario, por el
tabernáculo, por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo. En
Levítico 16 y 23 encontramos descrito el mandato de Dios a su pueblo sobre
cómo guardar esta solemnidad. Éste es el más santo de los días para el pueblo
de Israel. Es día de ayuno. Se aparta este día como santo, con el propósito
de traer a la memoria el pecado colectivo de todo el año, para tratar con
este pecado de manera concienzuda y para hacer expiación por él. En este día
el sumo sacerdote realizaba la purificación por sus propios pecados y por los
de la casa de Leví. De la misma manera, hacía confesión de todos los pecados
de toda la comunidad, y a favor de ella. Y, solo en este día del año, entraba
al Lugar Santísimo con la sangre de la reconciliación.
El día bíblico comienza a la
puesta del sol, de lo que para nosotros es el día anterior. Te invitamos a
que de manera voluntaria nos unamos al pueblo de Israel desde
esta tarde-noche de viernes 11, en un ayuno de 24 horas. Con el pueblo de
Israel, vamos a afligir nuestra alma; confesaremos el pecado y buscaremos el
perdón para nuestra propia vida, hogar, y nación. No desaprovechemos esta
oportunidad y este día tan especial, para ponernos a cuentas con el Señor y
con los de nuestra propia casa. Este puede ser un gran día para celebrar un
altar familiar de confesión y arrepentimiento. Pastor, llama a tu iglesia al
ayuno y la vigilia. Este es un tiempo muy especial para hacer intercesión por
el pueblo de Israel. Quitamos las piedras de
las ideologías humanistas y
pensamiento greco-romano, que se levantan en contra de la fe judeocristiana
en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Líbralos del peligro de la asimilación cultural, política y religiosa que
desfigura su identidad de pueblo elegido, para querer ser igual a las demás
naciones. Y, esto, debido a su ignorancia voluntaria y su rebeldía. Seguimos
removiendo la peligrosa piedra de la Teología del
Reemplazo en el mundo cristiano. Y
poniendo un muro de fuego alrededor de Israel, para que sea guardado de los
dardos de fuego del antisemitismo y el
odio disfrazado de simpatías por el pueblo palestino. Señor, fortalece a
Israel frente a sus enemigos internos y
externos. Israel es un dique de contención al avance del terrorismo en el
mundo; es un escudo para todas nuestras naciones en Occidente; perdónanos por
pagarles con tanta ingratitud y desprecio. Perdónanos por abandonarlos y
dejar que luchen solos frente a tan violento enemigo, tan cruel y pertinaz.
Entendiendo el sentido de Yom
Kipur, “Día de la Expiación”, o “Día del Juicio”: Yom Kipur viene de la palabra en hebreo, kaper, que significa “rescate / remisión / cubrir”, en el sentido
de cubrir el pecado del pueblo de Israel a través de un sacrifico de sangre.
En Hebreos
9: 11-14; 19-22, el autor nos dice que Jesús es nuestro sumo sacerdote y el
sacrificio que no solo cubre, sino borra / quita nuestros pecados: Pero
estando ya presente Cristo [el Mesías], sumo sacerdote de los bienes
venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos,
es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de
becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar
Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. La sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará
vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo. Cristo
fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por
segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
En el Antiguo Testamento, se derramaba la
sangre de becerros y machos cabríos, y el pueblo debía confiar en que Dios
perdonaría sus pecados, por los sacrificios que hacía el sumo sacerdote. En
el Nuevo Testamento, Dios requiere que pongamos esta fe y confianza en el
sacrificio del mismo Hijo de Dios, en el derramamiento de su sangre por la remisión (el perdón) de
nuestros pecados.
Yom Kipur
es Día del Juicio.
Hay tres fases del juicio: pasado,
presente, y futuro. El
juicio que ya pasó es el que Cristo sufrió por nosotros en su muerte en la
cruz. Luego hay juicios que Dios trae sobre personas o sobre naciones en el
tiempo presente; por ejemplo el juicio sobre Sodoma y Gomorra (Génesis
19:24-25; 2 Pedro 2:6), o el juicio que cayó sobre Ananías y Safira (Hechos
5:1-10) por ser hipócritas religiosos. En cuanto a estos juicios en el tiempo
presente, en 1 Corintios 11:28-32, vemos que si nos juzgamos a nosotros
mismos, no tendremos que ser castigados (juzgados) con enfermedad (en algunos
casos puede ser una disciplina) o la muerte física (que puede ser una
advertencia para otros). Finalmente, los juicios futuros serán los que
tendrán lugar después de la segunda venida de Cristo.
En estos tiempos de
angustia, no debemos sustraernos a compartir con Cristo la hora de la crisis.
Es tiempo de subir al Monte de Getsemaní con Jesús; velar con él en la hora
de la prueba y enfrentar el sufrimiento sin abandonarlo o traicionarlo.
Como discípulos del
Señor, debemos estar dispuestos a compartir su dolor y sufrimiento: En Mateo capítulo 10, el Señor comisiona a sus discípulos para seguir
adelante con su misión de proclamar en palabra y poder el advenimiento del
Reino de los Cielos, en todas la ciudades, aldeas y casas. Pero, les advierte
que esto solo puede ser hecho si están dispuestos a enfrentar el rechazo y la
persecución.
Cuando Jesús dice a sus discípulos que las ovejas
serán devoradas por los lobos, les está diciendo que no saldrán como grandes
conquistadores. Saldrán para ser devorados. Pero lo importante es que podrán
llevar el mensaje de salvación a los incrédulos. Solo pueden hacer esto si
tienen una perspectiva correcta de lo que es el Reino de Dios (Mateo
10:10-20).
Es importante entender que los discípulos de Jesús
no estaban esperando tener que sufrir en el Reino de los Cielos. Pero, Jesús
continuamente les advierte de lo que les espera. El sufrimiento es algo que
no nos debe sorprender. El dolor y el sufrimiento son tan parte del avance
del Reino como lo es el dolor en un parto (Mateo 10:24-25).
La consumación del Reino de los Cielos no tomó
lugar inmediatamente después de la primera venida del Rey Mesías, como
esperaban los discípulos (Lucas 19:11), sino más bien empezó una transición,
un proceso de muchos años, que culminará con la segunda venida del Mesías.
Mientras tanto, la Iglesia está viviendo una historia paralela a la de su
Redentor, incluyendo el sufrimiento, los ataques, el rechazo y la
persecución. La Gran Tribulación para la Iglesia, será la culminación de su
sufrimiento, como lo fue la crucifixión para Jesús. No será posible que pase
de nosotros, los discípulos del Señor, esta copa del sufrimiento. Por lo
tanto, debemos estar dispuestos a que la voluntad del Padre sea hecha.
En Mateo 10:16-39, al mismo tiempo que Jesús está
explicando a sus discípulos que van a ser perseguidos, y van a tener que
sufrir, dice cuatro veces, “No os preocupéis” o “No temáis”. Si los
discípulos no entienden que la persecución es una parte necesaria de la
predicación de las Buenas Nuevas, dicha persecución les sorprenderá y les
confundirá, y estarán expuestos a temer. El temor es lo que el diablo usa
para neutralizar y paralizar a los creyentes. Nuestro mejor antídoto contra
el temor en estos días difíciles será el no temer al sufrimiento.
Los discípulos no tendrían miedo, sabiendo que
Jesús ya les había dicho que la persecución iba a ser una parte necesaria de
la predicación de las Buenas Nuevas, y del avance del Reino de Dios (Mateo
10:26).
Los discípulos no tendrían miedo, si entendían la
gran estima que ellos tenían a los ojos de Dios y si habían recibido su amor.
Entenderían que Dios no les iba a abandonar nunca. Si tenían que sufrir, él
les daría la gracia para soportar el sufrimiento (Mateo 10:31).
En medio de la persecución, además de no tener
miedo, es muy importante permanecer fieles, y no negar al Padre (Mateo
10:32,33). También es muy importante que los discípulos de Cristo estén
dispuestos a pagar el precio (Mateo 6:33; 10:37-39).
Porque los creyentes chinos han entendido esto, el
Reino de Dios ha seguido avanzando en medio de una gran persecución de
décadas a manos de un régimen inhumano y ateo. El siervo de Dios, Daniel Del
Vecchio, nos lleva advirtiendo desde hace mucho tiempo, que en los últimos
tiempos, habrá mucha intimidación y mucho engaño. Te recomendamos su libro Tiempos
peligrosos o Armagedón. Richard Wurmbrand, en el primer día que lo
encarcelaron por su fe en Cristo, Dios le recordó que en la Biblia se dice
365 veces: “No temas / No temáis”. Este siervo del Señor echó mano de esta
verdad para cada día del año recordar que no debía temer ante las torturas de
sus perseguidores.
Satanás ha engañado a las personas, y les ha
convencido que lo peor que puede pasar a alguien en la vida es que sufra
(Mateo 16:23). Pero el sufrimiento
muchas veces es necesario, y Dios lo usa para tratar con el pecado. Si el
sufrimiento no es merecido, es redentor (1 Pedro 5:10). No debemos temer el
sufrimiento, sino entender por qué Dios lo está permitiendo, y con qué
propósito. En seguida después de Mateo 16:23, Jesús les explica a los
discípulos que no solo él va a sufrir. Cada seguidor suyo, para poder
abandonar su manera egoísta de vivir, va a tener que abrazar (aceptar) el
sufrimiento tomando su cruz y obedeciendo al Señor.
Ora hoy leyendo Mateo 10, y comprométete a tomar tu
cruz cada día y seguir al Señor, cueste lo que cueste. Esta será una buena
preparación para enfrentar la ineludible persecución que nos traerán los
tiempos de prueba que vendrán sobre el mundo entero (Apocalipsis 3:10).
Sábado 12/10 – Día 10 de arrepentimiento - YOM KIPPUR -- HOY
ES EL DÍA DE LA SALVACIÓN: Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados. Memoriza y ora Isaías 53, el Cántico del Siervo
Sufriente de Yahveh, a favor del pueblo de Israel en este su gran
día. Yom es “día”, Kippur significa “cubrir”;
es decir, reemplazar por, o pagar por una ofensa; pagar el rescate. Esto
es, quitar la ofensa con el pago de un precio equivalente al que valía lo que
le fue quitado a la parte ofendida, con el propósito de reconciliar al
ofendido con el ofensor. El único precio equivalente a la comisión de un
pecado era la sangre de un sacrificio; es decir, una vida entregada a la
muerte, como lo dice Romanos 6:23: la paga del pecado es la muerte.
La muerte
de Cristo en la cruz del Calvario fue la sustitución provista por
Dios para el perdón de nuestros pecados y la reconciliación con nuestro Dios.
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros
fuésemos hechos justicia de Dios en él (2 Corintios 5:21).
ORAMOS, Padre, en este día
tan solemne para tu pueblo, que se cumpla tu propósito original: Que, a
través de su arrepentimiento y fe en el sacrificio de expiación de Jesús el
Mesías, Israel entre en el reposo y el favor de su Dios. Que hoy se cumpla en
ellos lo que está escrito: otra vez determina un día: Hoy, diciendo:
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones (He.4:7).
Hoy es el día de salvación
para tu familia, tus
contactos, tus vecinos y compañeros de trabajo o estudio. Ellos son parte de
la herencia que Dios te da. Ellos son tu mies a cosechar. ¿Quién podrá ser
salvo? Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa (Hechos 16:31).
Activa tu fe, intensifica tu oración a favor de ellos, pregunta al Espíritu
Santo qué estrategia tiene para que les testifiques y sean salvos.
Compañero vigía y atalaya,
hoy estamos unidos en la comunión del Espíritu y en la oración de
identificación: Confesemos los pecados de nuestra casa, congregación, y los
pecados del pueblo de Dios en España y en Israel, según Daniel 9:4-19: Y
volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno,
cilicio y ceniza. Y oré a Yahveh mi Dios e hice confesión diciendo…hemos
pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido
rebeldes... Lee todo el pasaje en oración. ¡Levántate, da voces en la noche al comenzar las
vigilias! Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza a él
tus manos implorando la vida de tus niñitos, que desfallecen de hambre en las
entradas de todas las calles (Lamentaciones 2:19). En identificación con el
arrepentimiento colectivo del pueblo de Israel en este día, nosotros también
debemos derramar nuestra alma ante el Señor, por nuestro pecado personal, por
el pecado de nuestra casa y por el pecado de nuestro pueblo. Oramos consuelo para tu pueblo, Dios, en su
sufrimiento. Que sepan que su Dios está con ellos; que vean que él está
presente para cuidarlos, para protegerlos, para consolarlos en todas sus
pruebas y juicios (Isaías 40:1,2). Que reconozcan que Dios les envía este
juicio severo para quebrantarlos y darles un corazón de carne, en vez de un
corazón de piedra. Que sus corazones no se rebelen contra su Dios, ni se
endurezcan en incredulidad. Que reciban sus tribulaciones y sufrimiento como
un llamado a volver a su Dios, y como una disciplina amorosa de su Padre del
cielo, para impartirles su santidad y para apretarlos contra su pecho.
Muéstrate a ellos como el Santo de Israel, el Fuerte de Israel, el Redentor
de Israel.
Estos son los que han
salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de
Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el
trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed,
y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que
está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas
de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos (Apocalipsis 7).
Estos Diez días de
arrepentimiento podrían significar el comienzo de la sanidad de Dios para
nuestra tierra. Si cumplimos
los requerimientos de 2 Crónicas 7:14, cosecharemos sus bendiciones. Esta
maravillosa promesa de restauración, como tantas otras, está en un contexto
de juicio de Dios (v.13). Es a través del pueblo de Dios que él ha prometido
sanar la tierra. Primero, debemos humillarnos confesando unos a otros
nuestros pecados personales, familiares, congregacionales y nacionales.
Debemos orar con este claro enfoque: el arrepentimiento como único medio para
ver el avivamiento. Buscar su rostro con ayunos, cadenas de oración, vigilias
congregacionales, encuentros unidos de ciudad y país. Convertirnos de
nuestros malos caminos. Después de la confesión, debemos buscar la renovación
de nuestra naturaleza caída por la novedad de vida en el Espíritu. Solo
viviendo este proceso, podremos tener la confianza y seguridad de su santa y
bendita promesa: Entonces, yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados
y sanaré su tierra. ¡Aleluya! Ven, Espíritu Santo, sánanos y úngenos
(Lucas 4:18,19).
LOS CUATRO ÚLTIMOS JUICIOS –
EXAMÍNATE HOY A TI MISMO Siendo hoy una preparación para
el Día del Juicio final, examínate a ti mismo, según las enseñanzas de Derek Prince, sobre lo que enfrentaremos en el
fin de los tiempos: Habrá por lo menos 4 juicios finales (futuros); dos son
de individuos, y dos son de naciones.
El juicio de los que han puesto su confianza en el Mesías para su
salvación El verdadero creyente en Cristo será librado de la
condenación final, y nunca será juzgado por los pecados que ha cometido,
porque ha sido hecho justicia de Dios en Cristo. Sus pecados no han sido
solamente cubiertos, sino borrados, por la sangre del Cordero de Dios que
quita el pecado del mundo (Juan 3:18;
5:24; Romanos 8:1; 2 Corintios 5:21). El juicio de los verdaderos creyentes,
en vez de ser de condenación, será para determinar la recompensa que recibirá
cada uno, al pasar su obra por la prueba del fuego. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que
está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno
edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de
cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego
será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. Si
permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la
obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo,
aunque así como por fuego (1
Corintios 3:11-15).
Derek Prince, en su libro El manual del
cristiano lleno del Espíritu (Carisma, 1995) sugiere tres aspectos sobre los que
cada creyente debe examinarse a sí mismo, para ver si su servicio a Dios será
aceptado por él; si pasará la prueba del fuego. Estos tres aspectos tienen
que ver con la motivación, la obediencia y el poder.
1.
Debemos
examinar nuestras motivaciones.
¿Es el objetivo de nuestro servicio complacernos a nosotros mismos; es para
nuestra propia satisfacción y gloria, o lo hacemos sinceramente para
glorificar a Cristo y hacer su voluntad? Dios sabe cuál es nuestra intención
en las cosas que hacemos. Dios ve si lo hacemos por un sincero amor por él, o
por el deseo de promocionarnos a nosotros mismos. El que hace todo con la
motivación de promocionarse a sí mismo no puede complacer a Dios, y nada de
lo que hace se considera “bueno” en el Día del Juicio. Se considera “malo”
todo lo que hacemos que no es por fe y obediencia al Señor, y para gloria
suya (2 Corintios 5:10).
2.
Debemos
examinarnos en cuanto a la obediencia. ¿Procuramos servir a Cristo de acuerdo con los
principios y métodos revelados en la palabra de Dios? ¿O estamos creando
nuestras propias formas de adoración y servicio a él? Si Cristo es tu Señor,
él es el que manda en tu vida, no tú. Si Cristo es el Señor de tu vida, se
verá en todas las áreas de tu vida. Se notará en tu manera de hablar, y en la
pureza de tus relaciones con otros. Afectará en tus pensamientos. Se notará
en lo que lees, y en lo que ves en la televisión. Se notará en tu manera de
vestir. Si no queremos que Cristo mande en ciertas áreas de nuestra vida, en
ciertos gustos, o en ciertos hábitos, y si persistimos en desobedecer a Dios,
al final se romperá nuestra relación con él, y nos apartaremos de él.
3.
Debemos
examinarnos respecto del poder.
El apóstol Pablo nos recuerda: Porque el reino de Dios no consiste en
palabras, sino en poder (1 Corintios 4:20). ¿Procuramos servir a Dios con
nuestras propias fuerzas carnales, inadecuadas? ¿O hemos sido renovados y
fortalecidos por el Espíritu Santo? Si el Espíritu nos dirige, entonces
podemos decir como Pablo: Para lo cual también trabajo, luchando según la
potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí (Colosenses 1:29).
¿EN BASE A QUÉ RECIBIRÁN SU RECOMPENSA LOS
CREYENTES?
La parábola de los talentos (Mateo 25:14-30) y la
parábola de las minas (Lucas 19:11-17) nos revelan en base a qué serán
recompensados los cristianos en el tribunal de Cristo.
1.
El
juicio se basa en la fidelidad de los siervos con lo que se les había dado,
no en su capacidad. Tanto
el siervo que recibió 10 talentos como el que recibió 5 fueron alabados por
su amo, por el aumento de 100 por ciento que habían conseguido. El siervo que
simplemente devolvió el talento que se le había dado fue rechazado porque no
trabajó, no se esforzó, y no produjo ningún aumento.
2.
Las
recompensas serán posiciones de autoridad y de responsabilidad en la administración del Reino
de Dios en la próxima era. Esto lo vemos en la parábola de las minas.
3.
La
maldad consiste, no solo en actuar de una forma mala, sino en dejar de hacer
lo bueno cuando está dentro de nuestras posibilidades hacerlo (Santiago 4:17). Los siervos que al final fueron
rechazados en las dos parábolas fueron descritos como “malos” porque no
hicieron nada para conseguir un aumento en lo que se les había dado. De esto
podemos deducir que la persona que dice que cree, pero no desea hacer nada
para servir a su Señor, realmente no ama a Dios (Santiago 2:26), y es un
hipócrita. La parábola del trigo y la cizaña y la parábola de la red echada
en el mar (Mateo 13) nos muestran que los que profesan ser cristianos, pero
son hipócritas, serán separados y apartados de los verdaderos creyentes antes
de entrar estos al tribunal de Cristo, y recibirán el juicio que merece su
falsedad, porque no han querido arrepentirse de su rebeldía y no han querido
someterse en fe a Cristo. Entonces, los verdaderos cristianos entrarán a
reinar con Cristo durante el milenio, o sea durante los mil años de su reino
terrenal, mientras los cristianos falsos serán condenados.
Domingo 13/10 – Día 11 - LOS TRES JUICIOS FINALES – Un llamado
a Pastores y Maestros
Por tanto, dejando ya los rudimentos de
la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el
fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios, de la
doctrina de bautismos, de la imposición de manos, de la resurrección de los
muertos y del juicio eterno (Hebreos
6).
Un llamado a ti, amado Pastor y Maestro de
la Palabra:
Esperamos que la luz que procuramos arrojar sobre una de las doctrinas
fundamentales de Hebreos 6 -- los juicios finales -- te inspiren a seguir
instruyendo al pueblo de Dios en todo el consejo de Dios, y preparándolo para
estos tiempos finales. Compañero
de los 21 Días Daniel: Lee la Epístola a los Hebreos: Advertencia contra la
apostasía y llamado a perseverar en guardar la fe en medio de la prueba. En
este día 11, concluimos con los extractos que hemos hecho de Derek Prince, en su Manual del cristiano lleno
del Espíritu: Fundamentos bíblicos para la vida cristiana; concluimos con el tema de Los tres juicios
finales:
1.
El
juicio de la tribulación de Israel:
Al final de la gran tribulación, Dios traerá el último juicio sobre el pueblo
de Israel, usando a las naciones gentiles como sus instrumentos de castigo. Porque, he aquí, vienen días -declara el Señor-
cuando restauraré el bienestar de mi pueblo, Israel y Judá. El Señor dice:
También los haré volver a la tierra que di a sus padres, y la poseerán. Estas
son las palabras que el Señor habló acerca de Israel y de Judá. Porque así
dice el Señor: He oído voces de terror, de pánico, y no de paz. Preguntad
ahora, y ved si da a luz el varón. ¿Por qué veo a todos los hombres con las
manos sobre sus lomos, como mujer de parto y se han puesto pálidos todos los
rostros? ¡Ay! Porque grande es aquel día, no hay otro semejante a él; es
tiempo de angustia para Jacob, mas de ella será librado. Y acontecerá en
aquel día -declara el Señor de los ejércitos- que quebraré el yugo de su
cerviz y romperé sus coyundas, y extraños no lo esclavizarán más, sino que
servirán al Señor su Dios, y a David su rey, a quien yo levantaré para ellos (Jeremías 30:5-9 BLA. Ver también Zacarías 12:3;
14:2-4).
Derek Prince nos ofrece el siguiente orden de
sucesos que Jeremías predice en estos versículos: a.
Dios
traerá a Israel otra vez a su tierra. b.
Habrá
para Israel un tiempo de peligro y angustia nacional, más terrible que ningún
otro que hayan atravesado antes. c.
El Señor
mismo intervendrá al fin contra los extranjeros – los gentiles enemigos de
Israel – y los salvará de ellos. d.
El reino
nacional de Israel será restaurado otra vez sobre el trono de David, bajo el
supremo gobierno del mismo Señor Jesús. Este periodo del reino restaurado
será el milenio. Como resultado de este juicio purificador de
Israel, todos los elementos rebeldes serán eliminados de en medio de Israel,
y los que sobreviven se reconciliarán con su Señor, arrepentidos y humillados
(Ezequiel 20:37-38; Zacarías 12:9-10; Romanos 11:26). Después de todo este
proceso de limpieza ya no habrá necesidad de que Dios juzgue al pueblo de
Israel. Entonces, cuando Cristo establezca su reino terrenal (al comienzo del
milenio), solo hará falta juzgar a las naciones gentiles que hayan quedado
vivas después de la gran tribulación.
2.
El
juicio de las naciones gentiles: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y
todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y
serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los
otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas
a su derecha, y los cabritos a su izquierda (Mateo 25:31-46).
Al principio del reino milenial de Cristo, Dios
separará a las ovejas (los que él acepta) de los cabritos (los que rechaza).
Entonces, las ovejas entrarán en su reino, para reinar con él, mientras los
cabritos serán echados al fuego eterno. Algunos entienden de estos versículos
que cuando Cristo habla de sus “hermanos más pequeños”, se refiere a
los judíos. En este caso, el factor más importante que separará a las ovejas
de los cabritos en el juicio sobre las naciones gentiles será cómo han
tratado al pueblo de Israel en medio de sus persecuciones y tribulaciones.
Esto nos debe hacer pensar acerca de la actitud que cada uno de nosotros
tenemos hacia el pueblo de Israel. Hoy en día se ve cómo la Iglesia muchas
veces es más influenciada por el antisemitismo del mundo que por la
perspectiva que Dios tiene de su pueblo.
Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel
tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y de Jerusalén, reuniré a
todas las naciones, y las haré descender al valle de Josafat, y allí entraré
en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a quien
ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi tierra (Joel 3:1-2).
Después de estos juicios purificadores de Israel y
de las naciones gentiles, Cristo reinará mil años en la tierra, y habrá un
tiempo de paz y prosperidad. Entonces, al final del milenio, Satanás hará un
último intento de organizar una rebelión contra Cristo ente las naciones
gentiles, pero Dios intervendrá directamente para derrotar a Satanás, y este
será echado definitivamente al lago de fuego, junto con los rebeldes que le
siguieron. Finalmente, con la eliminación de estos rebeldes, solo quedará el
juzgar a los muertos de todas las épocas anteriores. Este es el juicio
delante del “gran trono blanco”.
3.
El
juicio de los muertos injustos: Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado
en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se
encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante
Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el
libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban
escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que
había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en
ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades
fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se
halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15).
Solo aquellos cuyos nombres se encuentren inscritos
en el libro de la vida, los que pusieron su fe en la obra expiatoria de
Cristo, escaparán a este juicio final. Estos ya habrán resucitado al comienzo
del milenio, y habrán pasado por su propio juicio ante el tribunal de Cristo,
no para la condenación, sino para determinar su recompensa. Aunque la mayoría
de las personas que comparezcan ante el gran trono blanco serán condenadas,
entendemos de las Escrituras que algunos entrarán a la vida eterna. Los que
escaparán el juicio eterno serán personas como, por ejemplo, la reina del Sur
y los hombres de Nínive, que respondieron en fe a la revelación de Dios en su
tiempo; también escaparán el juicio los que mueran en fe durante el milenio.
Compañero
guía y vigía: Discierne los tres planos o dimensiones que actúan en los juicios de Dios en
esta hora. Primeramente, debemos preguntarnos si esta sacudida, en forma de
pandemia, guerra, crisis económica, tiranía de gobierno, es un merecido
juicio de Dios sobre nuestro país. Si es así, ¿de qué pecado tenemos que
arrepentirnos en lo personal, o en identificación con nuestro pueblo, para
revertir, amortiguar o detener este juicio? ¿Cómo debemos de interceder,
ponernos en la brecha e invocar su ayuda y suplicar que en su ira Dios se
acuerde de misericordia? (Oh, Yahveh, he oído tu palabra, y temí. Oh,
Yahveh, aviva tu obra en medio de los tiempos, en medio de los tiempos hazla
conocer; en la ira acuérdate de la misericordia. Habacuc 3:2). ¿Me pide
Dios que anuncie este juicio al pueblo y que lo llame al arrepentimiento? En
segundo lugar, debo discernir qué fuerzas satánicas están actuando en esta
situación y de qué manera hacer guerra espiritual y combatirlas. Y, el tercer
plano, el más humano y terrenal, es discernir cómo las élites globales, el
antisemitismo, los agentes de Satanás están obrando para hacer la obra de su
padre el diablo, que solo ha venido para matar, robar y destruir. Los Pastores y Maestros
renovamos nuestro llamado, ante ti,
Señor, de cumplir nuestra misión de evangelizar y discipular con el mismo
celo y unción del apóstol Pablo en Éfeso:
Así continuó Pablo por
espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y
griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Así crecía y prevalecía
poderosamente la palabra del Señor…“Y, cómo nada que fuese útil he rehuido de
anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a
judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en
nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 19 y 20). Lunes 14/10
– Día 12 - ¿ESTÁ
DIOS SACUDIENDO LAS NACIONES CON LA PRESENTE CRISIS GLOBAL? – Un llamado a la iglesia local.
¿Es nuestra iglesia local como la iglesia de
Antioquía? - Había entonces en la
iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros. Ministrando estos al
Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme
a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. ORAMOS, Señor, que, en la
presente sacudida de las naciones, nuestra iglesia sea tan útil a tu Reino,
como la iglesia de Antioquía en Hechos 13: Que podamos establecer tu
Reino con poder y gran gloria, en nuestro medio y hasta lo último de la
tierra. Que estemos ayunando y adorando con nuestros pastores, y atentos al
llamado del Espíritu, cuando diga: Apartadme
a este y a aquel para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les
impusieron las manos y los despidieron.
¿Cómo debemos interpretar
la presente sacudida de las naciones? La voz del cual conmovió
entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y
conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún
una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para
que queden las inconmovibles (Hebreos 12). Erramos
si solo podemos declarar que Dios está en control y que nos guardará de todo
mal, que los hijos de Dios no sufriremos ningún mal, que los juicios caerán
solo sobre los malos, o que los juicios de Dios son solo para el tiempo
final, no para este tiempo. No podemos temer el sufrimiento. Si sufrimos, no
debemos apostatar de la fe ni caer en resentimiento contra Dios. Las
sacudidas de nuestras naciones serán cada vez más regulares y de mayor
amplitud e intensidad. Los tiempos se están acelerando, para el bien y para
el mal. Con cada mayor sacudida recogeremos una cosecha mayor. Con cada
cosecha debemos elevar al cielo una ofrenda mecida de alabanza al Señor.
2-
¿Somos fieles en predicar el evangelio de arrepentimiento? Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora
manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón
a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos (Pablo en Atenas, Hechos
17).
Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha llegado (Apocalipsis 14): Dios es un juez justo. Es
el juez de toda la tierra. Es el juez de toda carne. No debemos temer sus
juicios, porque son justos y predecibles, y reflejan su carácter de Padre
amoroso; de Dios bueno, sabio, todopoderoso. No debemos dejar que Satanás nos
engañe trayendo temor, confusión o sombra de duda sobre el carácter justo de
Dios. Los justos juicios de Dios se ven claramente, tanto en el Antiguo, como
en el Nuevo Testamento. Dios no es un Dios totalmente severo en el Antiguo
Testamento y otro Dios totalmente bondadoso en el Nuevo Testamento. Jesús
vino a revelar el carácter justo y misericordioso de Dios el Padre. El Dios
de la Biblia, no es un Dios impredecible o arbitrario. Todo lo que hace
lo hace con un buen propósito y movido por amor a sus hijos y a su creación;
siempre con la intención de traer redención. No debemos temer qué hará Dios;
podemos predecir exactamente lo que él hará, porque conocemos su carácter de
Dios justo y fiel; verdadero y misericordioso. Conocemos lo que hará, porque
lo ha revelado en las Escrituras. Nosotros sabemos qué demanda él de
nosotros, y debemos atenernos a las consecuencias si no lo hacemos. Un
ejemplo muy claro de cómo Dios instruyó y advirtió a Israel, lo encontramos
en Deuteronomio 28: las bendiciones de la obediencia y las terribles
consecuencias de la desobediencia. Nosotros debemos ver y aprender con temor
y temblor.
3-
¿Con qué propósito envía Dios sus justos juicios a la tierra? ¿Qué atributos
de su carácter manifiestan estos juicios? Los juicios presentes de
Dios son punitivos, vindicativos y correctivos. Son punitivos: Es la pena de
castigo merecido que Dios trae sobre los inicuos y malvados por su falta de
arrepentimiento y su persistencia en su maldad, y por el gran daño y agravio
que causan al indefenso, el inocente y el justo (Casos del diluvio en tiempos
de Noé o de Sodoma y Gomorra en tiempos de Abraham). Son vindicativos a favor
de los justos, para hacerles justicia frente a los poderosos malvados que los
han oprimido y han abusado de ellos (Daniel 7:22 y Apocalipsis 11:18).
Los
juicios presentes de Dios también son redentores, porque llaman al impío al
arrepentimiento; el Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3). Los juicios
divinos son una disciplina amorosa del Padre, para hacer partícipes a sus
hijos de su santidad, como bien lo expresa Hebreos 12. No quiere el Señor
castigarnos con la enfermedad, incluso con la muerte prematura, ni que
perezcamos eternamente con los impíos, por eso corrige nuestros desvaríos y
desaciertos ahora mismo (1 Corintios 11). El Padre, como buen labrador, hace
una poda dolorosa en nuestros sarmientos improductivos (estilo de vida,
actividades, actitudes, motivaciones, relaciones), para que los sarmientos
fructíferos tengan nueva fuerza y den más fruto (Juan 15). 4-
Los juicios de Dios se manifiestan en acontecimientos extraordinarios y destructivos, en los
cielos: cambio de los patrones del clima, contaminación del aire. En el
planeta tierra: Terremotos, volcanes. En el mar: tsunamis, huracanes. En la
tierra: sobre la agricultura, las pestilencias o enfermedades, la sequía,
inundaciones, hambres, guerras. Dios juzga sistemas: religiosos, de
gobiernos, militares, económicos, ideológicos, educativos, de comunicación.
Dios juzga a individuos, familias, comunidades, ciudades, países, el mundo
entero. Vemos estos juicios expresados en las diez plagas del Éxodo, o en las
plagas de Apocalipsis.
5- “España y los españoles estamos bajo el juicio de Dios; por
eso los españoles no se salvan. Hace unos 20 años, recibí del Señor que
vendría sequía, ruina y pobreza sobre la nación, y que mendigaría, yendo de
puerta en puerta, por causa de su maldad. En el año 2003, vi de noche el
juicio de Dios: Yo veía la tierra redonda, estando fuera de ella. Pronto
empecé a correr sobre la tierra y hubo una gran rotura o brecha en la tierra
y en ella caían casas y personas. Yo veía a la gente correr sin rumbo,
aterrorizados, y decían: Es el juicio de Dios. Yo contestaba: Sí, es el
juicio de Dios, arrepentíos. Al mismo tiempo caía del cielo fuego y algo
parecido a estrellas. La gente corría y corría, iba y venía, sin rumbo, y
decían lo mismo: Es el juicio de Dios, y yo les respondía: Sí, es el juicio
de Dios, arrepentíos. El Señor me habló que traería a la mendicidad a esta
nación por causa de su pecado, no sólo por el pecado que en la actualidad se
está cometiendo, sino también por el pecado que esta nación ha estado
cometiendo desde el principio de su larga historia.” (Profecía del Pastor
Aurelio Martínez). En estos 21 Días tomamos la antorcha del testimonio de
este siervo y oramos por España, para que el Señor tenga misericordia y
revierta sus justos juicios sobre nosotros. (Puedes ver los videos de los
días 12,17,21,27 y 33 de la Guía 40 Días, donde oramos por esta profecía: https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z5peX9bBdD_OOex7wZSAhaD&si=bVRk-lcqaoVrAYOp
6- ¿Cómo revertir los
juicios de Dios? Dios demanda de nosotros un arrepentimiento profundo, duradero y
amplio; lo que significa poner orden en toda área de nuestra vida, hogar y
congregación. Es necesario que disciernas los pecados por los que Dios tiene
que traer estos juicios sobre la tierra. ¿No ha de castigar un Dios justo, la
masacre continua de bebés no nacidos? El derramamiento de la sangre inocente
clama desde la tierra contra nosotros, delante de Dios. ¿No ha de
frenar Dios nuestro desenfreno de inmoralidad y corrupción moral en la
escuela pública? ¿Y qué decir de los pecados del pueblo de Dios? ¿Qué ve Dios
en su Iglesia? Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de
Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que
no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se
salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador? (1 Pedro 4). Nuestro sincero arrepentimiento será la única manera de revertir y
detener los juicios de Dios, y traer sanidad a nuestra tierra.
7- Amada iglesia del Señor,
recibe hoy una visión de esperanza y restauración: El verdadero arrepentimiento llevará al Remanente
fiel de Israel y de la Iglesia gentil a una total renovación en el Espíritu
Santo y a la restauración de todas las cosas. Como Iglesia del Señor, hacemos
hoy un compromiso renovado a orar, identificar y a restaurar los cinco
ministerios de Efesios 4:11: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a
fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo. Nos comprometemos a, con toda
diligencia seguir la guía del Espíritu Santo sobre cómo
estructurar nuestra iglesia para los nuevos tiempos y para un nuevo avance
del Reino en nuestra localidad, recibiendo la influencia de los cinco
ministerios y formar nuevos equipos apostólicos, para la obra a la que
el Señor les ha llamado a hacer.
Martes 15/10 – Día 13 - ¿ESTAMOS VIVIENDO
LOS DÍAS PROFÉTICOS DE MATEO 24? -- el avivamiento de los dones del
Espíritu de Romanos 12.
Cómo avivar los dones espirituales en tu
iglesia: El Espíritu Santo nos
capacita para vivir como cuerpo y comunidad local, según la secuencia que nos
presenta Pablo en su enseñanza apostólica de Romanos 12. A cada miembro se
nos pide buscar la consagración y entrega de nuestro propio cuerpo en
sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No debemos conformarnos al mundo,
sino renovarnos en el espíritu de nuestro entendimiento. Así podremos
comprobar por experiencia propia cuál es la voluntad de Dios; lo que es
bueno, agradable y perfecto, para nuestras vidas y para el cuerpo donde Dios
nos ha puesto. El apóstol nos exhorta a que cada miembro ocupemos la función
acertada en el cuerpo, y lo hagamos con la motivación adecuada.
Tomando en conjunto la
enseñanza apostólica de sus epístolas de Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios
4, vemos cuatro tipos de dones y ministerios: Dones de liderazgo
(Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros). Dones de poder
(sanidades, milagros, liberaciones). Dones de sabiduría (profecía,
palabra de ciencia, palabra de sabiduría, diversos géneros de lenguas,
interpretación de lenguas, discernimiento de espíritus). Dones de servicio
(presidir, administrar, ministrar a los necesitados, entre otros).
Amado Pastor, te
sugerimos que en estos 21 Días busques al Señor con tu iglesia para recibir
la guía del Espíritu Santo, acerca de cómo funcionar mejor como cuerpo, a la
luz de estos dones y ministerios. Puede ser de ayuda el hacer estas
preguntas: ¿Sabes cuál es el cuerpo local donde Dios te ha puesto? ¿Sabes
cuáles son tus dones y cuál es tu función en el cuerpo? ¿Sabes por qué te ha
puesto Dios ahí? ¿Cuál es tu misión? ¿Sabes trabajar en equipo con otros,
discerniendo sus dones y trabajando en mutuo respeto y aprecio, y sabiendo
cómo se complementan los diferentes dones?
Nuestro marco
profético presente: El marco de tiempo de los 21 Días Daniel, son los
años de 2024 a 2030. En Mateo 24:3-14, el Señor nos revela los mandatos que
debemos seguir en este tiempo. Discernámoslo juntos, y veremos que debemos
recibirlo de parte de Dios para este momento; no podemos pensar que ya fue o
que será para un futuro lejano o para un lugar distante de nosotros. Debemos
creer que es para nosotros, aquí y ahora. Debemos creerlo “a pie juntillas”;
al pie de la letra; tomarlo de manera literal, y así aplicarlo a nuestro
tiempo presente y actuar según el Señor nos lo indica, tal cual.
Mateo 24:3-14: Mirad que no
seáis engañados. No os turbéis – disponeos a sufrir por el evangelio; no vayáis tras los falsos cristos, sed
guiados por el Espíritu de verdad. Y estando Jesús sentado en el monte de los Olivos… No podemos volvernos al
Monte del Sinaí, intentando guardar la Ley mosaica para salvarnos o
santificarnos. No podemos permanecer en el Monte de las Bienaventuranzas,
plácidamente sentados a los pies de Jesús, escuchando una vez más su Sermón
del Monte y sin saber qué hacer con él. Es tiempo de
subir al Monte de Getsemaní con Jesús; velar con él en la hora de la prueba y
enfrentar el sufrimiento sin abandonarlo o traicionarlo. …los discípulos se le acercaron aparte, diciendo… Es hora de intimidad con el Señor, de buscar
su revelación, de preguntarle: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas… esto es, la destrucción
del Templo y la tribulación de Jerusalén. …y qué señal habrá de tu
venida… del
segundo advenimiento del Señor. …y del fin del siglo?... es decir, el fin de los
tiempos, el final de este orden de cosas, o el fin del mundo tal y como ahora
lo conocemos.
… Respondiendo Jesús, les dijo:
Mirad que nadie os engañe… Esta es la primera advertencia del Señor para
nosotros; si él lo dice, debo creerle y aceptar que, como discípulo del
Señor, también yo puedo ser engañado y caer en el error; seguir al líder
equivocado. Aquel que se niega a creer en la verdad, se expone, no a no creer
en nada; sino, a creer en cualquier cosa. El antídoto contra el engaño es
usar de discernimiento (Hebreos 5:14). Para que no seas engañado, no debes
engañar (2 Timoteo 3:13). Debes vivir en la luz, no esconder nada: Vive en
transparencia, confiesa a otros tus pecados, expón tu vida a la reprensión de
un pastor, tu esposo o esposa o un hermano maduro. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad (Juan 16). Para no ser
engañado debes discernir las cosas por la guía del Espíritu Santo; porque
solo Él es el Espíritu de la verdad. Busca la llenura del Espíritu Santo y
pide el don de discernimiento de espíritus (1 Corintios 12). Ceñidos vuestros lomos con la verdad: Diariamente debes orar y
vestirte toda la armadura de Dios, de Efesios 6:10-20. Lee, medita y memoriza
pasajes enteros de la Escritura, como este.
…Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo
soy el Cristo; y a muchos engañarán... “Aseguraos de que no
seáis engañados para seguir tras falsos salvadores que asegurarán venir en mi
nombre; sabed que muchos otros sí que estarán dispuestos a seguir a estos
falsos salvadores.” Si rechazas la autoridad de Dios y su Reino, y la
autoridad espiritual humana que él ha puesto sobre ti, te expones a ser
esclavizado por tiranos y a obedecer sus imposiciones. Siempre te dirán que
lo hacen por tu bien, tu salud y la de los tuyos; te prometen seguridad y
prosperidad. Si no pueden engañarte con chantajes y falsas promesas, te
amenazarán con la enfermedad, la ruina y la muerte. ¿A quién estás sirviendo
tú y tu casa? ¿Bajo quién estás sometido?
…Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis… Las
dos principales advertencias son: No seáis engañados y no temáis. Contra la
mentira, la verdad. Contra el engaño, el discernimiento. Contra el temor, la
fe. El mejor antídoto contra el temor es estar dispuestos a sufrir. …porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el
fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y
habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto
será principio de dolores. Aquí Jesús advierte a sus discípulos sobre los
acontecimientos extraordinarios en la tierra, que marcarán “el principio de
dolores”, o, “el comienzo de los dolores de alumbramiento”; imagen profética
de las angustias que preceden a la segunda venida del Señor (1 Tesalonicenses
5:3). La
crisis global empezó en 2020 con la pandemia. Desde entonces, el Señor ha
venido dando varios años de gracia para que nos arrepintamos. Estos 21 Días
Daniel pueden significar la cúspide de este periodo de gracia para el
arrepentimiento. Por tanto, debemos echar mano de esta gran oportunidad y
arrepentirnos. Porque, a partir de aquí y el resto de esta década, será cada
vez más difícil encontrar esa gracia del arrepentimiento. Al que no quiera
arrepentirse, el Señor lo dejará a la dureza de su corazón y expuesto a los
juicios cada vez más severos de Dios. Si hemos visto pandemias, veremos más;
más guerras y catástrofes naturales. Se ha desatado el caos y la anarquía de
la agresión y la violencia generalizada en nuestros campos y ciudades.
Debemos saber que todo esto está a nuestra puerta, en nuestras calles cerca
de nosotros. No está lejos, no es solo para otras naciones; es para nosotros,
y es ahora.
…Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos
de todas las gentes por causa de mi nombre... Sí, esto es también para
nosotros hoy, en el siglo veintiuno. Ya está pasando en nuestros países
progresistas y civilizados de Occidente. Ya está pasando, y nos puede pasar a
ti y a mí. ¿Qué harás tú?
…Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a
otros, y unos a otros se aborrecerán... Lo peor que puede pasar,
no es que el hermano me entregue a mí; lo más doloroso es si yo llego a
entregar al hermano y su familia en manos de los malvados, para salvar mi
pellejo. Si eres parte del Remanente fiel, vives el Reino y su justicia, y
eres resistencia activa a este sistema inicuo, tenlo por seguro que serás
aborrecido y perseguido. Y también todos los que quieren
vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución (2 Timoteo 3:12). Lo peor
que nos puede pasar, no es que suframos; lo peor que nos puede pasar es que,
ante la amenaza y la coacción neguemos al Señor o nos avergoncemos de dar
testimonio del evangelio. Debemos hablar la verdad en amor, y dejar a Dios las
consecuencias de lo que nos pueda pasar.
…Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán
a muchos… ¡Otra vez el engaño! Siempre ha existido la falsa profecía que
promete paz y prosperidad, cuando debería estar anunciando los justos juicios
de Dios y llamando al pueblo al arrepentimiento. Cosa espantosa y fea es hecha
en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes
dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis
cuando llegue el fin? Desde el profeta hasta el sacerdote, todos son
engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo:
Paz, paz; y no hay paz (Jeremías 5 y 6). Guardaos de los falsos
profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son
lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis (Mateo 7). Donde Dios
tiene lo genuino, Satanás siembra lo falso, para engañar. Cultiva tu propia
vida con Dios, aprende a escuchar la voz de Dios con tu esposa y tus hijos,
sométete a la autoridad en un cuerpo local de iglesia, y no serás fácilmente
engañado. Los vigías de hoy poseen el
espíritu y la unción profética de Daniel; son el movimiento profético del
presente que se mueve en la corriente del Espíritu, bajo la autoridad de la
iglesia y sus cinco ministerios. No apaguéis al Espíritu. No
menospreciéis las profecías (1 Tesalonicenses 5).
…y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo... Esta advertencia es
equivalente a la advertencia a la iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2: Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Aquí en Mateo 24:13, el
Señor nos advierte sobre el peligro de la apostasía, el abandono o traición a
la fe en Dios, por dejar de creer o, porque aun creyendo, no practicamos lo
que creemos. Lo contrario a la apostasía es la perseverancia en la fe aun en
medio del sufrimiento y la adversidad; tema de la Epístola a los Hebreos. La
segunda epístola de Pedro nos advierte sobre dos peligros de los últimos
tiempos: la apostasía, abandonar la fe; y las herejías, errores doctrinales
contrarios a la Palabra de Dios.
Mateo 24:14: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Esta es la mejor parte.
Es en esto que debemos estar ocupados, mientras esperamos la gloriosa venida
del Señor. No podemos usar su venida, como excusa o justificación para
nuestra inacción en el mundo; para no hacer nada; para sentarnos cómodamente
en casa a ver la televisión. Si lo hacemos, Dios nos pedirá cuentas como
obreros inútiles y siervos malos. Este tema de la predicación del evangelio a
todas las naciones apunta hacia la fiesta de los Tabernáculos y la gran
cosecha final de almas salvadas. ¡Aleluya!
Miércoles 16/10 – Día 14
- ¿POR QUÉ NOS GOBIERNAN LOS MALOS? - Llamado
a los cinco ministerios de Efesios 4:11: La formación de equipos apostólicos. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores
y maestros; a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4). Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo (Efesios
2).
Llamado a los cinco ministerios de Efesios 4:11: La
formación de equipos apostólicos: Oramos, Espíritu Santo de Dios, que tú mismo llames y equipes a
estos hombres y mujeres para conformar equipos apostólicos. La función de
estos cinco ministerios se puede definir en cinco fases generales
consecutivas: 1- Visión de Reino: El ministerio
apostólico en compañía de un equipo, toma la iniciativa de responder al
llamado del Espíritu a hacer la obra a la que él le llama, y enviado por su
iglesia local, imparte una visión amplia de reino y usa su autoridad para
abrir nuevos territorios o para consolidar lo anteriormente implantado. (ver
esta estrategia en el ministerio del apóstol Pablo, a partir del capítulo 13
del Libro de los Hechos de los Apóstoles). 2- Avance evangelístico
decisivo, donde el evangelista cumple su papel de predicar el evangelio con
poder del Espíritu Santo. Para lograr este avance decisivo, el evangelista se
asegura de estar arropado por este equipo apostólico; allí recibe claridad de
las nuevas estrategias y métodos a emplear para ser efectivo y llegar al mayor
número de almas. 3- Entrenamiento y discipulado, para
consolidar a los nuevos discípulos; tarea de pastores y maestros en el equipo
apostólico (ver la obra evangelizadora y de discipulado de Pablo en la región
de Éfeso, Hechos 19). 4- Establecimiento y fortalecimiento de las
congregaciones: Ahora sí, se establece la iglesia y se nombran Ancianos
para pastorear la nueva comunidad de discípulos. 5- Promover la unidad en
el Cuerpo de Cristo. Una sola congregación no
puede producir los cinco ministerios, pero sí puede beneficiarse de su ayuda
e influencia, si trabaja en unidad con otras congregaciones, y forma
movimientos apostólicos con estas. Esta también es función de un equipo
apostólico, promover la unidad. Solo con una visión de Reino, la autoridad
apostólica y un trabajo en equipos apostólicos, nuestras congregaciones no se
estancan, sino que avanzan; por tanto, el Reino avanza. Estos equipos
apostólicos son la avanzadilla de la Iglesia; van delante de los demás, para
establecer el Reino de los cielos en los territorios ganados al enemigo. (Extracto del artículo, El ministerio del equipo apostólico, de Asher Intrater, Boletín Tikkun Israel, noviembre 1999.)
¿Existe actualmente un vacío de poder y autoridad que estos equipos
apostólicos pueden y deben llenar? ¿Un vacío de liderazgo,
cuando existe un intento decidido a nivel global de establecer un nuevo orden
mundial e imponer por la fuerza un gobierno que terminará por afectar todas
las áreas de nuestra vida? Pues, así es; cuando pareciera que tenemos más gobierno
que nunca, es cuando existe un mayor vacío de autoridad, de orden y de
justicia. ¿A qué se debe esta paradoja? Tenemos la respuesta en Romanos 13: …porque
no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas. Las naciones gobernadas por líderes tiranos es donde mayor
vacío de verdadera autoridad existe. Estos líderes déspotas han usurpado el
poder, creando caos y anarquía para implantar su dominio. No emana su poder
de Dios ni del pueblo, lo han usurpado por medios fraudulentos, se han hecho
con el poder para matar, robar y destruir; son usurpadores; no gobiernan
justicia y bienestar para el pueblo. Su plan es “deconstruir” toda la
Creación de Dios, para “volver a edificar mejor”. Están deconstruyendo, es
decir, destrozando, todo lo que se les pone delante, y pueden destruir.
¿Por qué hacen nuestros gobernantes tal maldad? Porque son hijos de las tinieblas y siguen las órdenes del príncipe de
este mundo. Estos son los gobernadores de las tinieblas de este siglo (Efesios
6). Hacen la voluntad de su “padre”, el diablo, siguen sus órdenes e
instrucciones, implanta su plan sobre la tierra; emana su poder de espíritus
inicuos de todo tipo. Están atestados de toda iniquidad, perversión,
corrupción, ansias de poder y de dinero, violencia y destrucción, rebeldía
contra Dios, faltos del más mínimo afecto natural, porque son violentos,
engañadores y seductores, conductores a la maldad, corrompen, engañan y
compran las conciencias con engaños y dineros mal habidos. En todo esto
sufren las multitudes de gentes, los más débiles y vulnerables; los no
nacidos, ancianos, discapacitados; sufren su persecución los justos.
¿Por qué permite Dios que seamos gobernados por este
tipo de gobernantes y de leyes de iniquidad? Porque tenemos los
gobernantes que nos merecemos. Nosotros somos tan inicuos como ellos, solo
que no tenemos tanto poder como lo tienen ellos, y esto limita nuestra
capacidad de hacer el mal. Dios pone estos gobernantes malvados, como un
juicio severo sobre nosotros y nuestras naciones para castigar nuestra
iniquidad. Y, esto no es nada más que justicia; la justicia divina. De hecho,
Dios no nos da todo lo que merecemos; más podría castigarnos por nuestro
pecado, pero nos trata con mucha misericordia: Por la misericordia de
Yahveh no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias;
nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad (Lamentaciones 3). ¿Cómo
revertir estos terribles juicios de Dios? El arrepentimiento es la respuesta. Reconocer y
confesar nuestros pecados y los pecados de nuestra nación. Pero, el
arrepentimiento más pleno y profundo es poner orden en mi vida y relación con
Dios, buscar primero el Reino de Dios y su justicia en mi hogar.
No podemos quedarnos a medio
camino en la toma de la Tierra Prometida, habiendo desalojado las fortalezas del enemigo
ocupa, tenemos ahora que trabajar por establecer la autoridad de Dios y vivir
por los principios y leyes del Reino de los Cielos; esto es, encarnar el
Reino de los Cielos y demostrarlo donde estamos. Una persona, dos personas; una
familia, dos familias; una comunidad; un país. Y, así podremos implantar la
justicia del Reino de los Cielos en la tierra. Y, los primeros beneficiados
serán los inocentes e indefensos; así como ellos son los primeros
damnificados de la maldad de nuestra sociedad y gobernantes.
Cuanto más
aumente el número de los justos, más Reino de Dios y autoridad se
manifestará. Esto traerá un choque frontal contra el reino de las tinieblas;
entonces los inicuos perseguirán a los justos; pero, aunque tengamos que
sufrir o morir, el Reino de los Cielos se implantará con violencia; aunque la
violencia será la que nosotros suframos en nuestra lucha contra Satanás y su
reino. Para empezar, debemos orar que el Espíritu Santo revolotee otra vez en
toda la tierra e imponga el orden, presencia y autoridad de Dios, y revele la
redención del Mesías, y obre en la restauración de todas las cosas que el
hombre ha destrozado: Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas (Génesis 1).
¿Cuál es la
misión de estos equipos apostólicos que conducen al pueblo a la Tierra de su
heredad? Deben entrar
a la Tierra, derrotar a los gigantes, expulsarlos, y ocupar la Tierra,
establecer la ley del Reino de los Cielos. Esto lo hacen cumpliendo su
función en estas cinco etapas: 1-
Actuando desde una visión de Reino. 2- Irrumpiendo con un
avance evangelístico decisivo. 3- Estableciendo programas de entrenamiento y
discipulado. 4- Estableciendo y fortaleciendo las nuevas congregaciones. 5-
Promoviendo la unidad en el Cuerpo de Cristo.
Cómo orar por los gobernantes
malvados de nuestra nación: Encuentra la instrucción completa, en el Día 23 de la Guía 40 Días 2024 -
¿Estás dispuesto a enfrentar la ignominia de los que se oponen?) https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z5peX9bBdD_OOex7wZSAhaD&si=bVRk-lcqaoVrAYOp
Jueves 17/10 – Día 15 – CELEBRA
LA FIESTA DE TABERNÁCULOS 2024 – jueves 17/10 a jueves 24/10: Un llamado
a cultivar nuestra intimidad con Dios.
Y habló Yahveh a Moisés, diciendo: Habla
a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la
fiesta solemne de los tabernáculos a Yahveh por siete días (Levítico 23). Estaba cerca la fiesta de los
judíos, la de los tabernáculos (Evangelio de Juan 7:2).
Por ocho días los israelitas viven en cabañas o bajo
enramadas, para recordar la vida sencilla y vulnerable, y el cuidado de Dios
a lo largo de los cuarenta años de su peregrinaje por el desierto, antes de
entrar a disfrutar la tierra de la que fluye leche y miel. Padre de familia,
y Pastor: Lee con tu casa, o congregación, el llamado a celebrar esta Fiesta
al Señor, en Levítico 23:33-43; Nehemías 8:14-17 y Deuteronomio16:16-17. Leed
juntos durante estos ocho días de celebración, el relato del Evangelio de Juan
capítulos 13 en adelante, de cómo Jesús pasó momentos de recogimiento y
retiro con sus discípulos.
Un número cada vez mayor de creyentes evangélicos
celebra la fiesta bíblica de Tabernáculos en la tierra de Israel, en sus casas o en sus congregaciones. Querido
padre de familia, te invitamos a que lo celebres con los tuyos, levantando
algún tipo de enramada en tu patio o terraza. Haz una comida diaria en este
lugar con tus hijos, y leed juntos un Salmo cada día, Salmos 113 al 118. Los
israelitas celebran en la Fiesta de los Tabernáculos las bondades de Dios al
final de la cosecha. No nos presentemos al Señor con las manos vacías;
ofrezcámosle lo mejor que tenemos. Pastor, compártelo con tu congregación
esta semana; celebremos con gozo la cosecha de almas que hemos ganado este
verano. Llamemos a santas convocaciones, el primero y el último día de
esta Fiesta de Tabernáculos. Celebremos con Israel. ¿Amén?
LA FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS
La Fiesta de los Tabernáculos empieza el día 15 del séptimo mes del
calendario hebreo, que es el mes de Tishri. Esta fiesta es una de las
tres ocasiones cuando los hijos de Israel debían subir a Jerusalén para
presentar sus ofrendas y sacrificios al Señor (Deuteronomio 16:16), como
recordatorio de que Dios libró a su pueblo de Egipto, y que les guio todos
los cuarenta años que estuvieron vagando por el desierto, viviendo en
tiendas, o tabernáculos. Para conmemorar la fidelidad y la protección de
Dios, el pueblo judío, hasta el día de hoy, construye y habita en pequeñas
cabañas hechas de madera, y con un techo hecho con ramas de cidro, mirto,
palmeras y sauce (Levítico 23:39,40). Se adornan con flores de otoño, hojas,
frutos y hortalizas. Estas cabañas proveen sombra durante el día, pero
permiten ver las estrellas durante la noche (Nehemías 8:14-17). La Fiesta de
los Tabernáculos celebra la recogida de la última cosecha del año, la del
otoño. Lo que más la caracteriza es el regocijo, ya que viene cinco días después
de la fiesta solemne de Yom Kipur, que es un día de ayuno, aflicción y
arrepentimiento. Es así como la Fiesta de los Tabernáculos es un tiempo de
acción de gracias a Dios por su perdón y provisión.
Los judíos del tiempo de Jesús celebraban dos ceremonias importantes
durante esta fiesta: 1) el derramamiento de agua en el Templo, y 2) la
iluminación del Templo.
En la primera ceremonia, el derramamiento de agua, un sacerdote especialmente designado con este propósito era enviado
al Estanque de Siloé (que significa “Enviado”), para traer agua en una jarra
de oro. Entonces, el sumo sacerdote derramaba esta agua en una fuente al pie
del altar. Este rito era una oración simbólica por abundante lluvia para los
cultivos del siguiente año; también anticipaba el advenimiento del Mesías,
con la promesa de que, con su venida, toda la tierra rebosará con el
conocimiento del Señor como rebosa el mar con las aguas (Isaías 11:9).
Este derramamiento de agua es también símbolo del derramamiento del Espíritu
Santo sobre Israel, que los judíos esperaban se daría en el tiempo del reino
del Rey Mesías.
Se repetía todo este proceso durante siete días. El último y gran día,
que se llamaba Hoshana Raba, Día
del Gran Hosanna, tenía un significado especial mesiánico, y era celebrado
por todo lo alto, con el sonido de la trompeta y cánticos, mientras la gente
agitaba ramas de palmera y cantaba el Hallel,
o sea los Salmos 113 a 118. El nombre de “Gran Hosanna” viene de los
versículos 24-26 del Salmo 118, que dice: Este
es el día que hizo Yahveh; nos gozaremos y alegraremos en él. Oh, Yahveh,
sálvanos ahora, te ruego; te ruego, oh Yahveh, que nos hagas prosperar
ahora. Bendito el que viene en el nombre de Yahveh. “Sálvanos ahora” (v.
25) en hebreo es: Hoshana. Entonces
este día se oraba por la pronta salvación de Israel con la venida del Mesías.
En el Evangelio de Mateo 21:9, cuando Jesús entró en Jerusalén en una asna, y
la gente que iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!; lo
que pasó es que le estaban reconociendo y proclamando como el Mesías rey de
Israel, el enviado de Dios.
El capítulo 7 del Evangelio de Juan se sitúa en la Fiesta de los
Tabernáculos: Juan 7:2: Estaba cerca la fiesta de los judíos, la
de los tabernáculos, y fue durante el
último y gran día de la fiesta, y durante la ceremonia de agua, que Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como
dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del
Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había
venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado (Juan 7:37-38). En otras palabras, estaba diciendo: Yo soy la respuesta a
vuestras oraciones. Yo soy el Mesías.
La iluminación del Templo,
era otra ceremonia especial de la Fiesta de los Tabernáculos; simbolizaba que
el Mesías sería “luz para las naciones” (Isaías 49:6). En esta ceremonia, los
peregrinos venían al Templo con luces y antorchas, que, junto con el
candelabro dentro del mismo Templo, creaban un foco tan brillante de luz que
iluminaba todo el Templo, y además la mayor parte de la ciudad y sus
alrededores. El día después de esta ceremonia, en Juan 8:12, es cuando Jesús
dijo: Yo soy la luz del mundo; el que
me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. La
Fiesta de Tabernáculos conmemora la liberación del pueblo de Israel de la
tierra de Egipto, y su redención; pero esta redención es solo una sombra de
la redención más plena que nos trae Jesús el Mesías de Israel y de los
gentiles.
La Fiesta de los Tabernáculos representa la íntima comunión de Dios con
su pueblo, ahora y más plenamente en la
eternidad. Así se cumplirá el anhelo que Dios ha tenido desde siempre, de
habitar en medio de su pueblo y tener íntima comunión con él (Éxodo
29:45-46). En Juan 1:14, vemos una manera en que el Mesías ya cumplió la
Fiesta de los Tabernáculos, y en parte este deseo de Dios: Y aquel Verbo [Jesús] fue hecho carne, y habitó [tabernaculó]
entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Pero
esta fiesta se cumplirá más plenamente cuando el Rey Mesías establezca su
reino entre nosotros y “tabernacule” entre nosotros para siempre. Apocalipsis
21:1-4 dice: Y oí una gran voz del
cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará
con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su
Dios.
Al final de los tiempos, la última cosecha que se celebrará en la
Fiesta de Tabernáculos, durante
el reinado del Mesías, será la cosecha de todas las naciones; las cuales
vendrán y participarán del gozo y las bendiciones del Reino de Dios. En aquel
tiempo también, todos los creyentes celebrarán esta fiesta (Zacarías
14:16-19). Apocalipsis 7:9-10 dice: Después
de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de
todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y
en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las
manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios
que está sentado en el trono, y al Cordero. Esta es la respuesta final a
las oraciones por una pronta salvación por medio del Mesías que se hacía
durante la ceremonia del derramamiento de agua; y también es el cumplimiento
final del acto profético que hicieron los que aclamaban a Jesús, diciendo:
¡Hosanna al Hijo de David!, habiendo tendido palmeras en su camino.
¡Quédate
un día más! La Fiesta de los Tabernáculos es la
única fiesta bíblica que dura ocho días. La Fiesta de los Panes sin Levadura
dura siete días, y en la Fiesta de los Tabernáculos, parece como si se
hubiese añadido un día más. De hecho, el último día de esta fiesta se llama Shemini
Atzeret, que significa “Día octavo de la asamblea”, en hebreo. Como dos
amigos que están juntos, disfrutando de la comunión el uno con el otro
durante siete días. No quieren que termine nunca su tiempo juntos, y uno le
dice al otro: Quédate un día más. Esta ilustración expresa de alguna manera
el deseo que Dios tiene de estar con nosotros. Respondamos a su deseo de que
nos quedemos un día más, de que tengamos íntima comunión con él. Dediquemos
tiempo en estos últimos días de la Fiesta de los Tabernáculos para entrar en
la presencia de Dios y pasar tiempo con él, para conocerle más, para tocar su
corazón, para recibir su amor. Entremos en su presencia con alabanza y
gratitud. Conozcamos más de Dios a través de su Palabra. Recibamos de su amor
esperando en su presencia. Oración de
Tabernáculos con mi casa y congregación: Nuestro
Dios y Padre del cielo, que venga tu Reino, que se establezca tu santa
presencia entre nosotros en este tabernáculo / enramada, que te hemos erigido
en nuestra casa y congregación. Haz de nuestro cuerpo un templo de tu Santo
Espíritu. Enséñanos a cultivar una intimidad más profunda y permanente
contigo día a día. Celebramos tus bondades de este año de cosechas abundantes
y elevamos una ofrenda de alabanza con nuestra casa y congregación. Consagramos el nuevo año a ti, y pedimos la
lluvia natural y la lluvia de tu Espíritu. Padre querido, quiero conocerte
más. Jesús, tú eres mi Buen Pastor. Contigo nada me falta. Tú confortas mi
alma cuando estoy angustiado. En ti puedo descansar. Tú me guiarás. Me
invitas a celebrar en tu presencia. Ciertamente el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida, y en tu casa, en tu tabernáculo, moraré
por días sin fin. Amén.
Aprende cómo mantener una
relación de intimidad ininterrumpida con Dios y cultivar el sentido de su
presencia en tu diario vivir, usando el Breve Método de Oración de Mme. Guyon. (Pídenoslo por Telegram o
correo electrónico).
Viernes 18/10 – Día 16 – LLAMADO A LOS EVANGELISTAS OBREROS UNGIDOS PARA LA COSECHA global del
tiempo final - La gran cosecha de Apocalipsis 7, la plenitud
de los gentiles de Romanos 9 al 11, y el llamado de Mateo 9. ¡Celebra hoy con tu casa,
congregación y con Israel, el segundo de los ocho días de Tabernáculos!
A la verdad la mies es mucha,
pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de
la mies, que envíe obreros a su mies (Mateo 9).
En toda generación la mies ha sido mucha, también en nuestra generación hay muchas almas
listas para ser salvadas, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
…pero los obreros pocos... Hay una gran escasez de apóstoles,
profetas, evangelistas, pastores y maestros (Efesios 4:11); por
tanto, los Siervos de Dios que están en autoridad sobre la iglesia deberían
dedicar la mayor parte de su tiempo a discipular y preparar estos obreros
para la cosecha. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su
mies. Este debe ser uno de los enfoques más importantes de oración de los
vigías y guías. Oremos por obreros ungidos con el Espíritu (Luc.4:18,19).
¿Qué nos enseñan las
Escrituras sobre la cosecha? El Antiguo y el Nuevo Testamento se refieren a la cosecha, mies o siega,
en tres aspectos: La cosecha natural, la cosecha espiritual de almas
salvadas, y el mundo maduro en su maldad para ser cosechado en juicio. La
cosecha es la labranza recogida del campo, es el tiempo o temporada de la
recolección de la cosecha, y los obreros que recogen. Una buena cosecha
requiere haber sido diligentes en el tiempo de arar y de sembrar, y necesita
de las lluvias primeras y las lluvias tardías. Siembra y cosecha, son también
una alegoría (ilustración o parábola), para describir las verdades
espirituales de la vida con Dios: No os engañéis; Dios no puede ser
burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque
el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero, el que
siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos
cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos
(Gálatas 6). He aquí, el sembrador salió a sembrar... (Mateo 13).
1- Es la voluntad de Dios
recompensar a su pueblo obediente a sus mandatos, con la bendición de una
cosecha abundante, en lo
natural y en lo espiritual: La tierra a la cual entras para tomarla; es
tierra que fluye leche y miel, no es como la tierra de Egipto de donde habéis
salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de
hortaliza. La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y
de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; tierra de la cual Yahveh tu Dios cuida; siempre están sobre ella los
ojos de Yahveh tu Dios, desde el principio del año hasta el fin. Si
obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy,
amando a Yahveh vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con
toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la
temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite (Deuteronomio
8).
2- Después del ayuno y el arrepentimiento, podemos
esperar una maravillosa cosecha: El profeta Joel (2), después
de su toque de trompeta anunciando el terrible juicio con plagas sobre la
tierra, y su solemne llamado al arrepentimiento con ayuno, hace esta gran
promesa al pueblo: Y Yahveh, solícito por su tierra, perdonará a su
pueblo. Vosotros, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Yahveh vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre
vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se
llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os
restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta,
mi gran ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y alabaréis
el nombre de Yahveh vuestro Dios. Y a continuación, la mayor de las
promesas: Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 3- La cosecha es tiempo de
regocijo y comunión entre Dios y su pueblo: Al final del año agrícola, cuando se celebra la
Fiesta de los Tabernáculos, la recolección se convierte en tiempo de
regocijo, acción de gracias, alabanzas, generosidad y comunión en el pueblo: Y
tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras,
ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis
delante de Yahveh vuestro Dios por siete días (Levítico 23). Y el que
da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará
vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que
estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio
de nosotros acción de gracias a Dios (2 Corintios 9). ¡Celebremos hoy con
nuestra casa, congregación y con Israel este segundo día de Tabernáculos!
4- La cosecha es la plenitud
de recolección de toda bendición y de la restauración de Dios en estos
tiempos finales que estamos
viviendo; son tiempos en que Dios está actuando para la restauración de todas
las cosas, como anunció el apóstol Pedro en Hechos 3: Así que, arrepentíos
y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él
envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es
necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas
las cosas. Y, los Apóstoles, en su primer concilio en Jerusalén
(Hechos 15): Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de
David, que está caído; para que el resto de los
hombres busque al Señor, todos los gentiles, sobre los cuales es invocado
mi nombre (Amós 9:11,12).
Durante toda esta década, del
2020 al 2030, las
sacudidas de las naciones serán cada vez mayor, pero con cada sacudida,
vendrá una cada vez más abundante cosecha de almas salvadas. Con cada
recolección, debemos levantar una ofrenda de alabanza a Dios quien nos ha
dado la sacudida y la recogida. Mientras los inicuos se dan a la tarea de la
deconstrucción, Dios está en la obra de la restauración de todas las cosas.
Los vigías e intercesores estamos velando por que no se desate una Tercera
Guerra Mundial, que se cobraría miles y millones de almas, sino que muchos
sean salvos y arrebatados de perecer en sus pecados.
5- En la recolección, nos
ayuda el Espíritu Santo: Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de
mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo
desde el principio (Juan 15). Nos ayudan los ángeles: Vi volar por en
medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a
los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y
pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la
hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra,
el mar y las fuentes de las aguas (Apocalipsis 14).
6- Apocalipsis 7 nos presenta una visión de
gran esperanza en
cuanto a la cosecha; porque nos da la visión de que, sí o sí, habrá una
gran cosecha en todas las naciones. Lo veamos con nuestros propios ojos, o lo
vean generaciones futuras; todas las generaciones oramos y trabajamos con
esta visión delante de nosotros, ¿amén? Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía
contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante
del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con
palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece
a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Estos son los
que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero.
7- Mateo 9:35-38: La mies es mucha, pedimos
obreros ungidos para la cosecha: Recorría Jesús…calzados los pies con el apresto del
evangelio de la paz (Efesios 6). …todas las ciudades y aldeas: Llamado a una
movilización total para la evangelización; saturación hasta los lugares
grandes y los pequeños más remotos, sin dejar allí a ninguno de ellos. Este
es nuestro reto. …enseñando en las sinagogas de ellos: en las
sinagogas, las parroquias, las mezquitas, las capillas y locales, los salones
de hoteles, las granjas ecológicas de los de la Nueva Era. … y predicando
el evangelio del reino: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir:
Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 4).
…y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo: Nuestra
necesidad imperiosa de ser llenos del Espíritu Santo continuamente y activar
el poder de Dios por nuestra fe, oración y ayuno para proclamar el evangelio
completo: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido
para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados
de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner
en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor (Lucas
4).
...Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como
ovejas que no tienen pastor (Juan 10; Salmo 23; Ezequiel 34). Esta misma compasión del Señor
por las multitudes nos debe mover a nosotros a orar por obreros ungidos para
la mies y a disponernos nosotros mismos a ser respuesta a esa oración. ¿Amén?
…Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha… En toda generación la mies ha sido mucha, también en
nuestra generación hay muchas almas listas para ser salvadas, especialmente
entre las generaciones más jóvenes. …pero los obreros pocos... Hay una
gran escasez de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Efesios
4:11). Siervos de Dios:
debéis dedicar la mayor parte de vuestro tiempo a discipular y preparar estos
obreros.
… Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe
obreros a su mies: Este debe ser uno de los enfoques más importantes de
oración de los vigías y guías. Por esto, oramos, Señor, dueño de la mies, que envíes obreros ungidos a
recoger tu mies; equipos ministeriales formados por apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros (Efesios 4:11); familias
completas que establezcan comunidades del Reino en los lugares principales y
también en los más remotos; hasta lo último de la tierra (Marcos 16;
Mateo 28). Sigamos el ejemplo del apóstol Pablo: Y de esta
manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido
nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito:
Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los que
nunca han oído de él, entenderán (Romanos 15).
8- Juan 4:35-38: ¿No decís vosotros: ¿Aún
faltan cuatro meses para que llegue la siega? (Haz tú el mismo
ejercicio de examinar de cerca este pasaje de Juan 4, como hemos hecho con el
de Mateo 9): He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos,
porque ya están blancos para la siega.
Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna, para
que el que siembra goce juntamente con el que siega. Porque en esto es
verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. Yo
os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y
vosotros habéis entrado en sus labores. 1 Corintios 3:6 dice: Yo
planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Cada
una de nuestras generaciones debe sentir esta urgencia de que los campos ya
están listos para la siega, y no esperar a tener circunstancias más
favorables para sembrar y cosechar.
Sábado 19/10 – Día 17 – ¿ES TU HOGAR UN
GRANERO PARA RECOGER LA COSECHA? ¿Con qué
propósitos formamos Grupos de vida en casa?
Compañero
Pastor, te invitamos a que busques la guía del Espíritu Santo, sobre cómo
estructurar tu iglesia para un nuevo avance del Reino en tu localidad,
recibiendo la influencia de los cinco ministerios: apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros, para que edifiquen a los hermanos de tu
iglesia, y sean estos quienes extiendan el Reino en su diario vivir, según la
enseñanza apostólica de Pablo a los Efesios (capítulo 4). Disponte a crear
equipos ministeriales que funcionen con la unción y bajo la dirección de
estos cinco ministerios. ¿Os llama el Espíritu a entrar en su corriente de establecer Grupos de vida en casa?
Hoy, tercer día de los ocho de celebración de
Tabernáculos, se nos manda orar y laborar por la plenitud de los gentiles,
para que todo Israel sea salvo: Oramos, Señor, para que la plenitud de los gentiles sea salvo, en
nuestra nación y en todas las naciones de la tierra; sobre todo los pueblos
étnicos a quienes todavía no les ha llegado el evangelio en plenitud,
envíales obreros. Oramos que esto mismo dé paso a que se cumpla la promesa en
nuestros días, de que todo el remanente de Israel será salvo. ¡Aleluya! Como
dice Romanos 1:16,17: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es
poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente, y
también al griego. Romanos 9 a 11, donde nos habla sobre la restauración
de Israel - Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este
misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya
entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo.
¿Has visto que la cosecha
está en tu misma casa y entre los tuyos? 1- Hoy es el día de salvación para tu familia, tus contactos, tus vecinos y compañeros de trabajo o estudio. Ellos son
parte de la herencia que Dios te da. Ellos son tu mies para cosechar. ¿Quién
podrá ser salvo? Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios
(Mateo 19:25,26). Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa (Hechos
16:31). Haz como Rahab; pon tu familia a salvo de la destrucción, trayéndolos
bajo tu “techo espiritual”, invocando la protección y la salvación de la
sangre de Cristo sobre ellos (Josué 2). Activa tu fe, intensifica tu oración
a favor de ellos, pregunta al Espíritu Santo qué estrategia tiene para que
les testifiques y sean salvos. En Lucas 15, el
Señor nos habla del gozo de la salvación: Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de
arrepentimiento. 2- Solemne advertencia a los
cosechadores: En Ezequiel
33, el Señor advierte al profeta: …pero si el atalaya viere venir la
espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la
espada, hiriere de él a alguno, este fue tomado por causa de su pecado, pero
demandaré su sangre de mano del atalaya.
Y, en
Proverbios 10:5 leemos: El que recoge en el verano es hombre entendido; el
que duerme en el tiempo de la siega es hijo que avergüenza. Y, en Proverbios 20:4: El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá,
pues, en la siega, y no hallará. El profeta Jeremías (8) clama diciendo: Pasó la
siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
Pues si anuncio el evangelio, no tengo
por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no
anunciare el evangelio! (El apóstol Pablo en 1 Corintios 9). Pero esto digo: El que siembra
escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará (2 Corintios 9).
3- Si la iglesia apóstata no es responsable en
recoger la cosecha en este tiempo, recibirá el mismo juicio que el Señor pronunció sobre su
pueblo Israel: Por tanto, os digo, que el reino de Dios será quitado de
vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él (Mateo
21:43). En el siglo diecinueve, los moravos alemanes que se disponían
a salir para las misiones proclamaban, en total entrega a la voluntad de
Dios: ¡Que el Cordero que fue inmolado reciba el fruto de su sacrificio!
Luego, iban y se vendían como esclavos para trabajar en las plantaciones de
caña de azúcar del Caribe, para de esa forma poder evangelizar a tales gentes
del lugar en su propia condición de esclavos. Nosotros debemos estar
dispuestos a hacer lo mismo, ser obreros ungidos para sufrir y morir por la
cosecha en lugares remotos, o en los más difíciles cerca de nosotros. Charles
Finney en sus Lessons on Revival (Lecciones de Avivamiento) advierte
que, como en lo natural el agricultor puede esperar una buena cosecha, si ha
cumplido con las leyes naturales de arar y plantar; también nosotros en lo
espiritual, si cumplimos con las leyes espirituales, veremos la cosecha: http://www.avivamientos.net/es/libros/finney/avivamiento.html
4- Hay un juicio inminente para los individuos y los
pueblos que se convierten en mies mala: Arará Judá, quebrará sus terrones
Jacob. Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en
misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de
buscar a Yahveh, hasta que venga y os enseñe justicia. Habéis arado impiedad,
y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira (Oseas 10). Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces
cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es
labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos
es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada (Hebreos 6). El que fue sembrado entre espinos,
este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las
riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa (Mateo 13).
5- ¿Qué pasará con el trigo y
la cizaña al final de los tiempos? Las almas no cosechadas para el Reino de los Cielos serán cosechadas
para la perdición eterna. Los juicios de Dios son inapelables; son justos y
verdaderos (Amós 9); ciertamente se darán, no fallarán. El Señor dice
en Mateo 13:30: Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y
al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y
atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. Y,
en Mateo 13:41: Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de
su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad.
El apóstol Juan, en Apocalipsis 14, recibe esta
visión: Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado
semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro,
y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a
gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la
hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el
que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue
segada. Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también
una hoz aguda. Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el
fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz
aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están
maduras. Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la
tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue pisado
el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos
de los caballos, por mil seiscientos estadios.
Nuestro Dios soberano está
haciendo su obra en la tierra, acelerando los tiempos de todas las cosas;
dando vía libre al mal, y trayendo su castigo severo sobre este mal. Al mismo
tiempo concede la convicción de pecado y arrepentimiento a muchos (Evangelio
de Juan 16:8). Está haciendo la limpieza del trigo, y haciendo separación de
la cizaña. Nosotros, la iglesia y los obreros ungidos para la evangelización,
debemos preparar los recipientes para la gran recolección de la cosecha de
almas salvadas. Nuestro trabajo en el Señor no habrá sido en vano; habrá
fruto para vida eterna (Juan 4:36; 1 Corintios 15:58; Isaías 55:10,11).
6- Mucho gozo y regocijo
habrá en la recolección de la cosecha: Mirad
cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con
paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también
vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor
se acerca (Santiago 5:7,8). Los que sembraron con
lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la
preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas (Salmo 126). He aquí
vienen días, dice Yahveh, en que el que ara alcanzará al segador, y el
pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto,
y todos los collados se derretirán. Y traeré del cautiverio a mi pueblo
Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán
viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de
ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y
nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Yahveh Dios
tuyo (Amós 9). Estas promesas fueron dadas primeramente al Israel
natural; nosotros, el Israel espiritual, podemos reclamarlas también en lo
espiritual. Oremos que unos y otros seamos tenidos por dignos de recibir sus
promesas, si cumplimos sus requerimientos. ¿Es tu hogar un granero para
recoger la cosecha? ¿Con qué propósitos formamos un Grupo de vida
en el hogar? 1. Evangelizar: Se enseña al
creyente a orar por sus amigos; y los integrantes del Grupo de vida se apoyan
mutuamente, planeando maneras creativas de alcanzar a aquellos por los que se
está orando. 2. Cuidado mutuo: De una forma natural y rápida nos
discipulamos unos a otros, porque sabemos de primera mano lo que está pasando
en nuestras vidas y en nuestro progreso espiritual. 3. Enseñanza
homologada y aplicada: Los principios espirituales que todos los grupos de
hogar de la iglesia están aprendiendo, se pueden aplicar directamente a las
necesidades personales de cada miembro de un Grupo. 4. Oración y ayuno
por el crecimiento espiritual y numérico del Grupo, por los contactos y
amigos, y por la evangelización de nuestro barrio o sector. 5. Comunión
cristiana: Se forman relaciones personales fuertes a medida que se comparten
las cargas y las alegrías unos de otros entre los miembros del Grupo. 6.
Ministerio en el Cuerpo: Cada creyente aprende a descubrir y a usar sus
dones espirituales, para el servicio a todo el Cuerpo de Cristo. 7. Guía
pastoral: La responsabilidad pastoral está más distribuida y todas
las personas son atendidas. 8. Desarrollo de liderazgo: Un Grupo de
vida en el hogar ayuda a potenciar los dones de liderazgo en el Dirigente y
en su Auxiliar. Ellos podrán reconocer que tienen algo para contribuir y que
su don realmente es de ayuda a otros. Esta es la mejor forma de planificar
para la multiplicación. 9. Se alcanza a Los no alcanzados con el
evangelio: Cada población, barrio, sector social, y cada persona, pueden
ser alcanzados por la multiplicación espontánea de los pequeños grupos de
creyentes en los hogares. (Adaptado del escrito de
Floyd McClung, Grupos de vida en los hogares - una
estrategia para discipular las naciones y alcanzar a los no alcanzados.)
Complementa esta visión de cosecha con el video 21 de los 40 Días, ¿Dónde
está la cosecha?
Domingo 20/10 – Día 18 – RECIBE
SANIDAD EN LAS AGUAS DE VIDA DEL TRONO DE DIOS - Ezequiel 47 - Eventos posteriores a la segunda venida del
Mesías.
Me llevó a la entrada de la casa de Dios (el
templo), y he aquí que debajo del umbral del santuario salía agua (Ezequiel 47 Biblia de Jerusalén).
Del trono de Dios fluye una corriente de aguas; es
el río de Dios; es el torrente del Espíritu Santo. Las aguas salutíferas de
sanidad y salud, de esta visión del profeta Ezequiel, son para nosotros hoy;
son para nuestro tiempo y generación. Estas aguas son vida, salud, salvación,
regeneración. Estas corrientes traen sanidad, limpieza, santificación, frutos
maduros. (Día cuarto de los ocho de tabernáculos; oramos que todo lo que
queremos para nosotros, Dios lo conceda primero a Israel, ¿amén?).
Midió mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos.
Midió otros mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas.
Midió luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos
(cintura). Midió otros mil, y era ya un río que yo no
podía pasar, porque las aguas habían crecido de manera que el río no se podía
pasar sino a nado.
La profundidad cada vez mayor del río, en esta
visión, nos indica que las corrientes serán cada vez más caudalosas, hasta
convertirse en un torrente que no podemos pasar a pie; no podremos resistir
ni controlar, solo podremos pasar el río a nado.
Vi que en la ribera del río había muchísimos
árboles a uno y otro
lado. Y me dijo: Estas aguas entrarán en el mar de agua hedionda (el mar
Muerto); y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. Y toda alma
viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y
habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán
sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río.
De la misma manera que Dios está removiendo todo lo
que puede y debe ser removido (retirado, quitado, arrancado, destrozado y
destruido); también, está restaurando todo lo que debe ser restaurado, sanado
y restituido a su estado original. Para que todo esto se cumpla, y ya estamos
en el inicio de su cumplimiento, las circunstancias propicias están siendo
creadas por los llamados de ayuno y oración de los 40 Días de Pascua a
Pentecostés, estos 21 Días Daniel fiestas del otoño de Trompetas, Yom
Kipur y Tabernáculos, junto a muchas otras iniciativas de oración y
ayuno, y del funcionamiento ya de años de casas de oración en muchas
naciones.
En la ribera, a uno y otro lado del río, crecerá
toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto.
A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será
para comer, y su hoja para medicina.
El Remanente fiel se está santificando y clamando
que el Espíritu de Dios restaure el ministerio de los equipos apostólicos,
porque estos formarán grandes corrientes de sanidad y salvación que
alcanzarán a muchos. Veremos una cosecha abundante de almas sanadas, gracias
a la unción poderosa de evangelistas pequeños y desconocidos. Habrá
movimientos enteros dedicados al ministerio de las sanidades divinas; así
como restaurando y usando los dones del Espíritu del Libro de los Hechos de
los Apóstoles, de Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios 4.
En Apocalipsis 21 y 22, el apóstol Juan recibe
también esta visión del río de vida:
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como
cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle
de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la
vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del
árbol eran para la sanidad de las naciones.
Huerto del Edén (Génesis 2), la ciudad de Sion
(Salmo 46), el Santuario restaurado y lleno de la gloria de Dios, la cual
vuelve al Templo en el tiempo del post exilio (Ezequiel 47); en cada época y
en cada lugar, en la historia del Pueblo Elegido, la presencia de Dios ofrece
protección a su pueblo, y sus aguas de vida purifican la ciudad y la hacen
fecunda, como un nuevo Edén o una nueva Jerusalén (Apocalipsis 21 y 22).
Más y más personas entendidas están echando mano de
los beneficios de la sanidad de las hojas del árbol de vida. Incluso, se
están levantando dones apostólicos para sanear el sistema de salud de las
naciones. Otros movimientos apostólicos también restaurarán el tabernáculo
caído de David y sus ministerios: poder del Espíritu Santo en sanidades,
señales y prodigios (Lucas 4:18,19); el ministerio profético; el ministerio
de la mujer en la iglesia, y de la familia edificando juntos en el muro; la
oración y adoración continuas en la tienda de David; y, potenciando a las
nuevas generaciones.
Sumérgeme, en el río
de tu Espíritu… Recibe hoy sanidad para tu cuerpo y para tus seres
queridos. Pastor, activa el don de sanidades en tu congregación. Vigía y
profeta: Ora para que los jóvenes con este don sean llenados con el poder del
Espíritu Santo, para activarlo y usarlo. La pregunta no es si esto ocurrirá o
no; ya está ocurriendo; la cuestión es si tú serás parte de ello o te
quedarás fuera del río del Espíritu. Habrá una gran explosión de Grupos de
vida en el hogar por toda la Península Ibérica (España y sus 17
Autonomías, Portugal, también Andorra y Gibraltar). Padre de familia, ¿está
tu casa dispuesta a ser uno de estos pequeños graneros donde se recoge una
gran cosecha? Veremos una revolución de santidad entre nuestros jóvenes; en
las universidades y los colegios. Nos quedaremos asombrados de los nuevos
modelos y expresiones de iglesia. El poder del Espíritu será imparable a
través de los niños, adolescentes y jóvenes. También los empresarios y
hombres de negocios verán la gloria de Dios. España vivirá su llamado
celestial de ser una nación de alabanza y adoración; una madre de naciones,
iniciando nuevos movimientos misioneros que llegarán a muchas partes del
mundo. Veremos un movimiento misionero desde las naciones hermanas de
Hispanoamérica; los latinos que todavía no conocen al Señor, tendrán una
conversión genuina y una entrega radical a llevar el Reino de Dios a dónde el
Espíritu los mande.
Con el siguiente tema, concluimos con las
enseñanzas acerca de la Segunda venida del Señor. Recibe una visión de fe y
esperanza. Procura entender estos eventos. ¿Podrías explicarlos a un
discípulo tuyo? Pregunta al Señor qué debes estar haciendo para colaborar con
su obra de restauración en tu ciudad y tu país. EVENTOS POSTERIORES A LA SEGUNDA VENIDA DEL MESÍAS
1. Cristo reinará durante mil años en la tierra, y los santos gobernarán con él. Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que
recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa
del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, y los que no habían adorado
a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en
sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos
no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera
resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán
sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años (Apocalipsis 20:4-6).
“La resurrección descrita aquí es de los que fueron
decapitados y fueron mártires por Jesús durante el periodo de gobierno del
Anticristo. Muestra que estos santos de la tribulación han sido resucitados
al final de la gran tribulación, precisamente antes del establecimiento del
reino milenial de Cristo. De esta manera, ellos comparten con el mismo
Cristo, y con todos los otros santos resucitados, el privilegio de gobernar y
juzgar a las naciones de la tierra durante el milenio” (Derek Prince).
2. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de
Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre,
cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso
es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus
pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte…Pero luego que
todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará
al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos (1 Corintios 15:23-26;28).
Durante el reino terrenal de Cristo, Dios el Padre
pondrá a todos sus enemigos debajo de sus pies, y el último de estos enemigos
será la muerte. Luego, el Hijo se entregará a sí mismo, y su reino, a Dios el
Padre, lo cual será la culminación de todo el plan de redención de Dios en
todos los tiempos.
3. Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a
engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y
a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como
la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el
campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del
cielo y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apocalipsis 20:7-10).
Ahora Satanás (que durante el milenio permanecía
prisionero) intentará provocar una rebelión contra Dios, oponiéndose a su
autoridad. Pero Dios le derrotará, mandando fuego del cielo, y el diablo será
lanzado en el lago de fuego y azufre.
4. Y, vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual
huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a
los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros según
sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el
Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno
según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.
Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la
vida fue lanzado al lago de fuego
(Apocalipsis 20:11-15).
En esta resurrección – después del milenio –
resucitarán los injustos, para ser juzgados. Luego serán echados al lago de
fuego, que es Gehena, el infierno.
(Para más información ver: Derek Prince, El
Manual del Cristiano Lleno del Espíritu: Fundamentos Bíblicos para la Vida
Cristiana, Carisma 1995).
Lunes 21/10
– Día 19 – BIENAVENTURADOS
LOS CONVIDADOS A LAS BODAS DEL CORDERO La Fiesta de Tabernáculos representa el reinado del
Rey Mesías durante mil años en la tierra. Hoy es el día quinto de los ocho
días de esta fiesta; celébralo, compartiendo este tema con tu casa o
congregación. Apocalipsis 19:6-9: Oí como la
voz de una gran multitud, como el ruido de muchas aguas y como el sonido de
fuertes truenos, diciendo: ¡Aleluya! Porque reina el Señor nuestro Dios
Todopoderoso. Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las
bodas del Cordero, y su novia se ha preparado. Y a ella se le ha concedido
que se vista de lino fino, resplandeciente y limpio. Porque el lino fino es
los actos justos de los santos. El ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados
los que han sido llamados a la cena de las bodas del Cordero. (SRVA) Este pasaje de Apocalipsis nos enseña que la Iglesia, de manera
corporativa, es la novia de Cristo; es la nueva Jerusalén; y los creyentes,
de manera individual, son los llamados o invitados al banquete de las bodas
del Cordero. Veamos, ahora, el hermoso paralelismo entre las bodas hebreas y
las bodas del Cordero.
1- Según la tradición de las bodas hebreas, un año antes de la unión física, los comprometidos hacían un
desposorio que los vinculaba como esposos, aunque vivían separadamente.
Después de esta separación de un año, la novia aguardaba que el novio viniera
por ella, pero no sabía la hora exacta de su llegada. De modo que la llegada
del novio se anunciaba con un grito: ¡He
aquí el novio! (Mateo 25:6). En el tiempo de espera en la casa de la
novia, sus amigas acompañantes la preparaban para el casamiento. Algunos
entienden que las acompañantes normalmente eran diez vírgenes. Habiendo
terminado de vestir y adornar a la novia, muchas veces estas compañeras
cabeceaban y se quedaban dormidas. Esto es lo que describe Jesús en la
parábola de las diez vírgenes de Mateo 25. El grito de la llegada del novio
(Mateo 25:6) las despierta, y se disponen a recibirlo. Entonces, las cinco
vírgenes insensatas no precavidas descubren que se apagaban sus lámparas y
que no tenían aceite en reserva. (Léelo en Mateo 25:1-13)
El regreso de Cristo también será precedido por un grito. Dice en 1
Tesalonicenses 4:16 que se oirá el sonido de la voz de mando del Señor
Jesucristo, la voz de un arcángel y la trompeta de Dios. Como la novia en la
boda hebrea, nosotros también esperamos el regreso del novio, pero no sabemos
la hora de su llegada. En Mateo 24:42-43, Jesús dice: Velad, pues, porque no sabéis en qué día viene vuestro Señor. La
misma advertencia aparece al final de la parábola de las diez vírgenes, en
Mateo 25:13: Velad, pues, porque no
sabéis ni el día ni la hora.
Vive esta verdad: Cristo viene pronto para tomar a su novia. Pero, en este tiempo de
espera, ¿la Iglesia está velando? Ya que no sabemos la hora cuando el novio
vendrá por nosotros, debemos vivir de tal forma que siempre estemos
preparados.
2- En la boda hebrea, el novio recibía a la novia, con las acompañantes de ella, y regresaban todos juntos a la casa del novio, para
celebrar la fiesta de bodas (Salmos 45:13-15). El novio salía con la novia,
de la casa del padre de ella, y les seguía una procesión por todo el camino
hasta llegar a la casa del novio. Esta procesión era una gran celebración.
Había hombres que tocaban tambores y otros instrumentos musicales, y danzaban
por todo el trayecto. Las calles de las ciudades eran oscuras, y era necesario
que cualquiera que se aventurara por ellas en la noche, llevara una lámpara o
antorcha (cf. Salmo 119:105). A los convidados que no iban a la casa de la
novia, se les permitía unirse a la comitiva por el camino, e iban con todo el
grupo a la fiesta de bodas. Pero, sin lámpara o antorcha no podían unirse a
la procesión, ni entrar a la casa del novio. De los que venían en la
procesión, sólo un número limitado podía entrar a la fiesta de bodas.
Entonces, al llegar a la casa del padre del novio, se solían cerrar las
puertas, dejando dentro sólo los familiares e invitados especiales. Así es
que, en la parábola de las diez vírgenes, cuando las cinco
vírgenes insensatas volvieron después de comprar aceite, se encontraron
con las puertas cerradas, y no pudieron entrar a la fiesta de bodas. Las
cinco vírgenes prudentes pudieron entrar, porque tenían reserva de aceite
para sus lámparas (Mateo 25:1-13).
Vive esta verdad: Como
creyentes, seamos como las cinco vírgenes prudentes, y no como las cinco
insensatas. Las cinco vírgenes prudentes son símbolo de los creyentes
espirituales, con provisión del aceite del Espíritu; las cinco vírgenes
insensatas simbolizan a los creyentes carnales y sensuales que viven sin la
provisión del aceite del Espíritu en sus vidas. Son cristianos que empiezan
en el Espíritu, pero terminan en la carne. No viven para encontrarse
aprobados por Dios, sino por los hombres. Al contrario, la lámpara de las
cinco vírgenes prudentes brilla ante los hombres por sus buenas obras. Mantener tu lámpara encendida y con una provisión de aceite, es vivir
en continuo arrepentimiento, en renovación de mente, y buscando siempre ser
lleno del Espíritu Santo (Efesios 5:18); porque cuando cierren la puerta, no
habrá tiempo para ir a buscarlo.
3- Según la tradición hebrea, los novios llevaban una corona en la
cabeza. En todo lo posible, se vestían de
reyes para este día tan especial, y todos les trataban con los honores con
los que se trata a la realeza (Ezequiel 16:12).
También Cristo y su novia, la Iglesia, llevarán coronas cuando Cristo
venga por segunda vez, y reinarán sobre la tierra durante mil años
(Apocalipsis 12:1; 14:14). Al principio de su reinado milenial (Quizás se
puede comparar este tiempo con la entrada a la fiesta de bodas, en la boda
judía), habrá una separación entre los que Cristo acepta y los que rechaza.
En Mateo 25:31-46, Jesús, en otra parábola sobre los tiempos finales, explica
a sus discípulos que cuando él venga en su gloria, se sentará en su trono, y
separará las ovejas (los que él acepta) de los cabritos (los que él rechaza).
Entonces las ovejas entrarán en su reino, para reinar con él, mientras los
cabritos serán echados al fuego eterno. Esta separación, también la vemos
entre las cinco vírgenes prudentes que pudieron entrar a la fiesta de bodas
porque estaban preparadas con una reserva de aceite, y las cinco vírgenes
insensatas que al volver de comprar aceite se encontraron con la puerta
cerrada y con las palabras del novio: “No
os conozco”. (Ver la misma sentencia del Señor en Mateo 7:21-23.)
4- En la boda hebrea, una vez en la casa del padre del novio, no había
ceremonia religiosa, sino un gran banquete, con festividades que normalmente duraban siete días (Jueces
14:10,12).
También será una gran celebración – y habrá paz, prosperidad y gozo –
durante los mil años que Cristo reinará en la tierra; su novia, la Iglesia,
gobernará con él (Isaías 24:23; Zacarías 14:9; Apocalipsis 20:4-6).
5- En la celebración de la boda hebrea, la hospitalidad abundante era considerada un deber sagrado, y por supuesto añadía mucho gozo a
la celebración (Juan 2:1-10). Al mismo tiempo, declinar la invitación a una
boda era un insulto muy grave, como vemos en la parábola de Mateo 22:1-14.
Todos los invitados a la fiesta de bodas tenían que ir con la vestimenta
apropiada para una boda.
Vive esta verdad: En esta parábola, los siervos del rey se corresponden con los
verdaderos creyentes. La fiesta de bodas es el aceptar la invitación a
recibir el evangelio. La vestimenta de bodas es el estilo de vida apropiado a
la fe que profesamos y el practicar las obras de justicia que corresponden a
nuestra fe (ver Ap.19:8). En este tiempo de espera, debemos trabajar
diligentemente, como los siervos del rey de la parábola, para llamar a todos
los que han sido invitados a las bodas del Cordero. Y debemos advertirles que
no podrán entrar en el banquete sin las vestiduras apropiadas. ¿Estás
obedeciendo diligentemente el mandato de tu Señor?: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura
(Marcos 16:15,16). La labor de la evangelización es parte de los preparativos
para las bodas del Cordero.
6- El regalo del novio a la novia para sellar su compromiso: Jonathan Cahn, rabino mesiánico en Nueva Jersey, Estados Unidos, nos
enseña que durante el periodo de separación, después del desposorio, el novio
solía enviar un regalo a su novia para sellar el compromiso. Normalmente era
algo para adornar o hermosear a la novia y para recordarle del amor de su
novio. Este regalo es lo que se conoce como el “Mattán” en hebreo.
Vive esta verdad: Cristo
también ha enviado un regalo a su novia, la Iglesia, como símbolo de su amor
y compromiso, y para animarla en los tiempos de separación y espera. El Mattan que nos ha enviado nuestro
novio es el Espíritu Santo, que vino en la fiesta de Shavuot (Pentecostés),
que también se conoce entre los judíos como el “Día del Mattan”.
Cristo nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu, para sellar
nuestra pertenencia a él (2 Corintios 1). Sé lleno del Espíritu, fortalécete
en el Espíritu y sigue su guía, hasta el día en que nos veamos cara a cara
con nuestro novio.
7- Como parte de las festividades de la boda hebrea, los parientes y
amigos declaraban bendiciones sobre el novio y la novia (Rut 4:11). Los novios también se alababan el uno al otro, como en el
libro de Cantar de los Cantares.
Vive esta verdad: Con nuestra alabanza y adoración al
Cordero, estamos bendiciendo su nombre, y reconociendo la grandeza y
hermosura del novio. En Salmos 29:2, David exhorta a su pueblo diciendo: Dad a Yahveh la gloria debida a su nombre.
Adorad a Yahveh en la hermosura de la santidad. Cuando la Iglesia alaba
al Cordero, crece en su amor por él, y hace que él se enamore más de
nosotros.
8- El último acto de la boda era cuando la novia y el novio entraban a
la cámara nupcial, y en la privacidad de
ese lugar entraban en la relación física por primera vez, consumando así el
matrimonio. La cama nupcial normalmente tenía un dosel que, en hebreo, se
llamaba un chuppah (Salmos 19:5;
Joel 2:16). El chuppah, según
algunas tradiciones judías, también se asociaba con un tabernáculo (Salmos
19:4-5), y era un símbolo del tabernáculo que los israelitas levantaron en el
desierto.
En Apocalipsis 21:3, la nueva Jerusalén se llama el “tabernáculo de
Dios”; este es un símbolo de cómo el novio viene en este momento a habitar
con la novia para siempre. La nueva Jerusalén es la cámara nupcial de Cristo
y la Iglesia; también simboliza el Lugar Santísimo del Templo, y la vida
eterna del creyente con Cristo. La nueva Jerusalén, también es “la novia, la
esposa del Cordero” (Apocalipsis 21:9,10). Esta esposa es perfecta en
hermosura y santidad. El material de sus muros y de sus cimientos son piedras
preciosas, y la ciudad es de oro puro. Las doce puertas son doce perlas. Es
un lugar que brilla con la luz de la presencia del Cordero, y no entrará en ella ninguna cosa inmunda, o
que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el
libro de la vida del Cordero (Apocalipsis 21:27).
9- Según la tradición hebrea, la novia entraba en la cámara nupcial
primero, y, cuando estaba preparada,
llamaba al novio para darle permiso para entrar.
También, en Apocalipsis 22:17, El
Espíritu y la esposa dicen: "¡Ven!"...
Vive esta verdad: Como
Iglesia y la novia de Cristo, llamamos al esposo para que venga. Pero
¿estamos preparados para recibirlo como él merece?
(PARA MÁS INFORMACIÓN VER: Cómo
descubrir el verdadero significado de las tradiciones de boda, IBLP
Publication Orders, Box One, Oakbrook, IL 60522-3001, USA). http://www.seminarioabierto.com/tiempos18.htm
Martes 22/10 – Día 20 - REVELACIÓN DE JESUCRISTO EN LA
ADORACIÓN CELESTIAL DE LOS 14 HIMNOS DEL APOCALIPSIS – Breve reseña del Libro de Apocalipsis Introducción—género literario, tema, escenario, y
destinatarios: El libro del Apocalipsis (griego), o “Revelación de
Jesucristo” 1:1, es una representación
teatral. Ésta era una forma muy usada para la transmisión de un
mensaje en la época greco-romana. En ella, hay unos actores, y también unos
cantores. Los actores representan la acción, y el coro de cantores la
interpretan. De esta forma la transmisión del mensaje es algo muy vívido,
algo audiovisual. El apóstol Juan usó 58 veces la expresión “vi”, y 26 veces
la palabra “oí”.
El tema: En Apocalipsis los coros, con
su interpretación de la acción, están proclamando el carácter y la victoria
del Todopoderoso. Cristo ha cumplido, en todos sus términos, el plan redentor
dispuesto por Dios.
Los destinatarios originales: El libro fue escrito, en primer término, como una
carta pastoral a la Iglesia de aquella época, para animarla en medio de su
persecución. Una y otra vez encontramos a los ángeles y a otros seres en el
cielo gritando o cantando el mensaje de la victoria de Dios y de su Cristo,
y, asociados a ellos, los escogidos. Es así como a lo largo del libro del
Apocalipsis escuchamos 14 himnos diferentes, declarando a los escogidos que
aunque estén pasando por una gran tribulación y persecución, aunque parezca
que van a ser definitivamente aniquilados, aunque se conmuevan cielos, tierra
y mar: ¡Dios todavía está en su trono! Dios es el Señor de la historia
humana; él determinará cuándo terminará.
El escenario: Apocalipsis describe un drama de proporciones
cósmicas: Cielos, tierra y mar; éstos son el escenario del drama. Pero,
siempre el principal escenario alrededor del cual se desarrolla la acción y
ante el que se rinde toda adoración, es el trono de Dios. Las fuerzas
terrenales y celestiales de maldad pelearán
contra el Cordero. Pero, el Cordero los vencerá. ¿Por qué? Porque él es el Señor de todos los
señores, y el Rey soberano de todos los reyes. Y, ¿en cuanto a los suyos? Los que están con él son llamados,
elegidos y fieles 17:14. Muchos de los himnos o coros que cantamos en la
Iglesia se inspiran en la adoración celestial del Apocalipsis. Si miramos el
contexto en el que se desarrollan, y la acción que describen, entenderemos
mejor lo que estamos cantando.
Cristo Revelado: En el Apocalipsis se mencionan,
por lo menos una vez, casi todos los términos empleados por el Nuevo
Testamento para describir la naturaleza divina y humana de Jesús, y su obra
redentora.
“El Cordero” es el título principal de Jesús
en este libro; así se refiere a él en 28 ocasiones diferentes. El Cordero que
fue inmolado, y por este medio ha vencido, ha salido para vencer. Él tiene
todo el poder para someter a las fuerzas del mal, y para someter los efectos
de éstas en el cosmos y la humanidad. Él es el único digno y capaz de someter
el cosmos y la humanidad a los propósitos eternos de Dios, para ser juzgados
o para recibir salvación.
Los cuatro seres vivientes son una orden superior de seres
angelicales, cuya función es guardar el trono celestial y dirigir en la
adoración a Dios. “Cuatro” puede significar “totalidad”. Así, como los cuatro
puntos cardinales—norte, sur, este y oeste—su adoración se dirige a todas las
direcciones, y llega a todos en todos los lugares. Cada uno tiene seis alas;
tienen toda la movilidad necesaria (Cf. Isaías 6). Estos cuatro seres
vivientes están cubiertos de ojos, lo que significa que nada escapa a su
atención o percepción.
Los 24 ancianos representan la totalidad de los
creyentes de todas las épocas: los del Antiguo Testamento (los 12 patriarcas
de las 12 tribus de Israel), y los del Nuevo Testamento (los 12 apóstoles).
Los 24 ancianos cumplen con las dos funciones sacerdotales principales: la
adoración y la intercesión (ver en 5:8, las arpas y las copas). Están
sentados en 24 tronos, lo que significa que ostentan una realeza y autoridad
dadas por el Altísimo.
Vive esta
verdad: Es tiempo
de leer el libro del Apocalipsis. Allí vemos con mayor claridad la
interacción y la lucha sostenida en los tres planos. Allí tenemos la
revelación del poder sin igual de nuestro amado Creador, la perfecta y
suficiente obra redentora del Cordero inmolado, y el mover del Espíritu
tratando con las iglesias. Hay una lucha titánica en los cielos contra
Satanás y sus huestes; esta lucha incide directamente en los habitantes de la
tierra y en toda la creación. La adoración y la oración de los santos es
esencial en los planes divinos de redención y juicio. Es tiempo de que el
pueblo de Dios sea activado en su fe, para ser parte determinante en que los
propósitos eternos de Dios se cumplan. Seamos parte determinante en sus
planes para restaurar cielos, tierra y mar, en esta hora de crisis de un
mundo, que tanto amó y ama Dios. Mira los videos Cómo preparar la oración
congregacional y Cómo dirigir la
oración congregacional: www.escuelanehemias.wordpress.com
Hoy
es el día sexto de los ocho días de la Fiesta de los Tabernáculos; celébralo
junto con Israel, compartiendo este tema con tu casa o congregación. Compañero Pastor, prepara
una vigilia de Tabernáculos con las familias de la congregación, para buscar
la llenura del Espíritu Santo en nuestros hijos y nuestras hijas; también en
nuestros mayores; si no lo has hecho ya a lo largo de estos 21 Días Daniel
2024- 2030 fiestas de otoño. Mirad los videos, Mi encuentro
con el Espíritu Santo (Cómo ser lleno del Espíritu
Santo), www.escuelanehemias.wordpress.com
Oración de Tabernáculos con mi casa y congregación: Nuestro Dios y Padre del cielo, que venga tu Reino, que se establezca
tu santa presencia entre nosotros en este tabernáculo, o enramada, que te
hemos erigido en nuestra casa y congregación. Haz de nuestro cuerpo un templo
de tu Santo Espíritu. Enséñanos a cultivar una intimidad más profunda y
permanente contigo día a día. Celebramos tus bondades de este año de cosechas
abundantes y elevamos una ofrenda de acción de gracias con nuestra casa y
congregación. Consagramos el nuevo año
a ti, y pedimos la lluvia natural y la lluvia de tu Espíritu. Padre querido,
quiero conocerte más. Jesús, tú eres mi Buen Pastor. Contigo nada me falta.
Tú confortas mi alma cuando estoy angustiado. En ti puedo descansar. Tú me
guiarás. Me invitas a celebrar en tu presencia. Ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en tu casa, en tu
tabernáculo, moraré por días sin fin. Amén.
Miércoles 23/10 – Día 21 – ¿QUÉ NOS REVELA LA ADORACIÓN CELESTIAL EN LOS 14
HIMNOS DEL APOCALIPSIS?
HIMNO 1 – TE ADORAMOS, DIOS ETERNO, SANTO, Y
OMNIPOTENTE (4:8): Día y noche, los cuatro seres
vivientes no cesan de dar gloria, honra y gracias al que se sienta en el
trono y que vive para siempre, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios
Todopoderoso, que era, es, y ha de venir. Con los ángeles te adoramos.
Dios Altísimo, no varías en tu carácter, poder, ni en tu presencia. Eres
santo, tu poder es total, y manifiesta tu presencia. Eres alto y sublime.
Nadie es superior a ti en poder, dominio y autoridad. Gloria, honra, acción de
gracias. Santidad, omnipotencia, eternidad. Tú eres santo; santifícame con tu
Santo Espíritu.
HIMNO 2 – TE ADORAMOS, PADRE, BENDITO CREADOR DE
TODO CUANTO EXISTE (4:9-11): Los veinticuatro ancianos
se postran, diciendo: Digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder;
porque tú creaste todas las cosas. Amante Padre celestial,
tú eres nuestro bendito Creador. Somos la corona de tu Creación, y hemos sido
creados para gloria tuya. Y, para disfrutar de una maravillosa comunión
contigo. Hoy renuevo mi pacto de entrega total a ti, Padre Creador: mi
tiempo, dones, familia, trabajo, dinero, relaciones, planes, futuro. Todo es
tuyo y para ti.
HIMNO 3 – TE ADORAMOS, CORDERO SOBERANO Y REDENTOR
(5:6-10): Tienen arpas y copas llenas de incienso. Y cantan un nuevo cántico,
diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque con tu
sangre nos has redimido para Dios, y nos has hecho reyes y sacerdotes. Solo tú, Señor Jesucristo, eres Soberano y Redentor. Soberano, porque
solo tú tienes la autoridad de llevar a la consumación la historia de la
humanidad (de romper los sellos). Redentor, porque el acto central y final de
la historia humana es la inmolación del Cordero perfecto. He aquí el Rey Mesías,
la raíz del rey David, el que se ha ganado la autoridad suprema (Filipenses
2, Isaías 53) por su total entrega, por su profunda humildad, por su gran
amor, por su perseverante obediencia, por su sacrificio; él ha vencido y el
libro abrirá.
HIMNO 4 – CORDERO INMOLADO, REINA ENTRE NOSOTROS
(5:11,12): Estos
formaban una muchedumbre de millones de millones, que decían a gran voz: El
Cordero es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría. Los cuatro seres vivientes, los
veinticuatro ancianos, los muchos ángeles, y a todo lo creado, en
cielos, tierra, debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que hay
en ellos. ¡Todo lo que respire, alabe al Señor! El Dios eterno, santo y
omnipotente. Al Dios Creador. Al Hijo, como Dios, dueño de la historia y
Redentor de la humanidad. Adoración celestial y universal mereces por tu obra
de creación, de redención, y por tus justos juicios, por tu victoria, y por
tu eterno reinado sobre todo lo creado. ¡Te adoramos!
HIMNO 5 – EL SOBERANO DIOS Y EL CORDERO REDENTOR
MERECEN LA ADORACIÓN (5:13-14): El universo entero en concierto;
y uno es el objeto de su adoración: Al que está sentado en el trono y al
Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de
los siglos. El deseo de todo el universo es que el Hijo, igual que el
Padre, sea adorado, y que sea adorado por la eternidad. Nos unimos con todo
lo creado para darte alabanza, honra, gloria y poder.
HIMNO 6 – ¿UNA MULTITUD DE UNO? (7:9,10): Después de esto miré, y he aquí
una gran multitud, que clamaba a gran voz: La salvación pertenece a nuestro
Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. ¡Bendito sea el Señor, que nos
ha dado una salvación tan grande! Tú eres el autor y perfeccionador de
nuestra salvación. Podemos presentarnos ante ti, que estás sentado en el
trono y ante el Cordero, con nuestras ropas limpias. ¡Aleluya! Como el joven
profeta Isaías (6), estoy dispuesto a ser el único que viene delante del
trono de Dios. Ante su santidad, debo ser el primero en reconocer mi pecado y
el pecado de mi pueblo.
HIMNO 7 – LA ADORACIÓN A “NUESTRO DIOS” (7:11,12): Y todos los ángeles que estaban en pie alrededor del trono y de los
ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron sobre sus rostros
delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: ¡Amén! La bendición, la
gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza
sean dadas al Dios nuestro por los siglos de los siglos. ¡Amén! Gloria, honra,
y acción de gracias, bendición, sabiduría, poder y fortaleza. En
pie, alrededor…se postraron. Nos arrodillamos para orar y para adorarte
con nuestro cuerpo, no solo con nuestra voz. Te adoramos, postrándonos sobre
nuestro rostro hacia ti. Te besamos. Levantamos nuestras manos. Levantamos la
mirada a ti. Giramos sobre nuestro cuerpo; nos regocijamos. Presentamos
nuestros cuerpos como sacrificio vivo y santo.
HIMNO 8 – LA ADORACIÓN AL JUEZ JUSTO Y SOBERANO
(11:15-18): Los
veinticuatro ancianos, sentados en sus tronos, se postran en sus rostros y
adoran a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, porque
has tomado tu poder y has comenzado a reinar. Tu ira ha comenzado a
derramarse sobre las naciones que estaban airadas contra ti. El tiempo se ha
cumplido para hacer justicia a los muertos, y para recompensar a tus siervos
los profetas y a todos los santos que temen tu nombre, a grandes y pequeños.
El tiempo ha llegado para destruir a los que destruyen la tierra. Los
actos más cruentos, las masacres más horrendas, las catástrofes más
terribles, las mayores injusticias; todo está bajo la mirada del Juez de
vivos y muertos, ante quien todos rendiremos cuentas. ¡En tu ira, acuérdate
de misericordia!
HIMNO 9 – GRANDES
Y MARAVILLOSAS SON TUS OBRAS, SEÑOR DIOS TODOPODEROSO (15:2-4): En medio del juicio de plagas con
el cual se completará la ira de Dios sobre la tierra, Juan vio al lado de un
mar de cristal y fuego a aquellos que
han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen, con las arpas de Dios. Y
cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero,
diciendo: Grandes y maravillosas son
tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos. ¿Quién no te temerá, Señor, y glorificará tu nombre?
Pues solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te
adorarán, porque tus juicios se han manifestado. Quienes nos
hemos negado a recibir la marca de la bestia, estamos unidos con los
creyentes y siervos fieles de Dios de todas las edades. Con Moisés declaramos
que nuestra fe y su gran liberación, redundarán en que el mundo entero tema a
Dios y glorifique su nombre grandioso.
HIMNO 10 – LA ADORACIÓN AL DIOS JUSTO, SANTO Y
VENGADOR (16:5,6): En medio del derramamiento de las copas de la ira
de Dios en el mar, con lo cual todo el mar se convierte en sangre y muere
todo ser viviente en el mar, el ángel de las aguas dice: Justo eres tú, Señor, el que
eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto
derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado
a beber sangre, pues se lo merecen. Adoramos al Dios de la venganza, de los
juicios y de la ira, porque todo lo hace dentro de su carácter de Dios justo
y verdadero. Sus juicios no tardan. Que la visitación de Dios cumpla su
propósito: salvación al que se arrepiente, y juicio al que no se arrepiente.
HIMNO 11 – LA ADORACIÓN AL QUE HA JUZGADO A LA GRAN
RAMERA (19:1,2): ¡Aleluya! Salvación, honra, gloria y poder
son del Señor Dios nuestro, porque sus juicios son verdaderos y justos, pues
ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su fornicación, y ha
vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Exterminar al
impío es parte de traer salvación a la tierra y de hacer justicia al
inocente. Señor, que según te adoramos, te conozcamos; que según te
conozcamos, oremos; y que según oremos, actuemos. Haz de nosotros verdaderos
adoradores del verdadero Dios. Que adoremos, oremos, y actuemos según lo que
conocemos de tu carácter santo, justo y vengador; tus juicios son verdaderos
y justos.
HIMNO 12 – ADORACIÓN A DIOS POR SU JUICIO ETERNO
SOBRE BABILONIA (19:3): ¡Aleluya! El humo de ella ha
de subir por los siglos de los siglos. Te bendecimos, Señor, porque la ruina de
esta malvada ciudad permanece para siempre. Te alabamos por el advenimiento
de Jerusalén, capítulo 21, en referencia a todos los justos de todas las
edades, en todos los lugares de la tierra. Te alabamos por la caída de
Babilonia, capítulo 18, en referencia al juicio del conjunto de todos los
impíos de todos los tiempos, y en todos los lugares.
HIMNO 13 – UN AMÉN Y UN ALELUYA (19:4,5): Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se
postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono.
Decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y del
trono salió una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los
que lo teméis, así pequeños como grandes. Todos somos siervos de Dios, a
pequeños y a grandes se nos llama a adorar a nuestro Dios. ¿Amén?
HIMNO 14 – LA ADORACIÓN POR EL REINADO DE DIOS Y POR
LAS BODAS DEL CORDERO (19:6-8): ¡Aleluya!, porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso, reina.
Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del
Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se
vista de lino fino, limpio y resplandeciente (pues el lino fino significa las
acciones justas de los santos).
¡El Señor,
nuestro Dios Todopoderoso, reina! Nos gozamos, nos alegramos, te damos toda
la gloria. El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. El que oye, diga: Ven. Sí,
Señor Jesús, esposo nuestro, ven por tu Iglesia, sin mancha y sin arruga y
adornada con todo tipo de buenas obras. ¡Amén! ¡Aleluya! ¡ M-A-R-A-N-A-T-A !
Vive esta verdad: En este último de los 21
Días Daniel 2024-2030 fiestas de otoño, te invitamos a celebrar una
vigilia de adoración, usando los catorce coros del Apocalipsis, y en
preparación para buscar un nuevo Pentecostés y un renovado movimiento
apostólico en tu iglesia. ¿Amén? Adoremos al eterno y soberano Dios por estos
21 Días y por los nuevos tiempos, que creemos serán difíciles pero gloriosos.
Considera terminar estos 21 Días con una vigilia unida de adoración, en tu
iglesia o en las plazas de tu ciudad. Involucra a los niños y a los jóvenes.
Nuestra adoración atraerá la presencia de Dios en nuestro medio. La
iglesia debe mantener una continua adoración, comunión y comunicación con el
trono de gracia. La adoración del pueblo de Dios es una potente arma de
guerra (2 Crónicas 20). Este ambiente y lugar serán muy propicios para la
restauración de los intercesores y su ministerio profético. La adoración
unida a la intercesión es un buen lugar para entrenar a la generación joven
de intercesores y adoradores. Es el lugar idóneo para buscar la llenura del
Espíritu Santo.
¡Quédate un día más! La Fiesta de los Tabernáculos es la
única fiesta bíblica que dura 8 días. Recordemos que la Fiesta de los Panes
sin Levadura dura 7 días; y en la Fiesta de los Tabernáculos, parece como si
se hubiese añadido un día más. De hecho, el último día de esta fiesta se
llama Shemini Atzeret, que significa “Día octavo de la asamblea”, en
hebreo. Como dos amigos que están juntos, disfrutando de la comunión el uno
con el otro durante siete días, y no quieren que termine su tiempo juntos, y
le dice uno al otro: ¡Quédate un día más! Este es el deseo de Dios; que su
pueblo continúe, no solo un día más con él, sino de manera permanente – Orad
sin cesar, 1 Tesalonicenses 5:17. Respondamos a su deseo y busquemos la
íntima comunión con Dios. Hoy es el día séptimo de los ocho días de la Fiesta de los
Tabernáculos. Este jueves 24 es el octavo y último día de la Fiesta de los
Tabernáculos 2024. Celébralo junto con Israel, compartiendo este tema con tu
casa o congregación.
En este día o fin de semana, convoquemos Asamblea Santa de Tabernáculos; o
aprovechemos este inicio del otoño para retirarnos de acampada y tener un
maravilloso retiro de Tabernáculos por ocho días. La iglesia que logre
hacerlo saldrá totalmente renovada y preparada, para enfrentar el nuevo curso
y los nuevos tiempos que se aproximan. Gracias por habernos acompañado
haciendo el ayuno Daniel, y siguiendo esta serie de vídeos 21 Días Daniel
2024 – 2030 – Fiestas bíblicas de otoño.
Lee la Guía completa en nuestro
blog: http://colombiaderodillas.blogspot.com Busca nuestros videos en escuelanehemias.wordpress.com en YouTube (lista de reproducción), o en Radio
Solidaria, canal Telegram https://t.me/RadioSolidariaOficial (Motivos de oración).
Todos los vídeos 40 Días: https://t.me/RadioSolidariaOficial (Motivos oración) Serie tres videos estudio
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