YO Y MI CONGREGACIÓN EN ARREPENTIMIENTO siguiendo los Diez Mandamientos. (Leemos Ex.20; Dt.5; Mt 5; Ef.5:21-6:9). Sábado 21
mayo´22. 1 - Yo soy Jehová tu
Dios, que te saqué de la
tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de
mí. Papito Dios, perdónanos porque
nos hemos hecho tan adultos y maduros, que hemos dejado de ser niños; hemos
dejado nuestro primer amor a ti. Hoy renovamos nuestro pacto contigo: Tú eres
el Dios que nos sacó de nuestra esclavitud de pecado. Nos arrepentimos de
toda forma de pecado. Renovamos nuestra entrega a Cristo como amo, dueño y
Señor de nuestras vidas, hogares y congregación. Recibimos el Espíritu de
adopción, por el cual podemos clamar: ¡Abba, Padre! ¡Abba, Padre! ¡Abba,
Padre! 2- No te harás imagen,
ni ninguna semejanza de lo
que esté arriba en el cielo… Perdónanos,
Señor Jesús, porque no hemos sido discípulos fieles; te hemos traicionado,
por buscar tierras, profesiones y ocupaciones; por amar más a padre, madre, y
a hijos, que a ti. Hoy nos comprometemos a buscar primero tu Reino. 3- No tomarás el nombre
de Jehová tu Dios en vano.
Perdónanos, Señor, por contristar a tu Santo Espíritu. Nuestros cultos de
adoración se han convertido en un show de televisión para agradar a
los inconversos y entretener a los creyentes. ¡Perdónanos, Señor! Hemos
convertido tu casa de oración en una cueva de ladrones. Hoy Consagramos tu
casa; será llamada casa de oración para todas las naciones. 4- Acuérdate del día de
reposo para santificarlo.
Perdona nuestro activismo. Hacemos mucho, pero sin antes haberte consultado,
para seguir tu guía. Renovamos hoy nuestro pacto, para apartar este día como
día santo delante de ti, en tu Palabra, en la oración, en el Altar familiar
con nuestra casa, en acción de gracias y celebración. 5- Honra a tu padre y a
tu madre. Hoy renovamos nuestra
honra a nuestros padres. Te damos gracias por ellos. Líbranos de abandonarlos
en su ancianidad. Perdónanos por no darles un lugar de honor en la familia o
la congregación. 6- No matarás. Nos arrepentimos de la ira, el resentimiento y la
falta de perdón. Nos confesamos los pecados unos a otros y oramos unos por
otros para que seamos sanados. ¡Libra a tu iglesia de derramar la sangre
inocente del No-nacido! 7- No cometerás
adulterio. Señor, perdona el
adulterio, el divorcio y nuevo casamiento en nuestro medio. Perdona a tus
Siervos por haber permitido la fornicación como forma de vida entre nuestros
hijos y jóvenes. ¡Límpianos, Señor! 8- No hurtarás. Confesamos que te hemos robado en los diezmos y
las ofrendas. Hemos desatendido la causa de la viuda, del niño de la calle.
Perdona nuestra avaricia, el manejo ilícito de dinero, la manipulación y
explotación de las ovejas. 9- No hablarás contra
tu prójimo falso testimonio.
Nos arrepentimos de toda mentira, chisme y calumnia al hermano. No haremos
acepción de personas. 10- No codiciarás la
casa de tu prójimo, no
codiciarás la mujer de tu prójimo.
Perdona nuestros celos, envidias, lujuria por lo que pertenece a nuestro
prójimo. Nos sometemos a tu justo juicio. Pero hoy clamamos: En
tu ira, acuérdate de tu misericordia. Entre
la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan:
Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para
que las naciones se enseñoreen de ella. Por qué han de decir entre los
pueblos: ¿Dónde está su Dios? (Leemos
Joel 2). ¡Llénanos con tu Santo Espíritu, y a nuestros hijos e hijas |