I N T R O D U C C I Ó N 21 DÍAS DANIEL 2024 a 2030 - GUÍAS Y VIGÍAS DE LOS ÚLTIMOS DÍAS: DÍAS DE ARREPENTIMIENTO, DÍAS DE JUICIO DIVINO, MILENIO DEL REINADO DEL
MESÍAS EN LA TIERRA - Apocalipsis y los tiempos finales.
Las tres Fiestas bíblicas de otoño: Trompetas, Expiación y Tabernáculos. Los Diez días de arrepentimiento. El fin de todas las cosas se
acerca; sed sobrios, y velad en oración. Trompetas
que anuncian los juicios de Dios y la segunda venida del Mesías. Principios
de dolores de parto. ¿Qué dice el Espíritu a mi iglesia? Cristo viene, ¿estás preparado? Llamado
a los vigías, profetas de hoy: ¿Quiénes son los guías y vigías que han de
introducir a la Generación Josué en la Tierra Prometida en estos días
finales? Llamado a la iglesia del Remanente fiel a restaurar los cinco ministerios de Efesios 4:11. Reedificaré el
tabernáculo caído de David. Las corrientes salutíferas de Ezequiel 47. El
Señor sacude todas las naciones; la remoción de cielos, tierra y mar. Satanás
pide zarandear a los siervos escogidos. Despiértate, tú que duermes. Prepárate para los tiempos de tribulación. ¿Conoces los propósitos de
Dios para el Israel actual? Mateo 24:3-14: Nuestro marco profético
a seguir. Los tres planos: el juicio divino, la guerra
con Satanás, la resistencia a la maldad de este mundo. La gran cosecha de Apocalipsis 7, la plenitud de
los gentiles, y la salvación de todo Israel: Romanos 9 al 11. Apocalipsis 12: La guerra contra Israel y contra los santos. Cómo librar
la guerra espiritual de manera segura y eficaz. Las bodas del Cordero. Los catorce coros del Apocalipsis. Eventos posteriores a la venida del Señor. He aquí que viene con las
nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. El Espíritu y
la novia dicen: ¡Ven! Y será predicado este evangelio del reino
en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el
fin. Amado Pastor e intercesor,
¿nos acompañas en estos 21 DÍAS? Ayuna una comida al día o haz un
tipo de ayuno Daniel. Aparta una hora para orar y reflexionar sobre el
tema diario. Sigue el estudio completo, leyendo los pasajes de las
Escrituras que te presentamos; haz la aplicación práctica diaria. Hazlo tú
solo o con tu grupo de oración. Padre, hazlo con tu casa. Pastor, hazlo con
tu iglesia. Imprime esta guía, léela y compártela. Convoca a las iglesias de
tu ciudad o región para hacer juntos los 21 Días, y una convocatoria de
vigilia unida. Nuestro marco
de tiempo son los años de 2024 a 2030. Prepara estos 21 Días haciendo una
lectura rápida de esta Guía, de principio a fin. Mira con especial atención
las fechas y las actividades a seguir. ¿Amén?
Fiestas bíblicas de primavera: Encontrarás una explicación en la
introducción y primera semana de la Guía 40 Días 2024. Mira esos videos o
léela en la Guía, en los links que damos al final de esta introducción. En la
presente Guía 21 Días Daniel 2024 - 2030, tomamos como referencia las fechas
de las fiestas bíblicas de otoño de este año 2024; pero te animamos a que
sigas usando esta misma guía y los videos en años sucesivos, adaptando para
cada año las fechas al año correspondiente. Esta guía escrita acompaña a una
serie de grabaciones en video para cada uno de los 21 Días. Si no los
encuentras en los links, haz una búsqueda en YouTube escribiendo el título
del tema que quieres encontrar. Daniel, nuestro
modelo profético de vigía y atalaya: Daniel, profeta y gobernante judío en el exilio de Babilonia, buscó con
diligencia revelación y entendimiento sobre sus tiempos, velando que se
cumpliese la profecía de Jeremías: En el año primero del reinado de Darío,
yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló
Yahveh al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de
Jerusalén en setenta años (Daniel 9:2). En aquellos días yo Daniel estuve afligido por
espacio de tres semanas. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca
carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se cumplieron las tres
semanas (Daniel 10). En estos 21 Días buscaremos revelación sobre los
tiempos que nos toca vivir a nosotros, los tiempos finales. Daniel enfrentó lucha espiritual, y prevaleció: Entonces,
el ángel me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste
tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas
tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del
reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí
Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé
allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de
venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
Un llamado a ti, querido
compañero vigía y atalaya: Los vigías de hoy poseen el espíritu y la unción profética de Daniel;
son el movimiento profético del presente que se mueve en la corriente del
Espíritu, bajo la autoridad de la iglesia y sus cinco ministerios. No
apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías (1
Tesalonicenses 5). Parte importante de nuestro llamado a ser vigías y
atalayas es entender los tiempos que vivimos; por eso, estamos dispuestos a
hacer el esfuerzo y pagar el precio de velar, orar y ayunar, para recibir
discernimiento; de esta manera no seremos presa fácil del espíritu de engaño
y manipulación tan prevaleciente en este tiempo, y del cual es víctima la
mayor parte del Pueblo de Dios y el mundo en su conjunto. Jesús reprendió
severamente a los líderes religiosos de su día, que pedían les mostrase una
señal del cielo para creer en él; les dijo: ¡Hipócritas! Sabéis distinguir
el aspecto del cielo, pero las señales de los tiempos no podéis (Mateo
16). No tenga que reprendernos a nosotros el Señor, porque no sabemos
discernir nuestros tiempos. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias (Apocalipsis 2 y 3). Perspectiva
profética de las Fiestas
de otoño 2024 a 2030 – vigías que guían al pueblo a la toma de la Tierra
Prometida – En
Deuteronomio 1, Moisés recuerda al pueblo de Israel sobre su reciente
historia, resumiendo los acontecimientos relatados en Números 13 y 14: Y
salidos de Horeb, anduvimos todo aquel grande y terrible desierto que habéis
visto, por el camino del monte del amorreo; y llegamos hasta
Cades-barnea. Entonces os dije: Yahveh tu Dios te ha entregado la
tierra; sube y toma posesión de ella; no temas ni desmayes. Y vinisteis a mí,
y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la
tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir,
y de las ciudades adonde hemos de llegar. Y tomé doce varones de entre
vosotros, un varón príncipe de cada tribu. Es así como Moisés los envió a
reconocer la tierra de Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al desierto del Neguev,
y subid al monte, y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la
habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso; cómo es la tierra
habitada, si es buena o mala; y cómo son las ciudades habitadas, si son
campamentos o plazas fortificadas; y cómo es el terreno, si es fértil o
estéril, si en él hay árboles o no; y esforzaos, y tomad del fruto del país.
Y era el tiempo de las primeras uvas (Números 13).
En un segundo incidente, que
recuerda a este primero, a punto de entrar a Canaán, las dos tribus y media
piden a Moisés tomar su posesión antes de cruzar el Jordán. Moisés les
reprende severamente y les recuerda el momento de Cades-barnea, el asunto de
los diez espías que desanimaron al pueblo: Y la ira de Yahveh se encendió
entonces, y juró diciendo: No verán los varones que subieron de Egipto
de veinte años arriba, la tierra que prometí con juramento a Abraham, Isaac y
Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí; excepto Caleb hijo
de Jefone cenezeo, y Josué hijo de Nun, que fueron perfectos en pos de Yahveh.
Y la ira de Yahveh se encendió contra Israel, y los hizo andar errantes
cuarenta años por el desierto, hasta que fue acabada toda aquella generación
que había hecho mal delante de Yahveh (Números 32).
¿Quiénes son estos espías y
vigías para el tiempo presente que podrán guiarnos a tomar en heredad nuestra Tierra Prometida?
Los dos espías fieles a Dios del tiempo de Moisés, como los dos que Josué
envió a espiar Jericó, para nuestros días son el movimiento profético del
Remanente fiel que ha logrado desalojar al enemigo ocupante, y ahora desde
esa posición de autoridad pueden mostrar a otros el camino a la victoria. El
Remanente fiel de la Iglesia, que se ha mantenido despierto y luchando en
oración en los primeros cinco años de la crisis global, 2020 a 2024, son los
guías y vigías que Dios ha preparado para que, en los siguientes cinco años,
el resto de la década, 2025 a 2030, reconozcan la Tierra Prometida e
introduzcan al pueblo a tomar posesión de ella.
¿Cuál es esa tierra que ha
sido prometida a nuestras generaciones en este tiempo? ¿Cuáles son esos enemigos que abatir? Para el Israel
natural actual, la tierra que Dios le llama a tomar es la misma de
siempre, la prometida a Abraham y sus descendientes con los mismos límites y
fronteras. Israel ha sabido responder al desafío y ha entrado a las cuevas y
trincheras de sus enemigos y los está enfrentando, determinado a no dejarlos
hasta conquistarlos definitivamente. Dios nos llama, al Israel espiritual,
que es su Remanente fiel, a hacer exactamente lo mismo. Pero nosotros no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6). Por
lo tanto; aunque andamos en la carne, no militamos según la
carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino
poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10).
Nuestra tierra es el Reino de los cielos, encarnado en nosotros y proclamado
por nosotros con poder y gran gloria.
¿Cómo puedes y debes tú ser
guía y vigía para introducir a las nuevas generaciones a la Tierra Prometida? Si tú has conquistado el terreno en aquellas áreas
de tu vida o familia donde el enemigo logró establecer su dominio y lo has
desalojado, y has logrado establecer el Reino de Dios en esa área y vivir
conforme a sus principios y valores, podrás guiar a otros a tomar su Tierra
Prometida en esa misma área de su vida y familia. Por ejemplo, si has
fortalecido los cuatro círculos concéntricos de oración: tu devoción personal
diaria con Dios, la oración con tu esposo/a, el altar familiar con tus hijos,
como atalaya y vigía con tu iglesia orando y ayunando de manera combativa
para establecer el Reino de Dios en tu ciudad; si estás ganando la batalla en
estos cuatro círculos concéntricos de oración, guía a otros a hacer lo mismo.
Si has tomado responsabilidad por tu propia salud y la de tu familia, en vez
de dejarla a ciegas en manos de los expertos; si llevas un estilo de vida
saludable y disciplinado de alimentación, ejercicio físico, descanso; si eres
uno que ha ganado la batalla a la enfermedad, por la fe, la oración y la
obediencia a la Palabra de Dios; entonces, estás capacitado para ayudar a
otros a luchar contra estos enemigos que los quieren destruir, y ayudarles a
tomar su Tierra Prometida que fluye leche y miel. Si has mostrado compasión por
los pobres y necesitados; si has probado tu fe en la provisión del Padre;
puedes guiar a otros a vencer su temor de pasar necesidad, y puedes
enseñarles la Tierra Prometida de la provisión de Dios en medio de la crisis
económica. Si eres un padre responsable que no ha abdicado de su
responsabilidad como principal educador de su hijo, sino que estás dando la
batalla en la crianza y educación en valores de tus hijos, podrás unirte a
otros padres para apoyaros mutuamente y dar la batalla en este campo tan
disputado por el enemigo. ¿En qué área de tu vida y familia has adquirido una
posición de victoria y autoridad? ¿Hasta dónde llega tu llamado? Si estás
usando tus dones espirituales de fe para sanar a los enfermos y liberar a los
endemoniados, imparte tu don a otros. Si estás predicando el evangelio con
celo y valentía en tu entorno y país, rodéate de diez más para hacerlo
contigo. Si oras por las naciones y estás dispuesto a ir hasta lo último de
la tierra, lleva a otros contigo (Apocalipsis 2:26,27; Salmo 2). Desde ese
terreno conquistado, podrás conquistar con otros e ir tomando cada vez más
territorio al enemigo. ¿Amén?
Ezequiel 47 –Sumérgeme,
en el río de tu Espíritu… Recibe
hoy sanidad para tu cuerpo y para tus seres queridos. Pastor, activa
el don de sanidades en tu congregación. Apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros formarán movimientos potentes de sanidad y
restauración de naciones enteras. Habrá una gran explosión de Grupos de
vida en el hogar por toda la Península Ibérica (España y sus 17
Autonomías, Portugal, también Andorra y Gibraltar). Padre de familia,
¿está tu casa dispuesta a ser uno de estos pequeños graneros donde se recoge
una gran cosecha? Veremos una revolución de santidad entre nuestros jóvenes,
en las universidades y los colegios. Nos quedaremos asombrados de los nuevos
modelos y expresiones de iglesia. El poder del Espíritu será imparable a
través de los niños, adolescentes y jóvenes. España vivirá su llamado
celestial de ser una nación de música y creatividad; una madre de naciones;
nuevos movimientos misioneros que llegarán a muchas partes del mundo. Veremos
un movimiento misionero desde las naciones hermanas de Hispanoamérica.
Videos y enlaces: ¿Cómo conquistar la Tierra Prometida en tu propia vida? Mira la serie de videos Oración del Padrenuestro (videos 1 a 10).
¿Cómo conquistar la Tierra
Prometida en tu matrimonio y con tus hijos? Mira la serie de videos de Diez
mandamientos para mi familia (videos 11 a 20). ¿Cómo conquistar la Tierra
Prometida en tu comunidad, desde tu iglesia? Mira la serie de videos de Nehemías
(videos 21 a 30). ¿Cómo conquistar la Tierra Prometida desde tu vida y
familia, con tu iglesia y hasta lo último de la tierra? Mira la serie de
videos del curso, Id y haced discípulos (videos 31 a 63). ¿Cómo
conquistar la Tierra Prometida y establecer el Reino de los Cielos en la
tierra? Mira la serie de videos de los 40 Días 2024 (Introducción y
videos 1 a 40).
Todos los vídeos 40 Días:
https://t.me/RadioSolidariaOficial (Motivos oración) Serie tres videos estudio inductivo https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z5lzORenpQIhmdfFiCdW5FE&si=0bu3dJkX6VLkgJmv Guía 40 Días https://vidaenaccionicc.org/ora/40dias/ Guía 21 Días Daniel 2024-2030. colombiaderodillas.blogspot.com Video series formación www.escuelanehemias.wordpress.com https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z416iUTUaUmYLTXMBpko2uA
GUÍA DE ORACIÓN Y
ARREPENTIMIENTO CON ISRAEL - DIEZ DÍAS DE ARREPENTIMIENTO - 3 a
12 de octubre 2024
Presentación: Las tres fiestas bíblicas
del otoño representan momentos en la historia y en la tradición del pueblo de
Israel cuando se solía tocar el shofar, o trompeta. La Fiesta de Yom
Teruah, Día de las Trompetas, representa el día cuando el Mesías con
voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo, y los muertos en Cristo resucitarán (1 Tesalonicenses 4:16).
Cuando el Señor venga esta vez, no será para morir por nosotros, sino para
juzgar al mundo. Dios, en su gran misericordia, nos concede estos Diez
días de arrepentimiento para arreglar cuentas con él, a través de un
arrepentimiento sincero y de corazón. Porque, luego viene el Día del Juicio
Final, que es Yom Kippur, cuando serán juzgadas, y condenadas,
todas las almas no arrepentidas. En el capítulo 2 del libro de Joel, hay un
llamado a tocar trompeta, proclamar ayuno y convocar asamblea, con el
propósito de llorar por nuestros pecados y pedir perdón a Dios. Cinco días
después de Yom Kippur empieza la Fiesta de Succot, o
Tabernáculos, que anuncia y celebra el futuro reinado del Rey Mesías sobre la
Tierra. Los trompeteros tenían un lugar importante en la coronación y
proclamación de un nuevo rey (2 Crónicas 23:13). Cuatro propósitos al tocar el Shofar: 1- Majestad: Proclamar el reino y señorío
del Mesías en nuestras naciones. 2- Misericordia: Clamar al Dios del
pacto con Israel y con su Ungido, que recuerde su misericordia en medio del
juicio. 3- Alarma: Sonamos el Shofar como una advertencia y alarma por
el juicio de Dios. 4- Arrepentimiento: Es un llamado al pueblo de Dios
para que se arrepienta en estos 10 Días, y revierta de esta manera el justo
juicio de Dios. Jueves 3/10 – Día 1 de arrepentimiento – TROMPETAS QUE ANUNCIAN
LA SEGUNDA VENIDA DEL MESÍAS: Este jueves 3 de octubre 2024, hacemos
conmemoración al son de trompetas: En el mes séptimo, al primero del mes
tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa
convocación (Lev.23:23-25 y Nm.29:1). Celebramos la Fiesta de las
Trompetas (Yom Teruah) y el inicio
del año 5.785 del calendario civil hebreo. Algunos conmemoran este día, como
Rosh Hashaná, Año Nuevo, cabeza o principio del año. En este día
se tocan las trompetas que anuncian la segunda venida del Mesías. Compañero
Pastor, te invitamos a que celebres un culto al son de trompetas con tu
congregación: Oremos por un profundo arrepentimiento. Puedes llamar a un
culto de vigilia el viernes, un culto de trompetas el sábado, o apartar un
tiempo en el culto dominical para recordar este día y para hacer confesión de
arrepentimiento congregacional. Podemos invitar a la congregación a que ayune
una comida diaria durante los Diez días de
arrepentimiento, o que haga un ayuno tipo Daniel durante estos 21 Días. ¿Amén?
Orad por el tema diario de esta guía. Buscad juntos, como iglesia, la
santidad y la presencia de Dios. Consagra este nuevo curso al Señor, y pide
su protección para tus hijos. Oremos
con nuestros niños y jóvenes, para que reciban la llenura del Espíritu Santo.
Oremos que el Espíritu Santo prometido traiga sobre España una fuerte convicción de pecado, de
justicia y de juicio, como prometió el Señor en el Evangelio de Juan 16:8-11. ORAMOS, Señor, que el Remanente fiel toque la trompeta en este tiempo, para que
el pueblo de Dios se prepare en arrepentimiento, para los juicios de Dios que
estas fiestas de otoño nos anuncian. Muéstranos, Señor, qué dice el Espíritu a nuestra iglesia y a la Iglesia en nuestro
país. Como vigías y atalayas,
prepáranos para tocar la trompeta con sonido claro, para hacerles despertar y
prepararse para actuar en la batalla espiritual (1 Cor.14:8). El sonido del shofar https://www.youtube.com/watch?v=KslG3nOCVPQ
¿Con qué
propósito se tocan las trompetas? 1- Para convocar a
la congregación y a sus líderes, para darles instrucciones de marcha y
para advertir de la presencia del enemigo. 2- Advertir y preparar al
pueblo para la guerra. 3- En las celebraciones de las
fiestas y de la adoración regular al Señor (Nm.10:1-10). 4- En fe y
obediencia tocamos las trompetas; caen los muros y avanzamos a
la conquista de la Tierra Prometida (Josué 6:20). 5-
Nuestros enemigos son confundidos y Dios concede una gran
victoria a su pueblo (Jueces 7:20-22). 6- Anunciar juicio al pueblo:
Al profeta se le ordena poner la trompeta en sus labios para anunciar al
pueblo el juicio por su desobediencia a Dios (Oseas 8:1-3). 7-
Llamado al Israel de la Diáspora a que retorne a su Tierra (Isaías
27:13). 8- Los ángeles tocan las siete trompetas y se desatan los
juicios de Dios sobre cielos, tierra y mar (Ap.8:6 - 9:21; 11:15-19). 9-
La Segunda Venida del Mesías se anunciará con voz de arcángel y
trompeta de Dios (1Tes.4:16; 1 Cor.15:52).
LA SEGUNDA
VENIDA DEL MESÍAS – Cristo viene pronto, ¿estás preparado?
En este
primer día de los Diez días de arrepentimiento, comenzamos a ver
algunos aspectos importantes de la segunda venida del Señor, que nos sitúan
en el presente momento de los últimos tiempos, nos indican en qué debemos
estar ocupados entre tanto que él viene, y nos instruyen sobre cómo
prepararnos para que ese momento culminante de nuestro encuentro con el Señor
no nos sorprenda desprevenidos. El precursor del Mesías, Juan el Bautista,
preparó el camino para la primera venida del Mesías con un llamado al
arrepentimiento sincero y real del pueblo: En aquellos días vino Juan el
Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo:
Arrepentíos, porque el Reino de los Cielos se ha acercado (Mateo 3). Nosotros, vigías y atalayas, debemos preparar la segunda venida del
Señor de la misma manera, viviendo y enseñando una vida de continuo
arrepentimiento. Cristo viene pronto, ¿estás preparado? ¿Estás arrepentido
de todo pecado del que eres consciente y estás permitiendo el proceso de
santificación del Espíritu Santo en tu vida? ¿Estás buscando el Reino de Dios
y su justicia como primera prioridad en tu vida y hogar? ¿Estás haciendo las
obras de justicia que te revisten de lino fino para las Bodas del Cordero?
¿Estás predicando el evangelio, acelerando así la venida del Señor?
En Marcos
13:24-37, Jesús habla a sus discípulos acerca de su segunda venida: Pero en
aquellos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, y la
luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias
que están en los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre,
que vendrá en las nubes con gran poder y gloria. Y entonces enviará sus
ángeles, y juntará a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de
la tierra hasta el extremo del cielo.
En 1
Tesalonicenses 4: 13-18, Pablo dice a la Iglesia: Tampoco queremos,
hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os
entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que
Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron
en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que
vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a
los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir
al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto,
alentaos los unos a los otros con estas palabras.
¿QUÉ PASARÁ
EN LA SEGUNDA VENIDA?
1. Se oirá el
sonido de la voz de mando del Señor Jesucristo (Juan 5:28-29), la
voz de un arcángel y la trompeta de Dios.
2. Todos los
verdaderos creyentes que han muerto en la fe resucitarán con un nuevo
cuerpo incorruptible, incapaz de morir, hermoso, glorioso y libre de las
presentes limitaciones (1 Corintios 15:35-53).
3.
Experimentarán un cambio instantáneo y sobrenatural en sus cuerpos todos los
verdaderos cristianos que estén vivos en la tierra en el momento de la venida
de Cristo (1 Corintios 15:51-52).
4. Serán
arrebatados por el poder de Dios los dos grupos de creyentes – los que
resucitaron y los que fueron transformados en su cuerpo sin haber muerto – y
se unirán a Cristo en el aire. En Zacarías 14:5 dice: …y vendrá Yahveh mi
Dios, y con él todos los santos. Y en Judas 14 dice: …vino el Señor
con sus santas decenas de millares.
Para más
información ver: Derek Prince, El Manual del Cristiano Lleno del
Espíritu: Fundamentos Bíblicos para la Vida Cristiana, Carisma 1995.
Querido hermano, ayuna una comida al día los Diez
días de arrepentimiento, o haz un ayuno tipo Daniel durante estos 21 Días. Ora
por media hora o una hora con tu familia o grupo de oración. Ora con ellos
por el tema diario de esta guía. En
estos días de ayuno y oración, hazte estas preguntas, y lleva un diario de lo
que entiendes que Dios te habla: ¿De qué faltas o pecados me está
convenciendo el Espíritu Santo que debo arrepentirme y cambiar? ¿Estoy obedeciendo a su voz; qué cambios debo hacer
para obedecer? ¿Qué advertencia o alarma estoy recibiendo de Dios para mi
vida y familia? ¿Qué
está impidiendo que vivamos una vida cristiana victoriosa en nuestro hogar? ¿Me está llamando Dios a ser vigía, trompeta de
Dios y atalaya? ¿Qué mensaje me da y a quién debo anunciarlo?
Viernes 4/10 – Día 2 de arrepentimiento – CÓMO
ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS Y PREPARARTE PARA LA VENIDA DEL MESÍAS. Es tiempo de buscar a Dios; buscarlo con ayuno y
oración; convocando asambleas santas, llamando a los de tu casa. Tocad trompeta en Sion y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los
moradores de la tierra, porque viene el día de Yahveh, porque está cercano (Lee Joel 2). El toque del shofar (cuerno
del carnero, moderna trompeta o corneta) encierra varios misterios. Según la
tradición hebrea, al tocar los cuernos y trompetas en el Templo de Jerusalén
y en toda la tierra de Israel, se cumplía con tres propósitos: 1- Llamar al
pueblo al arrepentimiento. 2- Elevar un clamor a Yahveh, Dios del pacto con
Israel, pidiendo su misericordia. 3- Confundir las huestes de maldad y al acusador
de los hermanos.
OREMOS hoy con Israel
por el primero de los tres propósitos: Un llamado al arrepentimiento: Padre santo en estas
fiestas de otoño, y especialmente en estos Diez días de arrepentimiento,
pedimos que trates con nuestros enemigos; no solo los externos, que nos
amenazan con el total exterminio, sino con los enemigos internos. Hoy oramos
por nuestro principal enemigo: nuestro propio pecado. ¡Perdona, oh, Dios!
Hemos pecado como las naciones gentiles: perversiones sexuales, aborto, el
amor al dinero; las prácticas satanistas de la cábala, la masonería y el
misticismo religioso; adoración a dioses extraños de religiones orientales;
y, sobre todo, el rechazo al Mesías. En estas fiestas de otoño, sálvanos de
nuestros pecados y líbranos de nuestros enemigos internos.
Cristo viene
pronto, ¿estás preparado para tu encuentro con él? En este
segundo día de los diez de arrepentimiento, continuamos viendo algunos
aspectos importantes de la segunda venida del Señor. Cristo viene pronto,
¿estás preparado para tu encuentro con él? ¿Estás arrepentido de todo pecado
del que eres consciente y estás permitiendo el proceso de santificación del
Espíritu Santo en tu vida? ¿Estás buscando el Reino de Dios y su justicia
como primera prioridad en tu vida y hogar? ¿Estás haciendo las obras de
justicia que te revisten de lino fino para las Bodas del Cordero? ¿Estás
predicando el evangelio, acelerando así la venida del Señor? Los principios
espirituales que vemos a continuación te ayudarán a discernir tu condición
espiritual presente y te ayudarán a prepararte antes de que sea demasiado
tarde.
ESTAD QUIETOS Y ESCUCHADME - CÓMO USAR LOS PRINCIPIOS
DE INTERCESIÓN PARA ESCUCHAR LA VOZ DE DIOS - … y David consultó a Yahveh (1
Samuel 30:8). Los guías y
vigías de los últimos días debemos familiarizarnos con estos principios
espirituales para escuchar a Dios, ser guiados por él, y saber por qué cosas
debemos interceder y cómo hacerlo. Asimila bien estos pasos, practícalos en
tus cuatro círculos concéntricos de oración: tu devocional personal diario,
la oración con tu esposo/a, en el altar familiar con tus hijos y en tu grupo
de hogar o reunión de oración de tu iglesia. Te ayudarán a discernir los
tiempos y discernir la voluntad de Dios para tu vida. Solo de esta manera
podrás ser un siervo fiel a quien Cristo en su regreso aprueba y recompensa,
porque lo encuentra haciendo la voluntad del Padre (Lucas 12:35-40).
El primer principio: 1.
Alabanza y acción de gracias (Salmo 100:4): Preparad vuestro corazón
con un tiempo de alabanza y acción de gracias, especialmente enfocado en la
pregunta que le vas a hacer a Dios.
2. Confesión y
arrepentimiento (Salmo 139:23,24): Esperad un momento en silencio
para que el Espíritu Santo os traiga a la mente cualquier pecado en vuestro
corazón que pueda impedir que escuchéis su voz.
3. Entregar al Señor todo
deseo propio en cuanto al asunto en cuestión (Proverbios 3:5-6; Isaías 55:8): En este paso, es
importante poder decir al Señor: Yo seré obediente y haré lo que tú me digas,
sea lo que sea. ¡No me apoyo en mi propia opinión, me vuelvo a ti!
4. Silenciar la voz del
enemigo (Santiago 4:7; Efesios 6:17): Tomamos nuestra autoridad
contra el enemigo, enfrentándonos a él en el poderoso nombre de Jesús y con
la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios. Debemos estar alerta para
rechazar los pensamientos que el enemigo quiera poner en nuestra mente. Cortamos
todo intento suyo de distraernos, interrumpirnos, confundirnos o
desanimarnos. ¡Te resistimos, en el nombre de Jesús!
5. Abrir nuestros oídos y
nuestro corazón a la voz del Espíritu Santo (Juan 14:26; 16:13,14): Esta es la voz que
queremos escuchar, la voz y guía del Espíritu Santo. De antemano, podéis dar
gracias al Señor, confiando que él os va a hablar, porque si sois ovejas
suyas, oiréis su voz (Juan 10:27). Como ovejas nos disponemos a oír tu voz y
a seguirte. Háblanos, Santo Espíritu, solo queremos oír tu voz y obedecerla.
6. Esperar en silencio en la
presencia del Señor (Salmo 62:5): Primero hay que hacerle al Señor
una pregunta muy específica que nos ayude a poder entender su respuesta.
Después de orar, haciéndole esta pregunta, debéis esperar en silencio delante
de él, permitiendo que el Espíritu Santo guíe vuestros pensamientos. Él os
hablará a través de un pasaje de la Biblia, una imagen, una visión, o una voz
interior que os ayude a entender su guía. Aquí estamos delante de ti, Señor,
esperando en silencio para que tú nos hables a cada uno sobre este asunto.
7. Cada uno comparte lo que
Dios ha traído a su mente, tomando nota de lo que cada uno ha entendido.
8. Alabar a Dios y darle
gracias por lo que él ha hecho, porque de él, y por él, y para él, son todas las
cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén (Romanos 11:36). ¡Gracias
Señor, por habernos hablado! Ahora nos disponemos a obedecer lo que nos has
dicho.
CINCO
PROPÓSITOS DE LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO: Derek Prince,
en su libro El Manual del Cristiano Lleno del Espíritu: Fundamentos
Bíblicos para la Vida Cristiana (Carisma, 1993, págs. 432-434), habla de
cinco propósitos de la segunda venida de Cristo. Son los siguientes:
1. Cristo
vendrá por la Iglesia. Vendrá como el Novio para recibir a todos
los verdaderos creyentes como su novia. Ellos se unirán con Cristo, por
resurrección o por cambio instantáneo de sus cuerpos todavía vivos. Jesús
prometió a sus discípulos: Y si me fuere
y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde
yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:3).
2. Cristo
vendrá para la salvación nacional de Israel. El remanente nacional
de Israel, que ha sobrevivido los fuegos de la gran tribulación, reconocerá a
Jesús como el Mesías y así se reconciliará con Dios y será restaurado a su
favor y bendición. Esto se predice en la promesa de Dios a través de Isaías,
citada por Pablo: Y luego, todo
Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que
apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, cuando yo
quite sus pecados (Romanos 11:26-27).
3. Cristo
volverá para destronar al Anticristo y al mismo Satanás: Y entonces se
manifestará aquel inicuo [el Anticristo], a quien el Señor matará
con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida (2
Tesalonicenses 2:8).
4. Cristo
vendrá para juzgar a las naciones gentiles. Él mismo hizo esta
predicción: Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los
santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán
reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros,
como aparta el pastor las ovejas de los cabritos (Mateo 25:31-32).
5. Cristo
vendrá para el establecimiento de su reino milenial sobre la tierra. Esto está
incluido en el pasaje en Mateo 25 y predicho en Isaías: Entonces la
luna se abochornará, y el sol se avergonzará, porque el Señor de los
ejércitos reinará en el monte Sion y en Jerusalén, y delante de sus ancianos
estará su gloria (Isaías 24:23 BLA). También es profetizado en Zacarías: Y el Señor
será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno Su nombre (Zacarías
14:9 BLA). El tiempo en que Cristo reinará de esta manera, aparece en
Apocalipsis 20:4, donde se habla de los mártires del periodo de la
tribulación: Y vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Jesucristo
dijo: He aquí, yo vengo como ladrón (Apocalipsis 16:15). Velad,
pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto,
que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir,
velaría, y no dejaría minar su casa (Mateo 24:42-43). Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo. Fiel es el que os llama, el cual también lo hará (1
Tesalonicenses 5).
Cuando Cristo
venga por su Iglesia, no vendrá para tomar a los cristianos nominales, que
llevan una vida negligente, carnal y egoísta, sino para tomar a los que son
verdaderamente suyos; o sea, los que se han apartado de la iniquidad, y los
que han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (2 Timoteo 2:19;
Gálatas 5:24). Por tanto, como creyente que eres, debes examinar tu vida para
asegurarte de que estás viviendo totalmente para el Señor, y no para ti
mismo. De esta manera serás como las cinco vírgenes prudentes, que estaban
preparadas para entrar a las bodas con el esposo cuando vino (Mateo 25:1-13). Sábado 5/10 – Día 3 de
arrepentimiento – ¿HA DESECHADO DIOS A SU PUEBLO ISRAEL? ¿Qué
significa ser vigía para los últimos días?
Así también aun en este
tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia (El apóstol Pablo, refiriéndose a Israel en Romanos
11:5). He aquí vienen días, dice el Señor, en que
estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto…” (Jeremías
31:31-37; Hebreos 8:8-12). ORAMOS, Señor, y nos identificamos con
tu Pueblo Escogido, el Pueblo del Pacto, de la nueva alianza en Jesús su
Mesías, para que en estos días les
recuerdes de este segundo propósito al tocar el shofar: Que tú eres el Dios
de pacto; que siempre serás fiel a las promesas que diste a los patriarcas
Abraham, Isaac y Jacob; que no los dejarás ni abandonarás como nación. Quita
esos pensamientos y calla esas voces secularistas en Israel, que piden ser
igual a cualquier otra nación y rechazan su llamado a ser el pueblo
escogido. Muéstrales que su salvación, preservación y restauración están
en descubrir su identidad en ti. Derrama un espíritu de gracia y de súplica
sobre tu pueblo, para que vean al que traspasaron y lloren por su pecado
contra él (Zac. 12:10).
Señor, gracias porque tú no
has desechado a Israel, como no nos has desechado a nosotros, la Iglesia gentil, a pesar de
nosotros haber cometido tantas iniquidades delante de ti a lo largo de
nuestra historia. Revélate en estos días a Israel como el Dios del Nuevo
Pacto, a través de la sangre del Mesías (Col.1:20). Mas si desde allí
buscares a Yahveh tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y
de toda tu alma. Cuando estuvieres en angustia, y te
alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a Yahveh
tu Dios, y oyeres su voz; porque Dios misericordioso es Yahveh tu Dios;
no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus
padres (Deuteronomio 4).
VIGÍAS PARA LOS ÚLTIMOS DÍAS
Estos 21 Días Daniel preparan a aquellos que son
como los hijos de Isacar para este tiempo: De los hijos de Isacar,
doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel
debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos (1 Crónicas 12:32). Ungidos
con la revelación y el discernimiento del Espíritu de verdad, seremos vigías
y atalayas a favor del Remanente fiel que está despierto y que necesita
escuchar el sonido claro de la trompeta para prepararse para la batalla. Y
si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?
(1 Corintios 14:8). Jesús dice a
sus discípulos que en estos días deben velar y orar (Marcos 13:33).
Cada creyente debe ser un vigía. Pero ¿cuál es la esfera de influencia de
cada vigía? El creyente debe velar por su propia alma. Los padres
deben ser vigías de su propia familia. Los ancianos deben ser vigías
de su ciudad. Y, los profetas como Isaías o Jeremías han sido llamados
a ser atalayas sobre naciones (Ezequiel 33:7; Jeremías 1:10).
Los vigías (atalayas, centinelas) pueden tomar su posición en el tiempo,
cubriendo 24 horas en oración. Pero, tomar nuestra posición como atalayas,
también tiene que ver con el lugar que Dios nos asigna; nuestra parte
del muro puede ser una ciudad, un país, o una región del mundo. La posición
del vigía también puede ser una esfera de la sociedad (la educación,
la política, la economía, etc.), o un ministerio que él quiere
restaurar (el ministerio de la mujer, el ministerio en familia, el de la
nueva generación, o los equipos apostólicos: apóstoles, profetas, evangelistas,
pastores y maestros).
Vive esta verdad: ¿Cuál es mi ámbito de influencia, mi alma,
familia, ciudad o nación? ¿Dónde está mi lugar como vigía? ¿Qué me dice
Dios acerca del sitio donde me ha puesto en el muro para velar y restaurar? ¿Me
está llamando Dios a tomar mi posición como vigía en el tiempo (oración y adoración
continuas), o en un lugar del
muro de protección alrededor de esta sociedad?
¿QUÉ
SIGNIFICA SER VIGÍA?
“Sobre tus
muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no
callarán jamás. ¡Los que os acordáis de Yahveh, no reposéis ni le deis
tregua, hasta que restablezca a Jerusalén y la ponga por alabanza en la
tierra!” (Isaías 62:6,7).
1. Ser vigía
es ser adorador e intercesor: El vigía es un profeta, un intercesor, un adorador, uno que espera
vigilantemente.
2. La
primera función del vigía es contemplar el rostro de Dios: En Apocalipsis
1, Juan dice: Vi a uno semejante al
Hijo del hombre…su cabeza era como…sus ojos como…sus pies como…su voz como…y
su rostro era como… Nuestra primera y principal tarea como vigías es
estar atentos, no sólo a lo que está pasando, o a lo que Dios pueda decir;
sino atentos a recibir la revelación de Dios mismo. Una forma de estar
vigilando y buscando esta revelación es la meditación de la Palabra viva. Jesús
es el Verbo vivo.
Vivimos en días difíciles, días en que la Iglesia será perseguida de una
forma cruenta, aun en los países donde hasta ahora hemos conocido libertad. El
adorador y guerrero, el rey David, en medio de asedio y de mucho peligro
decía: Una cosa pido a Yahveh, esto es
lo que busco: habitar todos los días en la casa de Yahveh, admirar su
hermosura, contemplándole en su templo (Sal.27). Si contemplamos la
hermosura del Señor, seremos trasformados de gloria en gloria. Debemos estar
atentos, porque se avecina una gran persecución, pero también viene una gran
cosecha.
Debemos contemplar al Señor y estar atentos a sus movimientos para
aprender de él, porque él es el principal de los vigías. El Salmo 121 es el
Salmo del vigía: Yahveh es tu guardián,
Yahveh es tu sombra a tu derecha…No se adormece ni dormita el que guarda a
Israel…Yahveh te guarda de todo mal. El Señor es el principal de los
guardianes, y nos llama a ser guardianes con él. La única manera de seguir a Jesús es estar observándole,
vigilando sus pisadas.
3. El vigía
medita en la Palabra y espera la voz de su Señor. El Salmo 1, dice: Sino que en la
ley del Señor está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. El
vigía tiene oídos para oír, ojos para ver, y un corazón para entender lo que
el Espíritu está diciendo a la Iglesia. El atalaya vigila los acontecimientos
presentes y los ve desde la perspectiva divina.
4. Vigilar
no es sólo orar, también es adorar. Alabanza, adoración, acción de gracias, proclamación de los atributos y
las promesas de Dios; todo esto es parte de vigilar día y noche. En los
últimos tiempos ha habido un énfasis en la guerra espiritual, más que nunca;
parte de esta lucha espiritual es la alabanza y la proclamación. Como Moisés
decía: Levántese Dios, sean esparcidos
sus enemigos, y huyan delante de él todos los que aborrecen su presencia.
5. El vigía
derrama su corazón ante la presencia del Señor a favor de otros. ¡Levántate,
da voces en la noche al comenzar las vigilias! Derrama como agua tu corazón
ante la presencia del Señor; alza a él tus manos implorando la vida de tus
niñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles (Lamentaciones
2:19). Vigilar es una relación entre Dios y el intercesor; éste siente el
dolor de su prójimo y también el dolor del corazón de su Dios, y lo expresa
derramando su corazón ante Dios a favor de los que sufren.
6. Esperar
en Dios, cosa difícil para los instantáneos: Nunca nadie oyó, nunca oídos percibieron ni ojo vio a un Dios, sino a ti,
que tal hiciese para el que espera en él (Is.64:4). Isaías 64 es una oración para que Dios desgarre los cielos y
descienda; nuestro esperar y vigilar debe ser no detrás o delante de Dios,
sino justo debajo de ese lugar donde los cielos se abren. Uno de los mayores
beneficios del ministerio de vigía es la intimidad con Dios. El vigía espera
en Dios, depende de Dios, y está disponible para Dios.
7. El vigía sabe estar en silencio y escuchar. El Salmo 46, dice: Estad quietos, y conoced que yo soy Dios. En el ministerio de
vigía es importante dar mucho tiempo a estar quietos y escuchar. Es más
importante escuchar de Dios, que hablarle. ¡Cuántas cosas perdemos por no ser
sensibles a los movimientos del Espíritu!
8. Ser vigía es inquirir de Dios en todos nuestros pasos: David, hombre conforme al
corazón de Dios, inquiría de él a cada paso, pedía su consejo en cada
batalla. Entonces consultó David a
Yahveh, diciendo: ¿Iré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mis manos? Respondió
Yahveh a David: Ve, porque ciertamente entregaré a los filisteos en tus
manos. David lo hizo así, como Yahveh se lo había mandado (2 Sam.5). El éxito de las victorias de David era consultar a Dios en cada
paso.
9. El mandato de Jesús es: Velad y
orad. Hablando de su
venida, Jesús dijo a sus discípulos: Velad,
pues, orando en todo tiempo que seáis tenidos por dignos de escapar de todas
estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del hombre (Luc.21).
El enemigo intentará ponernos a dormir en momentos estratégicos; es necesario
que resistamos el espíritu de adormecimiento. Uno de estos momentos críticos
para Jesús y para los discípulos, fue la agonía del huerto de Getsemaní: Jesús vino luego y los halló durmiendo, y
dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velad y orad
para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto,
pero la carne es débil (Mc.14).
10. Como vigías, debemos permanecer firmes para ver la salvación de Dios.
En uno de los
momentos más críticos para el pueblo de Israel, Dios les dijo a través de
Moisés: No temáis, estad firmes y ved
la salvación que Yahveh os dará hoy (Ex.14). Y, el apóstol Pablo nos dice
que nos revistamos de toda la armadura de Dios, para que habiendo acabado la
lucha en el día malo permanezcamos firmes. A veces, con el solo hecho de
permanecer en nuestro sitio, sin retroceder, ya estamos prevaleciendo. Una de
las maneras de permanecer y de prevalecer es el ayuno.
(Reconocimiento: Esta lección ha sido adaptada de una enseñanza sobre el ministerio de
vigía de Tom Hess, director de Casa de Oración para Todas las Naciones en
Jerusalén.)
Domingo 6/10 – Día 4 de
arrepentimiento – GUERRA CONTRA ISRAEL Y CONTRA LOS SANTOS ¿Quién
está detrás del antisemitismo? Porque no tenemos lucha
contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes (Efesios 6). La irracionalidad revolucionaria y el fanatismo
religioso antisemita en la actualidad solo pueden ser explicados como un odio
a muerte de Satanás contra el pueblo elegido de Dios. Odio antisemita
sembrado en corazones que se han convertido en tierra fértil de aquel que
solo ha venido para matar, robar y destruir (Juan 10). Israel siempre
ha sido el blanco de este odio a lo largo de su extensa historia.
La tradición rabínica cree
que Satanás tiene especial predilección por acusar a Israel en el primer día
del año, trayendo delante de Dios todos sus pecados y faltas (Job 1:6-12;
Zac.3). LA GUERRA CONTRA LOS SANTOS: Apocalipsis 12
describe la guerra en los cielos del gran dragón escarlata contra el hijo
(Jesús) recién alumbrado de la mujer (Israel), y a continuación su ataque a
muerte contra la mujer, y finalmente contra todos nosotros el remanente fiel
de los santos: Entonces el dragón se
llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la
descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo.
ORAMOS en este día,
Señor Yahveh de los ejércitos, que según tu pueblo se vuelve a ti en
arrepentimiento y renueva su pacto contigo, sus enemigos sean confundidos y
huyan (Salmos 81 y 83). Sea esta la hora cuando invocan al único que puede
librarles del Acusador… Ahora ha venido la salvación, el poder, y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Mesías; porque ha sido lanzado
fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro
Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del
Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron
sus vidas hasta la muerte (Ap.12:10-11).
Lo contrario al antisemitismo, por nuestra parte
como creyentes, es cultivar una gran compasión por Israel, mostrar nuestro
consuelo en toda manera posible, trabajar por la restauración del pueblo y la
tierra de Israel, y ayudar al regreso de los judíos esparcidos por las
naciones. En los días del calendario
hebreo en que Israel recuerda la destrucción del Templo, se leen las Lamentaciones
del Profeta Jeremías por Jerusalén: Ríos de aguas echan mis ojos por el quebrantamiento
de la hija de mi pueblo (Lee Lamentaciones y llora por los pecados de Israel y por los
pecados de tu ciudad y país). Jesús también lamentó sobre Jerusalén: ¡Jerusalén,
Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados!
¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos
debajo de las alas, y no quisiste! (Mateo 23:37-39), y el apóstol Pablo
usó una expresión solemne desde su interior para mostrar su angustia por la
salvación de su pueblo: Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de
Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne (Romanos
9). Oremos
que se cumpla todo el plan y propósito eterno de Dios para su pueblo: Que
regresen a la Tierra de Israel todos los que tienen que regresar desde las
naciones. Que la Tierra de Israel sea redimida y restaurada, y el pueblo
sanado y santificado (Isaías 35). Que entre en el Reino de Dios la plenitud
de los gentiles y que todo Israel sea salvo.
Compañero
Pastor, enseña a tu congregación a amar y a orar por Israel, el Israel de
Dios, el Israel de la Biblia, el remanente del Israel de hoy (Isaías 40:1,2).
Pidamos perdón de
parte de nuestra nación, por el antisemitismo que
todavía pervive entre nosotros, especialmente entre algunos colectivos y
gobiernos. Padres, enseñad a vuestros hijos a conocer y a orar por Israel. En
vuestra celebración del reposo del sábado, leed Salmos 127 y 128 con vuestros
hijos y proclamadlo como una bendición sobre las familias de Israel. ¿Amén? CÓMO LIBRAR LA BATALLA ESPIRITUAL DE MANERA SEGURA
Y EFICAZ Porque con ingenio harás la guerra, y en la
multitud de consejeros está la victoria
(Proverbios 24:6). Por lo demás, hermanos
míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la
armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del
diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra
principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de
este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios
6). Dios nos llama a luchar en el poder del Espíritu y a atar al Hombre
Fuerte. En toda guerra hay víctimas, dolor y sufrimiento, pero no deberíamos
sufrir solo por nuestra ignorancia o imprudencia. Si sufrimos, debería ser
porque estamos dispuestos a pelear la buena batalla de la fe y pagar el
precio por recuperar el terreno que Satanás nos ha quitado. ¿Cómo luchar de
manera segura?
1- Primeramente, asegúrate de que eres un hijo
de Dios; que estás viviendo en santidad y
fortaleciéndote cada día siendo disciplinado y constante en tu devocional
personal diario. Asegúrate de que estás tratando con toda área de tu vida que
el Espíritu esté exponiendo a la luz, y que estás buscando continuamente ser
lleno, ungido y guiado por el Espíritu Santo.
2- Asegúrate de vivir y guerrear en el
"espíritu opuesto" a lo que estás combatiendo,
porque Satanás te atacará con intimidaciones y con acusaciones por tus
debilidades. No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Asegúrate de fortalecerte en el Señor y en el poder de su fuerza, fortalecido
con toda la armadura de Dios de Efesios 6:10-20. Memorízalo y óralo cada día
en tu devocional personal o tu Altar familiar. Enseña a tus discípulos a
memorizarlo y orarlo cada día:
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para
que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la
coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la
paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada
del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda
oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y
súplica por todos los santos.
3- Asegúrate de que tu hogar está en orden y
que mantienes una regularidad en la práctica del Altar familiar.
4- Asegúrate de que estás sujeto a autoridad
espiritual y cobertura pastoral. No actúes por tu cuenta o
de manera independiente, porque te expondrás a mucho daño innecesario.
Asegúrate de que eres parte de un cuerpo local de creyentes y de que sabes
trabajar en equipo con otros en lo que vas a enfrentar en la guerra
espiritual. Debes ayunar como una práctica habitual, pero en los tiempos de
batalla, debes intensificar los ayunos, la oración y la vigilia.
5- Asegúrate de que conoces y de que actúas
dentro de tu ámbito de autoridad espiritual.
Siempre, y sobre todo, tienes autoridad y debes velar sobre tu propia vida:
espíritu, alma y cuerpo. Nadie tiene mayor autoridad sobre esta área que tú
mismo. Debes mantener libre de la influencia del enemigo este terreno (Juan
14:30). Si estás casado, tu ámbito de autoridad espiritual es tu esposa/o y
tus hijos, tu hogar. Si eres pastor, sobre tu propia iglesia; así serás
anciano con los demás pastores de tu ciudad, y juntos sobre tu país. Si
tienes un llamado en orden y confirmado de profeta, tendrás autoridad sobre
regiones enteras del mundo. No sobrepases los límites de tu autoridad
espiritual, porque te expones a sufrir daño innecesario o a luchar en vano.
Trabaja con el equipo adecuado de compañeros, según el ámbito de autoridad en
el que estés actuando en cada momento o situación. Ellos deberán llenar los
mismos requisitos que tú para hacer la guerra con eficacia y seguridad.
6- Sigue los Principios de Intercesión.
Todo lo anterior debe ser una garantía para que ahora, siguiendo los Principios
de Intercesión, busques a Dios con los tuyos para saber cómo hacer guerra
contra Satanás y arrebatarle su poder donde Dios te mande o donde él te esté
atacando o impidiendo (Mateo 12:28,29). Familiarízate con los Principios para
una Intercesión eficaz; úsalos regularmente para ser guiado tú y tus
compañeros en estos momentos de especial intensidad en la batalla, para estar
quietos delante de Dios y escuchar juntos su voz y guía. Las batallas
espirituales se ganan siguiendo la revelación que el Espíritu Santo nos da al
buscarle a consciencia. Si escuchamos a Dios y le obedecemos, él nos revelará
la estrategia a seguir y nos conducirá a una victoria segura.
Debemos prepararnos, porque podríamos sufrir
algún contraataque del Enemigo, antes, durante o después de cualquier
iniciativa que hagamos de guerra espiritual. Cubramos a los de nuestra casa y
los más allegados a nosotros, porque, si Satanás no puede dañarnos a nosotros,
lo intentará con ellos. Será muy importante cuidar las relaciones con
nuestros compañeros de batalla y de ministerio, porque después de una gran
victoria juntos, podría venir una gran derrota en nuestras relaciones, si no
son sólidas, maduras y leales.
7- Después de esta
preparación puedes seguir los pasos de cómo derribar altares espirituales: ¿Cómo derribar estos Altares u organizaciones
de poder? 1- Los intercesores disciernen qué pecados y
pactos contaminan la tierra y dan autoridad a estas fortalezas espirituales:
el derramamiento de sangre inocente y el espíritu de violencia y muerte; la
idolatría, la santería y prácticas ocultistas; la inmoralidad y perversión;
los pactos antiguos con Satanás; las heridas y traumas históricos, todavía no
sanados. 2- ¿Cómo anular las maldiciones y planes de estos altares o
estructuras de maldad? Los intercesores, guiados por el Espíritu Santo, harán
confesión y arrepentimiento en identificación con los pecados del pueblo;
pecados colectivos, que nos han acarreado el justo juicio divino y que han
dado autoridad a estas fortalezas espirituales. 3- Sobre este fundamento de
arrepentimiento y perdón, podemos usar nuestra autoridad, anulando en oración
estas maldiciones, desautorizando estos pactos o planes para dañar a las
personas y a toda la Humanidad. Por la oración de fe y la declaración de la Palabra Rema
de Dios estas estructuras se tambalean y caen, y sus planes son desbaratados
(Isaías 8:9-10); se derriban en fe esos altares. 4- Entonces, los
intercesores edificarán en adoración los altares de Dios y declararán los
propósitos redentores de Dios para ese lugar, asunto o estructura. 5- Y,
reclamaremos las naciones como herencia para nuestro Mesías, Hijo amado del
Altísimo (Salmo 2).
Cómo deben los vigías enfrentar las tentaciones y librar la batalla
espiritual: Mira
los videos de la www.escuelanehemías.wordpress.com No nos metas en
tentación y Conoce a tu adversario el diablo. Lecturas
recomendadas: La Reconquista de tu
Ciudad, estrategias para derribar las fortalezas espirituales del diablo,
John Dawson, Editorial Betania. Guerra Espiritual, cómo
vivir en victoria y reconquistar la tierra,
Dean Sherman, Editorial JuCUM. Enseñanzas de Gerda Leithgöb (Herald Ministry).
Lunes 7/10 – Día 5 de
arrepentimiento – ¿HA REEMPLAZADO DIOS A ISRAEL POR LA IGLESIA? La teología
del reemplazo
Terrible ignorancia y pecado
de la Iglesia es la actitud hostil o indiferente de creer y practicar pasiva
o activamente el error teológico de que Dios ha desechado a Israel y lo ha
reemplazado por la Iglesia universal. Compañero
Pastor, proponte delante de Dios entender el plan de Dios para y a través de
Israel en el tiempo presente, según la enseñanza apostólica de Romanos 9 al
11 y Efesios 2. Pregunta al Señor
cuál es tu parte en su cumplimiento.
ORAMOS, Señor, en
identificación con la Iglesia gentil; te pedimos que perdones nuestra
soberbia y engreimiento; perdona nuestra ignorancia y negligencia a la hora
de inquirir en tu Palabra para conocer tus propósitos para Israel: A
vosotros hablo, gentiles: no te jactes
contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la
raíz a ti. No te ensoberbezcas, sino
teme. Porque, si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te
perdonará (Romanos 11). Por tanto,
oramos, Señor, desde una posición de humildad, para que en estos días cuando
tu pueblo procura ponerse a cuentas con su Dios y con su prójimo, tú derrames
sobre ellos un espíritu de gracia y de súplica, para que vean al que
traspasaron y lloren por su pecado contra él (Zac.12:10). Oramos,
no solo por la protección de Israel, sino por su preservación, porque están
bajo amenaza de exterminio. También oramos por su propiciación, su salvación
espiritual por el arrepentimiento y la fe en Jesús el Mesías como único y
suficiente Salvador. Señor, también nos unimos a la confesión en identificación que nuestros
compañeros intercesores en Israel hicieron a favor de tu pueblo. Ellos oraron
en el lugar donde unos jóvenes abrieron la puerta espiritualmente al terrible
ataque terrorista que sufrió Israel dentro de su propio territorio el 7 de octubre de 2023. El festival de idolatría y desenfreno que se
celebraba en este lugar abrió la puerta espiritual a este ataque. Perdona,
Señor, sana y cierra esta puerta. Traemos a memoria el relato bíblico de
Balaam, que no logró maldecir al pueblo, pero que logró que Dios los
castigara con mortandad por fornicar con las hijas de Moab y sacrificar a sus
dioses (Números 22 al 25; 31:15-16; Apocalipsis 2:14). Así nosotros hemos
sido expuestos al odio y violencia sin límites de nuestros enemigos por haber
pecado en gran manera contra ti. Amén.
¡Atención,
guerreros de oración! Los siguientes principios bíblicos nos ayudarán a
entender mejor cuán importante es el arrepentimiento en identificación y
nuestra función como intercesores, como lo estamos haciendo hoy en
identificación con el pecado de la Iglesia gentil respecto del pueblo de
Israel.
FUNDAMENTO BÍBLICO DEL
ARREPENTIMIENTO EN IDENTIFICACIÓN
1- Nehemías es un ejemplo de arrepentimiento en
identificación con su pueblo: Nehemías 1:5-10 Te ruego, oh, Yahveh, Dios de los cielos,
fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le
aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus
ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche,
por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de
Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos
pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los
mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo. Acuérdate
ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo, diciendo: Si vosotros
pecareis, yo os dispersaré por los pueblos; pero si os volviereis a mí, y
guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra, aunque vuestra
dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré, y os
traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.
En esta oración a principios
del libro de Nehemías, este hombre justo pide perdón por los pecados del
pueblo de Israel; pecado que fue la causa de que Dios les dispersara entre
las naciones. En el versículo 6 dice: confieso
los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la
casa de mi padre hemos pecado. No sabemos si Nehemías, personalmente,
había cometido los pecados que menciona en esta oración o no. Existen razones
para pensar que no. Entonces, ¿por qué confesó pecados que él no había
cometido?
2- Esdras y Daniel también confesaron los pecados de
su pueblo: Esdras, en Esdras capítulo
9; y Daniel, en Daniel capítulo 9, hicieron confesiones similares. Al igual
que Nehemías, las confesiones de estos hombres justos, no fueron por pecados
personales, sino por los pecados del pueblo. Nehemías, Esdras y Daniel pidieron
perdón a Dios en identificación con los pecados del pueblo de Israel. 3- El rey David pidió perdón a los gabaonitas, e hizo actos de
restitución, por los pecados que su antecesor, el rey Saúl, había cometido
contra ellos, cuando les dio muerte e intentó exterminarlos como pueblo.
David, habiendo consultado a Dios, entendió que esta era la causa de que todo
el pueblo de Israel estuviera sufriendo hambre por tres años consecutivos, y
de que la tierra estuviera pasando por una sequía. En 2 Samuel 21, vemos esta
historia.
4- Las dos cosmovisiones contrapuestas del mundo: A lo largo de la historia
bíblica descubrimos que la concepción hebrea del mundo es de cuerpo y
comunidad; no está centrada en el individuo, como sí lo está la perspectiva
griega del mundo. Según la cosmovisión hebrea, el pueblo se relaciona con
Dios como cuerpo, además de hacerlo individualmente, mientras la cosmovisión
griega enfatiza la relación vertical que cada creyente tiene con Dios. Según
la cosmovisión hebrea, un representante del pueblo, el sacerdote de Dios
debía ofrecer sacrificios, hacer expiación, por el pecado de todo el pueblo
una vez al año, el día de Yom Kipur, para que Dios les perdonara.
Esto lo vemos en Levítico 16.
5- Dios busca a uno que se ponga en la brecha por su
pueblo: En Ezequiel 22:30-31, Dios
busca a una sola persona que se ponga en la brecha a favor de todo el pueblo
de Israel, para que él no tenga que mandarles juicio, por causa de su pecado.
En este caso, no encuentra a nadie, y tiene que derramar su ira sobre ellos.
6- La ciudad de Nínive se arrepintió y Dios detuvo el
juicio anunciado por Jonás: En Jonás 3:4-10, vemos que
Dios decidió no mandar juicio a la ciudad de Nínive, porque algunos hombres,
y luego el rey, proclamaron ayuno y se convirtieron de sus malos caminos.
7- Juicio sobre las ciudades de Sodoma y Gomorra por
su impenitencia: Al mismo tiempo hay muchas
palabras proféticas contra ciudades y naciones enteras, porque no se
arrepintieron de sus pecados: En el caso de Sodoma y Gomorra (Génesis,
capítulos 18 y 19), porque el pecado de estas ciudades se había agravado en
extremo, y porque no se encontró en ellos ni siquiera diez hombres justos,
Dios tuvo que mandar juicio, y fueron destruidas totalmente.
8- Jesús anuncia juicio sobre las ciudades
impenitentes y las que no reciban a sus enviados: Jesús dice a sus discípulos,
en Mateo 10:14,15: Y si alguno no os
recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de aquella casa o ciudad, y
sacudid el polvo de vuestros pies. De cierto os digo que en el día del
juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra,
que para aquella ciudad.
Veamos, también, el caso de
Corazín y Betsaida, en Mateo 11:21, donde Jesús dice: ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón
se hubieran hecho los milagros que han sido hechos en vosotras, tiempo ha que
se hubieran arrepentido en cilicio y en ceniza. Jesús, en este versículo,
no está hablando a personas, sino a ciudades. También lamenta sobre la ciudad
de Jerusalén, como si fuera una persona, diciendo: ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que
te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina
junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! He aquí vuestra casa
os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que
digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor (Mateo 23:37-39).
9- Habrá un juicio final para ciudades y naciones: Entonces, habrá un juicio
final, el castigo eterno, no solo para individuos, sino para ciudades,
pueblos y naciones, por causa de su pecado corporativo, el pecado cometido
como cuerpo. Estos juicios corporativos, tienen un carácter distinto al
juicio al individuo que no se haya arrepentido por sus pecados personales.
Jesús habla del juicio final a nivel corporativo en Mateo 25:31,32, donde
dice: Cuando el Hijo del Hombre venga
en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su
trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y
apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los
cabritos.
Conclusiones: 1.
Dios se relaciona, no solo con individuos, sino con
entidades corporativas, como ciudades, pueblos y naciones. 2.
Habrá un juicio final para todas las ciudades, los
pueblos y las naciones que no se hayan arrepentido de sus pecados
corporativos. Por lo tanto, debe existir una manera de que estas entidades se
puedan arrepentir corporativamente; de lo contrario, Dios sería injusto por
juzgarlas corporativamente. 3.
Las Escrituras muestran que Dios acepta el
arrepentimiento de uno o más representantes de entidades corporativas, aunque
estos representantes no hayan cometido personalmente los pecados que
confiesan.
Martes 8/10 - Día 6 de arrepentimiento
– ISRAEL Y JUDÁ, UN SOLO PALO EN MI MANO – Cómo resolver
conflictos
Así ha dicho
Yahveh el Señor: Yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a
las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los
haré un solo palo, y serán uno en mi mano (Ezequiel 37). ORAMOS, Señor, como mandaste al profeta Ezequiel,
que tu Santo Espíritu sople en nuestros días, desde los cuatro vientos, y dé
vida a los huesos secos de Israel. Espíritu de Dios ven sobre los esparcidos
por todas las naciones, y tráelos a su Tierra. Haz de estos huesos secos de
Israel un gran ejército. Toma al Israel secular y únelo al Judá ortodoxo; y
hazlos uno en tu mano, como vio el profeta. Reprende al acusador que quiere
dividirlos, para conquistarlos. Espíritu, ven revolotea y establece tu orden
en medio de tu pueblo, por encima de los intereses humanos, políticos,
económicos o religiosos, que dividen al pueblo y se convierten en otro
enemigo interno peligroso. Defiéndelos, Señor, de la división entre hermanos.
Únelos por tu Espíritu. Concédeles las bendiciones fruto de la unidad entre
hermanos (Salmo 133).
La tradición rabínica enseña
que, en los dos días del Año Nuevo, el Señor abre tres libros. En el primer
libro se registra a los justos, en el segundo a los que no son ni totalmente
justos ni totalmente malvados, y en el tercero se registra a los malos. A los
justos se les juzga el día de Año Nuevo, y son recompensados con vida,
bienestar material, protección de todo mal, y paz. El segundo libro lleva un
registro de las acciones buenas y malas del grupo intermedio, los que no son
ni totalmente justos ni malos. A estos se les concede los diez días de
arrepentimiento, llamados “días temibles o terribles”. Dependiendo de
la sinceridad de su arrepentimiento durante estos días, así el Señor les
juzgará el Día del Perdón (Yom Kippur), que en este año cae el
sábado 12 de octubre. Su arrepentimiento determinará si reciben vida o
destrucción, riquezas o pobreza, salud o enfermedad. Los malvados y los que
no se arrepienten sinceramente, son registrados en el tercer libro, y solo
pueden esperar condenación y muerte. Siendo que la creencia popular judía es
que la mayoría de la Humanidad no es totalmente buena ni mala, estos diez
días se convierten en un momento de suma importancia en la práctica religiosa
judía. Los antiguos enemigos intentan reconciliarse, se hacen caridades con
los pobres, y se rezan largas confesiones de pecado durante las oraciones en
las sinagogas. Nosotros, quienes ya hemos recibido el perdón de
nuestros pecados a través de la fe en la obra perfecta de Jesús en la cruz, y
a quienes nuestros nombres se nos han escrito en el libro de la vida,
aprovecharemos estos días para hacer una limpieza espiritual, y ponernos a
cuentas con Dios y con los demás. Para hacerlo, debemos tener un mejor
entendimiento de lo que es el verdadero arrepentimiento.
VIVE EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO, que significa la renovación de mente y la pureza de alma y corazón.
Sigue estos pasos de convicción, confesión, perdón, reparación y
santificación; para arrepentirte de cualquier pecado que todavía no has
confesado:
1-
La convicción de pecado viene del Espíritu Santo: Búscala, recíbela, no la resistas. Rechaza la condenación de Satanás,
exponiéndote a la convicción del Espíritu Santo; pídele que te muestre de qué
pecado específicamente debes arrepentirte y cómo hacerlo -- Juan 16:8; Hechos
5:3; Salmo 139:23, 24.
2-
Confiesa en oración a Dios tu pecado, según lo has entendido del Espíritu. Muestra tu dolor y tristeza por
haberle ofendido, por violar su Ley, hacer daño a otros y a ti mismo --
Salmos 51 y 32.
3-
Corre al regazo de tu Padre y recibe su perdón, como un niño herido por su propia rebeldía. Recibe la gracia que Cristo
compró con el precio de su misma sangre por ti. Recibe el gozo del perdón y
la paz de un genuino arrepentimiento – Apocalipsis 1:5,6; 1 Juan 1:9; Miqueas
7:18,19; Salmo 131.
4-
Haz restitución y reparación: Disponte a pedir perdón al
que hayas hecho daño con este pecado. Si le has mentido, dile en qué y por
qué le mentiste. Si le robaste algo, devuélveselo. Recibe su perdón y busca
la reconciliación -- Lucas 19:8.
5-
Sanidad y santidad: No trates solo con tu acto de pecado, trata con la
vieja naturaleza de carne de pecado en ti; con esa actitud o desorden que te
lleva a pecar. Dios se propone formar en ti una nueva naturaleza, a semejanza
de su Hijo. Sométete a un proceso de sanidad y santificación del Espíritu
Santo y de la Palabra. Limpia tu vida y tu casa; pon orden en tu hogar, tus
relaciones, hábitos y estilo de vida. Busca la ayuda de un pastor o consejero
cristiano maduro. Busca la llenura del Espíritu Santo. Y, vive en continuo arrepentimiento
y renovación de mente y de corazón, especialmente en esta área que Dios está
tratando en tu vida -- Hechos 19:18,19; Efesios 5:18; Romanos 8 y 12; 1
Tesalonicenses 5:23.
Querido hermano y compañero
de oración: ¡Aviva tu amor! Y, por haberse multiplicado la maldad, el amor
de muchos se enfriará (Jesús, en Mateo 24). Estos Diez días de
arrepentimiento nos ayudan a perfeccionar nuestro amor, para poder llevar
relaciones sanas en el Reino. Si no sabemos resolver nuestros conflictos con
otros, nuestras relaciones no soportarán los ataques del enemigo ni el fuego
de la prueba de los juicios de Dios en los días finales.
Sexto mandamiento: “No matarás”. En la serie de los Diez
mandamientos para mi familia, de la www.escuelanehemias.wordpress.com decimos que para obedecer este
mandamiento, seguiremos las directrices de Mateo 5:21-26. Nuestra oración y
compromiso es: Guardaré mi corazón de enojo, desprecio, amargura, odio,
venganza, crítica, falta de perdón. No usaré palabras groseras; sí usaré un
lenguaje constructivo y apropiado, para dignificar y honrar a quien estoy
hablando, como dice Efesios 4:29: Ninguna
palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Todo esto,
sabiendo que: La muerte y la vida están
en poder de la lengua (Proverbios 18:21). Nos abstendremos de alimentar
nuestra mente con la violencia de la televisión o los videojuegos. No
usaremos de fuerza bruta en nuestro trato con los demás.
En Mateo
5:21-22, Jesús dice: Oísteis que fue
dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de
juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será
culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable
ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al
infierno de fuego. El enojo y el odio alejan la presencia de Dios de
nuestro hogar. Más
adelante, en Mateo 5:23-24, dice: Por
tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano
tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
Para saber
cómo resolver nuestros conflictos, es importante entender que, si hemos
ofendido o avergonzado a alguien con nuestro enojo, debemos buscar la
reconciliación con esa persona lo antes posible, porque Dios no recibirá
nuestra adoración hasta que lo hagamos. Ahora, ¿cómo hacerlo? Hay que pedir
perdón de una manera que busque la restauración de la relación con la persona
ofendida. Por ejemplo,
al pedir perdón a la persona, debemos ser específicos. No debemos decir
simplemente: “Perdóname si te he ofendido en algo.” Al ser tan general en
nuestra petición de perdón, nos podemos librar de la humillación y de la
vergüenza, pero no servirá para restaurar el daño hecho. Al mismo tiempo, no
debemos aprovechar para intentar justificar nuestra ira, o para hacer ver que
la otra persona se siente ofendida porque es inmadura o porque no tiene
sentido de humor. No añadamos insulto a la ofensa. Al final de este encuentro
buscando la reconciliación, y habiendo confesado la ofensa específica,
podemos terminar diciendo algo así como: “¿Me perdonas?” Es bueno que la otra
persona exprese su perdón, reconociendo, al mismo tiempo, que se ha sentido
agraviada. Luego, si la persona está dispuesta, podemos orar juntos, para
comprometernos el uno con el otro, y seguir trabajando en la relación.
LOS VIGÍAS COMO MUJER EN DOLORES DE PARTO
La intercesión es una manera de amar a otros como Jesús nos amó a
nosotros (Isaías 53:12). Es más que hacer peticiones a favor de alguien; Es
poner nuestra vida por los que oramos, es hacer algo a su favor, es ponernos
en la brecha por ellos. Jesús es nuestro ejemplo de vigía, de intercesor;
primero en lo natural dio su vida, para que ahora en el cielo viva para
interceder por nosotros. Como una madre pasa por un periodo de gestación
hasta que da a luz, el intercesor vela y espera con paciencia y perseverancia
hasta que da a luz aquello de lo que está “embarazado”.
El Espíritu Santo está engendrando su vida en las naciones a favor de las
nuevas generaciones, una gran cosecha, y un avivamiento (Isaías 66:8). Si
hemos nacido de nuevo y hemos madurado, estamos listos para reproducirnos.
Hemos dejado de ser niños, y ahora Dios nos llama a ser padres y madres
espirituales.
En lo natural, ser padres conlleva una gran responsabilidad y un precio
que pagar, también en lo espiritual. Sólo aquellos que están dispuestos a
pagar un precio, tendrán el gozo de dar a luz y de ver madurar hijos e hijas
en el espíritu. No queremos ser como el profeta que decía: Como la mujer en cinta cuando se acerca el
alumbramiento gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti,
Yahveh. Concebimos, tuvimos dolores de parto, pero dimos a luz solo viento;
ninguna liberación logramos en la tierra (Isaías 26:17,18). Que el Señor conceda fuerza a su pueblo,
para que no nos sintamos nosotros como se sentía el rey Ezequías y el pueblo
de Israel en un momento de gran angustia: Esto
ha dicho Ezequías: Día de angustia, de castigo y de deshonra es este día,
porque los hijos han llegado hasta el punto de nacer, pero la que da a luz no
tiene fuerzas (Is.37:3).
(Reconocimiento: Esta lección ha sido adaptada de una enseñanza sobre el ministerio de
vigía de Tom Hess, director de Casa de Oración para Todas las Naciones en
Jerusalén.)
OREMOS: Señor, haznos madurar para reproducirnos, danos fuerza para alumbrar. Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir
dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros (Pablo a los Gálatas,
4:29). ¡Regocíjate, estéril, tú que
no das a luz, grita de júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto!,
porque más son los hijos de la abandonada que los de la casada (Gálatas
4:27). La mujer cuando da a luz tiene dolor, porque ha
llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de
la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo (Juan 16:21).
Miércoles 9/10 - Día 7 de
arrepentimiento – SE OYEN TROMPETAS DE JUICIO -- ¿Qué dice el Espíritu a mi iglesia? Tocad trompeta
en Sion y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la
tierra, porque viene el día de Yahveh, porque está cercano (Joel 2:1-3). El profeta Joel anuncia lo inminente y terrible del Día
de Yahveh. El pueblo de Israel creía que este tiempo de la visitación de
Dios de forma poderosa significaba solamente el castigo para sus enemigos,
las naciones gentiles que los oprimían. Pero el profeta corrige esta falsa
idea anunciando castigo para el pueblo de Israel. Sus enemigos eran
moralmente peores que ellos, pero Dios se valdrá de ellos para infligir un severo
castigo sobre Israel, si no se arrepiente de sus propios pecados. Joel llama
al ayuno, al arrepentimiento y la conversión de todos, desde el más grande
hasta el más pequeño. Estas son las promesas y la recompensa del
arrepentimiento: El perdón para el pueblo, una restauración física de la
tierra por lo que la plaga ha dañado; y, la más grande de las promesas: un
gran derramamiento del Espíritu Santo sobre toda carne, también sobre
nuestros hijos y nuestras hijas. En este día
oramos por Israel, para que se restaure el camino de vuelta a Dios. Que el
pueblo de Dios vuelva a su Dios, como dice en el libro de Isaías; Que se
prepare el camino de retorno a Dios y el camino hacia su Mesías. Señor, que se quite todo
obstáculo de la idolatría; de idolatrar el Estado de Israel; de idolatrar la
tierra de Israel, o un futuro templo en Jerusalén. Que Israel se vuelva a su
Dios, que vuelva a poner toda su confianza solo en él. Que se quite todo
obstáculo de pecado para que puedan andar en santidad. Que no haya ningún
obstáculo en ese camino – Allanad, allanad; barred el
camino, quitad los tropiezos del camino de mi pueblo (Isaías 57:14); ver
también Isaías 35. Y Juan el Bautista fue por toda la región contigua al
Jordán, predicando el bautismo del arrepentimiento para perdón de
pecados, como está escrito en el libro de las palabras del profeta
Isaías (40), que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el
camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, y se bajará
todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos
ásperos allanados; y verá toda carne la salvación de Dios (Lucas 3).
Ya se escucha
el sonido de las trompetas del juicio de Dios sobre la tierra: Y
los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas
(Lee Apocalipsis 8:6 hasta 9:21 y 11:15-19). En Apocalipsis se desvelan los
juicios de Dios sobre la tierra en los tiempos finales. OREMOS: Sabemos,
Señor, que las trompetas anuncian tu salvación para Israel y para los
gentiles, pero también tu juicio para unos y otros. Ayúdanos a escuchar tu
llamado al arrepentimiento sincero, y también a tocar tu trompeta de
advertencia. Trompeta 1: Granizo, fuego y sangre sobre la tierra
– se quema toda la hierba verde. 2- Montaña de fuego sobre el mar – tercera
parte del mar se convierte en sangre. 3- Una estrella sobre los ríos amarga
la tercera parte de las aguas. Muchos mueren. 4- Tercera parte del sol / día,
la luna / noche y las estrellas se quedan sin luz. 5- Se abre el pozo del
abismo. Primer ¡Ay! Los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán. 6-
Segundo ¡Ay! Fuego, humo y azufre de la boca de los caballos; muere la
tercera parte de la Humanidad. El profeta toma el librito y lo come; es dulce
en su boca y amargo en su estómago. Aparecen los Dos testigos.
Trompeta 7: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y
de su Cristo. Somos testigos del cumplimiento de estos juicios en
nuestros días. ¡Los tiempos se están acelerando, para lo bueno, y para lo
malo! Ayúdanos a anunciar sin temor ni vergüenza la Buena Nueva de
salvación, al judío, primeramente. Señor, en tu juicio
acuérdate de tu misericordia para tu pueblo de Israel y para todos nosotros. Compañero
Pastor, llama a una vigilia o retiro espiritual a tu iglesia en este inicio
de curso escolar, y con esta guía de Apocalipsis 2 y 3 escuchemos lo que el
Espíritu dice a nuestra iglesia para el nuevo año. Puedes usar esta
presentación como un devocional para que los creyentes de tu congregación
mediten en un tema cada día de la semana. Y, después juntos lo compartan en
una vigilia.
¿QUÉ DICE EL ESPÍRITU A MI IGLESIA? El que tiene oído, oiga lo
que el Espíritu dice a las iglesias. (Apocalipsis
1 al 3)
DOM. Oración por: “el ángel” de mi
iglesia. Escribe al ángel de la iglesia de…
(Pon aquí el nombre de tu congregación.) Lee detenidamente los primeros tres
capítulos de Apocalipsis y todo el libro. OREMOS: --Amado Señor Jesucristo, tú edificas tu Iglesia y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Gracias por el ángel que has
puesto para velar por mi iglesia: mis pastores y líderes___ (Menciona sus
nombres). Sé tú su Buen Pastor (Sal.23; Jn. 10). Nosotros nos sujetamos a
ellos (He.13:17). Líbralos del Maligno. Ellos son las estrellas que sostienes
con tu diestra. Abre sus oídos para que oigan lo que tu Espíritu dice a
nuestra iglesia. Oramos en el nombre del que tiene las llaves de la muerte y
del Hades, de Jesús el Señor.
LUN. La revelación de Jesucristo a
mi iglesia. El que tiene las siete estrellas
en su diestra, el que camina en medio de los siete candelabros de oro, dice…
–Señor Jesús, tú caminas en medio de tus iglesias. Conoces nuestra condición;
necesitamos conocerte íntima y profundamente, como____ (Mira 2:1; 2:8; 2:12;
2:18; 3:1; 3:7; 3:14, ¿qué revelación de Jesucristo necesita tu iglesia con
más urgencia?). ¡Gracias por responder a nuestro clamor y revelarte a
nosotros; así temeremos tu nombre y obedeceremos tu amonestación! MAR. Su aprobación para con nosotros. Yo conozco tus obras, tu arduo trabajo y tu perseverancia, y que no
puedes soportar a los malos… (Medita en la aprobación que el Señor hace
de cada una de las siete iglesias. ¿Con cuál de ellas aprobaría el Señor a tu
iglesia?) --Señor Jesús, entiendo que tú estás complacido con estas áreas de
nuestra iglesia: ____. Recibimos tu aprobación; nos reafirmamos en ella, y
nos alentamos para seguir perseverando hasta cumplir tus metas para nuestra
iglesia. (Anota aquí las metas de Dios para el nuevo curso: En la oración, la
evangelización y los ministerios de misericordia a la comunidad.) MIÉ. Nuestra conducta que Él reprueba. Pero tengo contra ti que has dejado tu primer amor. --Señor, la
condición de nuestra iglesia es similar a la iglesia de ____. Rogamos tu
perdón. ¡Límpianos, Señor! ¡Purifícanos con hisopo, y seremos limpios!
(Sal.51). (¿Qué impide el avivamiento en tu iglesia?) Enséñanos a orar y
colaborar contigo para quitar estos obstáculos de nuestro medio y ver el tan
anhelado avivamiento. JUE. Su llamamiento al
arrepentimiento. Por
tanto, recuerda, de dónde has caído, arrepiéntete y haz las primeras obras,
pues si no te arrepientes, pronto vendré a ti y quitaré tu candelabro de su
lugar. --Señor Jesús, no quites tu vida de mi iglesia; no quites el
candelabro de tu presencia. (¿De qué manera demanda el Señor arrepentimiento,
y cuál es el juicio si no hay arrepentimiento?). Estemos dispuestos, así a
confesar, como a arrepentirnos y cambiar. Oremos para que la Iglesia en nuestra
nación sea santa, sin mancha y sin arruga. Una Iglesia unida y unánime a la
hora de actuar, que tenga un plan de evangelización y establecimiento de nuevas
iglesias.
VIE. Sus advertencias de lo que
viene. No temas lo que vas a padecer. El diablo
echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis
tribulación por diez días. ¡Sé fiel hasta la muerte! --Señor Jesucristo,
ayúdanos a ser tus fieles testigos, aun ante la muerte. (¿Anuncia el Espíritu
tiempos difíciles para tu iglesia y la Iglesia en tu país?) Oremos que sea
expuesta la maldad detrás de las nuevas leyes restrictivas para la salud, la
libertad, el derecho de los padres para criar y educar a sus hijos en sus
valores. Pidamos que Dios levante ministerios cristianos que den respuesta a
estos retos y necesidades de la sociedad.
SÁB. Sus promesas para los
vencedores. Al vencedor le daré a comer del
árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios. (Mira los
versículos: 2:7; 2:11; 2:17; 2:26-28; 3:5; 3:12; 3:21. ¿Qué galardón promete
el Señor a la fidelidad de tu iglesia, y qué frutos veréis en el nuevo año?).
Oremos que la Iglesia en España, en Colombia y en todas las naciones, en vez
de ser una Iglesia derrotada, sea una Iglesia victoriosa, celosa de buenas
obras y con un nuevo celo evangelizador. Y a ella se le ha concedido que
se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque
el lino fino es las acciones justas de los santos (Apocalipsis
19). Gracia y paz a vosotros de
parte del que es y que era y que ha de venir. Al que nos ama, nos ha lavado
de nuestros pecados con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su
Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén
(Apocalipsis 1:5,6).
Jueves 10/10 – Día 8 de
arrepentimiento – ¿TOMARÁ TU GENERACIÓN LA TIERRA PROMETIDA O MORIRÁ EN EL
DESIERTO?
Estos Diez días de
arrepentimiento, significan, sobre todo, una obediencia decidida a lo que
entendemos que el Espíritu nos manda a hacer el resto de esta década. La
presente generación de creyentes evangélicos que hemos sobrevivido a la
pandemia y la crisis global que empezó en el año 2020, somos llamados a
pelear las batallas del Señor para terminar la carrera, poseer la Tierra e
introducir a la nueva generación de creyentes a la Tierra Prometida. Si nos
negamos a hacer esto, moriremos en el desierto. Si la presente generación de
creyentes no pelea y desocupa la tierra de los usurpadores, será la
generación joven que conozca el evangelio en esta década la que entre a
poseer la Tierra.
¿Qué significará morir en el
desierto? Morir en el desierto es
negarse voluntariamente a reconocer el valor de una tierra que fluye leche y
miel, y morir en total escasez, hambre y sed. Es despreciar las eternas
promesas de Dios y negarse a pelear por alcanzarlas. Es terminar nuestros
días en la total irrelevancia, mediocridad, derrota, y haber sumido a los
nuestros a similar desgracia. Es haber sido vencido por la enfermedad, el
pecado, la depresión y la perversión del mundo de las tinieblas. Morir en el
desierto, tú y tu generación, es ser reconocido por futuras generaciones como
la generación rebelde, incrédula, dura de cerviz, que se negó a entrar en la
Tierra que Dios les prometió y que pereció por el justo juicio de Dios sin
haber completado su peregrinaje, por haberse quedado a medio camino. Si
oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba, como
en el día de Masah en el desierto, donde me tentaron vuestros padres, me
probaron, y vieron mis obras. Cuarenta años estuve disgustado con la
nación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis
caminos. Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo (Salmo
95:7-11).
ORAMOS que el Remanente fiel mesiánico en la Tierra de
Israel proclame con denuedo tu evangelio, que es el poder de Dios para la
salvación de todo aquel que lo cree, del judío primeramente (Ro.1:16). Oramos por
la salvación de los enemigos de Israel, los yihadistas iraníes en Gaza y en los
pueblos que rodean Israel. Gracias, Señor, porque
estamos sabiendo de muchas conversiones al Mesías, entre los iraníes, hombres
de Gaza, afganos y otros. Pedimos que unjas con tu Santo Espíritu a los
obreros y creyentes de los países vecinos a Israel, para predicar el
evangelio con poder. Que tu Espíritu se derrame con poder y haya un gran
avivamiento en el Líbano, Siria, Egipto, Jordania, Yemen y los países
musulmanes del Magreb. De
manera especial pedimos, Señor, por la salvación para el pueblo musulmán
entre nosotros. Oramos que el Enemigo no use el engaño espiritual, la
violencia y el odio a Israel, para esclavizar a estos musulmanes que viven en
nuestros países y para contaminar con su odio a los occidentales incautos,
sino que reciban el evangelio y se vuelvan al Mesías Isa. Señor,
acuérdate de tus promesas en Isaías 19:18-25, y sea este el tiempo en
que tú les das cumplimiento: En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con
Asiria para bendición en medio de la tierra; porque Yahveh de los
ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio
obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Oremos también para que Israel tenga completa victoria
sobre sus enemigos; que logre entrar a la tierra que Dios prometió a sus
padres, que venza a los gigantes ocupantes, que levante bandera de Yahveh -
Nissi, y que tome plena posesión de la Tierra de su heredad, como,
efectivamente, es la voluntad de Dios. Regocíjate, oh estéril, la que no
daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de
parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la
casada, ha dicho Yahveh. Ensancha el sitio de tu tienda, y las
cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus
cuerdas, y refuerza tus estacas. Porque te extenderás a la mano derecha
y a la mano izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las
ciudades asoladas (Isaías 54).
¿Quiénes son los guías y
vigías que han de introducir a la Generación Josué a la Tierra Prometida en
estos días finales? ¿Heredará tu generación la Tierra Prometida, o pereceréis en el desierto?
Los vigías y guías tenemos ante nosotros la ineludible responsabilidad de
explorar la Tierra, como los dos espías que Josué envió a Jericó. Lee Josué 1
al 5, para ver qué preparativos hizo Josué con sus oficiales y el pueblo
antes de cruzar el Jordán y tomar Jericó, primera ciudad conquistada de la
Tierra Prometida. Nuestra tarea, como guías y vigías, es ir por delante del
pueblo; mostrarles que sí es posible tomar toda heredad que Dios nos ha dado.
No hay matices grises; es blanco o negro. Es vencer a los enemigos que ocupan
nuestro territorio, o morir en el desierto. ¿Qué escogerás tú y tu
generación? Si no escoges nada, estás escogiendo morir en este temible
desierto. Grandes y eternas promesas esperan a los que son más que
vencedores, y escogen vencer, antes que perecer (Apocalipsis 2 y 3; Romanos
8).
Nuestros enemigos son de
naturaleza espiritual, nuestra lucha es espiritual; nuestro reino no es de este mundo, es el
Reino de Dios y su justicia lo que debemos buscar como nuestra Tierra
Prometida (Mateo 6:33). La tierra a conquistar es todo aquello que el enemigo
ha logrado ocupar y que legalmente, según las leyes del Reino de los cielos,
pertenece a los hijos de Dios; esto es, por ejemplo, la vida de los no
nacidos. El enemigo por abatir en este caso es el genocidio del aborto en nuestras
naciones. Desde que se despenalizó el aborto se ha cobrado la vida de
millones de seres inocentes; Dios reclama esta sangre que clama a él desde la
tierra y que reclama su justo juicio. No hay una sola nación que no tenga las
manos manchadas de esta sangre inocente. Nuestro enemigo es todo aquello que
quiere robarnos la salvación y santidad de nuestra propia alma; todo aquello
que está pervirtiendo y destruyendo a nuestros hijos; su santidad e
identidad, su destino y propósito. La manera de arrebatar a nuestros hijos de
las garras de los supuestos expertos es tomar responsabilidad por su salud y
la de toda nuestra familia. Y, la manera de librarlos de la perversión a la
que están sometidos en la escuela pública; no es otra que la de no seguir
eludiendo nuestra responsabilidad de padres y pastores, como primeros
educadores de nuestros hijos e hijas. Esta no será tarea fácil, ni a corto
plazo; no será sin una lucha encarnizada contra enemigos que nos han tomado
ventaja desde hace ya varias generaciones. Otra frontera a conquistar: El
avance del fanatismo religioso y la amenaza cada vez más próxima del
terrorismo en nuestras calles y ciudades. Nuestra arma más potente contra los
musulmanes radicales es ir a ellos en amor y predicarles el evangelio completo
con sanidades y señales y prodigios. Nuestra herencia y Tierra Prometida son
todas las naciones del mundo para el evangelio (Mateo 24:14; Salmo 2).
¿En cuál de estos campos te
llama Dios a luchar? ¿Sabes quién más está ya luchando en este campo y qué victorias está
logrando? ¿Quieres unirte a su lucha? Puedes empezar por mirar a tu alrededor
y buscar en tu entorno de familia, iglesia o vecindario y unirte en maneras
pequeñas pero comprometidas para juntos pelear en esta parte del muro. La
obra es grande, cada uno debemos edificar frente a nuestra casa, pero acudir
en ayuda de otros cuando haga falta. Y dije a los nobles, y a los
oficiales y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y nosotros
estamos apartados en el muro, lejos unos de otros. En
el lugar donde oyereis el sonido de la trompeta, reuníos allí con nosotros;
nuestro Dios peleará por nosotros (Nehemías 4).
Viernes 11/10 – Día 9 de
arrepentimiento - HOY COMIENZA EL “DÍA DEL PERDÓN / EXPIACIÓN / JUICIO”
– Yom Kippur: En este día se hará expiación por vosotros, y seréis
limpios de todos vuestros pecados delante de Yahveh. Afligiréis vuestras
almas (con ayuno). El sacerdote hará la expiación por el santuario, por el
tabernáculo, por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo. En
Levítico 16 y 23 encontramos descrito el mandato de Dios a su pueblo sobre
cómo guardar esta solemnidad. Éste es el más santo de los días para el pueblo
de Israel. Es día de ayuno. Se aparta este día como santo, con el propósito
de traer a la memoria el pecado colectivo de todo el año, para tratar con
este pecado de manera concienzuda y para hacer expiación por él. En este día
el sumo sacerdote realizaba la purificación por sus propios pecados y por los
de la casa de Leví. De la misma manera, hacía confesión de todos los pecados
de toda la comunidad, y a favor de ella. Y, solo en este día del año, entraba
al Lugar Santísimo con la sangre de la reconciliación.
El día bíblico comienza a la
puesta del sol, de lo que para nosotros es el día anterior. Te invitamos a
que de manera voluntaria nos unamos al pueblo de Israel desde
esta tarde-noche de viernes 11, en un ayuno de 24 horas. Con el pueblo de
Israel, vamos a afligir nuestra alma; confesaremos el pecado y buscaremos el
perdón para nuestra propia vida, hogar, y nación. No desaprovechemos esta
oportunidad y este día tan especial, para ponernos a cuentas con el Señor y
con los de nuestra propia casa. Este puede ser un gran día para celebrar un
altar familiar de confesión y arrepentimiento. Pastor, llama a tu iglesia al
ayuno y la vigilia. Este es un tiempo muy especial para hacer intercesión por
el pueblo de Israel. Quitamos las piedras de
las ideologías humanistas y pensamiento greco-romano, que se levantan
en contra de la fe judeocristiana en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob.
Líbralos del peligro de la asimilación cultural, política y religiosa que desfigura su
identidad de pueblo elegido, para querer ser igual a las demás naciones. Y,
esto, debido a su ignorancia voluntaria y su rebeldía. Seguimos removiendo la
peligrosa piedra de la Teología del Reemplazo en el mundo cristiano. Y poniendo un muro de
fuego alrededor de Israel, para que sea guardado de los dardos de fuego del antisemitismo y el odio disfrazado
de simpatías por el pueblo palestino. Señor, fortalece a Israel frente a sus enemigos
internos y externos. Israel es un dique de contención al avance
del terrorismo en el mundo; es un escudo para todas nuestras naciones en
Occidente; perdónanos por pagarles con tanta ingratitud y desprecio.
Perdónanos por abandonarlos y dejar que luchen solos frente a tan violento
enemigo, tan cruel y pertinaz.
Entendiendo el sentido de Yom
Kipur, “Día de la Expiación”, o “Día del Juicio”: Yom Kipur viene de la palabra en hebreo, kaper, que significa “rescate / remisión / cubrir”, en el sentido
de cubrir el pecado del pueblo de Israel a través de un sacrifico de sangre.
En Hebreos
9: 11-14; 19-22, el autor nos dice que Jesús es nuestro sumo sacerdote y el
sacrificio que no solo cubre, sino borra / quita nuestros pecados: Pero
estando ya presente Cristo [el Mesías], sumo sacerdote de los bienes
venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos,
es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de
becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar
Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. La sangre de Cristo, el cual
mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará
vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo. Cristo
fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por
segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
En
el Antiguo Testamento, se derramaba la sangre de becerros y machos cabríos, y
el pueblo debía confiar en que Dios perdonaría sus pecados, por los
sacrificios que hacía el sumo sacerdote. En el Nuevo Testamento, Dios
requiere que pongamos esta fe y confianza en el sacrificio del mismo Hijo de
Dios, en el derramamiento de su
sangre por la remisión (el perdón) de nuestros pecados.
Yom Kipur es Día del Juicio. Hay tres
fases del juicio: pasado, presente, y futuro. El juicio que ya
pasó es el que Cristo sufrió por nosotros en su muerte en la cruz. Luego hay
juicios que Dios trae sobre personas o sobre naciones en el tiempo presente;
por ejemplo el juicio sobre Sodoma y Gomorra (Génesis 19:24-25; 2 Pedro 2:6),
o el juicio que cayó sobre Ananías y Safira (Hechos 5:1-10) por ser
hipócritas religiosos. En cuanto a estos juicios en el tiempo presente, en 1
Corintios 11:28-32, vemos que si nos juzgamos a nosotros mismos, no tendremos
que ser castigados (juzgados) con enfermedad (en algunos casos puede ser una
disciplina) o la muerte física (que puede ser una advertencia para otros).
Finalmente, los juicios futuros serán los que tendrán lugar después de la
segunda venida de Cristo.
En estos tiempos de
angustia, no debemos sustraernos a compartir con Cristo la hora de la crisis.
Es tiempo de subir al Monte de Getsemaní con Jesús; velar con él en la hora
de la prueba y enfrentar el sufrimiento sin abandonarlo o traicionarlo.
Como discípulos del
Señor, debemos estar dispuestos a compartir su dolor y sufrimiento: En Mateo
capítulo 10, el Señor comisiona a sus discípulos para seguir adelante
con su misión de proclamar en palabra y poder el advenimiento del Reino de
los Cielos, en todas la ciudades, aldeas y casas. Pero, les advierte que esto
solo puede ser hecho si están dispuestos a enfrentar el rechazo y la
persecución.
Cuando Jesús
dice a sus discípulos que las ovejas serán devoradas por los lobos, les está
diciendo que no saldrán como grandes conquistadores. Saldrán para ser
devorados. Pero lo importante es que podrán llevar el mensaje de salvación a
los incrédulos. Solo pueden hacer esto si tienen una perspectiva correcta de
lo que es el Reino de Dios (Mateo 10:10-20).
Es importante
entender que los discípulos de Jesús no estaban esperando tener que sufrir en
el Reino de los Cielos. Pero, Jesús continuamente les advierte de lo que les
espera. El sufrimiento es algo que no nos debe sorprender. El dolor y el
sufrimiento son tan parte del avance del Reino como lo es el dolor en un
parto (Mateo 10:24-25).
La
consumación del Reino de los Cielos no tomó lugar inmediatamente después de
la primera venida del Rey Mesías, como esperaban los discípulos (Lucas
19:11), sino más bien empezó una transición, un proceso de muchos años, que
culminará con la segunda venida del Mesías. Mientras tanto, la Iglesia está
viviendo una historia paralela a la de su Redentor, incluyendo el
sufrimiento, los ataques, el rechazo y la persecución. La Gran Tribulación
para la Iglesia, será la culminación de su sufrimiento, como lo fue la
crucifixión para Jesús. No será posible que pase de nosotros, los discípulos
del Señor, esta copa del sufrimiento. Por lo tanto, debemos estar dispuestos
a que la voluntad del Padre sea hecha.
En Mateo
10:16-39, al mismo tiempo que Jesús está explicando a sus discípulos que van
a ser perseguidos, y van a tener que sufrir, dice cuatro veces, “No os
preocupéis” o “No temáis”. Si los discípulos no entienden que la persecución
es una parte necesaria de la predicación de las Buenas Nuevas, dicha
persecución les sorprenderá y les confundirá, y estarán expuestos a temer. El
temor es lo que el diablo usa para neutralizar y paralizar a los creyentes.
Nuestro mejor antídoto contra el temor en estos días difíciles será el no
temer al sufrimiento.
Los
discípulos no tendrían miedo, sabiendo que Jesús ya les había dicho que la
persecución iba a ser una parte necesaria de la predicación de las Buenas
Nuevas, y del avance del Reino de Dios (Mateo 10:26).
Los
discípulos no tendrían miedo, si entendían la gran estima que ellos tenían a
los ojos de Dios y si habían recibido su amor. Entenderían que Dios no les
iba a abandonar nunca. Si tenían que sufrir, él les daría la gracia para
soportar el sufrimiento (Mateo 10:31).
En medio de
la persecución, además de no tener miedo, es muy importante permanecer
fieles, y no negar al Padre (Mateo 10:32,33). También es muy importante que
los discípulos de Cristo estén dispuestos a pagar el precio (Mateo 6:33;
10:37-39).
Porque los
creyentes chinos han entendido esto, el Reino de Dios ha seguido avanzando en
medio de una gran persecución de décadas a manos de un régimen inhumano y
ateo. El siervo de Dios, Daniel Del Vecchio, nos lleva advirtiendo desde hace
mucho tiempo, que en los últimos tiempos, habrá mucha intimidación y mucho
engaño. Te recomendamos su libro Tiempos peligrosos o Armagedón. Richard
Wurmbrand, en el primer día que lo encarcelaron por su fe en Cristo, Dios le
recordó que en la Biblia se dice 365 veces: “No temas / No temáis”. Este
siervo del Señor echó mano de esta verdad para cada día del año recordar que
no debía temer ante las torturas de sus perseguidores.
Satanás ha
engañado a las personas, y les ha convencido que lo peor que puede pasar a
alguien en la vida es que sufra (Mateo 16:23). Pero el sufrimiento
muchas veces es necesario, y Dios lo usa para tratar con el pecado. Si el
sufrimiento no es merecido, es redentor (1 Pedro 5:10). No debemos temer el
sufrimiento, sino entender por qué Dios lo está permitiendo, y con qué
propósito. En seguida después de Mateo 16:23, Jesús les explica a los
discípulos que no solo él va a sufrir. Cada seguidor suyo, para poder
abandonar su manera egoísta de vivir, va a tener que abrazar (aceptar) el
sufrimiento tomando su cruz y obedeciendo al Señor.
Ora hoy
leyendo Mateo 10, y comprométete a tomar tu cruz cada día y seguir al Señor,
cueste lo que cueste. Esta será una buena preparación para enfrentar la
ineludible persecución que nos traerán los tiempos de prueba que vendrán
sobre el mundo entero (Apocalipsis 3:10).
Sábado 12/10 – Día 10 de arrepentimiento - YOM KIPPUR -- HOY
ES EL DÍA DE LA SALVACIÓN: Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados. Memoriza y ora Isaías 53, el Cántico del Siervo
Sufriente de Yahveh, a favor del pueblo de Israel en este su gran
día. Yom es “día”, Kippur significa “cubrir”;
es decir, reemplazar por, o pagar por una ofensa; pagar el rescate. Esto
es, quitar la ofensa con el pago de un precio equivalente al que valía lo que
le fue quitado a la parte ofendida, con el propósito de reconciliar al
ofendido con el ofensor. El único precio equivalente a la comisión de un
pecado era la sangre de un sacrificio; es decir, una vida entregada a la
muerte, como lo dice Romanos 6:23: la paga del pecado es la muerte.
La muerte de Cristo en
la cruz del Calvario fue la sustitución provista por Dios para el perdón de
nuestros pecados y la reconciliación con nuestro Dios. Al que no conoció
pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él (2 Corintios 5:21).
ORAMOS, Padre, en este día
tan solemne para tu pueblo, que se cumpla tu propósito original: Que, a
través de su arrepentimiento y fe en el sacrificio de expiación de Jesús el
Mesías, Israel entre en el reposo y el favor de su Dios. Que hoy se cumpla en
ellos lo que está escrito: otra vez determina un día: Hoy, diciendo:
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones (He.4:7).
Hoy es el día de salvación
para tu familia, tus
contactos, tus vecinos y compañeros de trabajo o estudio. Ellos son parte de
la herencia que Dios te da. Ellos son tu mies a cosechar. ¿Quién podrá ser
salvo? Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios.
Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa (Hechos 16:31).
Activa tu fe, intensifica tu oración a favor de ellos, pregunta al Espíritu
Santo qué estrategia tiene para que les testifiques y sean salvos.
Compañero vigía y atalaya, hoy
estamos unidos en la comunión del Espíritu y en la oración de identificación:
Confesemos los pecados de nuestra casa, congregación, y los pecados del
pueblo de Dios en España y en Israel, según Daniel 9:4-19: Y volví
mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y
ceniza. Y oré a Yahveh mi Dios e hice confesión diciendo…hemos pecado, hemos
cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes... Lee
todo el pasaje en oración. ¡Levántate,
da voces en la noche al comenzar las vigilias! Derrama como agua tu corazón
ante la presencia del Señor; alza a él tus manos implorando la vida de tus
niñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles (Lamentaciones 2:19). En identificación con el arrepentimiento colectivo del pueblo de Israel
en este día, nosotros también debemos derramar nuestra alma ante el Señor,
por nuestro pecado personal, por el pecado de nuestra casa y por el pecado de
nuestro pueblo. Oramos consuelo para
tu pueblo, Dios, en su sufrimiento. Que sepan que
su Dios está con ellos; que vean que él está presente para cuidarlos, para
protegerlos, para consolarlos en todas sus pruebas y juicios (Isaías 40:1,2).
Que reconozcan que Dios les envía este juicio severo para quebrantarlos y
darles un corazón de carne, en vez de un corazón de piedra. Que sus corazones
no se rebelen contra su Dios, ni se endurezcan en incredulidad. Que reciban
sus tribulaciones y sufrimiento como un llamado a volver a su Dios, y como
una disciplina amorosa de su Padre del cielo, para impartirles su santidad y
para apretarlos contra su pecho. Muéstrate a ellos como el Santo de Israel,
el Fuerte de Israel, el Redentor de Israel.
Estos son los que han salido de la gran
tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día
y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su
tabernáculo sobre ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá
más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del
trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y
Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos (Apocalipsis 7).
Estos Diez días de
arrepentimiento podrían significar el comienzo de la sanidad de Dios para
nuestra tierra. Si cumplimos
los requerimientos de 2 Crónicas 7:14, cosecharemos sus bendiciones. Esta
maravillosa promesa de restauración, como tantas otras, está en un contexto
de juicio de Dios (v.13). Es a través del pueblo de Dios que él ha prometido
sanar la tierra. Primero, debemos humillarnos confesando unos a otros
nuestros pecados personales, familiares, congregacionales y nacionales.
Debemos orar con este claro enfoque: el arrepentimiento como único medio para
ver el avivamiento. Buscar su rostro con ayunos, cadenas de oración, vigilias
congregacionales, encuentros unidos de ciudad y país. Convertirnos de
nuestros malos caminos. Después de la confesión, debemos buscar la renovación
de nuestra naturaleza caída por la novedad de vida en el Espíritu. Solo
viviendo este proceso, podremos tener la confianza y seguridad de su santa y
bendita promesa: Entonces, yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados
y sanaré su tierra. ¡Aleluya! Ven, Espíritu Santo, sánanos y úngenos
(Lucas 4:18,19).
LOS CUATRO ÚLTIMOS JUICIOS – EXAMÍNATE HOY A TI MISMO Siendo hoy una preparación para el Día del Juicio final, examínate a ti
mismo, según
las enseñanzas de Derek Prince, sobre lo que enfrentaremos en el fin de los
tiempos: Habrá por lo menos 4 juicios finales (futuros); dos son de
individuos, y dos son de naciones.
El juicio de los que han
puesto su confianza en el Mesías para su salvación El verdadero
creyente en Cristo será librado de la condenación final, y nunca será juzgado
por los pecados que ha cometido, porque ha sido hecho justicia de Dios en
Cristo. Sus pecados no han sido solamente cubiertos, sino borrados, por la
sangre del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 3:18; 5:24; Romanos
8:1; 2 Corintios 5:21). El juicio de los verdaderos creyentes, en vez de ser
de condenación, será para determinar la recompensa que recibirá cada uno, al
pasar su obra por la prueba del fuego. Porque nadie puede
poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si
sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera,
heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea,
el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si
bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego (1 Corintios
3:11-15).
Derek Prince,
en su libro El manual del cristiano lleno del Espíritu (Carisma,
1995) sugiere tres aspectos sobre los que cada creyente debe examinarse a sí
mismo, para ver si su servicio a Dios será aceptado por él; si pasará la
prueba del fuego. Estos tres aspectos tienen que ver con la motivación, la
obediencia y el poder.
1.
Debemos examinar nuestras motivaciones. ¿Es el
objetivo de nuestro servicio complacernos a nosotros mismos; es para nuestra
propia satisfacción y gloria, o lo hacemos sinceramente para glorificar a
Cristo y hacer su voluntad? Dios sabe cuál es nuestra intención en las cosas
que hacemos. Dios ve si lo hacemos por un sincero amor por él, o por el deseo
de promocionarnos a nosotros mismos. El que hace todo con la motivación de
promocionarse a sí mismo no puede complacer a Dios, y nada de lo que hace se
considera “bueno” en el Día del Juicio. Se considera “malo” todo lo que
hacemos que no es por fe y obediencia al Señor, y para gloria suya (2
Corintios 5:10).
2.
Debemos examinarnos en cuanto a la
obediencia.
¿Procuramos servir a Cristo de acuerdo con los principios y métodos revelados
en la palabra de Dios? ¿O estamos creando nuestras propias formas de
adoración y servicio a él? Si Cristo es tu Señor, él es el que manda en tu
vida, no tú. Si Cristo es el Señor de tu vida, se verá en todas las áreas de
tu vida. Se notará en tu manera de hablar, y en la pureza de tus relaciones
con otros. Afectará en tus pensamientos. Se notará en lo que lees, y en lo
que ves en la televisión. Se notará en tu manera de vestir. Si no queremos
que Cristo mande en ciertas áreas de nuestra vida, en ciertos gustos, o en
ciertos hábitos, y si persistimos en desobedecer a Dios, al final se romperá
nuestra relación con él, y nos apartaremos de él.
3.
Debemos examinarnos respecto del poder. El apóstol
Pablo nos recuerda: Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino
en poder (1 Corintios 4:20). ¿Procuramos servir a Dios con nuestras
propias fuerzas carnales, inadecuadas? ¿O hemos sido renovados y fortalecidos
por el Espíritu Santo? Si el Espíritu nos dirige, entonces podemos decir como
Pablo: Para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la
cual actúa poderosamente en mí (Colosenses 1:29).
¿EN BASE A
QUÉ RECIBIRÁN SU RECOMPENSA LOS CREYENTES?
La parábola
de los talentos (Mateo 25:14-30) y la parábola de las minas (Lucas 19:11-17)
nos revelan en base a qué serán recompensados los cristianos en el tribunal
de Cristo.
1.
El juicio se basa en la fidelidad de los
siervos con lo que se les había dado, no en su capacidad. Tanto el
siervo que recibió 10 talentos como el que recibió 5 fueron alabados por su
amo, por el aumento de 100 por ciento que habían conseguido. El siervo que
simplemente devolvió el talento que se le había dado fue rechazado porque no
trabajó, no se esforzó, y no produjo ningún aumento.
2.
Las recompensas serán posiciones de autoridad
y
de responsabilidad en la administración del Reino de Dios en la próxima era.
Esto lo vemos en la parábola de las minas.
3.
La maldad consiste, no solo en actuar de una
forma mala, sino en dejar de hacer lo bueno cuando está dentro de nuestras
posibilidades hacerlo (Santiago 4:17). Los siervos que al final
fueron rechazados en las dos parábolas fueron descritos como “malos” porque
no hicieron nada para conseguir un aumento en lo que se les había dado. De
esto podemos deducir que la persona que dice que cree, pero no desea hacer
nada para servir a su Señor, realmente no ama a Dios (Santiago 2:26), y es un
hipócrita. La parábola del trigo y la cizaña y la parábola de la red echada
en el mar (Mateo 13) nos muestran que los que profesan ser cristianos, pero
son hipócritas, serán separados y apartados de los verdaderos creyentes antes
de entrar estos al tribunal de Cristo, y recibirán el juicio que merece su
falsedad, porque no han querido arrepentirse de su rebeldía y no han querido
someterse en fe a Cristo. Entonces, los verdaderos cristianos entrarán a
reinar con Cristo durante el milenio, o sea durante los mil años de su reino
terrenal, mientras los cristianos falsos serán condenados.
Domingo 13/10 – Día 11 - LOS
TRES JUICIOS FINALES – Un llamado a Pastores y Maestros
Por
tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo, vamos adelante a
la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras
muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición
de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno (Hebreos 6).
Un
llamado a ti, amado Pastor y Maestro de la Palabra: Esperamos que la luz
que procuramos arrojar sobre una de las doctrinas fundamentales de Hebreos 6
-- los juicios finales -- te inspiren a seguir instruyendo al pueblo de Dios
en todo el consejo de Dios, y preparándolo para estos tiempos finales. Compañero de
los 21 Días Daniel: Lee la Epístola a los Hebreos: Advertencia contra la
apostasía y llamado a perseverar en guardar la fe en medio de la prueba. En
este día 11, concluimos con los extractos que hemos hecho de Derek Prince,
en su Manual del cristiano lleno del Espíritu: Fundamentos bíblicos para
la vida cristiana; concluimos con el tema de Los tres
juicios finales:
1.
El juicio de la tribulación de Israel: Al final de
la gran tribulación, Dios traerá el último juicio sobre el pueblo de Israel,
usando a las naciones gentiles como sus instrumentos de castigo. Porque, he aquí,
vienen días -declara el Señor- cuando restauraré el bienestar de mi pueblo,
Israel y Judá. El Señor dice: También los haré volver a la tierra que di a
sus padres, y la poseerán. Estas son las palabras que el Señor habló acerca
de Israel y de Judá. Porque así dice el Señor: He oído voces de terror, de
pánico, y no de paz. Preguntad ahora, y ved si da a luz el varón. ¿Por qué
veo a todos los hombres con las manos sobre sus lomos, como mujer de parto y
se han puesto pálidos todos los rostros? ¡Ay! Porque grande es aquel día, no
hay otro semejante a él; es tiempo de angustia para Jacob, mas de ella será
librado. Y acontecerá en aquel día -declara el Señor de los ejércitos- que
quebraré el yugo de su cerviz y romperé sus coyundas, y extraños no lo
esclavizarán más, sino que servirán al Señor su Dios, y a David su rey, a
quien yo levantaré para ellos (Jeremías 30:5-9 BLA. Ver también Zacarías
12:3; 14:2-4).
Derek Prince nos
ofrece el siguiente orden de sucesos que Jeremías predice en estos
versículos: a.
Dios traerá a Israel otra vez a su tierra. b.
Habrá para Israel un tiempo de peligro y
angustia nacional, más terrible que ningún otro que hayan atravesado antes. c.
El Señor mismo intervendrá al fin contra los
extranjeros – los gentiles enemigos de Israel – y los salvará de ellos. d.
El reino nacional de Israel será restaurado
otra vez sobre el trono de David, bajo el supremo gobierno del mismo Señor
Jesús. Este periodo del reino restaurado será el milenio. Como resultado de
este juicio purificador de Israel, todos los elementos rebeldes serán
eliminados de en medio de Israel, y los que sobreviven se reconciliarán con
su Señor, arrepentidos y humillados (Ezequiel 20:37-38; Zacarías 12:9-10;
Romanos 11:26). Después de todo este proceso de limpieza ya no habrá
necesidad de que Dios juzgue al pueblo de Israel. Entonces, cuando Cristo
establezca su reino terrenal (al comienzo del milenio), solo hará falta
juzgar a las naciones gentiles que hayan quedado vivas después de la gran
tribulación.
2.
El juicio de las naciones gentiles: Cuando el Hijo del
Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se
sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las
naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas
de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su
izquierda
(Mateo 25:31-46).
Al principio del
reino milenial de Cristo, Dios separará a las ovejas (los que él acepta) de
los cabritos (los que rechaza). Entonces, las ovejas entrarán en su reino,
para reinar con él, mientras los cabritos serán echados al fuego eterno.
Algunos entienden de estos versículos que cuando Cristo habla de sus “hermanos
más pequeños”, se refiere a los judíos. En este caso, el factor más
importante que separará a las ovejas de los cabritos en el juicio sobre las
naciones gentiles será cómo han tratado al pueblo de Israel en medio de sus
persecuciones y tribulaciones. Esto nos debe hacer pensar acerca de la
actitud que cada uno de nosotros tenemos hacia el pueblo de Israel. Hoy en
día se ve cómo la Iglesia muchas veces es más influenciada por el
antisemitismo del mundo que por la perspectiva que Dios tiene de su pueblo.
Porque he aquí que en
aquellos días, y en aquel tiempo en que haré volver la cautividad de Judá y
de Jerusalén, reuniré a todas las naciones, y las haré descender al valle de
Josafat, y allí entraré en juicio con ellas a causa de mi pueblo, y de Israel
mi heredad, a quien ellas esparcieron entre las naciones, y repartieron mi
tierra
(Joel 3:1-2).
Después de estos
juicios purificadores de Israel y de las naciones gentiles, Cristo reinará
mil años en la tierra, y habrá un tiempo de paz y prosperidad. Entonces, al
final del milenio, Satanás hará un último intento de organizar una rebelión
contra Cristo ente las naciones gentiles, pero Dios intervendrá directamente
para derrotar a Satanás, y este será echado definitivamente al lago de fuego,
junto con los rebeldes que le siguieron. Finalmente, con la eliminación de
estos rebeldes, solo quedará el juzgar a los muertos de todas las épocas
anteriores. Este es el juicio delante del “gran trono blanco”.
3.
El juicio de los muertos injustos: Y vi un gran trono
blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y
el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes
y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue
abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por
las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar
entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los
muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la
muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte
segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al
lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15).
Solo aquellos cuyos
nombres se encuentren inscritos en el libro de la vida, los que pusieron su
fe en la obra expiatoria de Cristo, escaparán a este juicio final. Estos ya
habrán resucitado al comienzo del milenio, y habrán pasado por su propio
juicio ante el tribunal de Cristo, no para la condenación, sino para
determinar su recompensa. Aunque la mayoría de las personas que comparezcan
ante el gran trono blanco serán condenadas, entendemos de las Escrituras que
algunos entrarán a la vida eterna. Los que escaparán el juicio eterno serán
personas como, por ejemplo, la reina del Sur y los hombres de Nínive, que
respondieron en fe a la revelación de Dios en su tiempo; también escaparán el
juicio los que mueran en fe durante el milenio.
Compañero guía
y vigía: Discierne los tres planos o dimensiones que actúan en los juicios de Dios en esta hora.
Primeramente, debemos preguntarnos si esta sacudida, en forma de pandemia,
guerra, crisis económica, tiranía de gobierno, es un merecido juicio de Dios
sobre nuestro país. Si es así, ¿de qué pecado tenemos que arrepentirnos en lo
personal, o en identificación con nuestro pueblo, para revertir, amortiguar o
detener este juicio? ¿Cómo debemos de interceder, ponernos en la brecha e
invocar su ayuda y suplicar que en su ira Dios se acuerde de misericordia? (Oh,
Yahveh, he oído tu palabra, y temí. Oh, Yahveh, aviva tu obra en medio de los
tiempos, en medio de los tiempos hazla conocer; en la ira acuérdate de la
misericordia. Habacuc 3:2). ¿Me pide Dios que anuncie este juicio al
pueblo y que lo llame al arrepentimiento? En segundo lugar, debo discernir
qué fuerzas satánicas están actuando en esta situación y de qué manera hacer
guerra espiritual y combatirlas. Y, el tercer plano, el más humano y
terrenal, es discernir cómo las élites globales, el antisemitismo, los
agentes de Satanás están obrando para hacer la obra de su padre el diablo,
que solo ha venido para matar, robar y destruir. Los Pastores y Maestros
renovamos nuestro llamado, ante ti,
Señor, de cumplir nuestra misión de evangelizar y discipular con el mismo
celo y unción del apóstol Pablo en Éfeso: Así continuó Pablo por espacio de dos años, de manera que todos los que
habitaban en Asia, judíos y griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Así
crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor…“Y, cómo nada que
fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las
casas, testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento
para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 19 y 20). Lunes 14/10
– Día 12 - ¿ESTÁ
DIOS SACUDIENDO LAS NACIONES CON LA PRESENTE CRISIS GLOBAL? – Un llamado a la iglesia local.
¿Es nuestra iglesia local como la iglesia de
Antioquía? - Había entonces en la
iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros. Ministrando estos al
Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme
a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. ORAMOS, Señor, que, en la
presente sacudida de las naciones, nuestra iglesia sea tan útil a tu Reino,
como la iglesia de Antioquía en Hechos 13: Que podamos establecer tu
Reino con poder y gran gloria, en nuestro medio y hasta lo último de la
tierra. Que estemos ayunando y adorando con nuestros pastores, y atentos al
llamado del Espíritu, cuando diga: Apartadme
a este y a aquel para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les
impusieron las manos y los despidieron.
¿Cómo debemos interpretar
la presente sacudida de las naciones? La voz del cual conmovió
entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y
conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo. Y esta frase: Aún
una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para
que queden las inconmovibles (Hebreos 12). Erramos
si solo podemos declarar que Dios está en control y que nos guardará de todo
mal, que los hijos de Dios no sufriremos ningún mal, que los juicios caerán
solo sobre los malos, o que los juicios de Dios son solo para el tiempo
final, no para este tiempo. No podemos temer el sufrimiento. Si sufrimos, no
debemos apostatar de la fe ni caer en resentimiento contra Dios. Las
sacudidas de nuestras naciones serán cada vez más regulares y de mayor
amplitud e intensidad. Los tiempos se están acelerando, para el bien y para
el mal. Con cada mayor sacudida recogeremos una cosecha mayor. Con cada
cosecha debemos elevar al cielo una ofrenda mecida de alabanza al Señor.
2-
¿Somos fieles en predicar el evangelio de arrepentimiento? Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora
manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha
establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón
a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos (Pablo en Atenas, Hechos
17).
Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha llegado (Apocalipsis 14): Dios es un juez justo. Es
el juez de toda la tierra. Es el juez de toda carne. No debemos temer sus
juicios, porque son justos y predecibles, y reflejan su carácter de Padre
amoroso; de Dios bueno, sabio, todopoderoso. No debemos dejar que Satanás nos
engañe trayendo temor, confusión o sombra de duda sobre el carácter justo de
Dios. Los justos juicios de Dios se ven claramente, tanto en el Antiguo, como
en el Nuevo Testamento. Dios no es un Dios totalmente severo en el Antiguo
Testamento y otro Dios totalmente bondadoso en el Nuevo Testamento. Jesús
vino a revelar el carácter justo y misericordioso de Dios el Padre. El Dios
de la Biblia, no es un Dios impredecible o arbitrario. Todo lo que hace
lo hace con un buen propósito y movido por amor a sus hijos y a su creación;
siempre con la intención de traer redención. No debemos temer qué hará Dios;
podemos predecir exactamente lo que él hará, porque conocemos su carácter de
Dios justo y fiel; verdadero y misericordioso. Conocemos lo que hará, porque
lo ha revelado en las Escrituras. Nosotros sabemos qué demanda él de
nosotros, y debemos atenernos a las consecuencias si no lo hacemos. Un
ejemplo muy claro de cómo Dios instruyó y advirtió a Israel, lo encontramos
en Deuteronomio 28: las bendiciones de la obediencia y las terribles
consecuencias de la desobediencia. Nosotros debemos ver y aprender con temor
y temblor.
3-
¿Con qué propósito envía Dios sus justos juicios a la tierra? ¿Qué atributos
de su carácter manifiestan estos juicios? Los juicios presentes de
Dios son punitivos, vindicativos y correctivos. Son punitivos: Es la pena de
castigo merecido que Dios trae sobre los inicuos y malvados por su falta de
arrepentimiento y su persistencia en su maldad, y por el gran daño y agravio
que causan al indefenso, el inocente y el justo (Casos del diluvio en tiempos
de Noé o de Sodoma y Gomorra en tiempos de Abraham). Son vindicativos a favor
de los justos, para hacerles justicia frente a los poderosos malvados que los
han oprimido y han abusado de ellos (Daniel 7:22 y Apocalipsis 11:18).
Los
juicios presentes de Dios también son redentores, porque llaman al impío al
arrepentimiento; el Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento (2 Pedro 3). Los juicios
divinos son una disciplina amorosa del Padre, para hacer partícipes a sus
hijos de su santidad, como bien lo expresa Hebreos 12. No quiere el Señor
castigarnos con la enfermedad, incluso con la muerte prematura, ni que
perezcamos eternamente con los impíos, por eso corrige nuestros desvaríos y
desaciertos ahora mismo (1 Corintios 11). El Padre, como buen labrador, hace
una poda dolorosa en nuestros sarmientos improductivos (estilo de vida,
actividades, actitudes, motivaciones, relaciones), para que los sarmientos
fructíferos tengan nueva fuerza y den más fruto (Juan 15). 4-
Los juicios de Dios se manifiestan en acontecimientos extraordinarios y destructivos, en los
cielos: cambio de los patrones del clima, contaminación del aire. En el
planeta tierra: Terremotos, volcanes. En el mar: tsunamis, huracanes. En la
tierra: sobre la agricultura, las pestilencias o enfermedades, la sequía,
inundaciones, hambres, guerras. Dios juzga sistemas: religiosos, de
gobiernos, militares, económicos, ideológicos, educativos, de comunicación.
Dios juzga a individuos, familias, comunidades, ciudades, países, el mundo
entero. Vemos estos juicios expresados en las diez plagas del Éxodo, o en las
plagas de Apocalipsis.
5- “España y los españoles estamos bajo el juicio de Dios; por
eso los españoles no se salvan. Hace unos 20 años, recibí del Señor que
vendría sequía, ruina y pobreza sobre la nación, y que mendigaría, yendo de
puerta en puerta, por causa de su maldad. En el año 2003, vi de noche el
juicio de Dios: Yo veía la tierra redonda, estando fuera de ella. Pronto
empecé a correr sobre la tierra y hubo una gran rotura o brecha en la tierra
y en ella caían casas y personas. Yo veía a la gente correr sin rumbo,
aterrorizados, y decían: Es el juicio de Dios. Yo contestaba: Sí, es el
juicio de Dios, arrepentíos. Al mismo tiempo caía del cielo fuego y algo
parecido a estrellas. La gente corría y corría, iba y venía, sin rumbo, y
decían lo mismo: Es el juicio de Dios, y yo les respondía: Sí, es el juicio
de Dios, arrepentíos. El Señor me habló que traería a la mendicidad a esta
nación por causa de su pecado, no sólo por el pecado que en la actualidad se
está cometiendo, sino también por el pecado que esta nación ha estado
cometiendo desde el principio de su larga historia.” (Profecía del Pastor
Aurelio Martínez). En estos 21 Días tomamos la antorcha del testimonio de
este siervo y oramos por España, para que el Señor tenga misericordia y
revierta sus justos juicios sobre nosotros. (Puedes ver los videos de los
días 12,17,21,27 y 33 de la Guía 40 Días, donde oramos por esta profecía: https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z5peX9bBdD_OOex7wZSAhaD&si=bVRk-lcqaoVrAYOp
6- ¿Cómo revertir los
juicios de Dios? Dios demanda de nosotros un arrepentimiento profundo, duradero y
amplio; lo que significa poner orden en toda área de nuestra vida, hogar y
congregación. Es necesario que disciernas los pecados por los que Dios tiene
que traer estos juicios sobre la tierra. ¿No ha de castigar un Dios justo, la
masacre continua de bebés no nacidos? El derramamiento de la sangre inocente
clama desde la tierra contra nosotros, delante de Dios. ¿No ha de
frenar Dios nuestro desenfreno de inmoralidad y corrupción moral en la
escuela pública? ¿Y qué decir de los pecados del pueblo de Dios? ¿Qué ve Dios
en su Iglesia? Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de
Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que
no obedecen al evangelio de Dios? Y: Si el justo con dificultad se
salva, ¿en dónde aparecerá el impío y el pecador? (1 Pedro 4). Nuestro sincero arrepentimiento será la única manera de revertir y
detener los juicios de Dios, y traer sanidad a nuestra tierra.
7- Amada iglesia del Señor,
recibe hoy una visión de esperanza y restauración: El verdadero arrepentimiento llevará al Remanente
fiel de Israel y de la Iglesia gentil a una total renovación en el Espíritu
Santo y a la restauración de todas las cosas. Como Iglesia del Señor, hacemos
hoy un compromiso renovado a orar, identificar y a restaurar los cinco
ministerios de Efesios 4:11: Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a
fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo. Nos comprometemos a, con toda
diligencia seguir la guía del Espíritu Santo sobre cómo
estructurar nuestra iglesia para los nuevos tiempos y para un nuevo avance
del Reino en nuestra localidad, recibiendo la influencia de los cinco
ministerios y formar nuevos equipos apostólicos, para la obra a la que
el Señor les ha llamado a hacer.
Martes 15/10 – Día 13 - ¿ESTAMOS VIVIENDO
LOS DÍAS PROFÉTICOS DE MATEO 24? -- el avivamiento de los dones del
Espíritu de Romanos 12.
Cómo avivar los dones espirituales en tu
iglesia: El Espíritu Santo nos
capacita para vivir como cuerpo y comunidad local, según la secuencia que nos
presenta Pablo en su enseñanza apostólica de Romanos 12. A cada miembro se
nos pide buscar la consagración y entrega de nuestro propio cuerpo en
sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No debemos conformarnos al mundo,
sino renovarnos en el espíritu de nuestro entendimiento. Así podremos
comprobar por experiencia propia cuál es la voluntad de Dios; lo que es
bueno, agradable y perfecto, para nuestras vidas y para el cuerpo donde Dios
nos ha puesto. El apóstol nos exhorta a que cada miembro ocupemos la función
acertada en el cuerpo, y lo hagamos con la motivación adecuada.
Tomando en conjunto la
enseñanza apostólica de sus epístolas de Romanos 12, 1 Corintios 12 y Efesios
4, vemos cuatro tipos de dones y ministerios: Dones de liderazgo
(Apóstoles, Profetas, Evangelistas, Pastores y Maestros). Dones de poder
(sanidades, milagros, liberaciones). Dones de sabiduría (profecía,
palabra de ciencia, palabra de sabiduría, diversos géneros de lenguas,
interpretación de lenguas, discernimiento de espíritus). Dones de servicio
(presidir, administrar, ministrar a los necesitados, entre otros).
Amado Pastor, te
sugerimos que en estos 21 Días busques al Señor con tu iglesia para recibir
la guía del Espíritu Santo, acerca de cómo funcionar mejor como cuerpo, a la
luz de estos dones y ministerios. Puede ser de ayuda el hacer estas
preguntas: ¿Sabes cuál es el cuerpo local donde Dios te ha puesto? ¿Sabes
cuáles son tus dones y cuál es tu función en el cuerpo? ¿Sabes por qué te ha
puesto Dios ahí? ¿Cuál es tu misión? ¿Sabes trabajar en equipo con otros,
discerniendo sus dones y trabajando en mutuo respeto y aprecio, y sabiendo
cómo se complementan los diferentes dones?
Nuestro marco
profético presente: El marco de tiempo de los 21 Días Daniel, son los
años de 2024 a 2030. En Mateo 24:3-14, el Señor nos revela los mandatos que
debemos seguir en este tiempo. Discernámoslo juntos, y veremos que debemos
recibirlo de parte de Dios para este momento; no podemos pensar que ya fue o
que será para un futuro lejano o para un lugar distante de nosotros. Debemos
creer que es para nosotros, aquí y ahora. Debemos creerlo “a pie juntillas”;
al pie de la letra; tomarlo de manera literal, y así aplicarlo a nuestro
tiempo presente y actuar según el Señor nos lo indica, tal cual.
Mateo 24:3-14: Mirad que no
seáis engañados. No os turbéis – disponeos a sufrir por el evangelio; no vayáis tras los falsos cristos, sed
guiados por el Espíritu de verdad. Y estando Jesús sentado en el monte de los Olivos… No podemos volvernos al
Monte del Sinaí, intentando guardar la Ley mosaica para salvarnos o
santificarnos. No podemos permanecer en el Monte de las Bienaventuranzas,
plácidamente sentados a los pies de Jesús, escuchando una vez más su Sermón
del Monte y sin saber qué hacer con él. Es tiempo de
subir al Monte de Getsemaní con Jesús; velar con él en la hora de la prueba y
enfrentar el sufrimiento sin abandonarlo o traicionarlo. …los discípulos se le acercaron aparte, diciendo… Es hora de intimidad con el Señor, de buscar
su revelación, de preguntarle: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas… esto es, la destrucción
del Templo y la tribulación de Jerusalén. …y qué señal habrá de tu
venida… del
segundo advenimiento del Señor. …y del fin del siglo?... es decir, el fin de los
tiempos, el final de este orden de cosas, o el fin del mundo tal y como ahora
lo conocemos.
… Respondiendo Jesús, les dijo:
Mirad que nadie os engañe… Esta es la primera advertencia del Señor para
nosotros; si él lo dice, debo creerle y aceptar que, como discípulo del
Señor, también yo puedo ser engañado y caer en el error; seguir al líder
equivocado. Aquel que se niega a creer en la verdad, se expone, no a no creer
en nada; sino, a creer en cualquier cosa. El antídoto contra el engaño es
usar de discernimiento (Hebreos 5:14). Para que no seas engañado, no debes
engañar (2 Timoteo 3:13). Debes vivir en la luz, no esconder nada: Vive en
transparencia, confiesa a otros tus pecados, expón tu vida a la reprensión de
un pastor, tu esposo o esposa o un hermano maduro. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad (Juan 16). Para no ser
engañado debes discernir las cosas por la guía del Espíritu Santo; porque
solo Él es el Espíritu de la verdad. Busca la llenura del Espíritu Santo y
pide el don de discernimiento de espíritus (1 Corintios 12). Ceñidos vuestros lomos con la verdad: Diariamente debes orar y
vestirte toda la armadura de Dios, de Efesios 6:10-20. Lee, medita y memoriza
pasajes enteros de la Escritura, como este.
…Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo
soy el Cristo; y a muchos engañarán... “Aseguraos de que no
seáis engañados para seguir tras falsos salvadores que asegurarán venir en mi
nombre; sabed que muchos otros sí que estarán dispuestos a seguir a estos
falsos salvadores.” Si rechazas la autoridad de Dios y su Reino, y la
autoridad espiritual humana que él ha puesto sobre ti, te expones a ser
esclavizado por tiranos y a obedecer sus imposiciones. Siempre te dirán que
lo hacen por tu bien, tu salud y la de los tuyos; te prometen seguridad y
prosperidad. Si no pueden engañarte con chantajes y falsas promesas, te
amenazarán con la enfermedad, la ruina y la muerte. ¿A quién estás sirviendo
tú y tu casa? ¿Bajo quién estás sometido?
…Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis… Las
dos principales advertencias son: No seáis engañados y no temáis. Contra la
mentira, la verdad. Contra el engaño, el discernimiento. Contra el temor, la
fe. El mejor antídoto contra el temor es estar dispuestos a sufrir. …porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el
fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y
habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto
será principio de dolores. Aquí Jesús advierte a sus discípulos sobre los
acontecimientos extraordinarios en la tierra, que marcarán “el principio de
dolores”, o, “el comienzo de los dolores de alumbramiento”; imagen profética
de las angustias que preceden a la segunda venida del Señor (1 Tesalonicenses
5:3). La
crisis global empezó en 2020 con la pandemia. Desde entonces, el Señor ha
venido dando varios años de gracia para que nos arrepintamos. Estos 21 Días
Daniel pueden significar la cúspide de este periodo de gracia para el
arrepentimiento. Por tanto, debemos echar mano de esta gran oportunidad y
arrepentirnos. Porque, a partir de aquí y el resto de esta década, será cada
vez más difícil encontrar esa gracia del arrepentimiento. Al que no quiera
arrepentirse, el Señor lo dejará a la dureza de su corazón y expuesto a los
juicios cada vez más severos de Dios. Si hemos visto pandemias, veremos más;
más guerras y catástrofes naturales. Se ha desatado el caos y la anarquía de
la agresión y la violencia generalizada en nuestros campos y ciudades.
Debemos saber que todo esto está a nuestra puerta, en nuestras calles cerca
de nosotros. No está lejos, no es solo para otras naciones; es para nosotros,
y es ahora.
…Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos
de todas las gentes por causa de mi nombre... Sí, esto es también para
nosotros hoy, en el siglo veintiuno. Ya está pasando en nuestros países
progresistas y civilizados de Occidente. Ya está pasando, y nos puede pasar a
ti y a mí. ¿Qué harás tú?
…Muchos tropezarán entonces, y se entregarán unos a
otros, y unos a otros se aborrecerán... Lo peor que puede pasar,
no es que el hermano me entregue a mí; lo más doloroso es si yo llego a
entregar al hermano y su familia en manos de los malvados, para salvar mi
pellejo. Si eres parte del Remanente fiel, vives el Reino y su justicia, y
eres resistencia activa a este sistema inicuo, tenlo por seguro que serás
aborrecido y perseguido. Y también todos los que quieren
vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución (2 Timoteo 3:12). Lo peor
que nos puede pasar, no es que suframos; lo peor que nos puede pasar es que,
ante la amenaza y la coacción neguemos al Señor o nos avergoncemos de dar
testimonio del evangelio. Debemos hablar la verdad en amor, y dejar a Dios
las consecuencias de lo que nos pueda pasar.
…Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán
a muchos… ¡Otra vez el engaño! Siempre ha existido la falsa profecía que
promete paz y prosperidad, cuando debería estar anunciando los justos juicios
de Dios y llamando al pueblo al arrepentimiento. Cosa espantosa y fea es hecha
en la tierra; los profetas profetizaron mentira, y los sacerdotes
dirigían por manos de ellos; y mi pueblo así lo quiso. ¿Qué, pues, haréis
cuando llegue el fin? Desde el profeta hasta el sacerdote, todos son
engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo:
Paz, paz; y no hay paz (Jeremías 5 y 6). Guardaos de los falsos
profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son
lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis (Mateo 7). Donde Dios
tiene lo genuino, Satanás siembra lo falso, para engañar. Cultiva tu propia
vida con Dios, aprende a escuchar la voz de Dios con tu esposa y tus hijos,
sométete a la autoridad en un cuerpo local de iglesia, y no serás fácilmente
engañado. Los vigías de hoy poseen el
espíritu y la unción profética de Daniel; son el movimiento profético del
presente que se mueve en la corriente del Espíritu, bajo la autoridad de la
iglesia y sus cinco ministerios. No apaguéis al Espíritu. No
menospreciéis las profecías (1 Tesalonicenses 5).
…y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, este será salvo... Esta advertencia es equivalente
a la advertencia a la iglesia de Éfeso en Apocalipsis 2: Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Aquí en Mateo 24:13, el
Señor nos advierte sobre el peligro de la apostasía, el abandono o traición a
la fe en Dios, por dejar de creer o, porque aun creyendo, no practicamos lo
que creemos. Lo contrario a la apostasía es la perseverancia en la fe aun en
medio del sufrimiento y la adversidad; tema de la Epístola a los Hebreos. La
segunda epístola de Pedro nos advierte sobre dos peligros de los últimos
tiempos: la apostasía, abandonar la fe; y las herejías, errores doctrinales
contrarios a la Palabra de Dios.
Mateo 24:14: Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Esta es la mejor parte.
Es en esto que debemos estar ocupados, mientras esperamos la gloriosa venida
del Señor. No podemos usar su venida, como excusa o justificación para
nuestra inacción en el mundo; para no hacer nada; para sentarnos cómodamente
en casa a ver la televisión. Si lo hacemos, Dios nos pedirá cuentas como
obreros inútiles y siervos malos. Este tema de la predicación del evangelio a
todas las naciones apunta hacia la fiesta de los Tabernáculos y la gran
cosecha final de almas salvadas. ¡Aleluya!
Miércoles 16/10 – Día 14
- ¿POR QUÉ NOS GOBIERNAN LOS MALOS? - Llamado
a los cinco ministerios de Efesios 4:11: La formación de equipos apostólicos. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores
y maestros; a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4). Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo (Efesios
2).
Llamado a los cinco ministerios de Efesios 4:11: La
formación de equipos apostólicos: Oramos, Espíritu Santo de Dios, que tú mismo llames y equipes a
estos hombres y mujeres para conformar equipos apostólicos. La función de
estos cinco ministerios se puede definir en cinco fases generales
consecutivas: 1- Visión de Reino: El ministerio
apostólico en compañía de un equipo, toma la iniciativa de responder al
llamado del Espíritu a hacer la obra a la que él le llama, y enviado por su
iglesia local, imparte una visión amplia de reino y usa su autoridad para
abrir nuevos territorios o para consolidar lo anteriormente implantado. (ver
esta estrategia en el ministerio del apóstol Pablo, a partir del capítulo 13
del Libro de los Hechos de los Apóstoles). 2- Avance evangelístico
decisivo, donde el evangelista cumple su papel de predicar el evangelio con
poder del Espíritu Santo. Para lograr este avance decisivo, el evangelista se
asegura de estar arropado por este equipo apostólico; allí recibe claridad de
las nuevas estrategias y métodos a emplear para ser efectivo y llegar al
mayor número de almas. 3- Entrenamiento y discipulado, para
consolidar a los nuevos discípulos; tarea de pastores y maestros en el equipo
apostólico (ver la obra evangelizadora y de discipulado de Pablo en la región
de Éfeso, Hechos 19). 4- Establecimiento y fortalecimiento de las
congregaciones: Ahora sí, se establece la iglesia y se nombran Ancianos
para pastorear la nueva comunidad de discípulos. 5- Promover la unidad en
el Cuerpo de Cristo. Una sola congregación no
puede producir los cinco ministerios, pero sí puede beneficiarse de su ayuda
e influencia, si trabaja en unidad con otras congregaciones, y forma
movimientos apostólicos con estas. Esta también es función de un equipo
apostólico, promover la unidad. Solo con una visión de Reino, la autoridad
apostólica y un trabajo en equipos apostólicos, nuestras congregaciones no se
estancan, sino que avanzan; por tanto, el Reino avanza. Estos equipos
apostólicos son la avanzadilla de la Iglesia; van delante de los demás, para
establecer el Reino de los cielos en los territorios ganados al enemigo. (Extracto del artículo, El ministerio del equipo apostólico, de Asher Intrater, Boletín Tikkun Israel, noviembre 1999.)
¿Existe actualmente un vacío de poder y autoridad que estos equipos
apostólicos pueden y deben llenar? ¿Un vacío de liderazgo,
cuando existe un intento decidido a nivel global de establecer un nuevo orden
mundial e imponer por la fuerza un gobierno que terminará por afectar todas
las áreas de nuestra vida? Pues, así es; cuando pareciera que tenemos más gobierno
que nunca, es cuando existe un mayor vacío de autoridad, de orden y de
justicia. ¿A qué se debe esta paradoja? Tenemos la respuesta en Romanos 13: …porque
no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas. Las naciones gobernadas por líderes tiranos es donde mayor
vacío de verdadera autoridad existe. Estos líderes déspotas han usurpado el
poder, creando caos y anarquía para implantar su dominio. No emana su poder
de Dios ni del pueblo, lo han usurpado por medios fraudulentos, se han hecho
con el poder para matar, robar y destruir; son usurpadores; no gobiernan
justicia y bienestar para el pueblo. Su plan es “deconstruir” toda la
Creación de Dios, para “volver a edificar mejor”. Están deconstruyendo, es decir,
destrozando, todo lo que se les pone delante, y pueden destruir.
¿Por qué hacen nuestros gobernantes tal maldad? Porque son hijos de las tinieblas y siguen las órdenes del príncipe de
este mundo. Estos son los gobernadores de las tinieblas de este siglo (Efesios
6). Hacen la voluntad de su “padre”, el diablo, siguen sus órdenes e
instrucciones, implanta su plan sobre la tierra; emana su poder de espíritus
inicuos de todo tipo. Están atestados de toda iniquidad, perversión,
corrupción, ansias de poder y de dinero, violencia y destrucción, rebeldía
contra Dios, faltos del más mínimo afecto natural, porque son violentos,
engañadores y seductores, conductores a la maldad, corrompen, engañan y
compran las conciencias con engaños y dineros mal habidos. En todo esto
sufren las multitudes de gentes, los más débiles y vulnerables; los no
nacidos, ancianos, discapacitados; sufren su persecución los justos.
¿Por qué permite Dios que seamos gobernados por este
tipo de gobernantes y de leyes de iniquidad? Porque tenemos los
gobernantes que nos merecemos. Nosotros somos tan inicuos como ellos, solo
que no tenemos tanto poder como lo tienen ellos, y esto limita nuestra
capacidad de hacer el mal. Dios pone estos gobernantes malvados, como un
juicio severo sobre nosotros y nuestras naciones para castigar nuestra
iniquidad. Y, esto no es nada más que justicia; la justicia divina. De hecho,
Dios no nos da todo lo que merecemos; más podría castigarnos por nuestro
pecado, pero nos trata con mucha misericordia: Por la misericordia de Yahveh
no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias; nuevas
son cada mañana; grande es tu fidelidad (Lamentaciones 3). ¿Cómo revertir
estos terribles juicios de Dios? El arrepentimiento
es la respuesta. Reconocer y confesar nuestros pecados y los pecados de
nuestra nación. Pero, el arrepentimiento más pleno y profundo es poner orden
en mi vida y relación con Dios, buscar primero el Reino de Dios y su justicia
en mi hogar.
No podemos quedarnos a medio
camino en la toma de la Tierra Prometida, habiendo desalojado las fortalezas del enemigo
ocupa, tenemos ahora que trabajar por establecer la autoridad de Dios y vivir
por los principios y leyes del Reino de los Cielos; esto es, encarnar el
Reino de los Cielos y demostrarlo donde estamos. Una persona, dos personas; una
familia, dos familias; una comunidad; un país. Y, así podremos implantar la
justicia del Reino de los Cielos en la tierra. Y, los primeros beneficiados
serán los inocentes e indefensos; así como ellos son los primeros damnificados
de la maldad de nuestra sociedad y gobernantes.
Cuanto más
aumente el número de los justos, más Reino de Dios y autoridad se
manifestará. Esto traerá un choque frontal contra el reino de las tinieblas;
entonces los inicuos perseguirán a los justos; pero, aunque tengamos que
sufrir o morir, el Reino de los Cielos se implantará con violencia; aunque la
violencia será la que nosotros suframos en nuestra lucha contra Satanás y su
reino. Para empezar, debemos orar que el Espíritu Santo revolotee otra vez en
toda la tierra e imponga el orden, presencia y autoridad de Dios, y revele la
redención del Mesías, y obre en la restauración de todas las cosas que el
hombre ha destrozado: Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las
tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía
sobre la faz de las aguas (Génesis 1).
¿Cuál es la
misión de estos equipos apostólicos que conducen al pueblo a la Tierra de su
heredad? Deben entrar
a la Tierra, derrotar a los gigantes, expulsarlos, y ocupar la Tierra,
establecer la ley del Reino de los Cielos. Esto lo hacen cumpliendo su
función en estas cinco etapas: 1-
Actuando desde una visión de Reino. 2- Irrumpiendo con un
avance evangelístico decisivo. 3- Estableciendo programas de entrenamiento y
discipulado. 4- Estableciendo y fortaleciendo las nuevas congregaciones. 5-
Promoviendo la unidad en el Cuerpo de Cristo.
Cómo orar por los gobernantes
malvados de nuestra nación: Encuentra la instrucción completa, en el Día 23 de la Guía 40 Días 2024 -
¿Estás dispuesto a enfrentar la ignominia de los que se oponen?) https://youtube.com/playlist?list=PLF_Sw_OHD9z5peX9bBdD_OOex7wZSAhaD&si=bVRk-lcqaoVrAYOp
Jueves 17/10 – Día 15 – CELEBRA
LA FIESTA DE TABERNÁCULOS 2024 – jueves 17/10 a jueves 24/10: Un llamado
a cultivar nuestra intimidad con Dios.
Y habló Yahveh a Moisés, diciendo: Habla
a los hijos de Israel y diles: A los quince días de este mes séptimo será la
fiesta solemne de los tabernáculos a Yahveh por siete días (Levítico 23). Estaba cerca la fiesta de los
judíos, la de los tabernáculos (Evangelio de Juan 7:2).
Por ocho días los israelitas viven en cabañas o bajo
enramadas, para recordar la vida sencilla y vulnerable, y el cuidado de Dios a
lo largo de los cuarenta años de su peregrinaje por el desierto, antes de
entrar a disfrutar la tierra de la que fluye leche y miel. Padre de familia,
y Pastor: Lee con tu casa, o congregación, el llamado a celebrar esta Fiesta
al Señor, en Levítico 23:33-43; Nehemías 8:14-17 y Deuteronomio16:16-17. Leed
juntos durante estos ocho días de celebración, el relato del Evangelio de
Juan capítulos 13 en adelante, de cómo Jesús pasó momentos de recogimiento y
retiro con sus discípulos.
Un número cada vez mayor de creyentes evangélicos
celebra la fiesta bíblica de Tabernáculos en la tierra de Israel, en sus casas o en sus congregaciones. Querido
padre de familia, te invitamos a que lo celebres con los tuyos, levantando
algún tipo de enramada en tu patio o terraza. Haz una comida diaria en este
lugar con tus hijos, y leed juntos un Salmo cada día, Salmos 113 al 118. Los
israelitas celebran en la Fiesta de los Tabernáculos las bondades de Dios al
final de la cosecha. No nos presentemos al Señor con las manos vacías;
ofrezcámosle lo mejor que tenemos. Pastor, compártelo con tu congregación
esta semana; celebremos con gozo la cosecha de almas que hemos ganado este verano. Llamemos
a santas convocaciones, el primero y el último día de esta Fiesta de
Tabernáculos. Celebremos con Israel. ¿Amén?
LA FIESTA DE LOS
TABERNÁCULOS
La Fiesta de los
Tabernáculos empieza el día 15 del séptimo mes del calendario hebreo, que es
el mes de Tishri. Esta fiesta es una de las tres ocasiones cuando los
hijos de Israel debían subir a Jerusalén para presentar sus ofrendas y
sacrificios al Señor (Deuteronomio 16:16), como recordatorio de que Dios
libró a su pueblo de Egipto, y que les guio todos los cuarenta años que
estuvieron vagando por el desierto, viviendo en tiendas, o tabernáculos. Para
conmemorar la fidelidad y la protección de Dios, el pueblo judío, hasta el
día de hoy, construye y habita en pequeñas cabañas hechas de madera, y con un
techo hecho con ramas de cidro, mirto, palmeras y sauce (Levítico 23:39,40).
Se adornan con flores de otoño, hojas, frutos y hortalizas. Estas cabañas
proveen sombra durante el día, pero permiten ver las estrellas durante la
noche (Nehemías 8:14-17). La Fiesta de los Tabernáculos celebra la recogida
de la última cosecha del año, la del otoño. Lo que más la caracteriza es el
regocijo, ya que viene cinco días después de la fiesta solemne de Yom Kipur,
que es un día de ayuno, aflicción y arrepentimiento. Es así como la Fiesta de
los Tabernáculos es un tiempo de acción de gracias a Dios por su perdón y
provisión.
Los judíos del tiempo de
Jesús celebraban dos ceremonias importantes durante esta fiesta: 1) el
derramamiento de agua en el Templo, y 2) la iluminación del Templo.
En la primera ceremonia, el
derramamiento de agua, un sacerdote especialmente designado con este propósito
era enviado al Estanque de Siloé (que significa “Enviado”), para traer agua
en una jarra de oro. Entonces, el sumo sacerdote derramaba esta agua en una
fuente al pie del altar. Este rito era una oración simbólica por abundante
lluvia para los cultivos del siguiente año; también anticipaba el
advenimiento del Mesías, con la promesa de que, con su venida, toda la
tierra rebosará con el conocimiento del Señor como rebosa el mar con las
aguas (Isaías 11:9). Este derramamiento de agua es también símbolo del
derramamiento del Espíritu Santo sobre Israel, que los judíos esperaban se
daría en el tiempo del reino del Rey Mesías.
Se repetía todo este proceso
durante siete días. El último y gran día, que se llamaba Hoshana Raba, Día del Gran Hosanna, tenía un significado especial
mesiánico, y era celebrado por todo lo alto, con el sonido de la trompeta y
cánticos, mientras la gente agitaba ramas de palmera y cantaba el Hallel, o sea los Salmos 113 a 118. El
nombre de “Gran Hosanna” viene de los versículos 24-26 del Salmo 118, que
dice: Este es el día que hizo Yahveh;
nos gozaremos y alegraremos en él. Oh, Yahveh, sálvanos ahora, te
ruego; te ruego, oh Yahveh, que nos hagas prosperar ahora. Bendito el que
viene en el nombre de Yahveh. “Sálvanos ahora” (v. 25) en hebreo es: Hoshana. Entonces este día se oraba
por la pronta salvación de Israel con la venida del Mesías. En el Evangelio
de Mateo 21:9, cuando Jesús entró en Jerusalén en una asna, y la gente que
iba detrás aclamaba, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!; lo que pasó es que
le estaban reconociendo y proclamando como el Mesías rey de Israel, el
enviado de Dios.
El capítulo 7 del Evangelio
de Juan se sitúa en la Fiesta de los Tabernáculos: Juan 7:2: Estaba cerca la fiesta de los judíos, la
de los tabernáculos, y fue durante el
último y gran día de la fiesta, y durante la ceremonia de agua, que Jesús se puso en pie y alzó la voz,
diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como
dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del
Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había
venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado (Juan 7:37-38). En otras palabras, estaba diciendo: Yo soy la respuesta a
vuestras oraciones. Yo soy el Mesías.
La iluminación del Templo, era otra ceremonia
especial de la Fiesta de los Tabernáculos; simbolizaba que el Mesías sería
“luz para las naciones” (Isaías 49:6). En esta ceremonia, los peregrinos
venían al Templo con luces y antorchas, que, junto con el candelabro dentro
del mismo Templo, creaban un foco tan brillante de luz que iluminaba todo el
Templo, y además la mayor parte de la ciudad y sus alrededores. El día
después de esta ceremonia, en Juan 8:12, es cuando Jesús dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue,
no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. La Fiesta de
Tabernáculos conmemora la liberación del pueblo de Israel de la tierra de
Egipto, y su redención; pero esta redención es solo una sombra de la
redención más plena que nos trae Jesús el Mesías de Israel y de los gentiles.
La Fiesta de los
Tabernáculos representa la íntima comunión de Dios con su pueblo, ahora y más plenamente en
la eternidad. Así se cumplirá el anhelo que Dios ha tenido desde siempre, de
habitar en medio de su pueblo y tener íntima comunión con él (Éxodo
29:45-46). En Juan 1:14, vemos una manera en que el Mesías ya cumplió la
Fiesta de los Tabernáculos, y en parte este deseo de Dios: Y aquel Verbo [Jesús] fue hecho carne, y habitó [tabernaculó]
entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Pero
esta fiesta se cumplirá más plenamente cuando el Rey Mesías establezca su
reino entre nosotros y “tabernacule” entre nosotros para siempre. Apocalipsis
21:1-4 dice: Y oí una gran voz del
cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará
con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su
Dios.
Al final de los tiempos, la
última cosecha que se celebrará en la Fiesta de Tabernáculos, durante el reinado del
Mesías, será la cosecha de todas las naciones; las cuales vendrán y
participarán del gozo y las bendiciones del Reino de Dios. En aquel tiempo
también, todos los creyentes celebrarán esta fiesta (Zacarías 14:16-19).
Apocalipsis 7:9-10 dice: Después de
esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas
naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la
presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que
está sentado en el trono, y al Cordero. Esta es la respuesta final a las
oraciones por una pronta salvación por medio del Mesías que se hacía durante
la ceremonia del derramamiento de agua; y también es el cumplimiento final
del acto profético que hicieron los que aclamaban a Jesús, diciendo: ¡Hosanna
al Hijo de David!, habiendo tendido palmeras en su camino.
¡Quédate un día más! La Fiesta de los Tabernáculos es la
única fiesta bíblica que dura ocho días. La Fiesta de los Panes sin Levadura
dura siete días, y en la Fiesta de los Tabernáculos, parece como si se
hubiese añadido un día más. De hecho, el último día de esta fiesta se llama Shemini
Atzeret, que significa “Día octavo de la asamblea”, en hebreo. Como dos
amigos que están juntos, disfrutando de la comunión el uno con el otro
durante siete días. No quieren que termine nunca su tiempo juntos, y uno le
dice al otro: Quédate un día más. Esta ilustración expresa de alguna manera
el deseo que Dios tiene de estar con nosotros. Respondamos a su deseo de que
nos quedemos un día más, de que tengamos íntima comunión con él. Dediquemos
tiempo en estos últimos días de la Fiesta de los Tabernáculos para entrar en
la presencia de Dios y pasar tiempo con él, para conocerle más, para tocar su
corazón, para recibir su amor. Entremos en su presencia con alabanza y
gratitud. Conozcamos más de Dios a través de su Palabra. Recibamos de su amor
esperando en su presencia. Oración de Tabernáculos con mi casa y congregación: Nuestro Dios y Padre del cielo, que venga tu Reino,
que se establezca tu santa presencia entre nosotros en este tabernáculo /
enramada, que te hemos erigido en nuestra casa y congregación. Haz de nuestro
cuerpo un templo de tu Santo Espíritu. Enséñanos a cultivar una intimidad más
profunda y permanente contigo día a día. Celebramos tus bondades de este año
de cosechas abundantes y elevamos una ofrenda de alabanza con nuestra casa y
congregación. Consagramos el nuevo año
a ti, y pedimos la lluvia natural y la lluvia de tu Espíritu. Padre querido,
quiero conocerte más. Jesús, tú eres mi Buen Pastor. Contigo nada me falta.
Tú confortas mi alma cuando estoy angustiado. En ti puedo descansar. Tú me
guiarás. Me invitas a celebrar en tu presencia. Ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en tu casa, en tu
tabernáculo, moraré por días sin fin. Amén.
Aprende cómo mantener una
relación de intimidad ininterrumpida con Dios y cultivar el sentido de su
presencia en tu diario vivir, usando el Breve Método
de Oración de Mme. Guyon. (Pídenoslo por Telegram o correo electrónico).
Viernes 18/10 – Día 16 – LLAMADO A LOS EVANGELISTAS OBREROS
UNGIDOS PARA LA COSECHA global del tiempo final - La gran cosecha de Apocalipsis 7, la
plenitud de los gentiles de Romanos 9 al 11, y el llamado de Mateo 9. ¡Celebra hoy con tu casa,
congregación y con Israel, el segundo de los ocho días de Tabernáculos!
A la verdad la mies es mucha,
pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de
la mies, que envíe obreros a su mies (Mateo 9).
En toda generación la mies ha sido mucha, también en nuestra generación hay muchas almas
listas para ser salvadas, especialmente entre las generaciones más jóvenes.
…pero los obreros pocos... Hay una gran escasez de apóstoles,
profetas, evangelistas, pastores y maestros (Efesios 4:11); por
tanto, los Siervos de Dios que están en autoridad sobre la iglesia deberían
dedicar la mayor parte de su tiempo a discipular y preparar estos obreros
para la cosecha. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su
mies. Este debe ser uno de los enfoques más importantes de oración de los
vigías y guías. Oremos por obreros ungidos con el Espíritu (Luc.4:18,19).
¿Qué nos enseñan las
Escrituras sobre la cosecha? El Antiguo y el Nuevo Testamento se refieren a la cosecha, mies o siega,
en tres aspectos: La cosecha natural, la cosecha espiritual de almas
salvadas, y el mundo maduro en su maldad para ser cosechado en juicio. La
cosecha es la labranza recogida del campo, es el tiempo o temporada de la
recolección de la cosecha, y los obreros que recogen. Una buena cosecha
requiere haber sido diligentes en el tiempo de arar y de sembrar, y necesita
de las lluvias primeras y las lluvias tardías. Siembra y cosecha, son también
una alegoría (ilustración o parábola), para describir las verdades
espirituales de la vida con Dios: No os engañéis; Dios no puede ser
burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque
el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero, el que
siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos
cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos
(Gálatas 6). He aquí, el sembrador salió a sembrar... (Mateo 13).
1- Es la voluntad de Dios
recompensar a su pueblo obediente a sus mandatos, con la bendición de una
cosecha abundante, en lo
natural y en lo espiritual: La tierra a la cual entras para tomarla; es
tierra que fluye leche y miel, no es como la tierra de Egipto de donde habéis
salido, donde sembrabas tu semilla, y regabas con tu pie, como huerto de
hortaliza. La tierra a la cual pasáis para tomarla es tierra de montes y
de vegas, que bebe las aguas de la lluvia del cielo; tierra de la cual Yahveh tu Dios cuida; siempre están sobre ella los
ojos de Yahveh tu Dios, desde el principio del año hasta el fin. Si
obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy,
amando a Yahveh vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con
toda vuestra alma, yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la
temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino y tu aceite (Deuteronomio
8).
2- Después del ayuno y el arrepentimiento, podemos
esperar una maravillosa cosecha: El profeta Joel (2), después
de su toque de trompeta anunciando el terrible juicio con plagas sobre la
tierra, y su solemne llamado al arrepentimiento con ayuno, hace esta gran
promesa al pueblo: Y Yahveh, solícito por su tierra, perdonará a su
pueblo. Vosotros, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Yahveh vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre
vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se
llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os
restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta,
mi gran ejército que envié contra vosotros. Comeréis hasta saciaros, y
alabaréis el nombre de Yahveh vuestro Dios. Y a continuación, la mayor de
las promesas: Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y
profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 3- La cosecha es tiempo de
regocijo y comunión entre Dios y su pueblo: Al final del año agrícola, cuando se celebra la
Fiesta de los Tabernáculos, la recolección se convierte en tiempo de
regocijo, acción de gracias, alabanzas, generosidad y comunión en el pueblo: Y
tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras,
ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis
delante de Yahveh vuestro Dios por siete días (Levítico 23). Y el que
da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará
vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que
estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio
de nosotros acción de gracias a Dios (2 Corintios 9). ¡Celebremos hoy con
nuestra casa, congregación y con Israel este segundo día de Tabernáculos!
4- La cosecha es la plenitud
de recolección de toda bendición y de la restauración de Dios en estos
tiempos finales que estamos
viviendo; son tiempos en que Dios está actuando para la restauración de todas
las cosas, como anunció el apóstol Pedro en Hechos 3: Así que, arrepentíos
y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él
envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es
necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas
las cosas. Y, los Apóstoles, en su primer concilio en Jerusalén
(Hechos 15): Después de esto volveré Y reedificaré el tabernáculo de
David, que está caído; para que el resto de los
hombres busque al Señor, todos los gentiles, sobre los cuales es invocado
mi nombre (Amós 9:11,12).
Durante toda esta década, del
2020 al 2030, las
sacudidas de las naciones serán cada vez mayor, pero con cada sacudida,
vendrá una cada vez más abundante cosecha de almas salvadas. Con cada
recolección, debemos levantar una ofrenda de alabanza a Dios quien nos ha
dado la sacudida y la recogida. Mientras los inicuos se dan a la tarea de la
deconstrucción, Dios está en la obra de la restauración de todas las cosas.
Los vigías e intercesores estamos velando por que no se desate una Tercera
Guerra Mundial, que se cobraría miles y millones de almas, sino que muchos
sean salvos y arrebatados de perecer en sus pecados.
5- En la recolección, nos
ayuda el Espíritu Santo: Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el
Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de
mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo
desde el principio (Juan 15). Nos ayudan los ángeles: Vi volar por en
medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a
los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y
pueblo, diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la
hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra,
el mar y las fuentes de las aguas (Apocalipsis 14).
6- Apocalipsis 7 nos presenta una visión de
gran esperanza en
cuanto a la cosecha; porque nos da la visión de que, sí o sí, habrá una
gran cosecha en todas las naciones. Lo veamos con nuestros propios ojos, o lo
vean generaciones futuras; todas las generaciones oramos y trabajamos con
esta visión delante de nosotros, ¿amén? Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía
contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante
del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con
palmas en las manos; y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece
a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero. Estos son los
que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del Cordero.
7- Mateo 9:35-38: La mies es mucha, pedimos
obreros ungidos para la cosecha: Recorría Jesús…calzados los pies con el apresto del
evangelio de la paz (Efesios 6). …todas las ciudades y aldeas: Llamado a una movilización
total para la evangelización; saturación hasta los lugares grandes y los
pequeños más remotos, sin dejar allí a ninguno de ellos. Este es nuestro
reto. …enseñando en las sinagogas de ellos: en las sinagogas, las
parroquias, las mezquitas, las capillas y locales, los salones de hoteles,
las granjas ecológicas de los de la Nueva Era. … y predicando el evangelio
del reino: Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos,
porque el reino de los cielos se ha acercado (Mateo 4). …y
sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo: Nuestra necesidad
imperiosa de ser llenos del Espíritu Santo continuamente y activar el poder
de Dios por nuestra fe, oración y ayuno para proclamar el evangelio completo:
El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a
pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a
los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor (Lucas 4).
...Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como
ovejas que no tienen pastor (Juan 10; Salmo 23; Ezequiel 34). Esta misma compasión del Señor
por las multitudes nos debe mover a nosotros a orar por obreros ungidos para
la mies y a disponernos nosotros mismos a ser respuesta a esa oración. ¿Amén?
…Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha… En toda generación la mies ha sido mucha, también en
nuestra generación hay muchas almas listas para ser salvadas, especialmente
entre las generaciones más jóvenes. …pero los obreros pocos... Hay una
gran escasez de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros (Efesios
4:11). Siervos de Dios:
debéis dedicar la mayor parte de vuestro tiempo a discipular y preparar estos
obreros.
… Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe
obreros a su mies: Este debe ser uno de los enfoques más importantes de
oración de los vigías y guías. Por esto, oramos, Señor, dueño de la mies, que envíes obreros ungidos a
recoger tu mies; equipos ministeriales formados por apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros (Efesios 4:11); familias
completas que establezcan comunidades del Reino en los lugares principales y
también en los más remotos; hasta lo último de la tierra (Marcos 16;
Mateo 28). Sigamos el ejemplo del apóstol Pablo: Y de esta
manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido
nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito: Aquellos
a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los que nunca han
oído de él, entenderán (Romanos 15).
8- Juan 4:35-38: ¿No decís vosotros: ¿Aún
faltan cuatro meses para que llegue la siega? (Haz tú el mismo
ejercicio de examinar de cerca este pasaje de Juan 4, como hemos hecho con el
de Mateo 9): He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos,
porque ya están blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge
fruto para vida eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que
siega. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y
otro es el que siega. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no
labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores. 1
Corintios 3:6 dice: Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento
lo ha dado Dios. Cada una de nuestras generaciones debe sentir esta
urgencia de que los campos ya están listos para la siega, y no esperar a
tener circunstancias más favorables para sembrar y cosechar.
Sábado 19/10 – Día 17 – ¿ES TU HOGAR UN
GRANERO PARA RECOGER LA COSECHA? ¿Con qué propósitos formamos
Grupos de vida en casa?
Compañero
Pastor, te invitamos a que busques la guía del Espíritu Santo, sobre cómo
estructurar tu iglesia para un nuevo avance del Reino en tu localidad,
recibiendo la influencia de los cinco ministerios: apóstoles, profetas,
evangelistas, pastores y maestros, para que edifiquen a los hermanos de tu
iglesia, y sean estos quienes extiendan el Reino en su diario vivir, según la
enseñanza apostólica de Pablo a los Efesios (capítulo 4). Disponte a crear
equipos ministeriales que funcionen con la unción y bajo la dirección de
estos cinco ministerios. ¿Os llama el Espíritu a entrar en su corriente de establecer Grupos de vida en casa?
Hoy, tercer día de los ocho de celebración de
Tabernáculos, se nos manda orar y laborar por la plenitud de los gentiles,
para que todo Israel sea salvo: Oramos, Señor, para que la plenitud de los gentiles sea salvo, en
nuestra nación y en todas las naciones de la tierra; sobre todo los pueblos
étnicos a quienes todavía no les ha llegado el evangelio en plenitud,
envíales obreros. Oramos que esto mismo dé paso a que se cumpla la promesa en
nuestros días, de que todo el remanente de Israel será salvo. ¡Aleluya! Como
dice Romanos 1:16,17: Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es
poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío, primeramente, y
también al griego. Romanos 9 a 11, donde nos habla sobre la restauración
de Israel - Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este
misterio: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya
entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo.
¿Has visto que la cosecha
está en tu misma casa y entre los tuyos? 1- Hoy es el día de salvación para tu familia, tus contactos, tus vecinos y compañeros de trabajo o estudio. Ellos son
parte de la herencia que Dios te da. Ellos son tu mies para cosechar. ¿Quién
podrá ser salvo? Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios
(Mateo 19:25,26). Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo, tú y tu casa (Hechos
16:31). Haz como Rahab; pon tu familia a salvo de la destrucción, trayéndolos
bajo tu “techo espiritual”, invocando la protección y la salvación de la
sangre de Cristo sobre ellos (Josué 2). Activa tu fe, intensifica tu oración
a favor de ellos, pregunta al Espíritu Santo qué estrategia tiene para que
les testifiques y sean salvos. En Lucas 15, el
Señor nos habla del gozo de la salvación: Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se
arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de
arrepentimiento. 2- Solemne advertencia a los
cosechadores: En Ezequiel
33, el Señor advierte al profeta: …pero si el atalaya viere venir la
espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la
espada, hiriere de él a alguno, este fue tomado por causa de su pecado, pero
demandaré su sangre de mano del atalaya.
Y, en Proverbios
10:5 leemos: El que recoge en el verano es hombre entendido; el que duerme en el
tiempo de la siega es hijo que avergüenza. Y, en Proverbios 20:4: El perezoso no ara a causa del invierno; pedirá,
pues, en la siega, y no hallará. El profeta Jeremías (8) clama diciendo: Pasó la
siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
Pues si anuncio el evangelio, no tengo
por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no
anunciare el evangelio! (El apóstol Pablo en 1 Corintios 9). Pero esto digo: El que siembra
escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará (2 Corintios 9).
3- Si la iglesia apóstata no es responsable en
recoger la cosecha en este tiempo, recibirá el mismo juicio que el Señor pronunció sobre su
pueblo Israel: Por tanto, os digo, que el reino de Dios será quitado de
vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él (Mateo
21:43). En el siglo diecinueve, los moravos alemanes que se disponían
a salir para las misiones proclamaban, en total entrega a la voluntad de Dios:
¡Que el Cordero que fue inmolado reciba el fruto de su sacrificio! Luego,
iban y se vendían como esclavos para trabajar en las plantaciones de caña de
azúcar del Caribe, para de esa forma poder evangelizar a tales gentes del
lugar en su propia condición de esclavos. Nosotros debemos estar dispuestos a
hacer lo mismo, ser obreros ungidos para sufrir y morir por la cosecha en
lugares remotos, o en los más difíciles cerca de nosotros. Charles Finney en
sus Lessons on Revival (Lecciones de Avivamiento) advierte que, como
en lo natural el agricultor puede esperar una buena cosecha, si ha cumplido
con las leyes naturales de arar y plantar; también nosotros en lo espiritual,
si cumplimos con las leyes espirituales, veremos la cosecha: http://www.avivamientos.net/es/libros/finney/avivamiento.html
4- Hay un juicio inminente para los individuos y los
pueblos que se convierten en mies mala: Arará Judá, quebrará sus terrones
Jacob. Sembrad para vosotros en justicia, segad para vosotros en
misericordia; haced para vosotros barbecho; porque es el tiempo de
buscar a Yahveh, hasta que venga y os enseñe justicia. Habéis arado impiedad,
y segasteis iniquidad; comeréis fruto de mentira (Oseas 10). Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces
cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es
labrada, recibe bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos
es reprobada, está próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada (Hebreos 6). El que fue sembrado entre espinos,
este es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las
riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa (Mateo 13).
5- ¿Qué pasará con el trigo y
la cizaña al final de los tiempos? Las almas no cosechadas para el Reino de los Cielos serán cosechadas
para la perdición eterna. Los juicios de Dios son inapelables; son justos y
verdaderos (Amós 9); ciertamente se darán, no fallarán. El Señor dice
en Mateo 13:30: Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y
al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y
atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero. Y,
en Mateo 13:41: Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de
su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad.
El apóstol Juan, en Apocalipsis 14, recibe esta
visión: Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado
semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro,
y en la mano una hoz aguda. Y del templo salió otro ángel, clamando a
gran voz al que estaba sentado sobre la nube: Mete tu hoz, y siega; porque la
hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura. Y el
que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue
segada. Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también
una hoz aguda. Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el
fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz
aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están
maduras. Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la
tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios. Y fue pisado
el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos
de los caballos, por mil seiscientos estadios.
Nuestro Dios soberano está
haciendo su obra en la tierra, acelerando los tiempos de todas las cosas;
dando vía libre al mal, y trayendo su castigo severo sobre este mal. Al mismo
tiempo concede la convicción de pecado y arrepentimiento a muchos (Evangelio
de Juan 16:8). Está haciendo la limpieza del trigo, y haciendo separación de
la cizaña. Nosotros, la iglesia y los obreros ungidos para la evangelización,
debemos preparar los recipientes para la gran recolección de la cosecha de
almas salvadas. Nuestro trabajo en el Señor no habrá sido en vano; habrá
fruto para vida eterna (Juan 4:36; 1 Corintios 15:58; Isaías 55:10,11).
6- Mucho gozo y regocijo
habrá en la recolección de la cosecha: Mirad
cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con
paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también
vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor
se acerca (Santiago 5:7,8). Los que sembraron con
lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la
preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas (Salmo 126). He aquí
vienen días, dice Yahveh, en que el que ara alcanzará al segador, y el
pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto,
y todos los collados se derretirán. Y traeré del cautiverio a mi pueblo
Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán
viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de
ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y
nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Yahveh Dios
tuyo (Amós 9). Estas promesas fueron dadas primeramente al Israel
natural; nosotros, el Israel espiritual, podemos reclamarlas también en lo
espiritual. Oremos que unos y otros seamos tenidos por dignos de recibir sus
promesas, si cumplimos sus requerimientos. ¿Es tu hogar un granero para
recoger la cosecha? ¿Con qué propósitos formamos un Grupo de vida
en el hogar? 1. Evangelizar: Se enseña al
creyente a orar por sus amigos; y los integrantes del Grupo de vida se apoyan
mutuamente, planeando maneras creativas de alcanzar a aquellos por los que se
está orando. 2. Cuidado mutuo: De una forma natural y rápida nos
discipulamos unos a otros, porque sabemos de primera mano lo que está pasando
en nuestras vidas y en nuestro progreso espiritual. 3. Enseñanza
homologada y aplicada: Los principios espirituales que todos los grupos de
hogar de la iglesia están aprendiendo, se pueden aplicar directamente a las
necesidades personales de cada miembro de un Grupo. 4. Oración y ayuno
por el crecimiento espiritual y numérico del Grupo, por los contactos y
amigos, y por la evangelización de nuestro barrio o sector. 5. Comunión
cristiana: Se forman relaciones personales fuertes a medida que se comparten
las cargas y las alegrías unos de otros entre los miembros del Grupo. 6.
Ministerio en el Cuerpo: Cada creyente aprende a descubrir y a usar sus
dones espirituales, para el servicio a todo el Cuerpo de Cristo. 7. Guía
pastoral: La responsabilidad pastoral está más distribuida y todas
las personas son atendidas. 8. Desarrollo de liderazgo: Un Grupo de
vida en el hogar ayuda a potenciar los dones de liderazgo en el Dirigente y
en su Auxiliar. Ellos podrán reconocer que tienen algo para contribuir y que
su don realmente es de ayuda a otros. Esta es la mejor forma de planificar
para la multiplicación. 9. Se alcanza a Los no alcanzados con el evangelio:
Cada población, barrio, sector social, y cada persona, pueden ser alcanzados
por la multiplicación espontánea de los pequeños grupos de creyentes en los
hogares. (Adaptado del escrito de Floyd McClung, Grupos de vida en
los hogares - una estrategia para discipular las naciones y alcanzar a
los no alcanzados.) Complementa esta visión de cosecha con el video 21 de los
40 Días, ¿Dónde está la cosecha?
Domingo 20/10 – Día 18 – RECIBE SANIDAD EN LAS AGUAS DE VIDA
DEL TRONO DE DIOS - Ezequiel 47 - Eventos
posteriores a la segunda venida del Mesías.
Me llevó a la
entrada de la casa de Dios (el templo), y he aquí que debajo del umbral del
santuario salía agua (Ezequiel 47 Biblia de Jerusalén).
Del trono de
Dios fluye una corriente de aguas; es el río de Dios; es el torrente del
Espíritu Santo. Las aguas salutíferas de sanidad y salud, de esta visión del
profeta Ezequiel, son para nosotros hoy; son para nuestro tiempo y
generación. Estas aguas son vida, salud, salvación, regeneración. Estas
corrientes traen sanidad, limpieza, santificación, frutos maduros. (Día
cuarto de los ocho de tabernáculos; oramos que todo lo que queremos para
nosotros, Dios lo conceda primero a Israel, ¿amén?).
Midió mil
codos, y me hizo pasar por las aguas hasta los tobillos. Midió
otros mil codos, y me hizo pasar por las aguas hasta las rodillas. Midió
luego otros mil, y me hizo pasar por las aguas hasta los lomos (cintura). Midió
otros mil, y era ya un río que yo no podía pasar, porque las aguas habían
crecido de manera que el río no se podía pasar sino a nado.
La
profundidad cada vez mayor del río, en esta visión, nos indica que las
corrientes serán cada vez más caudalosas, hasta convertirse en un torrente
que no podemos pasar a pie; no podremos resistir ni controlar, solo podremos
pasar el río a nado.
Vi que en la
ribera del río había muchísimos árboles a uno y otro
lado. Y me dijo: Estas aguas entrarán en el mar de agua hedionda (el mar
Muerto); y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas. Y toda alma
viviente que nadare por dondequiera que entraren estos dos ríos, vivirá; y
habrá muchísimos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán
sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este río.
De la misma
manera que Dios está removiendo todo lo que puede y debe ser removido
(retirado, quitado, arrancado, destrozado y destruido); también, está
restaurando todo lo que debe ser restaurado, sanado y restituido a su estado
original. Para que todo esto se cumpla, y ya estamos en el inicio de su
cumplimiento, las circunstancias propicias están siendo creadas por los
llamados de ayuno y oración de los 40 Días de Pascua a Pentecostés,
estos 21 Días Daniel fiestas del otoño de Trompetas, Yom Kipur y
Tabernáculos, junto a muchas otras iniciativas de oración y ayuno, y del
funcionamiento ya de años de casas de oración en muchas naciones.
En la ribera,
a uno y otro lado del río, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas
nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas
salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
El Remanente
fiel se está santificando y clamando que el Espíritu de Dios restaure el
ministerio de los equipos apostólicos, porque estos formarán grandes
corrientes de sanidad y salvación que alcanzarán a muchos. Veremos una
cosecha abundante de almas sanadas, gracias a la unción poderosa de
evangelistas pequeños y desconocidos. Habrá movimientos enteros dedicados al
ministerio de las sanidades divinas; así como restaurando y usando los dones
del Espíritu del Libro de los Hechos de los Apóstoles, de Romanos 12, 1
Corintios 12 y Efesios 4.
En Apocalipsis
21 y 22, el apóstol Juan recibe también esta visión del río de vida: Después
me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal,
que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la
ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que
produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para
la sanidad de las naciones.
Huerto del
Edén (Génesis 2), la ciudad de Sion (Salmo 46), el Santuario restaurado y
lleno de la gloria de Dios, la cual vuelve al Templo en el tiempo del post
exilio (Ezequiel 47); en cada época y en cada lugar, en la historia del
Pueblo Elegido, la presencia de Dios ofrece protección a su pueblo, y sus
aguas de vida purifican la ciudad y la hacen fecunda, como un nuevo Edén o
una nueva Jerusalén (Apocalipsis 21 y 22).
Más y más
personas entendidas están echando mano de los beneficios de la sanidad de las
hojas del árbol de vida. Incluso, se están levantando dones apostólicos para
sanear el sistema de salud de las naciones. Otros movimientos apostólicos
también restaurarán el tabernáculo caído de David y sus ministerios: poder
del Espíritu Santo en sanidades, señales y prodigios (Lucas 4:18,19); el
ministerio profético; el ministerio de la mujer en la iglesia, y de la familia
edificando juntos en el muro; la oración y adoración continuas en la tienda
de David; y, potenciando a las nuevas generaciones.
Sumérgeme, en el río de tu Espíritu… Recibe hoy sanidad para tu cuerpo y para tus
seres queridos. Pastor, activa el don de sanidades en tu congregación. Vigía
y profeta: Ora para que los jóvenes con este don sean llenados con el poder
del Espíritu Santo, para activarlo y usarlo. La pregunta no es si esto
ocurrirá o no; ya está ocurriendo; la cuestión es si tú serás parte de ello o
te quedarás fuera del río del Espíritu. Habrá una gran explosión de Grupos
de vida en el hogar por toda la Península Ibérica (España y sus 17
Autonomías, Portugal, también Andorra y Gibraltar). Padre de familia, ¿está
tu casa dispuesta a ser uno de estos pequeños graneros donde se recoge una
gran cosecha? Veremos una revolución de santidad entre nuestros jóvenes; en
las universidades y los colegios. Nos quedaremos asombrados de los nuevos
modelos y expresiones de iglesia. El poder del Espíritu será imparable a
través de los niños, adolescentes y jóvenes. También los empresarios y
hombres de negocios verán la gloria de Dios. España vivirá su llamado
celestial de ser una nación de alabanza y adoración; una madre de naciones,
iniciando nuevos movimientos misioneros que llegarán a muchas partes del
mundo. Veremos un movimiento misionero desde las naciones hermanas de
Hispanoamérica; los latinos que todavía no conocen al Señor, tendrán una
conversión genuina y una entrega radical a llevar el Reino de Dios a dónde el
Espíritu los mande.
Con el
siguiente tema, concluimos con las enseñanzas acerca de la Segunda venida del
Señor. Recibe una visión de fe y esperanza. Procura entender estos eventos.
¿Podrías explicarlos a un discípulo tuyo? Pregunta al Señor qué debes estar
haciendo para colaborar con su obra de restauración en tu ciudad y tu país. EVENTOS
POSTERIORES A LA SEGUNDA VENIDA DEL MESÍAS
1. Cristo
reinará durante mil años en la tierra, y los santos
gobernarán con él. Y vi tronos,
y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las
almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra
de Dios, y los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no
recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con
Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se
cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo
el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene
potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y
reinarán con él mil años (Apocalipsis 20:4-6).
“La
resurrección descrita aquí es de los que fueron decapitados y fueron mártires
por Jesús durante el periodo de gobierno del Anticristo. Muestra que estos
santos de la tribulación han sido resucitados al final de la gran
tribulación, precisamente antes del establecimiento del reino milenial de
Cristo. De esta manera, ellos comparten con el mismo Cristo, y con todos los
otros santos resucitados, el privilegio de gobernar y juzgar a las naciones
de la tierra durante el milenio” (Derek Prince).
2. Pero
cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que
son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y
Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque
preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de
sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte…Pero luego que
todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará
al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos (1 Corintios
15:23-26;28).
Durante el
reino terrenal de Cristo, Dios el Padre pondrá a todos sus enemigos debajo de
sus pies, y el último de estos enemigos será la muerte. Luego, el Hijo se
entregará a sí mismo, y su reino, a Dios el Padre, lo cual será la
culminación de todo el plan de redención de Dios en todos los tiempos.
3. Cuando
los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá
a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog
y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es
como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon
el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del
cielo y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos (Apocalipsis
20:7-10).
Ahora Satanás
(que durante el milenio permanecía prisionero) intentará provocar una
rebelión contra Dios, oponiéndose a su autoridad. Pero Dios le derrotará,
mandando fuego del cielo, y el diablo será lanzado en el lago de fuego y
azufre.
4. Y, vi
un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante
del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos.
Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron
abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron
juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros según
sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el
Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno
según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.
Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la
vida fue lanzado al lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15).
En esta
resurrección – después del milenio – resucitarán los injustos, para ser
juzgados. Luego serán echados al lago de fuego, que es Gehena, el
infierno.
(Para más
información ver: Derek Prince, El Manual del Cristiano Lleno del Espíritu:
Fundamentos Bíblicos para la Vida Cristiana, Carisma 1995).
Lunes 21/10
– Día 19 – BIENAVENTURADOS
LOS CONVIDADOS A LAS BODAS DEL CORDERO La Fiesta de
Tabernáculos representa el reinado del Rey Mesías durante mil años en la
tierra. Hoy es el día quinto de los ocho días de esta fiesta; celébralo,
compartiendo este tema con tu casa o congregación. Apocalipsis 19:6-9: Oí como la voz de una gran multitud, como
el ruido de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, diciendo:
¡Aleluya! Porque reina el Señor nuestro Dios Todopoderoso. Gocémonos,
alegrémonos y démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su
novia se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino,
resplandeciente y limpio. Porque el lino fino es los actos justos de los
santos. El ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que han sido
llamados a la cena de las bodas del Cordero. (SRVA) Este pasaje de Apocalipsis
nos enseña que la Iglesia, de manera corporativa, es la novia de Cristo; es
la nueva Jerusalén; y los creyentes, de manera individual, son los llamados o
invitados al banquete de las bodas del Cordero. Veamos, ahora, el hermoso
paralelismo entre las bodas hebreas y las bodas del Cordero.
1- Según la tradición de las
bodas hebreas, un año antes de la unión física, los comprometidos
hacían un desposorio que los vinculaba como esposos, aunque vivían
separadamente. Después de esta separación de un año, la novia aguardaba que
el novio viniera por ella, pero no sabía la hora exacta de su llegada. De
modo que la llegada del novio se anunciaba con un grito: ¡He aquí el novio! (Mateo 25:6). En el tiempo de espera en la
casa de la novia, sus amigas acompañantes la preparaban para el casamiento. Algunos
entienden que las acompañantes normalmente eran diez vírgenes. Habiendo
terminado de vestir y adornar a la novia, muchas veces estas compañeras cabeceaban
y se quedaban dormidas. Esto es lo que describe Jesús en la parábola de las diez
vírgenes de Mateo 25. El grito de la llegada del novio (Mateo 25:6) las despierta,
y se disponen a recibirlo. Entonces, las cinco vírgenes insensatas no
precavidas descubren que se apagaban sus lámparas y que no tenían aceite en
reserva. (Léelo en Mateo 25:1-13)
El regreso de Cristo también
será precedido por un grito. Dice en 1 Tesalonicenses 4:16 que se oirá el
sonido de la voz de mando del Señor Jesucristo, la voz de un arcángel y la
trompeta de Dios. Como la novia en la boda hebrea, nosotros también esperamos
el regreso del novio, pero no sabemos la hora de su llegada. En Mateo
24:42-43, Jesús dice: Velad, pues,
porque no sabéis en qué día viene vuestro Señor. La misma advertencia
aparece al final de la parábola de las diez vírgenes, en Mateo 25:13: Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni
la hora.
Vive esta verdad: Cristo viene pronto para
tomar a su novia. Pero, en este tiempo de espera, ¿la Iglesia está velando?
Ya que no sabemos la hora cuando el novio vendrá por nosotros, debemos vivir
de tal forma que siempre estemos preparados.
2- En la boda hebrea, el
novio recibía a la novia, con las acompañantes de ella, y
regresaban todos juntos a la casa del novio, para celebrar la fiesta de bodas
(Salmos 45:13-15). El novio salía con la novia, de la casa del padre de ella,
y les seguía una procesión por todo el camino hasta llegar a la casa del
novio. Esta procesión era una gran celebración. Había hombres que tocaban
tambores y otros instrumentos musicales, y danzaban por todo el trayecto. Las
calles de las ciudades eran oscuras, y era necesario que cualquiera que se
aventurara por ellas en la noche, llevara una lámpara o antorcha (cf. Salmo
119:105). A los convidados que no iban a la casa de la novia, se les permitía
unirse a la comitiva por el camino, e iban con todo el grupo a la fiesta de
bodas. Pero, sin lámpara o antorcha no podían unirse a la procesión, ni entrar
a la casa del novio. De los que venían en la procesión, sólo un número
limitado podía entrar a la fiesta de bodas. Entonces, al llegar a la casa del
padre del novio, se solían cerrar las puertas, dejando dentro sólo los
familiares e invitados especiales. Así es que, en la parábola de las diez
vírgenes, cuando las cinco vírgenes insensatas
volvieron después de comprar aceite, se encontraron con las puertas cerradas,
y no pudieron entrar a la fiesta de bodas. Las cinco vírgenes prudentes
pudieron entrar, porque tenían reserva de aceite para sus lámparas (Mateo
25:1-13).
Vive esta verdad: Como creyentes, seamos
como las cinco vírgenes prudentes, y no como las cinco insensatas. Las cinco
vírgenes prudentes son símbolo de los creyentes espirituales, con provisión
del aceite del Espíritu; las cinco vírgenes insensatas simbolizan a los
creyentes carnales y sensuales que viven sin la provisión del aceite del
Espíritu en sus vidas. Son cristianos que empiezan en el Espíritu, pero
terminan en la carne. No viven para encontrarse aprobados por Dios, sino por
los hombres. Al contrario, la lámpara de las cinco vírgenes prudentes brilla
ante los hombres por sus buenas obras. Mantener
tu lámpara encendida y con una provisión de aceite, es vivir en continuo
arrepentimiento, en renovación de mente, y buscando siempre ser lleno del
Espíritu Santo (Efesios 5:18); porque cuando cierren la puerta, no habrá
tiempo para ir a buscarlo.
3- Según la tradición
hebrea, los novios llevaban una corona en la cabeza. En todo lo posible, se
vestían de reyes para este día tan especial, y todos les trataban con los
honores con los que se trata a la realeza (Ezequiel 16:12).
También Cristo y su novia,
la Iglesia, llevarán coronas cuando Cristo venga por segunda vez, y reinarán
sobre la tierra durante mil años (Apocalipsis 12:1; 14:14). Al principio de
su reinado milenial (Quizás se puede comparar este tiempo con la entrada a la
fiesta de bodas, en la boda judía), habrá una separación entre los que Cristo
acepta y los que rechaza. En Mateo 25:31-46, Jesús, en otra parábola sobre
los tiempos finales, explica a sus discípulos que cuando él venga en su
gloria, se sentará en su trono, y separará las ovejas (los que él acepta) de
los cabritos (los que él rechaza). Entonces las ovejas entrarán en su reino,
para reinar con él, mientras los cabritos serán echados al fuego eterno. Esta
separación, también la vemos entre las cinco vírgenes prudentes que pudieron
entrar a la fiesta de bodas porque estaban preparadas con una reserva de
aceite, y las cinco vírgenes insensatas que al volver de comprar aceite se
encontraron con la puerta cerrada y con las palabras del novio: “No os conozco”. (Ver la misma
sentencia del Señor en Mateo 7:21-23.)
4- En la boda hebrea, una
vez en la casa del padre del novio, no había ceremonia religiosa, sino un
gran banquete, con festividades que normalmente duraban siete días
(Jueces 14:10,12).
También será una gran
celebración – y habrá paz, prosperidad y gozo – durante los mil años que
Cristo reinará en la tierra; su novia, la Iglesia, gobernará con él (Isaías
24:23; Zacarías 14:9; Apocalipsis 20:4-6).
5- En la celebración de la
boda hebrea, la hospitalidad abundante era considerada un deber
sagrado, y por supuesto añadía mucho gozo a la celebración (Juan 2:1-10). Al
mismo tiempo, declinar la invitación a una boda era un insulto muy grave,
como vemos en la parábola de Mateo 22:1-14. Todos los invitados a la fiesta
de bodas tenían que ir con la vestimenta apropiada para una boda.
Vive esta verdad: En esta parábola, los
siervos del rey se corresponden con los verdaderos creyentes. La fiesta de
bodas es el aceptar la invitación a recibir el evangelio. La vestimenta de
bodas es el estilo de vida apropiado a la fe que profesamos y el practicar las
obras de justicia que corresponden a nuestra fe (ver Ap.19:8). En este tiempo
de espera, debemos trabajar diligentemente, como los siervos del rey de la
parábola, para llamar a todos los que han sido invitados a las bodas del
Cordero. Y debemos advertirles que no podrán entrar en el banquete sin las
vestiduras apropiadas. ¿Estás obedeciendo diligentemente el mandato de tu
Señor?: Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15,16). La labor de la evangelización
es parte de los preparativos para las bodas del Cordero.
6- El regalo del novio a la
novia para sellar su compromiso: Jonathan Cahn, rabino mesiánico en
Nueva Jersey, Estados Unidos, nos enseña que durante el periodo de
separación, después del desposorio, el novio solía enviar un regalo a su
novia para sellar el compromiso. Normalmente era algo para adornar o
hermosear a la novia y para recordarle del amor de su novio. Este regalo es
lo que se conoce como el “Mattán” en hebreo.
Vive esta verdad: Cristo también ha enviado
un regalo a su novia, la Iglesia, como símbolo de su amor y compromiso, y
para animarla en los tiempos de separación y espera. El Mattan que nos ha enviado nuestro
novio es el Espíritu Santo, que vino en la fiesta de Shavuot (Pentecostés),
que también se conoce entre los judíos como el “Día del Mattan”. Cristo
nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu, para sellar nuestra
pertenencia a él (2 Corintios 1). Sé lleno del Espíritu, fortalécete en el
Espíritu y sigue su guía, hasta el día en que nos veamos cara a cara con
nuestro novio.
7- Como parte de las
festividades de la boda hebrea, los parientes y amigos declaraban bendiciones
sobre el novio y la novia (Rut 4:11). Los novios también se alababan el uno al
otro, como en el libro de Cantar de los Cantares.
Vive esta verdad: Con nuestra alabanza y adoración al Cordero,
estamos bendiciendo su nombre, y reconociendo la grandeza y hermosura del
novio. En Salmos 29:2, David exhorta a su pueblo diciendo: Dad a Yahveh la gloria debida a su nombre.
Adorad a Yahveh en la hermosura de la santidad. Cuando la Iglesia alaba
al Cordero, crece en su amor por él, y hace que él se enamore más de
nosotros.
8- El último acto de la boda
era cuando la novia y el novio entraban a la cámara nupcial, y en la privacidad de ese
lugar entraban en la relación física por primera vez, consumando así el
matrimonio. La cama nupcial normalmente tenía un dosel que, en hebreo, se
llamaba un chuppah (Salmos 19:5;
Joel 2:16). El chuppah, según
algunas tradiciones judías, también se asociaba con un tabernáculo (Salmos
19:4-5), y era un símbolo del tabernáculo que los israelitas levantaron en el
desierto.
En Apocalipsis 21:3, la
nueva Jerusalén se llama el “tabernáculo de Dios”; este es un símbolo de cómo
el novio viene en este momento a habitar con la novia para siempre. La nueva
Jerusalén es la cámara nupcial de Cristo y la Iglesia; también simboliza el
Lugar Santísimo del Templo, y la vida eterna del creyente con Cristo. La
nueva Jerusalén, también es “la novia, la esposa del Cordero” (Apocalipsis
21:9,10). Esta esposa es perfecta en hermosura y santidad. El material de sus
muros y de sus cimientos son piedras preciosas, y la ciudad es de oro puro.
Las doce puertas son doce perlas. Es un lugar que brilla con la luz de la
presencia del Cordero, y no entrará en
ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente
los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apocalipsis
21:27).
9- Según la tradición
hebrea, la novia entraba en la cámara nupcial primero, y, cuando estaba
preparada, llamaba al novio para darle permiso para entrar.
También, en Apocalipsis
22:17, El Espíritu y la esposa dicen:
"¡Ven!"...
Vive esta verdad: Como Iglesia y la novia de
Cristo, llamamos al esposo para que venga. Pero ¿estamos preparados para
recibirlo como él merece?
(PARA MÁS INFORMACIÓN VER: Cómo descubrir el verdadero significado de
las tradiciones de boda, IBLP Publication Orders, Box One, Oakbrook, IL
60522-3001, USA). http://www.seminarioabierto.com/tiempos18.htm
Martes 22/10 – Día 20 - REVELACIÓN
DE JESUCRISTO EN LA ADORACIÓN CELESTIAL DE LOS 14
HIMNOS DEL APOCALIPSIS – Breve
reseña del Libro de Apocalipsis Introducción—género
literario, tema, escenario, y destinatarios: El libro del
Apocalipsis (griego), o “Revelación de Jesucristo” 1:1, es una representación teatral. Ésta era una
forma muy usada para la transmisión de un mensaje en la época greco-romana.
En ella, hay unos actores, y también unos cantores. Los actores representan
la acción, y el coro de cantores la interpretan. De esta forma la transmisión
del mensaje es algo muy vívido, algo audiovisual. El apóstol Juan usó 58
veces la expresión “vi”, y 26 veces la palabra “oí”.
El tema: En Apocalipsis los coros, con su
interpretación de la acción, están proclamando el carácter y la victoria del
Todopoderoso. Cristo ha cumplido, en todos sus términos, el plan redentor
dispuesto por Dios.
Los
destinatarios originales: El libro fue escrito, en primer término, como
una carta pastoral a la Iglesia de aquella época, para animarla en medio de
su persecución. Una y otra vez encontramos a los ángeles y a otros seres en
el cielo gritando o cantando el mensaje de la victoria de Dios y de su
Cristo, y, asociados a ellos, los escogidos. Es así como a lo largo del libro
del Apocalipsis escuchamos 14 himnos diferentes, declarando a los escogidos
que aunque estén pasando por una gran tribulación y persecución, aunque
parezca que van a ser definitivamente aniquilados, aunque se conmuevan
cielos, tierra y mar: ¡Dios todavía está en su trono! Dios es el Señor de la
historia humana; él determinará cuándo terminará.
El escenario: Apocalipsis describe un drama de proporciones
cósmicas: Cielos, tierra y mar; éstos son el escenario del drama. Pero,
siempre el principal escenario alrededor del cual se desarrolla la acción y
ante el que se rinde toda adoración, es el trono de Dios. Las fuerzas terrenales
y celestiales de maldad pelearán contra
el Cordero. Pero, el Cordero los vencerá. ¿Por qué? Porque él es el Señor de todos los señores, y el Rey soberano de
todos los reyes. Y, ¿en cuanto a los suyos? Los que están con él son llamados, elegidos y fieles 17:14.
Muchos de los himnos o coros que cantamos en la Iglesia se inspiran en la
adoración celestial del Apocalipsis. Si miramos el contexto en el que se
desarrollan, y la acción que describen, entenderemos mejor lo que estamos
cantando.
Cristo
Revelado: En el Apocalipsis se mencionan, por lo menos una vez, casi todos los
términos empleados por el Nuevo Testamento para describir la naturaleza
divina y humana de Jesús, y su obra redentora.
“El Cordero” es el título principal de Jesús en este libro; así se refiere a él en 28
ocasiones diferentes. El Cordero que fue inmolado, y por este medio ha
vencido, ha salido para vencer. Él tiene todo el poder para someter a las
fuerzas del mal, y para someter los efectos de éstas en el cosmos y la
humanidad. Él es el único digno y capaz de someter el cosmos y la humanidad a
los propósitos eternos de Dios, para ser juzgados o para recibir salvación.
Los cuatro
seres vivientes son una orden superior de
seres angelicales, cuya función es guardar el trono celestial y dirigir en la
adoración a Dios. “Cuatro” puede significar “totalidad”. Así, como los cuatro
puntos cardinales—norte, sur, este y oeste—su adoración se dirige a todas las
direcciones, y llega a todos en todos los lugares. Cada uno tiene seis alas;
tienen toda la movilidad necesaria (Cf. Isaías 6). Estos cuatro seres
vivientes están cubiertos de ojos, lo que significa que nada escapa a su
atención o percepción.
Los 24
ancianos representan la totalidad de los creyentes de
todas las épocas: los del Antiguo Testamento (los 12 patriarcas de las 12
tribus de Israel), y los del Nuevo Testamento (los 12 apóstoles). Los 24
ancianos cumplen con las dos funciones sacerdotales principales: la adoración
y la intercesión (ver en 5:8, las arpas y las copas). Están sentados en 24
tronos, lo que significa que ostentan una realeza y autoridad dadas por el
Altísimo.
Vive esta
verdad: Es tiempo
de leer el libro del Apocalipsis. Allí vemos con mayor claridad la
interacción y la lucha sostenida en los tres planos. Allí tenemos la
revelación del poder sin igual de nuestro amado Creador, la perfecta y
suficiente obra redentora del Cordero inmolado, y el mover del Espíritu
tratando con las iglesias. Hay una lucha titánica en los cielos contra
Satanás y sus huestes; esta lucha incide directamente en los habitantes de la
tierra y en toda la creación. La adoración y la oración de los santos es
esencial en los planes divinos de redención y juicio. Es tiempo de que el
pueblo de Dios sea activado en su fe, para ser parte determinante en que los
propósitos eternos de Dios se cumplan. Seamos parte determinante en sus
planes para restaurar cielos, tierra y mar, en esta hora de crisis de un
mundo, que tanto amó y ama Dios. Mira los videos Cómo preparar la oración
congregacional y Cómo dirigir la
oración congregacional: www.escuelanehemias.wordpress.com
Hoy
es el día sexto de los ocho días de la Fiesta de los Tabernáculos; celébralo
junto con Israel, compartiendo este tema con tu casa o congregación. Compañero Pastor, prepara
una vigilia de Tabernáculos con las familias de la congregación, para buscar
la llenura del Espíritu Santo en nuestros hijos y nuestras hijas; también en
nuestros mayores; si no lo has hecho ya a lo largo de estos 21 Días Daniel
2024- 2030 fiestas de otoño. Mirad los videos, Mi encuentro
con el Espíritu Santo (Cómo ser lleno del Espíritu
Santo), www.escuelanehemias.wordpress.com
Oración de Tabernáculos con
mi casa y congregación: Nuestro Dios y Padre del cielo, que venga tu Reino,
que se establezca tu santa presencia entre nosotros en este tabernáculo, o
enramada, que te hemos erigido en nuestra casa y congregación. Haz de nuestro
cuerpo un templo de tu Santo Espíritu. Enséñanos a cultivar una intimidad más
profunda y permanente contigo día a día. Celebramos tus bondades de este año
de cosechas abundantes y elevamos una ofrenda de acción de gracias con
nuestra casa y congregación. Consagramos
el nuevo año a ti, y pedimos la lluvia natural y la lluvia de tu Espíritu.
Padre querido, quiero conocerte más. Jesús, tú eres mi Buen Pastor. Contigo
nada me falta. Tú confortas mi alma cuando estoy angustiado. En ti puedo
descansar. Tú me guiarás. Me invitas a celebrar en tu presencia. Ciertamente
el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en tu casa,
en tu tabernáculo, moraré por días sin fin. Amén.
Miércoles 23/10 – Día 21 – ¿QUÉ NOS
REVELA LA ADORACIÓN CELESTIAL EN LOS 14 HIMNOS DEL APOCALIPSIS?
HIMNO 1 – TE
ADORAMOS, DIOS ETERNO, SANTO, Y OMNIPOTENTE (4:8): Día y noche, los cuatro seres vivientes no cesan de dar gloria, honra y
gracias al que se sienta en el trono y que vive para siempre, diciendo:
Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, es, y ha de venir. Con los ángeles te adoramos. Dios Altísimo, no varías en tu carácter,
poder, ni en tu presencia. Eres santo, tu poder es total, y manifiesta tu
presencia. Eres alto y sublime. Nadie es superior a ti en poder, dominio y
autoridad. Gloria, honra, acción de gracias. Santidad, omnipotencia,
eternidad. Tú eres santo; santifícame con tu Santo Espíritu.
HIMNO 2 – TE
ADORAMOS, PADRE, BENDITO CREADOR DE TODO CUANTO EXISTE (4:9-11): Los veinticuatro
ancianos se postran, diciendo: Digno eres de recibir la gloria y la honra y
el poder; porque tú creaste todas las cosas. Amante Padre celestial, tú eres nuestro
bendito Creador. Somos la corona de tu Creación, y hemos sido creados para
gloria tuya. Y, para disfrutar de una maravillosa comunión contigo. Hoy
renuevo mi pacto de entrega total a ti, Padre Creador: mi tiempo, dones,
familia, trabajo, dinero, relaciones, planes, futuro. Todo es tuyo y para ti.
HIMNO 3 – TE
ADORAMOS, CORDERO SOBERANO Y REDENTOR (5:6-10): Tienen arpas y copas llenas
de incienso. Y cantan un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el
libro y de abrir sus sellos; porque con tu sangre nos has redimido para Dios,
y nos has hecho reyes y sacerdotes. Solo tú, Señor Jesucristo, eres
Soberano y Redentor. Soberano, porque solo tú tienes la autoridad de llevar a
la consumación la historia de la humanidad (de romper los sellos). Redentor,
porque el acto central y final de la historia humana es la inmolación del
Cordero perfecto. He aquí el Rey Mesías, la raíz del rey David, el que se ha
ganado la autoridad suprema (Filipenses 2, Isaías 53) por su total entrega,
por su profunda humildad, por su gran amor, por su perseverante obediencia,
por su sacrificio; él ha vencido y el libro abrirá.
HIMNO 4 –
CORDERO INMOLADO, REINA ENTRE NOSOTROS (5:11,12): Estos
formaban una muchedumbre de millones de millones, que decían a gran voz: El
Cordero es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría. Los cuatro seres vivientes, los veinticuatro ancianos, los muchos
ángeles, y a todo lo creado, en cielos, tierra, debajo de la tierra, y
en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos. ¡Todo lo que respire,
alabe al Señor! El Dios eterno, santo y omnipotente. Al Dios Creador. Al
Hijo, como Dios, dueño de la historia y Redentor de la humanidad. Adoración
celestial y universal mereces por tu obra de creación, de redención, y por
tus justos juicios, por tu victoria, y por tu eterno reinado sobre todo lo
creado. ¡Te adoramos!
HIMNO 5 – EL
SOBERANO DIOS Y EL CORDERO REDENTOR MERECEN LA ADORACIÓN (5:13-14): El universo
entero en concierto; y uno es el objeto de su adoración: Al que está
sentado en el trono y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el
poder, por los siglos de los siglos. El deseo de todo el universo es que
el Hijo, igual que el Padre, sea adorado, y que sea adorado por la eternidad.
Nos unimos con todo lo creado para darte alabanza, honra, gloria y poder.
HIMNO 6 –
¿UNA MULTITUD DE UNO? (7:9,10): Después de esto miré, y he aquí una gran
multitud, que clamaba a gran voz: La salvación pertenece a nuestro Dios que
está sentado en el trono, y al Cordero. ¡Bendito sea el Señor, que nos ha dado una salvación tan grande! Tú eres
el autor y perfeccionador de nuestra salvación. Podemos presentarnos ante ti,
que estás sentado en el trono y ante el Cordero, con nuestras ropas limpias.
¡Aleluya! Como el joven profeta Isaías (6), estoy dispuesto a ser el único
que viene delante del trono de Dios. Ante su santidad, debo ser el primero en
reconocer mi pecado y el pecado de mi pueblo.
HIMNO 7 – LA
ADORACIÓN A “NUESTRO DIOS” (7:11,12): Y todos los ángeles que estaban en pie
alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se
postraron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios, diciendo:
¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra,
el poder y la fortaleza sean dadas al Dios nuestro por los siglos de los
siglos. ¡Amén! Gloria, honra, y acción de gracias, bendición, sabiduría, poder y
fortaleza. En pie, alrededor…se postraron. Nos
arrodillamos para orar y para adorarte con nuestro cuerpo, no solo con
nuestra voz. Te adoramos, postrándonos sobre nuestro rostro hacia ti. Te
besamos. Levantamos nuestras manos. Levantamos la mirada a ti. Giramos sobre
nuestro cuerpo; nos regocijamos. Presentamos nuestros cuerpos como sacrificio
vivo y santo.
HIMNO 8 – LA
ADORACIÓN AL JUEZ JUSTO Y SOBERANO (11:15-18): Los
veinticuatro ancianos, sentados en sus tronos, se postran en sus rostros y
adoran a Dios, diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, porque
has tomado tu poder y has comenzado a reinar. Tu ira ha comenzado a
derramarse sobre las naciones que estaban airadas contra ti. El tiempo se ha
cumplido para hacer justicia a los muertos, y para recompensar a tus siervos
los profetas y a todos los santos que temen tu nombre, a grandes y pequeños.
El tiempo ha llegado para destruir a los que destruyen la tierra. Los
actos más cruentos, las masacres más horrendas, las catástrofes más
terribles, las mayores injusticias; todo está bajo la mirada del Juez de
vivos y muertos, ante quien todos rendiremos cuentas. ¡En tu ira, acuérdate
de misericordia!
HIMNO 9 – GRANDES Y MARAVILLOSAS SON TUS OBRAS,
SEÑOR DIOS TODOPODEROSO (15:2-4): En medio del
juicio de plagas con el cual se completará la ira de Dios sobre la tierra,
Juan vio al lado de un mar de cristal y fuego a aquellos que han sido victoriosos sobre la bestia y su imagen, con
las arpas de Dios. Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el
cántico del Cordero, diciendo: Grandes
y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos,
Rey de los santos. ¿Quién no te
temerá, Señor, y glorificará tu nombre? Pues solo tú eres santo; por lo cual
todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han
manifestado. Quienes nos hemos negado a recibir la marca de la bestia, estamos
unidos con los creyentes y siervos fieles de Dios de todas las edades. Con
Moisés declaramos que nuestra fe y su gran liberación, redundarán en que el
mundo entero tema a Dios y glorifique su nombre grandioso.
HIMNO 10 –
LA ADORACIÓN AL DIOS JUSTO, SANTO Y VENGADOR (16:5,6): En medio
del derramamiento de las copas de la ira de Dios en el mar, con lo cual todo
el mar se convierte en sangre y muere todo ser viviente en el mar, el ángel
de las aguas dice: Justo eres tú, Señor, el que eres y que
eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la
sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber
sangre, pues se lo merecen. Adoramos al Dios de la venganza, de los juicios
y de la ira, porque todo lo hace dentro de su carácter de Dios justo y
verdadero. Sus juicios no tardan. Que la visitación de Dios cumpla su
propósito: salvación al que se arrepiente, y juicio al que no se arrepiente.
HIMNO 11 –
LA ADORACIÓN AL QUE HA JUZGADO A LA GRAN RAMERA (19:1,2): ¡Aleluya!
Salvación, honra, gloria y poder son del Señor Dios nuestro, porque sus
juicios son verdaderos y justos, pues ha juzgado a la gran ramera que
corrompía la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos
de la mano de ella. Exterminar al impío es parte de traer salvación
a la tierra y de hacer justicia al inocente. Señor, que según te adoramos, te
conozcamos; que según te conozcamos, oremos; y que según oremos, actuemos.
Haz de nosotros verdaderos adoradores del verdadero Dios. Que adoremos,
oremos, y actuemos según lo que conocemos de tu carácter santo, justo y
vengador; tus juicios son verdaderos y justos.
HIMNO 12 –
ADORACIÓN A DIOS POR SU JUICIO ETERNO SOBRE BABILONIA (19:3): ¡Aleluya!
El humo de ella ha de subir por los siglos de los siglos. Te bendecimos,
Señor, porque la ruina de esta malvada ciudad permanece para siempre. Te
alabamos por el advenimiento de Jerusalén, capítulo 21, en referencia a todos
los justos de todas las edades, en todos los lugares de la tierra. Te
alabamos por la caída de Babilonia, capítulo 18, en referencia al juicio del
conjunto de todos los impíos de todos los tiempos, y en todos los lugares.
HIMNO 13 –
UN AMÉN Y UN ALELUYA (19:4,5): Entonces
los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra
y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono. Decían: ¡Amén!
¡Aleluya! Y del trono salió
una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que lo
teméis, así pequeños como grandes. Todos somos siervos de Dios, a
pequeños y a grandes se nos llama a adorar a nuestro Dios. ¿Amén?
HIMNO 14 –
LA ADORACIÓN POR EL REINADO DE DIOS Y POR LAS BODAS DEL CORDERO (19:6-8): ¡Aleluya!,
porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso, reina. Gocémonos, alegrémonos y
démosle gloria, porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha
preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y
resplandeciente (pues el lino fino significa las acciones justas de los
santos). ¡El Señor, nuestro Dios Todopoderoso, reina! Nos gozamos, nos alegramos,
te damos toda la gloria. El Espíritu y la Esposa dicen: Ven. El que oye,
diga: Ven. Sí, Señor Jesús, esposo nuestro, ven por tu Iglesia, sin mancha y
sin arruga y adornada con todo tipo de buenas obras. ¡Amén! ¡Aleluya! ¡
M-A-R-A-N-A-T-A !
Vive esta verdad: En este
último de los 21 Días Daniel 2024-2030 fiestas de otoño, te invitamos
a celebrar una vigilia de adoración, usando los catorce coros del
Apocalipsis, y en preparación para buscar un nuevo Pentecostés y un renovado
movimiento apostólico en tu iglesia. ¿Amén? Adoremos al eterno y soberano
Dios por estos 21 Días y por los nuevos tiempos, que creemos serán difíciles
pero gloriosos. Considera terminar estos 21 Días con una vigilia unida de
adoración, en tu iglesia o en las plazas de tu ciudad. Involucra a los niños
y a los jóvenes. Nuestra adoración atraerá la presencia de Dios en nuestro
medio. La
iglesia debe mantener una continua adoración, comunión y comunicación con el
trono de gracia. La adoración del pueblo de Dios es una potente arma de
guerra (2 Crónicas 20). Este ambiente y lugar serán muy propicios para la
restauración de los intercesores y su ministerio profético. La adoración
unida a la intercesión es un buen lugar para entrenar a la generación joven
de intercesores y adoradores. Es el lugar idóneo para buscar la llenura del
Espíritu Santo.
¡Quédate
un día más! La Fiesta de los Tabernáculos es la única fiesta
bíblica que dura 8 días. Recordemos que la Fiesta de los Panes sin Levadura
dura 7 días; y en la Fiesta de los Tabernáculos, parece como si se hubiese
añadido un día más. De hecho, el último día de esta fiesta se llama Shemini
Atzeret, que significa “Día octavo de la asamblea”, en hebreo. Como dos
amigos que están juntos, disfrutando de la comunión el uno con el otro
durante siete días, y no quieren que termine su tiempo juntos, y le dice uno al
otro: ¡Quédate un día más! Este es el deseo de Dios; que su pueblo continúe,
no solo un día más con él, sino de manera permanente – Orad sin cesar, 1
Tesalonicenses 5:17. Respondamos a su deseo y busquemos la íntima comunión
con Dios. Hoy es el día séptimo de los ocho días de la
Fiesta de los Tabernáculos. Este jueves 24 es el octavo y último día de la
Fiesta de los Tabernáculos 2024. Celébralo junto con Israel, compartiendo
este tema con tu casa o congregación. En este día o fin de
semana, convoquemos Asamblea Santa de Tabernáculos; o aprovechemos este
inicio del otoño para retirarnos de acampada y tener un maravilloso retiro de
Tabernáculos por ocho días. La iglesia que logre hacerlo saldrá totalmente
renovada y preparada, para enfrentar el nuevo curso y los nuevos tiempos que
se aproximan. Gracias por habernos acompañado
haciendo el ayuno Daniel, y siguiendo esta serie de vídeos 21 Días Daniel
2024 – 2030 – Fiestas bíblicas de otoño.
Lee la Guía completa en nuestro
blog: http://colombiaderodillas.blogspot.com Busca nuestros videos en escuelanehemias.wordpress.com en YouTube (lista de reproducción), o en Radio
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