YO Y MI CASA - ORACIÓN DE ARREPENTIMIENTO (Juntos
leemos Joel 2 y esta oración): Padre
nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. En este día, nos
acercamos a ti, sabiendo que eres misericordioso y clemente, tardo para la
ira y grande en misericordia; un Padre que se duele del castigo. Unidos con
todas las familias y hogares de Colombia, y sabiendo que estamos bajo el
justo juicio de Dios, confesamos nuestras faltas y pecados, delante de ti y
unos delante de otros en este hogar. (Un
momento de silencio, para que el Espíritu Santo muestre a cada uno qué
pecados debe confesar. Que cada uno confiese en voz alta sus pecados). Señor,
te pedimos perdón por tanto materialismo y consumismo en nuestra casa.
Perdónanos por preocuparnos por nuestras necesidades y deseos, antes que por
buscar primeramente el Reino de Dios y su justicia. ¡Quita el ídolo del
dinero de nuestra vida y el afán por las riquezas! Hemos
ido tras las mejores profesiones y carreras, los mejores empleos y sueldos;
nos afanamos y fatigamos por lo material y económico. Pero no nos levantamos
temprano para buscarte en oración. Hemos abandonado el primer amor: la
lectura y obediencia a tu Santa Palabra, la oración, el preocuparnos por los
más desfavorecidos. No evangelizamos, no ayudamos... ¡Perdónanos, Señor! Si
tienes que dejarnos en manos de un régimen de gobierno que nos traiga ruina y
escacez, será un juicio merecido por nuestro pecado. ¡Perdónanos,
Señor! Porque hemos hecho de la televisión, el celular y los amigos nuestra
principal ocupación. Quita estos ídolos de nuestra vida: El culto al cuerpo,
al deporte. Perdónanos, porque nos preocupa más lo que dicen los demás, que
lo que piensas tú sobre la condición espiritual de nuestra alma. ¡ Sálvanos
Jesús! Sálvanos
de la inmoralidad sexual, de los deseos sensuales y los apetitos carnales. De
las películas de terror. De los video juegos, y demás adicciones. Líbranos de
la brujería, los horóscopos y de todo lo que nos esclaviza a Satanás. Estamos
dispuestos a limpiar nuestra casa de todo esto. Estamos dispuestos a
restituir y devolver lo robado, a romper con relaciones ilícitas y que no te
agradan a ti. Estamos dispuestos a pedir perdón a quien hayamos ofendido.
Estamos dispuestos a empezar de nuevo. Jesús,
sé tú nuestro único y suficiente Salvador. Haz de mí hoy una nueva persona.
Recibo limpieza de mis pecados, por tu sangre derramada en la cruz del
Calvario. Lléname de tu Santo Espíritu
en este día. (Ahora
confiesen sus pecados unos a otros, y exprésense el perdón mutuo). Señor,
tú das gracia al humilde. Recibimos gracia y perdón unos de otros. Y oramos
unos por otros, para que seamos sanados de nuestras heridas. Hoy consagramos
nuestro hogar para tu presencia, tu santidad y tu servicio. Ahora,
Señor, te pedimos que perdones los pecados de Colombia. Perdona los pecados
de cada hogar en nuestra familia. ¡Sálvanos, Jesús! Venga a nosotros tu
Reino, y hágase tu voluntad en nuestras vidas y hogares. ¡Ten misericordia de
todos nosotros y líbranos de todo mal! Todo te
lo pedimos, dándote las gracias, en el nombre Jesús. ¡ Amen! (Comparte
esta oración con tus familiares y amigos) |